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Leyendo la Biblia: Está disponible los 365 días del año

SIRVIENDO CON

AMOR DURANTE 130 AÑOS

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Parte 7

1829

1843

CONOCIENDO A NUESTRO FUNDADOR: WILLIAM BOOTH

Para agosto de 1912, el Ejército de Salvación contaba ya con algo más de 22 años de existencia en nuestras tierras.

Desde aquel 22 de diciembre de 1889 habían transcurrido poco más de dos décadas de luchas, sacrificios y victorias, hasta llegar a ser, para ese año -1912- una institución amada y querida por la sociedad de este país, como así también de Uruguay y Paraguay, Chile y Perú (estos dos últimos formaban parte de este único territorio Sudamericano). Desde sus inicios hasta aquí, ocho (8) Jefes Territoriales habían dado forma a nuestro creciente Ejército de amor ¡El Ejército había alcanzado su mayoría de edad en Sudamérica!

La noche del lunes 20 de agosto de ese año todos los Cuarteles Territoriales en el mundo recibieron la noticia más triste: el General William Booth había sido “Promovido a la Gloria”. Desde hacía algún tiempo la salud del viejo guerrero era la preocupación de aquellos que lo conocían y admiraban; especialmente de aquellos que estaban bajo su mando en los 58 países, donde hasta entonces estaba diseminado el Ejército. Meses antes, el General se había dirigido a 10.000 Salvacionistas en un atestado Royal Albert Hall, en Londres, con estas palabras que se han convertido en todo un credo para nuestra institución:

“Mientras haya mujeres que lloran, como lo hacen ahora, ¡yo lucharé!

Mientras haya niños con hambre como los que hay ahora, ¡yo lucharé!

Mientras haya presos en las cárceles, ¡yo lucharé!

Mientras quede en el mundo una sola alma en la oscuridad, sin la luz de Dios, ¡yo lucharé! ¡Lucharé hasta el fin!”

Estas palabras habían sido el llamado y la razón de su existencia. Existencia que había comenzado 83 años antes, en algún lugar de Inglaterra, en los primeros días de abril de 1829.

EN ALGÚN LUGAR DE INGLATERRA

William Booth llegó al mundo en la ciudad de Nottingham, Inglaterra, el 10 de abril de 1829, que era conocida por su industria textil.

La familia de William estaba conformada por sus padresMary Boss y Samuel Booth- y cinco hijos.

Samuel Booth había logrado conseguir una pequeña fortuna, antes del nacimiento de William (había sido fabricante de clavos y estaba involucrado en el rubro de la construcción), y a causa de su mal manejo de los negocios, la familia continuamente sufriría serios problemas económicos a lo largo de la infancia y adolescencia de William. Sus recuerdos de esos años no eran felices. Continuamente expuestos a penurias y necesidades, con una madre sacrificada y austera y un padre obsesionado por el dinero que nunca alcanzaba, el escenario familiar era verdaderamente triste. Al final de sus días, Samuel alcanzó algo de paz en la fe cristiana. Murió un 23 de setiembre de 1843. Obligada la familia a mudarse a una parte de la ciudad llamada Goose Gare, William, de 14 años, comenzó a trabajar en una casa de empeños. “La vida – dice uno de sus biógrafos- continuó siendo un asunto bastante miserable para la familia Booth”. (Roger Green, 1996)

EN EL SENO DE LA IGLESIA METODISTA

Fue por aquel tiempo que William entró en contacto con un piadoso matrimonio de apellido Dent. Fueron ellos los que se preocuparon por su vida espiritual y comenzaron a llevarlo a la Iglesia del lugar, capilla metodista: Capilla wesleyana de Broad Street. Fue en aquel lugar que comenzaron sus inquietudes espirituales, que tiempo después lograron su conversión. Esta fue una época difícil para el adolescente,

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