Mester de Clerecia
EL MESTER DE CLERECIA
Mester traygo fermoso non es de joglaría, mester es sen pecado, ca es de clereçía, fablar curso rimado por la cuaderna via, a sýlabas contadas, que es gran maestría Frente al mester de juglaría, de contenido popular e irregularidad métrica, surge en el siglo XIII el mester de clerecía, erudito y cultivado por los clérigos, entendiendo por tales no sólo a quienes lo eran propiamente, sino también, a todo hombre culto y letrado, que poseyera la educación latinoe c l e s i á s t i c a . El saber se refugia en los monasterios y durante siglos es esencial patrimonio de los clérigos, de donde nace la atribución de este carácter a quienes se entregan al estudio, aunque no fuese aquella su condición real: clerecía y saber se hacen sinónimos. Estos clérigos paulatinamente van dejando el latín, e incorporan la lengua popular para acercar la cultura de sus bibliotecas al pueblo llano:
distintos criterios seguidos respecto a la sinalefa, el hiato, la sinéresis y la diéresis. El lenguaje pretende ser mucho más cuidado y selecto que el de los juglares. Esta perfección puede deberse en buena parte al avance natural sobre los escritores precedentes; el poeta utiliza un lenguaje familiar , llano y sencillo, animado con expresiones pintorescas y vulgares comparaciones. Lo más fundamental del mester de clerecía radica en su temática. Se suele decir por influencia de su propio nombre, que éste se ocupa de temas religiosos; pero, con excepción de los libros de Berceo, ninguna obra específica de esta escuela es religiosa. Lo esencial reside en que trata de temas eruditos, de materias que no han sido tomadas de la observación directa de la vida, de acontecimientos actuales como hacen los juglares, sino del saber escrito al que no se tenía acceso sin una dedicación estudiosa.
" Quiero fer una prosa en román paladino en el qual suele el pueblo fablar a su veçino..."(S. Dom. 1) El mester de clerecía no desplazó, sino que coexistió con el de juglaría; pronto utilizan ambos el mismo idioma, se dirigen al mismo tipo de público, se abastecen de temas populares. Los juglaría clerical intenta contrarestar los efectos pecaminosos e inmorales que atribuye al juglar profano. Berceo se llama a sí mismo juglar de Santo Domingo y trovador de la Virgen. El público para quien Berceo escribe es, en esencia, el mismo para quien cantan los juglares..El clérigo piensa siempre en el público iletrado para quien escribe...' 1-. METRICA, LENGUAJE Y TEMATICA. Los rasgos que caracterizan al mester de clerecía pueden resumirse en los siguientes: Todos los poemas están escritos en estrofas de versos alejandrinos (de catorce sílabas, divididos en dos hemistiquios de siete), con una sola rima consonante, que reciben el nombre de tetrásforo monorimo o cuaderna via. Los poetas de clerecía respetan rigurosamente el canon métrico, de forma que todo verso mal medido puede estimarse como descuido involuntario o falta de habilidad. También, debe tenerse en cuenta, además, los errores de los copistas y las diferencias de pronunciación, y los
Cronológicamente el mester de clerecía se prolongó desde mediados del siglo XIII hasta finales del XIV. Durante el XIII se mantuvó fiel a los moldes métricos, pero en el siguiente da entrada a formas poéticas distintas de caracter lírico y metro más breve. Otra diferencia esencial separa la clerecía de ambos siglos. Al XIII corresponden obras anónimas, con la excepción de Berceo. El XIV da entrada a grandes figuras literarias, de inconfundible personalidad, como la severa requisitoria moral del Canciller de Ayala y el gran retablo humorístico del Arcipreste de Hita, verdadera comedia humana de su siglo.
GONZALO DE BERCEO
Primer poeta español de nombre conocido, es el más genuino representante del mester de clerecia, y posiblemente su introductor. Nació a finales del S. XII, en Berceo, pequeño pueblo riojano, se educó en el monasterio benedictino de San Millán de la Cogolla, y estuvo agregado a este monasterio como clérigo secular: Gonzalo fue so nomne que fizo est tractado, en Sant Millán se suso fue de ninnez criado, natural de Berçeo, ond Sant Millán fue nado... (S. Mill. 489) Yo, Gonzalo por nomne, clamado de Berçeo, de Sant Millán criado, en la su merçed seo... (S.Dom. 757) Debió morir bastante viejo; por diversas escrituras notariales de sabe que vivía aún enel año 1264. Pero poco más se conoce de su vida, que debió de transcurrir plácidamente entre gentes sencillas, entregado a sus deberes religiosos y a componer sus obras. Todas las de Berceo son religiosas: tres vidas de santos, Santo Domingo de Silos, San Millán de la Cogolla y Santa Oria, virgen; tres poemas dedicados a la Virgen, Loores de Nuestra Señora, Planto que fizo la Virgen el dia de la Passión de su Fijo Jesu Christo y Milagros de Nuestra Señora; y tres poemas de asunto religioso vario, El Sacrificio de la Misa, De los signos que aparescerán antes del Juicio y Martirio de San Laurençio. También se le atribuyen tres himnos. LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA. Constituye la obra más extensa e importante de Berceo; se compone de veinticinco narraciones precedidas de una introducción alegórica. Milagros que obra la Virgen en favor de sus devotos para salvar sus almas o protegerles de algún mal. Un ladrón devoto de la Virgen va ser ahorcado, pero la Virgen coloca sus manos entre el cuello y la soga y le salva de la muerte; un monje se ahoga en un torrente al regresar de una aventura pecaminosa, pero la Virgen le resucita para que pueda hacer penitencia y así salvar su alma; el clérigo ignorante acusado de no saber otra misa que la de la Virgen, quien ordena al obispo que le retire el castigo; Teófilo que vende su alma al diablo por codicia, y la Virgen, ante su arrepentimiento, rescata el documento de venta; en un pleito de dinero el Niño Jesús, que la Virgen sostiene en sus brazos, habla en defensa del acreedor que la habia puesto como testigo de su préstamo, etc., etc. Sobre todos estos milagros y leyendas piadosas existía en todos los paises de la Europa medieval una abundantísima literatura latina, de la que son
modelos típicos y más populares el Speculum Historiale, de Vicente de Beauvais, La Leyenda Áurea, de Jacobo de Vorágine, y en romance francés, Les Miracles de la Sainte Vierge, de Gautierde Coincy. Puymagre supuso que Berceo tomó sus temas de este último libro, pero R.M.P. hizo notar la improbabilidad de que Berceo hubiera conocido la obra del francés. Parece mas verosímil que ambos se hubieran inspirado en modelos comunes, de aquí sus coincidencias. Richard Becker encontró en la Biblioteca de Copenhague un manuscrito en el que se incluyen 24 de los 25 "milagros" relatados por Berceo, Este suprime cuatro de los del manuscrito y añade por su parte el 25, además de la Introducción, pero sigue fielmente incluso el orden de los que utiliza. Todo hace suponer que Berceo, lo mismo que Gautier de Coincy, se sirven de algún texto similar al de Copenhague, de gran circulación entonces por Europa. Berceo, pues, no inventa sus asuntos, trata tan sólo de difundir en lengua romance las historias marianas escritas en latín. Vulgariza, no crea. Pero esta falta de originalidad temática no rebaja, sin embargo, la personalidad deBerceo como poeta. El autor modifica, amplifica y enriquece sus modelos, vistiéndolos con rasgos de las costumbres cotidianas de la región. Su propósito es dar cercania a lo que cuenta para aproximar el árido texto latino a las gentes sencillas; se esfuerza por ser gráfico y familiar, y recurre a comparaciones prácticas de labriegos, a locuciones campesinas, a nombres de utensilios domésticos, a refranes.
ARCIPRESTE DE HITA. LIBRO DE BUEN AMOR. El Libro de buen amor es la autobiografía ficticia de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. El autor narra sus aventuras amorosas, entremezcladas constantemente con reflexiones didácticas, cuentos, poemas burlescos y fábulas. La intención de la obra El Arcipreste explica en el prólogo el propósito de su libro. El autor insiste en la necesidad de acercarse al «buen amor», que es el amor a Dios; sin embargo, justifica el relato de sus aventuras amorosas, que servirán para que los buenos cristianos reconozcan el «amor loco» y se aparten de él. Esta explicación resulta bastante ambigua: «Así yo, en mi poquilla ciencia y mucha y gran rudeza, comprendiendo cuántos bienes hace perder el loco amor del mundo al alma y al cuerpo y los muchos males que les apareja y trae, hice esta chica escritura en memoria de bien, escogiendo y deseando con buena voluntad la salvación y gloria del Paraíso para mi alma, y compuse este nuevo libro en que van escritas algunas maneras y maestrías y sutilezas engañosas del loco amor del mundo, usadas por algunos para pecar. Leyéndolas y oyéndolas, el hombre o la mujer de buen entendimiento que se quiera salvar, escogerá su conducta […]. No obstante, puesto que es humana cosa el pecar, si algunos quisieran (no se lo aconsejo) usar del loco amor, aquí hallarán algunas maneras para ello.»
Alegato del Arcipreste contra el Amor El Arcipreste relata su historial amoroso. En el libro se suceden distintas aventuras con mujeres de todo tipo. Sin embargo, los intentos de conquista del Arcipreste no tienen demasiado éxito. Una noche, el Amor personificado visita al Arcipreste. Este, furioso y decepcionado tras varios fracasos, arremete contra él: Una noche sostuve combate peregrino: pensaba yo en mi suerte, furioso (y no de vino), cuando un hombre alto, hermoso, cortésmente a mí vino. Le pregunté quién era; dijo: «Amor, tu vecino». Con enojo muy grande le empecé a denostar (1); le dije: «Si Amor eres, no puedes aquí estar, eres falso, embustero y ducho en engañar; salvar no puedes uno, puedes cien mil matar. Con engaños, lisonjas (2) y sutiles mentiras
emponzoñas (3) las lenguas, envenenas tus viras (4), hiere a quien más te sirve tu flecha cuando tiras; separas de las damas a los hombres, por iras. […] Eres padre del fuego, pariente de la llama, más arde y más se quema aquel que más te ama; Amor, a quien te sigue le quemas cuerpo y alma, destrúyeslo del todo como el fuego a la rama […].». 1 denostar: injuriar. 2 lisonjas: alabanzas. 3 emponzoñas: envenenas. 4 viras: saetas.
Respuesta del Amor Después de escuchar las durísimas críticas del Arcipreste, el Amor le tranquiliza ofreciéndole una serie de consejos sobre el arte de amar: El Amor con mesura diome respuesta luego: «Arcipreste, enojado no estés, yo te lo ruego: no hables mal del Amor ni en serio ni por juego porque a veces poca agua hace bajar gran fuego. […] Si quieres amar dueñas (1) o a cualquier mujer, muchas cosas tendrás primero que aprender para que ella te quiera en amor acoger. Primeramente, mira qué mujer escoger. Busca mujer hermosa, atractiva y lozana, que no sea muy alta, pero tampoco enana; si pudieres, no quieras amar mujer villana, pues de amor nada sabe, palurda y chabacana (2). […] Procura mensajera de esas negras pacatas (3) que tratan mucho a frailes, a monjas y beatas, son grandes andariegas, merecen sus zapatas: esas trotaconventos hacen muchas contratas. Donde están tales viejas todo se ha de alegrar, pocas mujeres pueden a su influjo escapar; para que no te mientan las debes halagar, pues tal encanto usan que saben engañar […]». 1 dueñas: señoras. 2 chabacana: grosera. 3 pacatas: apocadas.
Trotaconventos El Arcipreste se enamora de doña Endrina. Don Melón de la Huerta –el propio Arcipreste– contrata los servicios de la alcahueta Trotaconventos. Los engaños y halagos de la vieja mensajera conseguirán que la relación entre don Melón y doña Endrina termine en boda. Este es el modo de actuar de Trotaconventos, que se hace pasar por vendedora ambulante: Busqué trotaconventos, cual me mandó el Amor, de entre las más ladinas (1) escogí la mejor. ¡Dios y la mi ventura guiaron mi labor! Acerté con la tienda del sabio vendedor. […] La buhona (2) con su cesto va tañendo cascabeles y revolviendo sus joyas, sus sortijas y alfileres. Decía: «¡Llevo toallas! ¡Compradme aquestos manteles!». Cuando la oyó doña Endrina, dijo: «Entrad, no receledes (3)». Una vez la vieja en casa le dijo: «Señora hija, para esa mano bendita aceptad esta sortija y, si no me descubrís, os contaré la pastija (4) que esta noche imaginé». Poco a poco, así la aguija (5). «Hija, a toda hora estáis en casa, tan encerrada que así, sola, envejecéis; debéis ser más animada, salir, andar por la plaza, pues vuestra beldad loada (6) aquí, entre estas paredes, no os aprovechará nada […]» 1 ladinas: astutas. 2 buhona: vendedora ambulante. 3 receledes: receléis, desconfiéis. 4 pastija: historia, patraña. 5 aguija: estimula, incita. 6 loada: alabada.
La batalla de don Carnal y doña Cuaresma Se acerca la época de la Cuaresma y esta desafía a don Carnal para que se enfrenten sus respectivos ejércitos. El ejército de don Carnal representa los excesos del cuerpo y el de doña Cuaresma simboliza la austeridad de esta época litúrgica. La batalla es una parodia de los combates épicos: El primero de todos que hirió a don Carnal fue el puerro cuelliblanco, y dejolo muy mal, le obligó a escupir flema; esta fue la señal. Pensó doña Cuaresma que era suyo el real (1). Vino luego en su ayuda la salada sardina, que hirió muy reciamente a la gruesa gallina, se atravesó en su pico ahogándola aína (2); después, a don Carnal quebró la capellina (3). Vinieron muchas mielgas4 en esta delantera, los verdeles (5) y jibias (6) son, del flanco (7), barrera; dura está la pelea, de muy mala manera, caía en cada bando mucha buena mollera.
1 que era suyo el real: que había vencido. 2 aína: fácilmente. 3 capellina: pieza de la armadura que cubre la parte superior de la cabeza. 4 mielgas: peces que pertenecen al mismo orden que los tiburones. 5 verdeles: caballas. 6 jibias: sepias. 7 flanco: costado. La muerte de Trotaconventos Tras este paréntesis alegórico, prosigue la narración de las aventuras amorosas, que se verá alterada por la muerte de Trotaconventos. Ello supone un duro golpe para el Arcipreste, que muestra su dolor ante la pérdida de la vieja: Así fue, ¡qué desgracia!, que mi vieja ya es muerta, ¡grande es mi desconsuelo!, ¡murió mi vieja experta! No sé decir mi pena, mas mucha buena puerta que me ha sido cerrada, para mí estaba abierta. ¡Ay muerte! ¡Muerta seas, bien muerta y malandante! ¡Mataste a la mi vieja! ¡Matases a mí antes! ¡Enemiga del mundo, no tienes semejante! De tu amarga memoria no hay quien no se espante.