Primera quincena de Julio 2014 | El Visor Boliviano |
Argentina
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MODUS OPERANDI Y DESALOJOS FRENADOS
Trabajadores de SOHO resisten
E
l grupo IRSA pretendía desalojar el edificio, donde los trabajadores resisten la quiebra que presentó la marca de indumentaria, pasando por alto las instancias de corroboración de dicha deuda a través del Juzgado Comercial Nº 18. C omo si fuera poco dormir adentro de la fábrica como única solución ante la pérdida de la fuente laboral por manejo fraudulento de la empresa, pocos días atrás los trabajadores de la marca de indumentaria Soho enfrentaron la orden del juez Juan Manuel Converset, a cargo del Juzgado Civil N° 6, quien se disponía a ejecutar la quiebra a pedido de IRSA. El grupo IRSA, dueño por capital mayoritario del shopping Alto Palermo, pretendía ejecutar la hipoteca por una deuda generada con el ex dueño de la marca Soho para refinanciar los locales comerciales. Por esta razón, se presentaron el jueves 26 de junio a las 9 de la mañana respaldados por la Policía Federal, para iniciar desalojo. “IRSA tiene una hipoteca con el dueño del edificio, quien, a su vez -aunque no figure en la empresa que quebró-, era el dueño de todo. Con muchas sociedades en las que ponía testaferros, como este caso de Gilmer SA, la empresa que quebró. Esto fue dicho por él mismo. En las reuniones mantenidas en el Juzgado Comercial, Nelson Sánchez Anterino siempre dijo que era dueño de todo. Por esta misma razón, ahora iniciamos la extensión de quiebra para él y sus familiares que también eran miembros de la empresa”, explica Ezequiel Conde, trabajador de Soho. Durante el recorrido de la fábrica, realizado por El Visor el sábado 5 de julio, observamos que en el último piso el plantel jerárquico disponía de un salón para cada integrante de la familia. Es decir, volviendo al tema desalojo, por si no ha quedado claro, IRSA viene a ejecutar por un préstamo de plata que hizo al ex dueño. Pero esto se debe realizar en el Juzgado Comercial que tramita la quiebra. Es allí en donde se deben verificar créditos y no mediante un desalojo. El conflicto es uno solo, no son varios conflictos separados y sin relación, porque todo tiene que ver con la quiebra. “Esto fue lo que nos permitió frenar el desalojo por orden del juez civil”, quien deberá realizar la investigación pertinente ante quien tramita la quiebra: el Juzgado Comercial N° 18, Secretaría N° 36, a cargo de Valeria Pérez Casado, para investigar la deuda por los locales también, por lo tanto es allí en donde deben ejecutar la hipoteca. Gilmer figura como una sociedad anónima más que quiebra
Trabajadores de Soho en la puerta de la fábrica luego del intento de desalojo.
dentro del mercado, “aunque en realidad era una de las diecisiete sociedades que tenía Sánchez Anterino, y que fue creando y poniendo siempre los mismos testaferros. Estas sociedades eran usadas para sacar préstamos; para dejar proveedores tirados con cheques sin fondo. Mientras que al personal lo iban traspasando de sociedad en sociedad, por lo que también contraían deuda con terceros quienes al querer cobrar, se encontraban con que la sociedad ya no existía. Pero siempre era Sánchez Anterino el que orquestaba estos traspasos; todo realizado en los veinte años de existencia que tiene en el mercado de la indumentaria”, cuenta Ezequiel. Es de destacar que la organización de los trabajadores a través de la elección de delegado fue lo que trabó el desarrollo de este modus operandi que llevan a la práctica muchas empresas del rubro. A partir de aquel momento, hace seis años, comenzaron a realizar denuncias por las condiciones de trabajo y los manejos turbios con relación a las sociedades citadas, extendiendo el reclamo más allá de las reivindicaciones sindicales. “Entre tantas investigaciones realizadas sin cesar, cuando marchábamos al Ministerio de Trabajo no era solamente por aumento salarial o condiciones de seguridad e higiene. Por ejemplo, descubrimos la existencia de diecisiete autos de alta gama a nombre de la empresa. Lo que significa que se estaban desviando fondos de la empresa. (…) La estafa es al Estado, un Estado que ha mirado para el costado, porque en doce años que estuvo Gilmer SA, ha generado una deuda con la AFIP por 40 millones de pesos, ¿cómo se llega a esta cifra?”, y cómo se llega a esta cifra sin ser investigado por
ningún organismo de control. La empresa acumuló deudas a la par de las denuncias que los trabajadores de Soho venían realizando. Como relatamos en otra oportunidad, en 2011 tomaron la empresa por primera vez. “Fuimos siguiendo el expediente día a día, lo que nos facilitó conocer los movimientos que la empresa estaba realizando. [En aquel año] enganchamos los primeros pedidos de quiebra por 12 millones de pesos. Realizamos una marcha al
Ministerio de Trabajo con los reclamos y logramos que se labrara un acta frenando los despidos. Hasta septiembre de 2011 ocupamos la empresa. En el medio de estas denuncias es cuando descubrimos los autos lujosos guardados en un galpón. Ello originó una denuncia en el [Juzgado] Penal Económico cuyo resultado fue la inhibición de los mismos”, con lo cual no pudieron ser vendidos por su dueño y pasaron a formar parte del concurso preventivo que no
fue homologado por la jueza, basada en la cantidad de denuncias acumuladas con las pruebas que los trabajadores fueron aportando. Antes de que la Cámara diera su fallo por la apelación de la empresa, acalló una nueva quiebra, y queda sin efecto la resolución de la jueza comercial. Conde destaca el accionar de Pérez Casado al posicionarse ante el fraude de la Ley, cuando lo habitual es el acuerdo entre partes (acreedor-deudor) sin dar lugar a investigar los fraudes empresariales. A partir de aquel viernes 25 de abril los trabajadores tomaron la fábrica con la certeza de que el lunes siguiente cerraba sus puertas, como efectivamente ocurrió con la ex Boló, y también en ese caso los trabajadores se reorganizaron –fuera del lugar- y actualmente llevan adelante la producción como Cooperativa 9 de Diciembre, hecho ya relatado en estas páginas. Al momento de finalizar esta nota, la Cooperativa emergente de una lucha organizada que comienza por defender la fuente de trabajo lleva acumuladas gran cantidad de denuncias contra las maniobras fraudulentas y desvíos de fondos realizados por Nelson Sánchez Anterino. Como consecuencia de una estrategia comercial, quedó sin efecto la resolución que abarcaba estas denuncias; si bien no se pudo sentar precedente que desenmascare el fraude empresarial en éste y futuros reclamos, nada empaña el trabajo colectivo y cooperativo que llevan adelante en Díaz Colodrero al 3500. π María Gabriela Barro Gil