Los retos de la Revolución Bolivariana. Discurso del secretario general de la Juventud del Partido Comunista de Venezuela
Orginal (griego): http://bit.ly/2dKdJvp Hace unos días (30/9), la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Atenas celebró un evento sobre los retos de la Revolución Bolivariana, donde fue invitado Héctor Rodríguez, el Secretario General de la Juventud del Partido Comunista de Venezuela. En el evento atendió una delegación del Comité de Asuntos Internacionales de NAR y de la juventud de Liberación Comunista, resaltó la necesidad de estrechar los lazos entre las organizaciones comunistas y obreras de los dos países hacia una coordinación antiimperialista-anticapitalista internacional y hacia la solidaridad y escuchó con interés las posiciones y la intervención del Partido Comunista de Venezuela sobre las ocasiones. El conversatorio empezó con el discurso del embajador Farid Fernández, quien enmarcó la conversación en un ciclo más amplio de encuentros sobre los acontecimientos en Venezuela, estimando también que los próximos meses van a ser muy críticos, puesto que se desenvuelven planes de desestabilización política. La palabra tomó después Héctor Rodríguez, secretario de la Juventud Comunista de Venezuela, quien intentó responder en las siguientes preguntas: a) ¿Qué pasa realmente en Venezuela? b) ¿Cuáles
son los factores que afectan la situación económica del país? c) ¿Cuál es el papel de los medios de comunicación? d) ¿Quiénes promueven la violencia? Al principio ha dado un contexto histórico del ascenso de Hugo Chávez al gobierno del país en el año 1998. El Partido Comunista de Venezuela fue el primer partido que apoyó la candidatura de Hugo Chávez en las elecciones de 1998 en un instante en el que otras organizaciones y movimientos tenían sus dudas sobre si apoyar a un hombre que era un militar, mientras que el propio partido de Chávez estaba en discusiones en relación con el apoyo de su candidatura. Como el mismo destacó “la claridad del Partido Comunista no era el resultado de su sabiduría. Interpretamos de manera adecuada la sabiduría popular. El Partido Comunista sacó lecciones del levantamiento militar de 1992. Vio en esa una generación de militares patriotas con intenciones de cambiar las cosas en Venezuela”. Resaltó que era muy importante, en un instante de resignación general internacional tras la caída de la Unión Soviética, que Venezuela estaba presente y luchaba. Para el Partido Comunista la característica principal de esta lucha que empezó el 1998 era la renuncia de las características hegemónicas del imperialismo estadounidense en América Latina y la defensa de la soberanía, definiéndola como una lucha contra los grandes monopolios norteamericanos, para el control de los recursos principales del país, la interrupción de las privatizaciones y la recuperación las grandes industrias importantes. El resultado de esta lucha era una serie de logros importantes, como la educación gratuita, la erradicación del analfabetismo, el acceso directo de las capas populares al sistema de salud, la masificación deportista, la inversión en el arte y la cultura etc. Venezuela muy pronto llegó a ser un referente para el continente. Muy pronto cambió el mapa político de toda la región. En relación con el establecimiento de organizaciones como ALBA y Mercosur, estimó que “independientemente de su naturaleza son organizaciones que funcionan fuera del control de los EE.UU. y que después de 200 años de sumisión a los intereses norteamericanos eso es algo importante”. Con respecto a los problemas que enfrenta la Venezuela de hoy, señaló que "no podemos ver la realidad independientemente de la crisis del sistema capitalista, la concentración del capital en pocas manos, la tasa decreciente de ganancia, la rivalidad entre las grandes potencias para ganar el control de las materias primas y de la mano de obra barata así como de la amenaza de la guerra como el único camino para resolver precisamente estas tensiones". Sobre las acciones de desestabilización en Venezuela por la oposición de la derecha y el imperialismo, hizo hincapié en que "no es algo nuevo, pero en los últimos años se han intensificado, en primer lugar tras el fallecimiento de Chávez y en segundo lugar tras la agudización del modelo capitalista venezolano". Según el PCV la Venezuela hoy no es un modelo socialista. Tiene un conjunto de conquistas sociales y populares alcanzadas en el marco del estado burgués, pero consisten una gran amenaza para las grandes potencias y los EE.UU. La estimación central del PCV es que "si el modelo bolivariano no profundiza sobre el camino socialista, la recesión y el fracaso es inevitable: Porque la crisis no es la crisis de un modelo socialista. Es la crisis de un modelo centralizado que se nos ha impuesto, un modelo capitalista, que depende de la producción de petróleo. Nuestro pueblo sólo puede superarla si supera sus bases financieras. El socialismo es la única solución porque las diferentes soluciones capitalistas cada vez en
lugar de resolver la situación la hacían más grave". En cuanto a las fuerzas que promueven el proceso bolivariano destacó que el movimiento chavista no se compone de fuerzas homogéneas. Es una gran coalición de fuerzas que están de acuerdo sobre la lucha contra el imperialismo, pero no están de acuerdo sobre el tipo de la determinación de la clase que debe tener esta batalla. En particular, con respecto a la cuestión de la crisis, hay fuerzas que creen que la crisis se resolverá en coherencia con las fuerzas capitalistas. Según el PCV, esta alienación se traduce en pérdidas de todos los logros de los últimos 17 años. Ya se han producido pérdidas y se han acumulado problemas que fueron mencionados por Rodríguez pero sin embellecer la situación, centrándose en la enorme inflación, la escasez de suministros y el bajo poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores. Señaló que es difícil imaginar que un país con tantas riquezas como Venezuela sufre de este tipo de problemas, y llegó a la conclusión de que sólo la anarquía capitalista puede causar estos problemas. El lema del PCV es "soluciones inmediatas a los problemas de la gente, pero integradas en una salida revolucionaria de la crisis y no en la reconciliación con el capital". En este contexto, el PCV propone un paquete de medidas que bloquearía el sabotaje a la producción y distribución de los productos, la nacionalización de los sectores estratégicos de la economía y de los bancos bajo el control de los trabajadores, un nuevo sistema fiscal que afectará principalmente al capital grande y medidas de protección del salario del trabajador y de su fuerza de consumo en la dirección de un plan económico central basado en la propiedad social de los medios de producción. Muy interesante fue su posición en el movimiento obrero. Respondiendo a preguntas relacionadas a si la clase obrera ha logrado convertirse en el tema principal del proceso bolivariano, respondió que “existen muchas resistencias a que la clase obrera tenga un rol protagónico en este proceso sin que esto quiera decir que la clase obrera no sea capaz para algo así a través de la intervención de las fuerzas revolucionarias”. Menciono el ejemplo de la batalla del PCV para los concejos socialistas y comunitarios y de trabajadores desde el 2007. Con lo primero estaba de acuerdo el gobierno, los promovió y han contribuido mucho en todo el proceso revolucionario. Pero los concejos de trabajadores socialistas todavía no han avanzado. Por esto resalto que están dando énfasis en la organización de la clase obrera en donde debe tener un rol protagónico, dentro de la fábrica. “Dentro del movimiento obrero y sindical intervienen por una parte las corrientes que tratan de limitar a la clase obrera en defensa al gobierno y sus logros y por otro lado aquellos que teniendo conocimiento de que la economía sigue siendo capitalista, dan la orientación de la batalla al control de producción”. La opinión del PCV es que la agresividad del imperialismo y de la oposición se centra en el carácter estratégico que tiene Venezuela y América Latina con las grandes potencias y sobretodo con Estados Unidos, tanto por la parte de producción de riquezas así como por la parte política. El peligro de una intervención de Estados Unidos es visible sobre todo luego del Decreto Presidencial de Obama en contra de Venezuela. La oposición derecha busca más un conflicto interno y golpe de estado que una intervención de Estados Unidos. Dentro del corazón del ejército todavía se expresan las diferencias sociales, los distintos poderes. Seguro que las diferencias de poder están a favor de las fuerzas revolucionarias. Pero esto puede cambiar. En este punto explico como la dimensión global del ataque se basa en la propaganda y en la desinformación y presento ejemplos característicos. Hablan de violación de los derechos humanos de Leopoldo López ocultando que es el culpable principal de los eventos
violentos con resultado la muerte de miles de personas, quemar vehículos del transporte público, bibliotecas, universidades, guarderías, colegios. Llegaron a colocar emboscadas mortales en donde pasaban cables entre dos columnas dando como resultado la decapitación de motociclistas que actuaban en contra de ellos. Igualmente, países como por ejemplo España difamaban al gobierno bolivariano que regalo casas a más de 3000 familias que habían perdido sus casas luego de una catástrofe natural el 2010, mientras en España existen 600000 familias desalojadas. Por último, con respecto a las últimas elecciones, sin menospreciar el significado de la derrota electoral considera que una parte importante de los electores votaron a manera de castigo, mandando un mensaje al gobierno. Esa parte del pueblo no volverá a votar más por la derecha si se juzga el proceso bolivariano. La composición del Parlamento no refleja la división real de poder. Se refiere más a la ley electoral que el 2010 estaba a favor del ejercito chavista pero en las últimas elecciones estaban a favor de la derecha opositora. En cada ocasión, Héctor Rodríguez negó que no hay posibilidades de recuperar las fuerzas revolucionarias y confirmo que los meses siguientes serán críticos. La propuesta de la derecha de que haya un referéndum revocatorio es un arma de doble filo. Porque por un lado la derecha parece democrática, buscando una solución dentro del marco constitucional. Por otro lado quiere hacer el revocatorio bajo sus términos para tener el resultado que está buscando. Y si no, quiere violar la constitución y provocar un golpe de estado. Por eso, en realidad no quiere el revocatorio, lo que está claro en el hecho que el 60% de los diputados de la oposición no firmaron para el referéndum revocatorio. Lo que les interesa es, por un lado, a través de fraude extenso presentar que su solicitud tiene impacto, falsificando firmas, poniendo las firmas de muertos, etc., y por otro lado, una vez reveladas sus fraudes, denunciar la supuesta violación de sus derechos, convocando a manifestaciones de desestabilización. Su objetivo es aprovecharse del descontento popular ante la situación económica. Sin embargo, el día 1 de septiembre, cuando intentaron hacer eso, el pueblo no les dejó, aunque todos los medios internacionales transmitieron solo la manifestación de la oposición. Asimismo, hizo hincapié en la experiencia del golpe de 2002 y el conocimiento que ya tienen, que solo la organización popular y la militancia pueden derrocar los planes de la derecha y del fascismo. Estima que el pueblo no dejará que 17 años de conquistas pasen así. La derecha intenta confundir y engañar al pueblo, pero su programa hoy es devolver las empresas nacionalizadas al gran capital y promover un sistema de austeridad y ajustes que golpeará a los salarios, al mismo tiempo que sacrificarán los derechos, gobernarán como una dictadura y servirá los intereses del imperialismo en la región. De todas formas, son las mismas fuerzas que el 1989 no dudaron en movilizar al ejército contra un pueblo que se resistía a las recetas del FMI, causando un de los mayores masacres populares en la historia.