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Una prueba triunfante

Experimentan con éxito tratamiento contra la marea roja en Florida

Sin daño al ecosistema

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Durante ese tiempo también probó el impacto de la arcilla en el ecosistema oceánico, en especial en invertebrados como los cangrejos azules, los erizos de mar y las almejas porque quieren asegurarse “de que la cura no sea peor que la enfermedad”.

Las próximas gestiones se tomarán en función del resultado que arrojen las muestras, pero hay planes para investigar qué sucede si se usa este tratamiento cerca de lechos de pastos marinos y luego se distribuyen por la marea y las corrientes.

MIAMI, FL. MARIANELA RO-

DRÍGUEZ.- En la Bahía de Sarasota, en la costa oeste de Florida, un equipo de especialistas de la Universidad Central de Florida (UCF) experimentó con éxito un potencial y promisorio tratamiento contra la marea roja, un fenómeno natural estacional que cada vez es más devastador y recurrente en el Golfo de México.

Las pruebas lideradas por la bióloga y profesora de la UCF, Kristy Lewis, fueron realizadas en conjunto con el Laboratorio Marino Mote y constituyen el primer test con éxito que se efectúa en aguas abiertas para reducir la marea roja que suele causar la muerte masiva de peces y otros organismos marinos.

La bióloga afirma que "es bastante prometedor", en referencia a los resultados preliminares de las pruebas a gran escala que se fundamentan en una técnica denominada "clay flocculation" que se basa en la utilización de un tipo de arcilla.

Durante la prueba los investigadores pusieron ocho "tubos de ensayo gigantes" de plástico de 1,8 metros de ancho, que se extendían desde la superficie del agua hasta el suelo marino.

Los investigadores regaron cuatro de esos tubos con arcilla tratada con un compuesto químico que una vez en el agua consiguió atraer al microorganismo Karenia brevis, responsable de la marea roja en Florida, y lo hundió en el fondo del océano.

Lewis explicó que se han recogido muestras de agua para saber qué sucede con las toxinas de las algas cuando caen al fondo del océano y saber si permanecen latentes o activas.

La especialista refiere que lo que parece seguro es que las pruebas "reducen un impacto agudo inmediato de la marea roja", entre otras cosas porque las toxinas no se liberan en el aire que es lo que ocasiona irritación en las vías respiratorias y los ojos.

La bióloga se muestra confiada en que estas pruebas podrían dar paso a una "estrategia de mitigación" para un fenómeno que no hay manera de prevenir y supone un riesgo para la salud humana, entre otras cosas por las toxinas que liberan los peces que mueren a causa de la marea roja.

También las pérdidas millonarias en el turismo como dice un estudio de la Universidad de Miami que indica que en 2018 cuando se produjo uno de los recientes grandes fenómenos de marea roja, se registró una disminución del 61% de todo tipo de viajes a Florida.

Estas pruebas se llevaron a efecto al cabo de tres años en los que Lewis inició con test en laboratorios, después en tanques de 20 litros y fue escalando a entornos cada vez más grandes.

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