Dinamarca rivaliza en creatividad para seguir siendo bastión de la gastronomía mundial

En Dinamarca, los restaurantes están compitiendo en creatividad para tomar el relevo del famoso Noma como el bastión de la gastronomía mundial. Uno de estos establecimientos es el restaurante Alchemist, ubicado en un antiguo astillero en una zona industrial. Ofrecen una experiencia holística a sus clientes adinerados, con un menú único de 50 "impresiones" que cuesta 4,900 coronas danesas (707 dólares). El objetivo es cambiar el mundo a través de la gastronomía y crear una experiencia inmersiva que combine diferentes campos artísticos con la comida.

El restaurante Alchemist ha generado gran interés, sirviendo 52 comidas al día y teniendo más de 10,000 personas en lista de espera. Al entrar por la pesada puerta de bronce, los clientes son recibidos en un ambiente místico con efectos musicales, luces y actuaciones de baile contemporáneo. El restaurante presenta un salón de entrantes y luego se llega al "domo", donde se sirve la mayor parte de la comida. Bajo la cúpula, se proyectan imágenes de paisajes submarinos y fragmentos angustiantes de telediarios que destacan la contaminación plástica. El objetivo no es solo satisfacer el paladar de los clientes, sino también estimular sus mentes.

Otro destacado restaurante en Dinamarca es Mota, ubicado a unos cien kilómetros al oeste de Copenhague, en un antiguo hospital psiquiátrico. Aunque el ambiente es tranquilo, sencillo y rural, el chef Claus Henriksen encuentra inspiración en su entorno para componer sus menús. Trabaja con productos locales como setas, espárragos, algas y merluza, y colabora estrechamente con productores locales, incluso para la carta de vinos. Este enfoque en redescubrir los sabores nórdicos fue impulsado por René Redzepi, el famoso chef de Noma, y ha permitido reinventar y monetizar la cocina escandinava, centrada en platos locales éticos.

El impacto de Noma en la gastronomía danesa ha sido significativo, atrayendo a turistas extranjeros y chefs de todo el mundo a Dinamarca. Claus Henriksen trabajó en las cocinas de Redzepi y destaca la creatividad y el enfoque particular en los productos que se vivía allí. El legado de Noma ha puesto a Dinamarca en el mapa de la alta gastronomía y ha generado un creciente interés y reconocimiento internacional.