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Hasta la fecha hay muchas personas que viven en Querétaro y no saben que en el Municipio de Corregidora que está a 15 minutos de el centro de la ciudad se encuentra la Pirámide de El Pueblito, es probablemente el atractivo turístico más sobresaliente del municipio. La Pirámide del Gran Cué es el centro turístico más conocido del municipio, la Zona Arqueológica de El Cerrito, que es su nombre oficial, es considerada la más importante de la región.
La gente la conoce como Pirámide de El Pueblito, pero es el centro de un complejo de plazas, patios y altares que se creen que tuvieron una función religiosa en el transcurso de más de mil años, que va desde el periodo tolteca-teotihuacano, alrededor del año 400, hasta los registros en crónicas que relatan que había indígenas otomíes-chichimecas que llevaban ofrendas en el siglo XVII.
La Pirámide mide 30 metros de alto desde la plataforma que la sostiene, y está formada por 13 niveles que se han restaurado y descubierto en los últimos 25 años. Aunque la zona tiene registros de ocupación de la cultura de Chupícuaro, proveniente de Michoacán en el año 300, las investigaciones datan que la construcción de este importante centro ceremonial de la Pirámide del Gran Cué alrededor del año 400 d. C., cuando comenzó su florecimiento como centro religioso a la par de Teotihuacán y Tula.
En el año 700 se funda el sitio de la Pirámide del Gran Cué, y vive su esplendor como centro ceremonial religioso entre el año 900 y 1200, durante la ocupación de la cultura tolteca Alrededor de la Pirámide se encuentran:
La Plaza de las Esculturas, nombrada así por los hallazgos encontrados en esa zona que era usada con fines ceremoniales.
La Plaza de la Danza es un espacio abierto en el que se cree que se realizaban bailes ceremoniales, como era común en distintas culturas prehispánicas.
Altar de los cráneos a un costado de la edificación principal, se hallaron restos de cráneos que, se cree pertenecían a altos mandos religiosos y militares.
Altar de Obsidiana se encontraron numerosas piezas hechas de obsidiana, lo que supuso para los investigadores que dichos restos poseían un valor simbólico como ofrenda en dicho lugar, se sabe que fue utilizado en el siglo XI por la cultura chichimeca que ocupaba el lugar.
Sala de los Altares construida en la etapa Tolteca, se hallaron braseros de un metro de alto que contenian restos de gurillas de barro, piedras de proyectiles y punzones de hueso.
Además del valor cultural e histórico de esta zona arqueológica, el área cuenta con un importante ecosistema semidesértico donde se puede encontrar desde copal y garambullo hasta las biznagas y maguey tequilero Asimismo, se halla el zorro gris y el cenzontle
