LAS 20 CANCIONES DE NAVIDAD MÁS FAMOSAS La música tiene un gran poder sobre nosotros. Nos ayuda a conectar con nuestras emociones, con nuestros recuerdos y con nuestros momentos más felices. La música acompaña los días más importantes de nuestra vida, nos permite compartir, nos sirve de refugio, nos trasporta, nos hace viajar, viste nuestra historia, llena el ambiente de magia y nos hace sentir mejor. Si dejamos que la música entre en nuestra vida, tendremos un amigo fiel para siempre, que todos los días, grises o luminosos, estará allí para arroparnos. Por eso en gran parte no hay Navidad sin música, sin canciones, sin villancicos. Las canciones de Navidad trasmiten calidez, amor, compañía, familia, nostalgia, hogar y refugio. Están llenas de cascabeles, de campanas, de melodías suaves y alegres que tatareamos sin darnos cuenta mientras sonreímos pensando en los días que vendrán.
CANCIONES DE NAVIDAD QUE NOS UNEN Y NOS HACEN SOÑAR Desde pequeños aprendemos canciones de Navidad para cantar en la escuela, en casa y en familia, y las trasmitimos de generación en generación, para que no se nos olviden. Cada rincón del mundo tienen sus propias canciones de Navidad, únicas y irrepetibles que nos hablan de costumbres y de tradiciones, de lugares y sus gentes, de sus sueños y sus deseos. En España los villancicos, con sus zambombas, panderetas, carracas o botellas de anís, nos identifican, hablan de nuestras tradiciones, de nuestra comidas típicas... Nos hablan, en definitiva, de nuestra Navidad. Y en cada lugar del mundo tienen sus propias canciones. En casa, por Navidad, nunca falta la música navideña. Pasan los
años, crecen los niños, faltan algunos mayores, pero la música siempre une con un hilo invisible nuestra historia. Cada año los más pequeños se suben a la silla para recitar sus poemas y cantar sus canciones de Navidad. Y después de comer sacamos la guitarra y nos dejamos llevar por las melodías de siempre, mientras vemos a los niños que nos miran con ojos brillantes, mientras grabamos en la memoria recuerdos importantes en su vida para siempre. La música forma parte de la vida, y en Navidad se convierte en nuestra banda sonora para que cuando pase en tiempo y volvamos a oír las primeras notas de esa melodía viajemos al instante en que siempre fuimos felices.