Domingo 17 de marzo de 2019
De la cueva Balamkú se han explorado cerca de 460 metros, ya que se trata de una cavidad laberíntica a la cual se accede por túneles y oquedades de 40 o 50 centímetros de alto, y aún hay galerías que no se han investigado.
De la cueva Balamkú se han explorado cerca de 460 metros, ya que se trata de una cavidad laberíntica a la cual se accede por túneles y oquedades de 40 o 50 centímetros de alto, y aún hay galerías que no se han investigado.
vas, pero hemos estado indagando que Segovia sí se dio cuenta de la importancia y mandó una carta al director de esa época del INAH, no sabemos cuál fue la respuesta. Fue una decisión acertada sellarla totalmente, porque eso ha provocado que nosotros la encontráramos con métodos más modernos, con otras hipótesis, ya conociendo el entorno de una manera muy eficiente. Con un trabajo ya previo de arqueología de las cuevas.
¿Qué es lo que sigue de este descubrimiento? Muchísimo trabajo, necesitamos terminar la exploración totalmente. Todavía no se encuentra hecho el mapa de la cueva bien detallado, hacer un modelo en tercera dimensión para poder tener una imagen más amplia sin tener que entrar a la cueva, hacer análisis digitales de todo, incluso reproducir los artefactos si esto fuera posible.
Cómo arqueólogo ¿Qué satisfacción le causa este hallazgo? Yo lo siento como un regalo en mi carrera, claro, nada es gratis. Hemos estado trabajando bastante. Es un privilegio pero también una gran responsabilidad porque ahora viene preservarlo y cuidarlo. En este país tenemos cosas grandiosas y maravillosas y ojalá que todos hagamos conciencia de ello para preservar nuestro patrimonio.
Cabe destacar que esta investigación por parte del INAH cuenta con el apoyo financiero de la National Geographic Society y la Universidad de California en Los Ángeles. Se espera que los resultados permitan avanzar en el conocimiento de Chichen Itzá y en la búsqueda de la entrada al cuerpo de agua que supuestamente se encuentra debajo de El Castillo o Templo de Kukulcán.
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