EDITORIAL
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| Segunda quincena de Mayo 2014 | El Visor Boliviano
Dudas D urante todo este tiempo el periódico quiso mostrar varias cosas con respecto al empadronamiento de los bolivianos que viven en Buenos Aires y eso, claro, implicaba mostrar las también las cosas que se estaban haciendo mal y en la medida de lo posible entender los porqués de esas situaciones. Lo podíamos entender, pero no por eso quedarnos callados o pasarlo por alto. Entonces hicimos hincapié en las cosas que se estaban haciendo mal, porque los medios más cercanos al Consulado hacían/hacen la difusión necesaria para el empadronamiento. Eso obviamente no cayó bien, tampoco esperábamos menos, sin embargo la tergiversación parece la moneda corriente. Que cada medio puede elegir el contenido de sus espacios, está perfecto, y que decidan -según sus líneas editoriales- si dan difusión o no en forma gratuita también es parte de esa libertad que esperamos para todos los medios. Pero aquí hago una salvedad, todos los medios, que no tienen otros ingresos más que publicidad y no están bancados por una institución o “donantes” que puedan cubrir los gastos, no solamente me refiero a los de impresión sino también los sueldos de cada colaborador (por más que en muchos no se pague esas colaboraciones), necesitan de los ingresos que como pauta oficial no se le puede negar a ningún medio, a menos que no cumpla con los requisitos pedidos (que además fueron obviados varios de ellos). Éste medio por más que presentó todos esos requisitos en primer instancia, y luego de haber publicado en dos ediciones la publicidad oficial en torno al empadronamiento biométrico en Argentina, fue eliminado de la lista de medios a los cuales tenían acceso dicha pauta. Según sus argumentos, el costo, los plazos, la distribución (¿se dieron cuenta después de haber publicado dos veces?). No somos ingenuos y entendemos muy bien que es una decisión política, y una de las muestras más claras la contamos en el número de la primer quincena del mes de Mayo, cuando nuestro contacto con Leonilda Zurita fue interrumpido por el Cónsul Ramiro Tapia con el cuerpo y las palabras “estos son los que le pegan al Evo”, cambiando así la actitud de Leonilda que nos estaba atendiendo cortésmente. Ese “pegar al Evo” se entiende –según el Cónsul- una publicación en la cual la socióloga boliviana Silvia Rivera Cusicanqui desarrolla otra mirada del gobierno del actual Presidente del Estado. Tal vez esa sea la recompensa a la apertura como medio a una variedad de opiniones de las cuales todos los lectores podrán sacar sus propias conclusiones, o tal vez sea por las preguntas incómodas a la cual el señor Cónsul no está acostumbrado, no lo sabemos. Cuando vimos que eran demasiado pocas las máquinas y luego de escuchar que habían tardado más de 3 meses en
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Lo llamativo, o no tanto, es que prescindieran del único medio boliviano grafico que sale en forma quincenal en toda la Argentina. permitirles abrir una página de Facebook para seguir con su difusión, además del Encargado de Comunicación en su nombramiento hace un par de meses atrás, nos hizo pensar que tanto retraso es por ese desinterés político, sacando la incompetencia de las opciones, por el que no se estaban realizando de forma coordenada y a tiempo, tanto la difusión como la realización en sí misma. Claro que no se le puede indilgar la responsabilidad a ese “desfasaje” entre la burocracia y el interés político, también hay varios otros factores los cuales tenemos que tener en cuenta a la hora de entender la problemática. Las organizaciones sociales que durante el 2008 y 2009 hicieron la campaña por el derecho al voto en el extranjero, quedaron muy desgastadas luego de tanta exposición y claro, los quiebres internos, por lo tanto cada uno de ellos se quedó en pequeños espacios en los cua-
les se podía mantener las esperanzas. Ya no hay una organización que nuclee a mucha gente, los referentes viven disputando los pocos resquicios de poder que quedan, incrementando aún más la despolitización de la gente y principalmente de los jóvenes. Otro de los puntos es el contexto actual de Bolivia y la región en general, definitivamente no son los mismos, ya que durante esos años en los cuales se debatían la separación de Bolivia, por lo tanto el pueblo, tanto afuera como adentro, estaba muy politizado y en un constante alerta ante la situación que se estaba viviendo. Hoy por hoy, sin esa derecha amenazante, con un gobierno que prácticamente no tiene oposición, y con todas las contradicciones que tiene todo proceso después de un desgaste de varios años, se siente una calma típica de un país con un crecimiento anual aproximado a los más grandes de la región.
Sin embargo de estos puntos más algunos otros que se puedan contemplar, el Estado boliviano no puede tener injerencia ni forma de controlarlo, lo único que puede hacer es la difusión necesaria para que la población concurra a empadronarse por más amarga experiencia que haya sido el hacerlo de forma tan desorganizada el año 2009. Y el estado tiene las herramientas tanto económicas como a nivel personal para lograrlo. Según los mismos encargados del empadronamiento en Buenos Aires, tenían un plan que contemplaba un mes antes del inicio de la primer etapa, allá por noviembre del año pasado, cursos con los medios de comunicación para que estos puedan transmitir de mejor forma la importancia del empadronamiento, plan que no fue aprobado hasta avanzada la segunda etapa, conjuntamente con la designación del Encargado de Comunicación y con él, el inicio de la pauta publicitaria. Muchos de los medios de la colectividad boliviana en Argentina, las más de cien radios en Capital Federal y Gran Buenos Aires, las cuatro publicaciones gráficas (un periódico quincenal, dos periódicos eventuales, una de las cuales dejó de salir y una revista), más un par de programas de televisión barrial. Gran parte de estos medios no cumplen con los requisitos que pediría cualquier organismo para publicitar, sin embargo, se obviaron muchos de esos detalles como para que participen la mayor cantidad de medios posible (claro, siempre y cuando no sean expulsados de ese derecho como es nuestro caso), y así fue que entraron muchos medios que lograron incluso prestarse facturas para poder presentarlas. Lo llamativo, o no tanto, es que prescindieran del único medio boliviano grafico que sale en forma quincenal en toda la Argentina. El Estado, representado en diferentes espacios por el consulado, buscó la participación militante de los medios de comunicación, no solamente en la difusión del empadronamiento, sino también en distintos eventos a los cuales les pedían la facilidad de proporcionarles equipos. Las personas que están participando en las brigadas están trabajando domingos, feriados, extensas jornadas en las cuales se espera la participación de la colectividad, muy amparados en los medios a los que actualmente no acceden todos los bolivianos que viven en Buenos Aires, ya que internet es algo que todavía está restringido, sin embargo parece ser una de las vías más usadas para la difusión, o por lo menos a la que más apuesta. Las radios abrieron sus micrófonos, en algunos casos llegaron a brindar sus espacios físicos para que estas brigadas pudiesen cumplir con su mandato. Pero ahora, a menos de un mes de la conclusión de la segunda etapa, para que la meta deseada se torna más complicada. Claro, sin tomar en cuenta cual era la meta deseada. π
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