Periódico mensual de distribución gratuita. N° 200 Año XIX - 22 de noviembre de 2017. Granadero Baigorria, Ybarlucea, Capitán Bermúdez, Fray Luís Beltrán y San Lorenzo, Santa Fe
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Fue declarado Ciudadano Ilustre el historiador local Pablo Bertero
La juventud Radical de Baigorria realizó un Gran Mate Bingo Fue el pasado 29 de octubre en el comité partidario de barrio Centro
El proyecto lo realizó la concejala Graciela Bordón, luego que el vecino cumpliera 90 años El historiador baigorriense Pablo Bertero fue declarado Ciudadano Ilustre por el concejo local. El proyecto fue elaborado por la edila del Frente Progresista Cívico y Social, Graciela Bordón. La declaración fue el pasado martes 10 de octubre, y desde el cuerpo deliberativo local se destacó la labor de historiador de Bertero. Pablo llegó en 1944 a Granadero Baigorria, a los 17 años, junto a sus padres a Paganini de la zona de Totoras y Salto Grande. Su padre trabajó en el molino harinero de barrio San Miguel, lugar donde vivieron los primeros meses ra-
dicados en la ciudad. El inquieto Pablo enseguida comenzó a relacionarse con la vida del pueblo, es por eso que empezó a ser el conductor de fiestas populares. A su vez integra hace 30 años la comisión del banco Credicoop. Bertero además se ha dedicado a relatar historias sobre la ciudad, durante sus años de estadía. El pasado 29 de junio, el día del santo patrono de Baigorria, Pablo cumplió 90 años de lucidez y recuerdos vivos. La declaración fue avalada por todos los concejales de la localidad.
El pasado domingo 29 de octubre la Juventud Radical de Granadero Baigorria desarrolló su primer mate bingo con gran éxito. El presidente de la UCR local, Martín Cipiti sostuvo que: “El empeño de estos jóvenes por darle su aporte a la ciudad y transformarla los ha llevado a diagramar una agenda social con múltiples tareas de cara al futuro”. El radical agregó: “Como grupo han dado su primer paso, pero con fuertes convicciones se han puesto como objetivo mejorar la calidad de vida de todos nosotros, entendiendo que la política debe ser una herramienta de transformación social y no un trampolín a las necesidades personales”. Desde el partido centenario se manifestó que después de más de una década la Unión Cívica
Radical de Granadero Baigorria, a través de esta comisión directiva, sigue profundizando los pilares que trazaron como meta y logra canalizar a través de ellos el desafío que nos toca como sociedad entendiendo que son los jóvenes el futuro. Cipiti dijo que: La gran actitud de los jóvenes hizo que la gente se sintiera muy a gusto” y al mismo tiempo se supo que van a seguir adelante con esta noble tarea de servir, ofreciéndose a participar de
toda actividad que emprendan. Los responsables de la jornada fueron: Dahina, Leo, Anahí, Jonathan, Denis, Nico, Roció, Jere, Rosa y Nico. “Esa idea de acción que surge se refleja sin dudas en el mensaje que nos dejara Raúl Alfonsín para ellos”, dijo Martín Cipiti.
El Urbano N° 200
AÑO XIX
22 de noviembre de 2017 Director Hugo Cravero Colaboran: Mario Lozza, Raúl Zavattero, Marcelo Ontivero Fundado el 20 de agosto de 1999 periodicoelurbano@yahoo.com.ar ugo@elurbanodigital.com 3413752903 - 0341 5580229(fijo) Impreso en D W P srl
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Jonathan Escalante Juan Martín Varela Hugo Cravero * No podemos decir que todo empezó la mañana helada del 23 de junio de éste invierno, cuando casi una centena de familias tomaron los terrenos lindantes al norte a la barriada del Camino Perdido. Tampoco se puede afirmar que fue espontaneo, frio como el invierno de Granadero Baigorria que castigó, como de costumbre, la zona costera. La decisión fue un acto de hartazgo por la desidia y las medias mentiras o medias verdades. “Nos cansamos de pedir que nos mejoren el barrio. Que nos arreglen la única calle por donde transitábamos, que nos corten el pasto y limpien el terreno de adelante (el actual lote tomado). Siempre prometían y hacían las cosas a medias. Un día dijimos basta, y luego de muchos amagues, tomamos las tierras”, dijo Joana, una joven madre, de voz dulce y serena, con la templanza y seriedad justa para no perder los estribos. El Camino Perdido es un asentamiento irregular que data de por lo menos 30 años de existencia. Al comienzo los moradores ocuparon el sector sur de la calle Panamá, la continuidad de la calle Brown de barrio San Miguel de Granadero Baigorria que fue interrumpida en 1935 cuando se llevó adelante la ejecución de la obras de las vías terraplenas pertenecientes en la actualidad a Belgrano Cargas. Esa construcción partió al medio el viejo Pueblo Paganini, delimitando durante décadas el fin de la zona urbana y el comienzo de la zona rural. La calle Panamá era el viejo camino a Ybarlucea, transito por carros y caballos en las décadas del 20 y del 30. Nadie recuerda cómo llegaron los
primeros vecinos. Quién dio el dato para ubicarse sobre una calle pública, pero la cuestión es que por finales de 1986 y principio de 1987 se empezaron a limitar los lotes y levantar los primeros ranchos, en su gran mayoría, de adobe y paja. Poco a poco el arrabal se fue poblando y extendiendo. Desde las vías altas hacia el oeste, por unos 700 metros lineales, las casas se fueron construyendo. Cuando el predio de la calle Panamá se ocupó se empezó usar el zanjón que está a la vera de las vías y la continuidad de la calle Asunción, que empieza en el barrio Nuestra Señora de la Paz y que corre de sur a norte. Unas 100 familias se ubicaron como pudieron en el Camino Perdido, también llamado por muchos como Camino Muerto. Los nuevos vecinos fueron acomodando sus casas a fuerza de trabajo, como así también las condiciones generales del país a principio de siglo. Los ranchos ya no eran ranchos. La estabilidad laboral, en muchos casos, y la llegada de la Fundación Techo con sus casitas, viviendas pre fabricadas de madera, de tres metros por seis y asentadas sobre pilotes, con techo de chapa zinc y aislantes, lograron que el barrio mejorara sus condiciones de vida. Pero al hacinamiento en los hogares, con familias superpobladas y el destrato del Estado hizo estallar la rebeldía en los más jóvenes del lugar. Junto al Movimiento Evita, La Fundación Techo acompaña a los vecinos para lograr una condición de vida más adecuada para todos. Comenzaron a trabajar en el Camino Muerto por 2015 bajo las normas del viejo programa Vivienda de Emergencia, realizando casas para aquellas familias más necesitadas. Pero con el paso del
tiempo se comenzó un proceso de revisión hasta llegar, junto a la comunidad, a diagnosticar las problemáticas que más golpeaban al barrio, para así llegar a las más prioritarias. Desde ese entonces nació el espacio de organización comunitaria y con ella el espíritu solidario de los vecinos fue haciéndose más notorio, para sorpresa de todos. La opción de vivienda fue dejada en un segundo plano para pasar un conflicto que unía a todos por igual: mejorar los caminos para que en tiempos de lluvia y barro, los chicos no tengan que sufrir las consecuencias. Camino Perdido es una suerte de U. Las casitas bajas siempre abrazaron el extenso terreno lindante de 6 hectáreas. Esos campos hoy tomados sí tienen dueño, a diferencia de los del Camino. En el fisco aparece como propietario la empresa Solukat CORP, una sociedad que se dedica al negocio inmobiliario. Solukat pertenece a la familia Bensadón, ex propietarios de la extinta tienda rosarina llamada La Buena Vista. No es dato irrelevante sumar a este informe que la empresa Solukat es la misma dueña de La Calamita, el centro de detención de personas que funcionó en Baigorria en la última dictadura cívico militar. La Calamita y los terrenos están separados por una calle, es por eso que parte del Camino Perdido también se lo llama Camino Calamita, pues parte de la barriada se ubica en línea recta a la quinta. “Nosotros varias veces intentamos tomar las tierras. Era como una amenaza para que nos vengan a limpiar el terreno, cortar el pasto, levantar la basura”, relata otra mujer del vecindario. Son casi todos jóvenes, no pasan los 30 años. La mayoría están en pareja y tie-
nen hijos. Es por eso que el reciente asentamiento es una mixtura de casitas de chapas y madera, rodeados de niños y padres con caras de niños. “Acá había mugre. Ratones y víboras. Íbamos a la municipalidad o al concejo y no nos daban la pelota suficiente. Nos cortaban el pasto en el Camino Perdido, nos arreglaban un poco la calle, y nos sacaban la basura del terreno, pero después pasaban meses de nada. Y otra vez la basura, los ratones, las víboras”, comentó Lucas, un flaquito de unos 20 años que el paso del tiempo hizo estragó en su aspecto físico. Tiene tres hijos y encara la vida con el compromiso de seguir ante todo. La lógica del gobierno municipal de Baigorria era simple. Los vecinos de Camino enviaban notas, se acercaban a medios locales con el reclamo, amenazaban con la toma, inclusive hasta se marcaban lotes y se plantaban casas de chapas, y recién allí llegaban las máquinas comunales a trabajar en la barriada. Una constante que durante años les sirvió a los punteros políticos baigorrienses para negociar votos en años electorales y descomprimir posibles problemas. “Pero esta vez nos cansamos e hicimos lo que hace tiempo teníamos que haber hecho”, se confiesa un muchachito que no llega a cubrir su cara con una barba adolescente que lo quiere hacer mayor de lo que es. Luego de volver a la rutina de eterna, los vecinos de Camino Perdido habían logrado la pírrica batalla de la limpieza del terreno a tomar. Las montañas de basura, mucha de ellas de los mismos habitantes del barrio y otra traída hasta ahí por comercios de la zona que arrojaban sus desperdicios a ple-
na luz del día, habían sido parcialmente tapadas o recolectadas. Las maquinarias comunales habían cortado la maleza. Pero en esta oportunidad, no volvieron esperar otros seis meses, repetir la plegaria y convivir con alimañas y pestes. Entonces los más jóvenes, los hijos de los pioneros del Camino Perdido, repitieron la hazaña popular y avanzaron sobre las tierras que alguna vez les sirvió de patio y potrero. Una plaza imaginaria de juegos y escondidas. Todo fue vertiginoso, rápido y eficaz. No se sabe quién dio la voz de inicio, pero arrancó el primero y la patriada de las masas más humildes del Camino Perdido terminó siendo colectiva y tomaron los lotes. Luego, la novedad se transmitió de inmediato y en menos de doce horas el predio, que era una gran extensión baldía, se había ocupado de un centenar de familias, ya no sólo del Camino, sino de todos los barrios de Baigorria que también son parte del déficit habitacional que hay en la Argentina. “Acá hay de todos lados. Pero la mayoría son de Baigorria y del Camino Perdido”, relata Joana y continúa comentando que: “La gente que vino son familias que vivían agregados en la casa de algún pariente o alquilaban como podían, pero ahora que está todo mal, que está faltando laburo, muchos ya no tenían dónde estar, Así que se vinieron para acá”. Ese viernes 23 de la toma, todo parecía un caos. Por un lado los matrimonios jóvenes del Camino armaban ranchos de chapas y palo, o “mudaban” sus casas que Techo había construido en la barriada. Por otro, un ir y venir de autos y chatas destartaladas con paneles de madera, tirantes y más
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La dignidad en Tierra Prometida Viene de Página 3 chapas para armar una vivienda donde se pudiera. En medio de ese momento la organización fue de la mano de la solidaridad, que sólo parece estar cuando uno está en el fondo. Sin mediar conflicto alguno, los nuevos residentes fueron demarcando lotes y limitando un terreno con el otro. El código de la necesidad, la mirada única de la búsqueda de un hogar en común unión, junto a la posibilidad de crear un destino colectivo, fue lo que prevaleció por encima de todo y todos. “Acá en el barrio hay por lo menos dos familias que no podían pagar más el alquiler y se vinieron. Ahora están construyendo sus casas con materiales, que lo compran con esa plata que la destinaban a alquilar”, comenta Lucas. Este es el denominador común en la toma. Laburantes todos, precarizados e informales, que ahora pueden pensar en su casa, a los tumbos, pero con un valioso sacrificio. Pero a su vez tienen una capacidad de organización que debería ser imitado por gobernantes y por cualquiera de nosotros. No sólo pudieron marcar los lotes sin conflictos vecinales, sino que hay normas de convivencias en la centena de familias. Un par de lotes fueron usados con la intención de poner un kiosco (búnker) de ventas de drogas, pero los vecinos lo sacaron. “No queremos eso acá. Bastante mal se habla del Camino Perdido y la toma sin saber. Mejor no le demos excusas”, cuenta Joana y remata: “No queremos eso para nuestros hijos”. El cuidado y el cariño entre vecinos de toda la vida y los nuevos inundan éstas líneas. Durante años no sólo se pidió mejoras para Camino Perdido, también agua potable, iluminación pública, entre otros servicios. El agua fue traída a las cansadas con unas canillas públicas, pero la luz no. En menos de un mes de toma de manera cooperativa, los residentes compraron caños de PVC, canillas, columnas de alumbrado, cables, focos y llevaron al flamante barrio agua y luz. Entre todos reunieron el dinero necesario y lo lograron. “Nosotros le pusimos Tierra Prometida al barrio. Porque somos hebreos, corridos de todos lados, despreciados, ninguneados, pero dignos de tener nuestro lugar donde vivir y desarrollar nuestras vi-
das”, destaca con un grado de valor y humanismo Joana. “En el barrio todos somos laburantes, jóvenes padres que sólo queremos que se nos respete y nos dejen vivir en paz”, sostuvo Lucas, que además de vivir en ranchito identificado con el número 64, milita en el Movimiento Evita y lo exhibe orgulloso con una bandera que no para de flamear feliz e inquieta en la tarde ventosa de agosto. Si pudiéramos resumir ésta crónica se podría preguntar cuánto es la tolerancia que puede tener un vecindario ante el olvido y apatía de los gobernantes de cualquier color político nacional, provincial y municipal. Sólo así se podrá entender la razón de la toma de los terrenos lindantes al norte del Camino Perdido, tras 30 años de usurpación de vecinos que no encontraron décadas atrás una respuesta a la falta de viviendas. Detrás de la ruta, detrás de las vías bajas, detrás de las vías altas, detrás del zanjón, detrás de Granadero Baigorria, atrás de todo, hay una forma de escribir dignidad, con ojos jóvenes, deseosos de un futuro mejor para el próximo, para todos y entre todos. En tiempos donde parece que solidaridad es sólo un adjetivo, en Tierra Prometida es una acción cotidiana, con valores necesarios para construir un destino entre iguales. *Crónica realizada para Seminario de Investigación Periodística de la carrera de Licenciatura en Periodismo Universidad Nacional de Rosario
Minetti: “El Concejo tiene que garantizar las sesiones ordinarias y públicas” El concejal electo de Cambiemos habló con El Urbano sobre proyectos e ideas para el 2018. Sostuvo que habrá una buena recepción de sus pares El Urbano - Cómo te preparás para asumir el 10 de diciembre Javier Minetti - Estamos coordinando el trabajo de equipo en el bloque, con muchas ganas de ponernos en marcha y empezar a trabajar todos los temas que marcaron la agenda electoral. Queremos formar un equipo técnico muy sólido para que la actividad legislativa de Cambiemos tenga resultados cada vez más contundentes. El Urbano - Qué prioridades tiene el concejo. Cuáles serán tus primeros proyectos e ideas Javier Minetti - El Concejo tiene que garantizar las sesiones ordinarias y públicas, y además el acceso a la información a todos los vecinos. Por declaraciones que he escuchado de nuestros pares, creo que es un tema que va a tener consenso pleno para volver a funcionar como corresponde. Además, queremos darle impulso al trabajo en las diferentes comisiones para que haya una dinámica que sea de utilidad. En cuanto a proyectos, tenemos varios armados que fueron resultado inmediato de la charla con
la gente en la campaña electoral. Sobre esos temas vamos a realizar un orden de prioridades y avanzar en los primeros meses de tus compañeros de recinto. Habrá sintonía en el trabajo Javier Minetti - Seguramente que habrá sintonía. Somos dirigentes políticos y tenemos la responsabilidad de dar el ejemplo de diálogo. Cuando hay argumentos políticos razonables el diálogo surge naturalmente, discutir temas o proyectos no significa pelearse, vamos a defender con firmeza nuestros enfoques con
la amplitud necesaria para que todos los puedan enriquecer. El Urbano - Qué podrán aportar desde Cambiemos en el concejo para la ciudad Javier Minetti -Vamos a intensificar nuestro trabajo con un equipo más grande y con un peso político de mayor representación. Seguiremos en el camino de ser pro activos y aportando soluciones. Nuestra ciudad necesita dar respuesta a grandes desafíos y para eso nos preparamos.
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Comienza la temporada en la Playa Municipal de la Reserva Natural
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Así queda el concejo baigorriense desde el 10 de diciembre
Luego de las elecciones del pasado domingo, el ejecutivo mantendrá la mayoría en el cuerpo deliberativo. El Frente Progresista y Cambiemos tendrán dos ediles por bancada
Con nuevas obras y reformas, el próximo sábado 18 de noviembre, abrirá este espacio La Municipalidad llevó adelante refacciones en el área de baños y vestuarios. Optimizó la zona del paseo por la playa y está realizando trabajos de contención de barranca, en la zona costera y en los desagües pluviales. La Playa Municipal de Granadero Baigorria es uno de los lugares naturales más solicitados en el verano. El año pasado contó con una importante afluencia de público de diferentes puntos de la ciudad y la región. Hoy por hoy, ofrece a los visitantes servicios de primer nivel, baños en óptimas condiciones y espacios recreativos para disfrutar de martes a domingos, y feriados, de 9 a 19hs. Habrá abonos mensuales, disponibles por 30 días corridos, y tendrán un costo de $280 para jubilados y pensionados, $520 individuales y $480 para grupos familiares. Además, por estadías diarias, los valores serán de $30 para mayores de 3 años y menores de 12 años, $30 para jubilados y estudiantes y $50 la entrada general, mientras que los menores de 3 años, ingresarán gratis. El próximo sábado 18 de noviembre, desde las 9 de la mañana, los vecinos podrán acercarse a disfrutar la playa de Granadero Baigorria.
Tras las elecciones del domingo 22, ya se sabe cómo será la composición del concejo local. El oficialismo seguirá teniendo 3 concejales. Ellos son: Mario Rosales, que renovó su banca, Irma Catania y Favio Maurelli. El Frente Progresista Cívico y Social también queda con dos concejales: Guillermo Da Ponte, que pudo mantener su escaño y Graciela Bordón Por su parte Cambiemos sumó un legislador más. Ahora Pablo Riera no estará solo, pues Javier Minetti logró ser electo concejal de la ciudad. Votoa a voto Frente Justicialista (Mario Rosa-
les) 6.717 votos, el 25,85% Cambiemos 5.762 (Javier Minetti) votos, el 22,17% Frente Progresista Cívico y Social (Guillermo Da Ponte) 5.420 votos, el 20,86% Partido del Progreso Social (Ana Paula Milo) 4.850 votos, el 18,66% Frente para el Cambio (Víctor Bocco) 1191 voto, el 4,58% Frente de la Izquierda y los Trabajadores (Laura Alonso Herrera) 900 votos, el 3,46% Partido Unión Celeste y Blanco (Ariel Ambroggio) 686 votos, el 2,64% Votos anulados 1.304, el 4,78% Votos blancos 453, el 1,74% Votaron 27.283 baigorrienses (75,84%), sobre un padrón de 35.929
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Mario Rosales: “Los vecinos valoraron el esfuerzo que se hizo desde la gestión municipal” El presidente del Concejo municipal celebró el triunfo en las elecciones legislativas que se realizaron en Granadero Baigorria. Con un amplio margen, el Frente Justicialista se impuso en la ciudad tal como lo había hecho en las Paso y volvió a obtener un triunfo que respalda la gestión municipal del intendente Adrián Maglia Con un gran apoyo, alcanzando el 26% de los votos, Rosales volverá a renovar su banca en el Concejo y comenzará su tercer ciclo en el órgano legislativo. “El vecino acompañó a nuestro equipo de trabajo y demostró todo su confianza a una gestión con experiencia, que trabaja a diario para mejorarle la calidad vida”, destacó el intendente Adrián Maglia. Luego de una buena elección en las PASO, el objetivo del Frente Justicialista era mantener el caudal de votos para imponerse con claridad en las generales que se desarrollaron este domingo 22 de octubre. Las mismas se llevaron a cabo con total normalidad en las diferentes instituciones
educativas alcanzando un satisfactorio porcentaje de participación electoral. Al respecto, Rosales consideró: “Los vecinos valoraron el esfuerzo que se ha hecho des-
de la gestión municipal. Los escuchamos a diario, fuimos hasta sus casas, y logramos trabajar juntos. Baigorria demostró que quiere seguir por este camino de crecimiento”.
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Capitán Bermúdez
El cinallismo y Cambiemos obtuvieron las bancas en pugna del Concejo Municipal Por Marcelo Ontivero eldespertador_fm@hotmail.com Las PASO marcaron tendencia, el comportamiento del electorado bermúdence se mantuvo en piloto automático desde agosto y las generales de octubre no trajo sorpresas, tan solo, era cuestión de esperar los números finales que arrojara el escrutinio para realizar las evaluaciones correspondientes y confirmar que los dos sectores más votados en las primarias, Frente Justicialista y Cambiemos, estaban en su piso y como señaló en su momento El Urbano tenían aire suficiente para seguir creciendo en la confianza popular por la confluencia de varios factores, entre ellos, la polarización nacional que jugó su partido también en la ciudad, una mayor participación de votantes y la caída drástica del porcentaje en las categorías de votos blancos y nulos. El PJ se impuso cómodamen-
te en la contienda electoral con 7740 sufragios, que le permitió retener los dos escaños que arriesgaba con la reelección de la actual presidenta del Cuerpo legislativo, Fabiana Albornoz, y la llegada por primera vez al Parlamento local de, Ariel Cejas, un fiel militante cinallista. Cambiemos supo consolidarse como segunda fuerza con una cosecha de 4802 votos, que no solo le permite sumar un concejal, Cristián Martínez, para duplicar su representación legislativa, sino, que lo deja con una ganancia neta en la carrera por la intendencia que se dará en 2019. De cara al futuro los otros espacios que compitieron electoralmente deberán hacer un revisión interna de su performance y fundamentalmente que quieren hacer y como se van a parar políticamente de acá en más. Entre el
cinallsimo y Cambiemos embolsaron casi 12 mil votos, sobre unos 18000 sufragios validos marcando una tremenda diferencia sobre el resto de las listas. Los números finales señalan que el Frente de Izquierda se mantiene como tercera fuerza con 1496 votos, el Frente Progresista 1462, el Frente para el Cambio 1297 y el Frente Social y Popular 913 voluntades. La balanza de poder en el Concejo modelo 2018 no se modifica con los resultados electorales, el oficialismo seguirá siendo en el próximo periodo parlamentario la primera minoría con tres ediles y continuará necesitando votos consensuados para lograr sacar cualquier proyecto que requiera aprobar el Ejecutivo. Las bancas opositoras si se verán alteradas porque el Frente Progresista pierde un concejal con el fin del man-
dato del radical Hernán Fani y la continuidad en solitario de Vilma Paulini, la izquierda se mantiene con la bancada de la legisladora del Partido Obrero, Jorgelina Signa, y lo dicho, Cambiemos adiciona a Martínez al bloque que ya tenía como representante a Jesús Velazquez . Al cierre de esta edición el intendente, Daniel Cinalli, giró al Concejo el Presupuesto para el año que viene que tiene un cálculo de gastos y recursos de 460 millones y me-
dio de pesos con la intención de que sea tratado y aprobado sobre fines de noviembre cuando finaliza el periodo ordinario de sesiones. La relación entre el Concejo y el Ejecutivo no pasa por el mejor momento dado el atraso de cinco meses que el municipio tiene con la transferencia de fondos para el funcionamiento del Cuerpo que supera el millón doscientos mil pesos, entre ellos, el pago de salario al personal y la dieta de los concejales.
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Recuerdos e historias de mi ciudad
La Palmera de barrio Centro Por Raúl Zavattero En este habitual recorrido sobre hechos ,anécdotas y situaciones ocurridas en la historia de nuestro Pueblo, transformado actualmente en una hermosa y pujante Ciudad, trato de narrar en forma sencilla, con el léxico y palabras comunes que utilizamos en nuestra vida cotidiana, relatando historias reales, investigadas o experimentadas muchas de ellas en forma personal, con el conocimiento enriquecido por los años de vida transcurridos, y fundamentalmente, por ser nativo de nuestro querido suelo Baigorriense. Cada una de las figuras, llámese edificios, efigies, solares, que componen el éjido urbano local, guardan su propia historia. En esta oportunidad, quiero referirme a una imagen con vida propia, es perteneciente a la sabia naturaleza, ubicada en un pequeño predio particular, en la esquina sud-este de calles Sáenz y Pueyrredón. La figura en cuestión es una centenaria especie de árbol palmáceos denominada “palmera datilera” de tronco perfectamente circular, recto y elevado, dando frutos de los llamados “coquitos” en la cúspide del mismo. Fue parte integrante del antiguo “conventillo” que allá porla primer década del siglo anterior se erigía en dicho sector del Pueblo, como lugar habitacional, similar de otros 6 que por entonces se habían construido dentro del actual barrio centro, en el incipiente Pueblo. Construcciones muy precarias, impulsadas por algunas de las primeras familias de inmigrantes que se afincaron en nuestro Pueblo, por referenciar una, la de Don Juan Orsetti, que posteriormente alquilaban habitaciones, al núcleo familiar que en busca de trabajo y me-
jor bienestar llegaban desde otras latitudes a la nueva Estación del Ferrocarril (actual Casa de la Cultura) La Palmera es un fiel testigo del pasado de Pueblo Paganini, por ese sector transcurrió parte de la historia local. Debe guardar en su interior los sonidos musicales, el bullicio y algarabía que irradiaban los concurrentes a los bailes populares que organizaba en su pista al aire libre, el decano Club Sportivo Paganini Alumni. Desde lo alto, en su atalaya, la Palmera ha tenido el privilegio de recibir las imágenes con todos sus pormenores, de los reñidos partidos de fútbol de los domingos, que allí, en esa media manzana frente a ella, disputaban los equipos del Club S. P. Alumni en las ligas regionales. Eran tiempos, que en todo el contorno de la cancha existía un cerramiento de alambre tejido de mallas, y en los encuentros importantes, se colocaban “arpilleras” (de bolsas) para evitar la observación desde el exterior de los vecinos, de “ojito”, y poder el Club cobrar la entrada correspondiente. Aún hoy esta centenaria especie sigue siendo acompañada a su lado con los vestigios de una de las últimas habitaciones que conformaron el amplio conventillo y aún perdura al paso del tiempo. Observamos esas paredes de ladrillos sin revocar que albergaron familias prolíferas en las primeras décadas del siglo anterior. Allá por los años 50, entre otras, habitaba la familia del “diariero” Don Marcelino Cleto Pereyra, que al mando de una “volanta”(carruaje de 4 ruedas traccionado por caballos),
recorría las calles de tierra del Pueblo repartiendo los diarios junto a su hijo menor Osvaldo, más conocido como “el yenye”, además supo transportar pasajeros con dicho carruaje cubierto con “capota” de lona, desde la ruta al cementerio por la actual calle Belgrano, cuando la concurrencia al “campo-santo” era a diario, muy numerosa. Este grupo familiar también estaba compuesto por dos bonitas hijas, Olga y Gladis, y su esposa Doña Palmira, que “caminaba” nuestras calles con los diarios bajo el brazo, entregando los periódicos de la mañana, La Capital y Acción, y al atardecer La Tribuna, Crónica y Rosario, diarios vespertinos que esperaban ansiosos los “quinieleros”, con los resultados de las loterías. Completaban la prolífera familia, el marinero Rubén, además el poético bohemio y tanguero Miguel de los Santos, un querido personaje popularmente conocido como “el puni”, y el hijo mayor Luis Angel, el recordado “chueco”, que entre otras actividades laborales repartía las barras de hielo cubiertas con arpilleras mojadas en su
camioncito, cuando las temperaturas eran elevadas, y las heladeras eléctricas y los frezzer actuales aún estaban lejos de poseer la mayoría de los hogares de nuestro Pueblo. Otro habitante del lugar, se lo veía “mateando” bajo la Palmera en las tardecitas con su esposa, Doña Julia, recordamos la figura de Don Ernesto Césari que vivió en dicho lugar junto a sus dos hijos, por muchos años. Ella (la Palmera), siempre estuvo allí, cuando por esas calles de tierra concurríamos a la única escuela, la127, y luego, transcurrido cuatro horas, con más bullicio y alegría retornábamos a casa. También fue testigo de las solemnes y multitudinarias procesiones que recorrían nuestras calles, encabezadas por la imagen de nuestro Santo Patrono en esas frías tardes de Junio, acompañadas por los sonidos musicales de las bandas invitadas del Colegio San José o de los “Exploradores de Don Bosco” de Rosario. Como un firme espectador, ha visto girar en esa esquina, derrapando en la tierra, el “pelotón” de ciclistas que recorrían el circuito de las cua-
tro manzanas, cuando el Club festejaba los aniversarios en el “Día de la Raza”, los 12 de Octubre, y la nutrida concurrencia alentaba con gritos y baldazos de agua, entre otros al entusiasta y recordado vecino, crédito local, Don Nazareno “tarugo” Montironi, donde además participaban los “pedalistas”Alisi, Ivaldi, Lito Tambellini, Folga, Serrani, Bergamín, Cattáneo, Mayero….La Palmera fué testigo también en esas jornadas de festejos populares que incluíanlas carreras de “lonja” y de “sortija”, con participación de jinetes de otras localidades, como era habitual la “tropa” de la familia Alsina del Pueblo JuánOrtíz(actual Capitán Bermudez), compitiendo con losrecordado vecinos Don Julio Gómez, Armando Bergamino, J. Casselli. Bueno sería, que ese pequeño espacio de tierra donde fijó sus raíces la centenaria Palmera, símbolo natural, testigo histórico desde los inicios del Pueblo Paganini, continúe perdurando en el tiempo, imaginando la figura de un “faro” que guía los destinos de nuestra Ciudad.