El Urbano de mayo 2021. Edición 242

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Se confirma el lanzamiento de "El camino de Arcoíris" Las artistas baigorrienses, Micaela Trapani y Elizabeth Aguillón, confirmaron el lanzamiento del libro ""El camino de Arcoíris" El libro está enfocado en las necesidades de las familias de hoy. Según dijeron las autoras en una gacetilla de prensa: "Como madres y padres es importante contar con herramientas que nos ayuden a respetar la travesía de nuestros hijos, acompañarlos en ese viaje, conectando con nuestras propias infancias, recordando quiénes fuimos antes de ser estos adultos en los que nos convertimos". El comunicado sostiene: “Este

cuento nos enseñó que cada persona construye su propio camino, reconociendo de dónde viene y eligiendo hacia dónde quie-

re ir”. El libro se encuentra disponible en https:// bioinfancias.empretienda.com.ar/

El amor vence el odio: Manchita volvió al barrio Mancha, el perro comunitario de Paraíso, volvió al barrio, luego de curarse de las heridas que recibió luego de que un insano lo quemase con agua caliente. Los vecinos de las calle Santa Cruz y Juan B Justo lo esperaron, este miércoles por la tarde, con carteles y el amor que el animal da sin pedir nada a cambio. Manchita se crio en las calles. Es por eso que todas las mañana el perro era habitué en la escuela 550 visitando grado por grado al inicio de la jornada educativa. A su vez el animal es cuidado por todos quienes lo alimentan y lo protege.

Hace un mes un ser detestable lo quemó con agua caliente y la solidaridad estalló. Enseguida la comunidad educativa de la escuela 550, los vecinos del barrio y la agrupación proteccionista Bajo el

El Urbano N° 242

AÑO XXII

26 de mayo de 2021 Director Lic. Hugo Cravero Colaboran: Mario Lozza, Raúl Zavattero, Marcelo Ontivero Fundado el 20 de agosto de 1999 ugo@elurbanodigital.com 3413752903

Sol, se pusieron en campaña de curar a Mancha. Se supo que antes de fin de semana Mancha será adoptado por un vecino del barrio. Ahora falta saber si Mancha soportará vivir en una casa, luego de tantos años de estar en las calles.

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Para leer en cuarentena

Quién fue Lisandro Paganini Sáenz, el fundador de Granadero Baigorria Aunque El Urbano ya ha publicado un breve biografía del escribano, en esta crónica se amplían datos de su familia y su legado Lic. Hugo Cravero director@elurbanodigital.com Lisandro Paganini Sáenz nació el 28 de junio de 1837 en Buenos Aires en una familia acomodada porteña. Su padre, Anselmo Juan Bautista Paganini, llegó en 1832 de Lombardía, Italia, y su madre Candelaria Sáenz era parte del abolengo rioplatense. Anselmo había nacido en Mantua, en la actualidad capital de la provincia del mismo nombre en la región de La Lombardía, en 1808. Perteneciente a una familia de larga residencia en la zona de La Liguria, el padre del fundador de la ciudad llegó a la provincia de Buenos Aires, gobernada por Juan Manuel de Rosas, con el título de ingeniero mecánico, graduado en Milán. De joven Anselmo viajó por Europa junto a su pariente Niccolo Paganini, el eximio violinista genovés, acompañándolo en sus giras. Por su parte Candelaria Sáenz era una niña bien, de las familias que habían hecho fortunas en tiempos coloniales y que supieron atravesar la tumultuosa vida entre revoluciones y guerras civiles de la país en formación. Del casamiento de Anselmo y Candelaria, en 1834, nacieron cuatro hijos. Virginia Paganini Sáenz, en 1836, Lisandro Paganini Sáenz, en el 37', Ana Paganini Sáenz, en 1838 y Ernesto Paganini Sáenz, en 1839, muerto al nacer. El transitar de los Paganini Sáenz rondó entre Buenos Aires y Rosario. Aunque la familia definitivamente se radicó en la ciudad ribereña en 1865, Lisandro ya era habitué en su participación

social y política en la ciudad, que había sido declarada como tal en 1852 por el gobernador Domingo Crespo. Es por eso que a los 22 años inauguró un periódico rosarino llamado “Museo literario” y fue el tercer escribano graduado en Rosario en 1861. Antes de la mudanza a estos lares, Lisandro se casó en Buenos Aires, a los 19 años de edad, con Asunción Ruíz y Báxter, una adolescente de 14 años. De ese matrimonio nacerían 8 hijos. Carlos Paganini Ruíz y Báxter, en 1860, María Paganini Ruíz y Báxter, en 1862, Lisandro Enrique Paganini Ruíz y Báxter, en 1868, María Elena Paganini Ruíz y Báxter, en 1865, fallecida a los pocos meses de nacer, Ernesto Paganini Ruíz y Báxter, en 1870, Elena María Paganini Ruíz y Báxter, en 1866, Eduardo José Paganini Ruíz y Báxter, e n 1 8 7 1 y Alberto Paganini Ruíz y Báxter, en 1872, fallecido al año de vida. Hay que destacar en esta crónica a dos hijos del matrimonio Paganini – Ruíz y Báxter. Uno fue Carlos, su primogénito, quien junto a su padre participarían en las batallas de Barracas y Corrales Viejos en junio de 1880. Esas incursiones bélicas hicieron tomar a los Paganini postura política a favor del presidente Julio Argentino Roca, quien puso fin en esas batallas décadas de enfrentamiento entre la provincia de Buenos Aires y la República Argentina. No hay detalles históricos de la participación de Carlos y Lisandro en el campo de militar, pero el escribano estuvo en el bando ganador, lo que hizo que su familia aumentara su poder económico y político en

Lisandro Paganini a los 50 años el sur de Santa Fe. El otro hijo de renombre fue el menor, Eduardo José. A sus 22 años, en 1893, fue capitán de la Guardia Civil en Rosario, y uno de los fundadores, junto a su tío Lisandro de la Torre, de la Liga del Sur, luego Partido Demócrata Progresista. En la década del 30' del siglo XX, Eduardo José sería jefe de la Policía de Rosario, apareciendo en varios reportes periodísticos de la época como uno de los férreos combatientes de la mafia siciliana que se había instaurado a costa de sangre en la región. En 1906 se casaría con su prima hermana, Virgina de la Torre. De ese linaje se llega al día de hoy con muchos familiares directos. La más destacada es María Elena Paganini, una rosarina radicada hace tres décadas en España, en la región de Andalucia. María Elena es escritora y una brillante periodista que ha participado de programas televisivos en la península ibérica. A su vez lleva adelante un proyecto de arte llamado “Paganini

honra a Paganini”, un espacio que conmemora a su familiar directo Niccolo Paganini. Antes de avanzar más sobre Lisandro Paganini Sáenz y sus desarrollos latifundistas, hay que decir que su hermana mayor, Virgina, en 1867 se casaría con Lisandro de la Torre. Del matrimonio nacerían 3 hijos. El único varón fue Nicolás Lisandro de la Torre Paganini, más conocido como Lisandro de la Torre, quien luego de recibirse de abogado en Buenos Aires en 1888, participó de la fundación en el 89' de la Unión Cívica de la Juventud, germen de las revoluciones de las década del 90' del siglo XIX. Sus diferencias con los correligionarios, en especial con Hipólito Yrigoyen que quien se batió a duelo en 1897, lo hizo renunciar de la Unión Cívica Radical, para fundar en 1907 la Liga del Sur, devenido en 1914 en el Partido Demócrata Progresista. De la Torre fue periodista, fundando en 1898 en Rosario el diario “La República”. Pero su re-

levante labor fue la parlamentaria en el Congreso de la Nación defendiendo los intereses argentinos ante el atropello inglés en la década infame denunciando el Pacto Roca – Runciman. Los de la Torre murieron sin descendientes, por eso son Los Paganini los que siguen recordando constantemente su mandato de moralidad y honestidad. Volviendo a Lisandro Paganini Sánez hay que decir que ya para 1870 era propietario de una de los tres escribanías que había en Rosario. Por entonces también era parte de la Sociedad de Crédito Territorial de Santa Fe, una entidad financiera que duró unos pocos años, pero que imprimió el espíritu dinámico para integrar el mercado inmobiliario. Uno de los mayores influyentes de ésta institución pionera fue Carlos Casado del Alisal, un español que se radicó en la zona en 1857. Con menos de 30

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Quién fue Lisandro Paganini Sáenz, el fundador de Granadero Baigorria Viene de página 3 años, el hombre nacido en 1833 en Villada, llegó al país y al poco tiempo ya estaba vinculado a los grandes negocios de esa época. Éste integró el 1864 el Directorio Provisional en la ciudad de Rosario para la construcción del Ferrocarril Central Argentino, en carácter de tesorero. En 1865 creó el Banco Casado, donde acuñó billetes con su firma, y que posteriormente fue adquirido por el Banco de Londres. Con la venta de este banco, comenzó a comprar grandes extensiones de tierras en el país, con una particular atención en Santa Fe y sur cordobés. Alisal se convirtió en uno de los mayores terratenientes del mundo, con un latifundio mayor al territorio de Gran Bretaña y Países Bajos, después de la guerra de la Triple Alianza, entre Argentina, Uruguay y Brasil contra la República del Paraguay entre 1864 y 1870, cuando se convirtió en testaferro para la apropiación de enormes dominios en el Chaco Boreal (actual Paraguay Occidental) que entonces fueron llamados Campos de Don Carlos Casado. En el remoto campamento de San Carlos, dentro de estos grandes terruños madereros de explotación de tanino fueron reducidos a la esclavitud los indígenas tomáraho, originarios del lugar. Esta comunidad apenas sobrevivió a la explotación, muriendo muchos de ellos de enfermedades curables, abandono y hambre. Con esta persona Paganini Sáenz hizo grandes negocios. Casado fundó decenas de pueblos, en Santa Fe y Córdoba, entre los que sobresalen San Genaro, Casilda, Firmat, Zavalla, entre otros. Para muchas de estas trazas planos Alisal contrató a Paganini Sánez como escribano. Además el capitalista fue el primer presidente del banco de Santa Fe en 1874, y lo sumó a Lisandro para ser parte del Ferrocarril Oeste Santafesino, que uniera Rosario con Cruz Alta en 1883. Vale decir que Paganini también fue accionista del banco de Santa Fe. En resumen, no hay dudas que Lisandro Paganini Sáenz hizo muchas veces de testaferro del testaferro, con quien era hermano de la masonería rosarina, de la cual participaban la mayoría de los poderosos con vinculaciones

en el mundo político, económico e inmobiliario de entonces. Son múltiples los documentos donde el escribano aparece vinculado a Casado del Alisal. Sus influencias en el mundo los negocios e intereses ferroviario hizo que Lisandro Paganini Sáenz comprara a Francisco Villarruel y a Carlos Casado del Alisal, en 1884 las parcelas de tierras que hoy ocupan los barrios Centro, San Miguel, Nuestra Señora de la Paz, y parcialmente Paraíso, Los Naranjos, Correo y el este de Ybarlucea, con la clara intensión de poblarlo de arrendatarios y darle forma de pueblo, sabiendo que, a su vez, por esos lugares iba instalarse una estación de trenes de pasajeros de las vías que lo atravesaban. Luego de varios rechazos técnicos de parte del gobierno provincial en la aceptación de los planos para conformar el poblado, el 9 de abril de 1889 Lisandro Paganini Sáenz lograba la apropiación, tras la firma del gobernador José Gálvez, de la traza del pueblo que llevaría su apellido hasta 1950, para rebautizarse como Granadero Baigorria. Paganini Sáenz además de fundar Baigorria, también estampó su aval en muchas escrituras de pueblos del sur santafesino. Entre ella se recuerda de la Fray Luis Beltrán, ciudad fundada por Domingo Borghi en 1892. Lisandro Paganini Sáenz también creó otras ciudades, como Puerto Gaboto, en 1891 y en 1889, junto a su cuñado, Lisandro de la Torre, padre político que se citó párrafos antes, la localidad de Barrancas. Para sumar otro dato, la avenida principal de Barrancas, que es la continuidad de la ruta Nacional 11, lleva su nombre. Don Lisandro Paganini Sáenz falleció en Rosario, pero no se sabe cuándo. Se calcula que a finales del siglo XIX. El legado del hombre que pisó fuerte en la economía regional sigue firme en las calles anchas, generosas avenidas y espacios verdes, de los planos originales del casco primitivo del pueblo de los barrios Centro y San Miguel. De Paganini a Baigorria. Una historia que se inició en los negocios de unos pocos, pero se transformó en el sueño de una ciudad de miles, a lo largo de tres siglos.

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"Más de 7 mil baigorrienses ya recibieron su vacuna y eso debe animarnos a no bajar los brazos" Desde que se inició la campaña de vacunación más importante de la historia de la ciudad, ya fueron vacunados 7.213 vecinos. “Trabajamos planificadamente y sin descanso a medida que nos llegan vacunas”, señaló la subsecretaria de Salud municipal, Natalia Annunziatta En total, 7213 vecinos de la ciudad de Granadero Baigorria ya fueron vacunados contra el coronavirus, Hoy, la vacunación se realiza específicamente para adultos que están en los 63 años y se espera que esa línea continúe bajando de acuerdo a la llegada de más vacunas. “Trabajamos sin descanso desde que llegó la primera vacuna. Avanzamos a medida que llegan vacunas al país y que éstas son distribuidas a cada provincia, y a cada ciudad. El trabajo que están haciendo los gobiernos de Nación y Provincia es realmente muy bueno y ordenado. Solo cuando esto termine se tomará

real dimensión de que hoy estamos haciendo historia”, consideró la responsable de la Salud baigorriense. A la tarea del Centro Vacunatorio especialmente montado por la administración que lidera el intendente Ing. Adrián Maglía, se suma que Granadero Baigorria es de los pocos municipios de la provincia que cuenta con un Centro de Hisopados. En el espacio se realizan hasta 20 testeos por día.

La atención en el Centro de Hisopados local se coordina desde el Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe y sólo son atendidos aquellos que antes llamaron al 0800 555 6549 para informar sobre síntomas compatibles con el coronavirus. “Es fundamental decir que la atención no es espontánea, la gente no puede ir y pedir ser hisopada. Primero deben llamar al 0800 y esperar su turno”, aclaró Annunziata.

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Capitán Bermúdez

Familias necesitas pretenden edificar en un predio municipal abandonado

Marcelo Ontivero eldespertador_fm@hotmail.com Una veintena de familias numerosas de la zona oeste bermudense decidieron ocupar pacíficamente un predio ubicado en Barrio Copello donde otrora funcionara un vivero municipal que quedó absolutamente abandonado desde hace, prácticamente, veinte años para edificar sus casas La decisión desnudó la necesidad imperiosa de la falta de vivienda en vastos sectores sociales y abrió un conflicto con la Municipalidad que puede terminar resolviéndose en la arena judicial, si las negociaciones entre las partes no llegan a buen puerto. En una serie de reuniones, primero con el intendente Daniel Cinalli y luego, con integrantes del gabinete municipal los vecinos plantearon la delicada situación por la que están atravesando viviendo hacinados en casa de otros familiares o pagando alquileres cada vez más caros y dejaron bien en claro que no pretenden ningún regalo de parcelas de terreno estando dispuestos a pagar por los lotes por lo que buscan llegar a un acuerdo con el gobierno. El municipio reconoció tener “posesión” del predio, pero

argumentó que el lugar está a “disposición” del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe para la “construcción de una escuela” y, sostuvo, que en la ciudad “no hay tierras fiscales disponibles para la construcción de viviendas sociales”. Los funcionarios plantearon la posibilidad de que, si algún familiar de los vecinos tiene espacio en un terreno el gobierno podría aportar algo de material para levantar una pieza o colaborar por 6 meses con el pago de la renta a las familias que están alquilando. También sugirieron poder iniciar algún trámite con áreas provinciales o nacionales vinculadas al Habitad para intentar resolver la problemática solo si las personas abandonan la ocupación del predio. Las propuestas fueron rechazadas de plano por sendas asambleas realizadas por los vecinos que decidieron quedarse en el predio, a pesar, que fue rodeado por la policía para evitar que se levanten construcciones precarias. La voz cantante del justo reclamo la llevan las mujeres como referentes de las familias que, junto a sus hijos, se quedaron en el interior del amplio terreno solo

protegidas por una improvisada carpa armada con plásticos y lonas y una fogata a leña para enfrentar las bajas temperaturas de esta época del año. Los vecinos son representados por el abogado Norberto Olivares que realizó un relevamiento para conocer la situación ocupacional, educativa y sanitaria que atraviesan. Según los datos el 21 % de los grupos familiares encuestados está desocupado, el 4 % son jubilados y pensionados, un 8 % trabaja en relación de dependencia, un 13 % se desempeña de manera informal bajo patrón y un 54 % trabaja de manera autónoma o cuentapropista. El 79,2 % de los consultados reconoce percibir una asistencia o plan social. El 88 % de las familias a sus hijos escolarizados y el 16.7 % de esos niños concurren al comedor escolar del establecimiento. Un 95.8 % de las personas indicó que recibir atención médica del sector público y solo el 4 % reconoció padecer una enfermedad crónica. En cuanto al aspecto habitacional el 100 % sostuvo no poseer vivienda propia ni estar inscripto en algún plan de viviendas.

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Recuerdos e historias de Paganini a Baigorria

Invierno en la escuela Por Raúl Zavattero El período de otoño e invierno correspondiente al año 1932, se caracterizó por sus días muy desapacibles, lluviosos y de bajas temperaturas, frías jornadas invernales de cero grados marcadas en la columna mercurial. El clima imperante en ese tiempo (transcurrieron 88 años) era muy distinto al que soportamos en este nuevo milenio, caracterizado por alteraciones y cambios climáticos en cualquier estación del año, un típico clima tropical. Por entonces los períodos eran muy marcados en las cuatro estaciones, llámese verano con altas temperaturas a partir del mes de Diciembre y Enero decreciendo paulatinamente al arribar a mediados de Marzo, de igual modo el crudo Invierno se hacía notar plenamente a partir del 1° de Mayo con fuertes heladas, ( era el día de inicio en que se autorizaba la caza de nuestra fauna autóctona de liebres, perdices y patos)transformando el paisaje de campos, pasturas y sembrados en un inmenso manto blanco, reflejado con el despuntar el sol al este, en las frías mañanas. Las “camperas, bufandas (echarpes), zoquetes, medias y guantes “de lana, prendas tejidas por nuestras madres y abuelas en largas noches de tertulia, reunidos en el cálido ambiente familiar que proporcionaba el “fogón” o la cocina económica“Istilart” (alimentada a leña o marlos desgranados de la espiga de maíz) era la vestimenta que los humildes y laboriosos habitantes de nuestro Pueblo y los niños escolares adoptaban como protección a las bajas temperaturas reinantes, en su desplazamiento por las silenciosas calles, rumbo a sus actividades cotidianas, expeliendo por la boca y nariz el aire templado que al contacto con la helada brisa se transformaban en pequeñas y blancas nubes de vapor. El año lectivo de 1932 comenzó concurriendo los alumnos a la

única Escuela fiscal del Pueblo (la127) ubicada por entonces en la esquina de calles Rivadavia y Pueyrredón (actual centro comercial). Más de la mitad de los niños concurrían desde zonas rurales, montando caballos o en sulkys, soportando las inclemencias del tiempo con elogiable entereza, en pos de lograr el conocimiento necesario con miras a un prominente futuro. El antiguo edificio con techos de chapas y paredes exteriores si revoques, como es de imaginar, no contaba con ningún tipo de calefacción, salvo de algunos “braseros” (recipiente de hierro fundición de tres patas) conteniendo brasas de carbón de leña,(por precaución, la “portera” lo encendía en el patio, evitando los gases tóxicos) dispuestos en los rincones de las aulas, a efectos de atemperar las bajas temperaturas reinantes que debían soportar los escasos 100 alumnos divididos en los seis grados que componían el establecimiento educativo. El carbón era un producto fundamental en aquellos hogares, se compraba por bolsas de ar-

pillera conteniendo 30 kilos, para uso de calefacción, para planchar ropa, cocinar. En el recuerdo surgen dos de los repartidores de carbón en nuestra localidad que se realizaba transportando el negro combustible vegetal a domicilio con sus respectivos carros tracción a sangre, uno mi padrino Teresio Boveri, siempre “empolvado” de negro, por “cargar” las bolsas al hombro, su vivienda y galpón-depósito en calle arenales al 100, otro el “Gallego” Márquez, que habitaba en Av. Santa fé en B° San Miguel. En el tiempo de esta descripción aún no estaba en vigencia, ni en la mente de los más progresistas, las vacaciones de invierno, amén de que las clases se dictaban de lunes a sábados (6 días semanales). Fue tan gélido dicho invierno del 32 que debido a las bajas temperaturas y a una epidemia preocupante de “gripe”, hacen que las autoridades clausuren las clases por el término de una semana, a efectos de la desinfección de la escuela, ya que había diezmado notablemente la concurrencia de alumnos afec-

tados por dicho mal. Era común en esos años cuando surgía el “estado resfriado y gripal”, someterse a los “Vahos” de eucaliptos, que consistía en hervir hojas de dicha especie de árboles de los llamados medicinales que poseen hojas ovaladas, y someterse aspirar con la cabeza cubierta el vapor que irradia dicho hervor. Muchos “remedios caseros” era costumbre y fundamentalmente necesario realizar por los vecinos ante la falta de hospitales y

facultativos, y menos la farmacias que se instalaron a partir de la de década del 40, en los años 30 solo concurría un médico dos veces por semana el Dr. Guillermo Gastaldi y atendía en la sede comunal contratado por la misma en la suma de $ 200 mensuales, si el caso era complejo derivaban al paciente al Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo o al Centenario de Rosario. Hoy en dicho aspecto, hemos evolucionado positivamente.


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