Alimentaci贸n Culturalmente Pertinente
Seguro Popular Comisi贸n Nacional de Protecci贸n Social en Salud
Contenido Introducción: Alimentación culturalmente pertinente...................4 Marco Jurídico...........................................................5 Objetivo....................................................................6 Objetivo general.................................................6 Objetivo específico.............................................6 I. Alimentación correcta.............................................7 II.Micronutrimentos..................................................11 III.Alimentación de la mujer durante el embarazo.............................................13 IV.Alimentación de la mujer en lactancia...............16 V.Alimentación durante el primer año de vida......19 Lactancia materna...........................................19 Lactancia artificial...........................................20 Introducción de alimentos sólidos.................20 Destete.............................................................21 VI.Alimentación de niñas y niños de 1 a 19 años.........................................24 Menores de 5 años...........................................25 Escolares...........................................................26 Adolescentes....................................................27 VII.La alimentación de los adultos mayores.......................................30 VIII. Prevención y control de enfermedades relacionadas con la mala alimentación ................................31 Prevención de enfermedades.........................31 Economía familiar............................................31 Obesidad...........................................................31 Diabetes e hipertensión..................................32 ¿Cómo actúa la diabetes y la hipertensión?............................................33 Causas de la obesidad.....................................33 Prevención de la obesidad..............................34 IX.Higiene de los alimentos.....................................36 Bibliografía............................................................38 Directorio..............................................................39
Introducción El presente manual aborda los aspectos más relevantes de la alimentación tradicional en condiciones normales de salud; explica los requerimientos de los principales micronutrimentos que necesita la familia, las principales características de una alimentación sana para los menores de 5 años, para las mujeres embarazadas y para aquellas que estén amamantando, refiere las precauciones que los padres deben tener en cuenta para poder prevenir enfermedades que se originan por una mala alimentación y por último contiene información práctica para mejorar la disponibilidad de alimentos en el hogar. La alimentación es la preocupación básica para la salud en México, la adopción de hábitos alimentarios correctos por medio del conocimiento y la educación nutricional, la promoción de la actividad física contribuye a prevenir el sobrepeso, la obesidad, la desnutrición y las enfermedades crónicas no transmisibles relacionadas, para así mejorar el estado nutritivo y de salud de las personas. La relación con los sistemas de alimentación de: a) La disponibilidad de los alimentos. b) Las clasificaciones socioculturales de los alimentos como comestibles, preferidos y menos preferidos. c) Las consecuencias sobre la nutrición y la salud de ciertos patrones alimentarios culturales, incluida la distribución de los alimentos, que juegan un papel muy importante como determinante social de la salud, por lo que su atención es prioritaria para el óptimo mejoramiento de la nutrición de las personas y un desarrollo eficaz. Todos los alimentos pueden formar parte de una alimentación tradicional, siempre y cuando se logre estimular a la población al desarrollo de habilidades para que su dieta sea equilibrada, suficiente, completa, adecuada e inocua, de acuerdo a sus características físicas, de edad y salud; en la que se revalorice la alimentación tradicional de los mexicanos a base de verduras y frutas, cereales y granos enteros, leguminosas y productos de origen animal, agua simple potable, se fomente la práctica de actividad física como coadyuvante de la salud, la promoción de la lactancia materna y el acceso suficiente a información de calidad y unificada para llevarla a cabo. La nutrición de la población tiene una responsabilidad compartida en la que deben de interactuar la responsabilidad social, de la industria alimentaria, de los medios de comunicación, de los gobiernos y la escuela, en donde la prevención y promoción de la salud sea un fin común para el logro de los objetivos buscados en el empoderamiento del autocuidado individual y colectivo de las personas.
Marco Jurídico CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS TÍTULO PRIMERO, Artículo 4°, establece que toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución, teniendo derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará. LEY GENERAL DE SALUD TITULO SÉPTIMO Promoción de la Salud, CAPITULO III – Nutrición. o Artículo 114.- Para la atención y mejoramiento de la nutrición de la población, la Secretaría de Salud participará, de manera permanente, en los programas de alimentación del Gobierno Federal. o Artículo 115.- La Secretaría de Salud tendrá a su cargo: IV. Normar el valor nutritivo y características de la alimentación en establecimientos de servicios colectivos y en alimentos y bebidas no alcohólicas.
Objetivo general
Objetivo
Otorgar los conocimientos básicos de alimentación y nutrición que sean de utilidad para fomentar y promover prácticas adecuadas de alimentación en la familia y comunidad educativa, ya que es uno de los factores que condicionan el desarrollo de la salud, el rendimiento físico e intelectual y la productividad de las personas.
Objetivos específicos Promover una alimentación correcta y un estilo de vida activo debe abarcar los distintos ámbitos de la vida social en sus diferentes ambientes, implementando acciones para el desarrollo de conductas saludables, desarrollo de entornos saludables (escuelas y sitios de trabajo) y acciones comunitarias (actividades en espacios públicos). Incrementar la conciencia y participación de la sociedad mexicana en el desarrollo de ambientes favorables para su salud, atendiendo los factores de riesgo modificables de alimentación incorrecta e inactividad física. Fomentar la cultura de la alimentación correcta y la actividad física en los ámbitos individual y colectivo, tanto en el sector privado como en el público, para realizar acciones conjuntas de manera que se incentive al cambio de hábitos y comportamientos saludables. La búsqueda de vinculación de todos los sectores interesados para llevar a cabo acciones a favor de la salud alimentaria de la población mexicana. La suma de esfuerzos de los sectores público, social y privado, es una forma exitosa de implementación y mejoramiento de los objetivos planteados en este Programa.
I. Alimentación correcta El alimento es el medio por el cual nuestro cuerpo recibe las sustancias nutritivas que son indispensables para vivir, crecer, desarrollarse, moverse y mantenerse sano. Llevar una alimentación correcta y realizar actividad física diariamente, permite que nuestro cuerpo funcione mejor y previene, o al menos reduce, el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión, patologías cardiovasculares, obesidad, etc. Comer teniendo en cuenta la repercusión que los hábitos alimentarios tienen en nuestra salud, no significa someternos a dietas severas, aburridas, repetitivas o poco gratificantes para nuestro paladar. Seguir una alimentación correcta, que incluya una variedad de alimentos en las porciones adecuadas para las necesidades de cada persona, está al alcance de todos. Una persona mal alimentada encontrará dificultades para mejorar su calidad de vida, puesto que la capacidad de actividad física es directamente proporcional a la alimentación, si ésta es deficiente, las capacidades, pueden llegar a disminuir el desarrollo normal. Una alimentación monótona, repetitiva o sin los alimentos indispensables para nuestro cuerpo puede dar lugar a la aparición de determinados síntomas tanto físicos (cansancio excesivo, falta de reflejos), como psíquicos (falta de interés por las cosas, irritabilidad); situaciones que mejoran mediante una alimentación correcta.
Los alimentos aportan además fibra a través de las verduras, frutas y cereales integrales que ayudan a evitar el estreñimiento.
Las grasas, azúcares y sal no se consideran un grupo y se deben de consumir con moderación.
La alimentación correcta debe estar de acuerdo a la edad, sexo, actividad física y estado de salud. Debe reunir las siguientes características, que son: Completa: es decir, que contenga todos los grupos de alimentos y por lo tanto todos los nutrimentos. Esto se logra al incluir al menos un ingrediente de cada grupo en cada comida. Equilibrada: los nutrimentos guardarán las proporciones entre sí, al integrar los menús de las comidas. Suficiente: se tienen que cubrir las necesidades nutricionales de cada persona de acuerdo a edad, sexo, estatura, actividad física o estado fisiológico. Variada: incluir diferentes alimentos de los tres grupos en cada tiempo de comida.
SUFICIENTE:
Higiénica: que se preparen, sirvan y consuman con limpieza. Adecuada: para los diferentes gustos, costumbres y disponibilidad de los mismos. Los alimentos aportan hidratos de carbono, proteínas, vitaminas y minerales en diferentes cantidades, por ello de acuerdo a los nutrimentos que contienen se clasifican en tres grupos: grupo 1: verduras y frutas, grupo 2: cereales, y grupo 3: leguminosas y productos de origen animal.
El Plato del Bien Comer es una representación gráfica y atractiva para identificar los tres grupos de alimentos.
El plato del bien comer
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Sirve como guía para la Orientación Alimentaria, donde se ilustra claramente como están conformados los tres grupos de alimentos. Facilita la selección, variación y combinación de alimentos para su preparación y consumo.
Está dividido en tres grandes apartados que representan cada uno de los tres grupos de alimentos: Grupo 1 (verduras y frutas): enfatiza la importancia de promover el consumo de verduras y frutas y la mejor manera de consumirlas para aprovechar el contenido de vitaminas, minerales y fibra dietética, que participan en el desarrollo y buen funcionamiento de todas las partes del cuerpo, como ojos, sangre, huesos, encías y piel, entre otros. Ejemplos: papaya, sandía, manzana, ejotes, zanahoria, nopales, tuna, acelga, etc.
Grupo 1 Verduras y frutas
Grupo 2 Cereales y tubérculos
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Grupo 3 Leguminosas y productos de origen animal.
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Grupo 2 (cereales y tubérculos): los alimentos de este grupo son las más abundantes en la alimentación. Proporcionan la energía para tener fuerza y poder desarrollar las actividades diarias: correr, jugar, trabajar, estudiar, bailar, etc. También son fuentes de otros nutrimentos como las vitaminas del complejo B, En este grupo se encuentran; el maíz en todas sus formas (tortilla, tamal, pinole, etc.,) y otros como el arroz, la avena, el amaranto, la cebada y los tubérculos como la papa, el camote y la yuca. Ejemplos: el maíz en todas sus formas (tortilla, tamal, pinole, etc.,) y otros como el arroz, el trigo, la avena, el amaranto, la cebada y los tubérculos como la papa, el camote y la yuca. Grupo 3 (Leguminosas y productos de origen animal): son alimentos que le dan al cuerpo las proteínas necesarias para formar o reponer diferentes tejidos tales como: músculos, piel, huesos, permitiendo además el crecimiento y desarrollo adecuado. Estas sustancias ayudan a combatir las infecciones. Ejemplos: frijoles, lentejas, habas, garbanzos, carne, aves, pescado, leche, huevo. Una vez que explicado los grupos de alimentos, resaltará la variación, combinación e intercambio de suministros, para mejorar la calidad de la dieta, por ejemplo: si se combinan leguminosas con cereales, mejora la calidad de la proteína; la combinación de verduras y frutas, fuente de Vitamina C con alimentos que son fuente de hierro, ayudan al mejor aprovechamiento de hierro.
II. Micronutrimentos
Son sustancias nutritivas que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para protegerse de algunas enfermedades y que se encuentran en los todos los alimentos que consumimos en mayor o menor cantidad. Cada uno de ellos cumplen funciones específicas en el metabolismo del cuerpo que nos ayudan a mantenernos sanos. Los micronutrimentos son conocidos como vitaminas y minerales; entre los más importantes están: Vitaminas A, B, C y ácido fólico, Minerales: Hierro, Yodo, Calcio y Zinc. La caloría o kilocaloría (1 Cal=1 Kcal) es la unidad de calor en el metabolismo y se utiliza cuando se refiere al contenido de energía de los alimentos. La kilocaloría es la cantidad de calor requerida para elevar 1 kg de agua en 1 grado centígrado.
Las proteínas son cadenas largas de aminoácidos necesarias para el crecimiento, funcionamiento y regeneración del organismo; forman los ladrillos del cuerpo y su función es, de manera primordial, estructural. Son los nutrientes más caros de producir biológicamente: La parte que les toca en el metabolismo es la formación de enzimas, anticuerpos, hormonas y de tejido de relleno, como el conjuntivo (elastina, colágeno y reticulina), entre otros. Las grasas actúan como reserva del organismo (lípidos), además de ser el almacén de calorías de nuestro cuerpo, tienen las funciones de aislantes térmicos, amortiguadoras de traumatismos (en riñón, corazón, etc.) y constituyen entre 50 y 60% de la masa cerebral; son indispensables para el crecimiento y la regeneración de tejidos, mantienen la temperatura corporal y protegen la integridad de la piel entre otras propiedades.
Proteínas
El consumo diario de una dieta variada y preparada con diversos alimentos proporciona los micronutrimentos y otras sustancias nutritivas necesarias para vivir sanos. Durante la infancia y la adolescencia, tanto niñas como niños necesitan alimentos que contengan vitamina A, vitamina C, calcio, hierro, ácido fólico y zinc.
Recomendaciones Durante la infancia, los necesitan alimentos que contengan vitamina A, vitamina C, calcio, hierro, ácido fólico y zinc: Durante la edad escolar y la adolescencia, la alimentación recomendable debe aportar, además de la energía y proteínas que necesitan para seguir creciendo, las vitaminas A, B, C, ácido fólico y los minerales como el hierro, el calcio y el yodo. Las mujeres embarazadas y las que amamantan deben comer diariamente alimentos ricos en vitaminas, proteínas y minerales para no sufrir anemia, descalcificación, desnutrición y para evitar tener hijos desnutridos. En los adultos y adultos mayores es muy importante que la dieta diaria sea variada y comer verduras y frutas. A cualquier edad es importante incluir en cada comida alimentos de los tres grupos: De temporada y de la región; arroz, avena, tortillas, pan, pasta, papa, frijoles, lentejas, carne, leche, huevo, pescado, entre otros. Proteínas que ayudan a la formación de tejidos.
III. Alimentación de la mujer durante el embarazo La alimentación durante el embarazo adquiere especial importancia dado que la buena nutrición de la mamá es uno de los componentes elementales para el éxito del mismo. El bebé se alimenta a través de la madre y lo que ella come determina lo que él recibe o no. Durante el embarazo, el organismo de la mujer experimenta cambios que le afectan físicamente, por lo tanto, su esfuerzo biológico es mayor. La formación de un nuevo ser determina una serie de exigencias en la madre, una es la alimentación, la cual debe reunir las sustancias nutritivas que requieren, tanto la madre como el niño por nacer. La clave siempre está en la variedad y la cantidad, con los tres grupos de El Plato del Bien Comer: frutas y verduras; cereales y tubérculos; leguminosas y alimentos de origen animal. La ausencia de alguno de ellos en tu dieta va a traer como consecuencia la falta de alguno (o varios) de los nutrientes esenciales que tu organismo necesita para estar saludable. Incluso el concepto de variedad se aplica dentro de cada uno de los grupos de alimentos; por ejemplo, cuanto más amplia sea nuestra elección de frutas o verduras, más seguros estaremos de qué recibimos todos los nutrientes que ese grupo nos aporta.
El concepto de cantidad está relacionado básicamente con las raciones que debemos ingerir de cada grupo de alimentos, el consumo en exceso de alguno de los ellos puede ocupar el lugar de algún otro. Por ejemplo: si una dieta es excesiva en cereales, probablemente otro de los grupos se vea perjudicado en cantidad, por lo cual se verá afectada la variedad. Es importante cuidarse de no consumir ningún grupo ni en exceso ni en déficit ya que el balance entre todos los alimentos proporcionará el equilibrio justo en la dieta. La cantidad y la calidad de las calorías son las causantes del aumento de peso de la madre si no se consumen adecuadamente. El sobrepeso conlleva a diversos problemas como son: dolores de pies, piernas, espalda; el corazón tiene que realizar mayor esfuerzo, pierde agilidad y es más propensa a caídas, los kilos de exceso no significan un bebé más grande y saludable, significan más problemas durante el parto y kilos demás en la madre después del parto. Las mujeres embarazadas deben tener una alimentación balanceada. Gestar un bebé es un trabajo arduo para el su cuerpo. Una alimentación sana y correcta ayuda al bebé a crecer y desarrollarse normalmente. Comer para dos no significa ingerir el doble de alimento.
Si la madre come dulces o comida chatarra, el exceso de calorías no aporta los nutrientes que el bebé necesita, como resultado, el bebé que está creciendo obtendrá las vitaminas y minerales que necesita del cuerpo de la madre, cuya salud podría sufrir, por ello se recomienda elija alimentos que sean, ricos en proteínas, bajos en grasa y azúcar, su bebé necesita nutrientes como: Calcio, que ayuda al crecimiento sano del bebé. Hierro, que ayuda al riego sanguíneo del bebé y también previene anemia en la madre. Ácido fólico, que ayuda a reducir el riesgo de espina bífida, anencefalia (anomalía del cerebro) y otros defectos de nacimiento. Llevar una alimentación balanceada y saludable ayuda a prevenir: anemia e infecciones en la madre, cicatrización insuficiente, un nacimiento prematuro del bebé y bebé de bajo peso, una dieta bien balanceada con todos los nutrientes apropiados y hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio por día son cosas importantes para un embarazo saludable. Para la mayoría de las mujeres embarazadas, la cantidad adecuada de calorías es la siguiente: Alrededor de 1,800 calorías por día durante el primer trimestre Alrededor de 2,200 calorías por día durante el segundo trimestre Alrededor de 2,400 calorías por día durante el tercer trimestre Las mujeres con necesidades dietéticas especiales deben planear sus comidas con cuidado para asegurarse de recibir la nutrición que necesitan. Hable con su médico o enfermera si sigue una dieta especial, por ejemplo, si: Es vegetariana. Tiene intolerancia a la lactosa. Debe comer sin gluten. Líquidos y vitaminas. También debe tomar una vitamina prenatal que contenga ácido fólico, hierro y minerales que todas las mujeres necesitan.
Recomendaciones del Plato del Bien Comer Frutas y Verduras Coma de 4 a 5 porciones al día.
Verduras.
Coma de 3 a 4 porciones al día.
Frutas.
Las verduras son una buena fuente de vitaminas A y C, ácido fólico, hierro y magnesio. Trate de que por lo menos dos de sus porciones diarias de verduras sean de hoja verde. Las frutas le aportan las vitaminas A y C, potasio y fibra. Elija jugos y frutas frescas: son mejores para usted que las frutas congeladas o enlatadas. Coma bastantes alimentos ricos en vitamina C, como cítricos, melones y bayas. Trate de evitar los jugos que contengan azúcar o edulcorantes agregados.
Cereales Coma de 9 a 11 porciones al día.
Estos alimentos le aportan carbohidratos. Se convierten en energía para su cuerpo y para el crecimiento del bebé. Los productos de granos enteros y fortificados tienen ácido fólico y hierro.
Pan, cereal, arroz y pasta.
Leguminosas y alimentos de origen animal Coma 3 porciones al día.
La leche, el yogur y el queso
Los productos lácteos son una gran fuente de proteínas, calcio y fósforo. Si tiene que reducir las calorías y el colesterol, elija productos lácteos bajos en grasa.
Coma 3 porciones al día.
Carne de res, carne de aves, pescado, frijoles secos, huevos y nueces.
Los alimentos de este grupo son una buena fuente de vitaminas del grupo B, proteína, hierro y zinc
IV.- Alimentación de la mujer en lactancia La lactancia es una etapa normal en la vida reproductiva de una mujer, durante la cual, como en todas las etapas de su vida, su dieta debería ser sana, equilibrada y adaptada a lo que se encuentra en su medio. Su alimentación deberá ser rica en alimentos que aporten calcio, hierro, vitaminas y alimentos naturales de valor nutritivo como leche, yogurt, carne, huevos, leguminosas, granos, hortalizas, frutas, cereales integrales y tubérculos. Si la madre en período de lactancia consume estos alimentos evitará que su cuerpo se desgaste, ya que, para producir la leche, la madre saca los nutrientes de su propio cuerpo, si esta no consume los alimentos que requiere todos los días. Es necesaria para la formación de los tejidos en el feto, se necesitan vitaminas, minerales y proteínas para proporcionar energía que requiere la madre y para el desarrollo normal del bebé. Los riñones e intestinos y el corazón de la madre necesitan alimentos que los ayuden a trabajar en forma eficiente. Una dieta adecuada requiere alimentos de los tres grupos alimenticios que brinden calorías en cantidades adecuadas, no en exceso, proteínas las cuales son esenciales al igual que carbohidratos, lípidos, vitaminas y minerales (esencialmente el calcio). La leche materna es el alimento más completo que se le puede brindar al niño. Aporta sustancias nutritivas que él necesita en las proporciones adecuadas. Es importante que la mujer que amamanta continúe alimentándose adecuadamente para: a) Recuperar la energía utilizada durante el parto. b) Contribuir a tener una adecuada producción de leche.
Aunque a la madre le corresponde alimentar al recién nacido, el padre y el resto de la familia juegan un papel importante, ya que deben crear un ambiente cordial para que ella se sienta en confianza y con apoyo para alimentar a su hijo. Para asegurar un buen estado nutricional a la madre y que tenga suficiente leche para amamantar a su hijo o hija, debe consumir alimentos que contengan energía, proteínas, vitaminas como: vitamina “A”, vitamina “C”, ácido fólico, así como calcio, hierro y yodo, ya que son minerales que merecen especial atención en esta etapa. Con la finalidad de que la madre reciba el aporte necesario de los nutrimentos antes señalados, la mujer que amamanta a su hijo debe tener especial cuidado en su alimentación diaria, al incluir suficiente cantidad de verduras y frutas, combinaciones de cereales y leguminosas, por ejemplo, arroz con frijoles y alimentos de origen animal como leche o queso, carne o huevo. La combinación de alimentos ayuda a mejorar el valor nutritivo de los platillos que se preparan y resultan más económicos, además de darle un sabor variado a la comida diaria. Para tener suficiente leche hay que dar pecho frecuentemente.
Recomendaciones: Dar el pecho cada vez que el recién nacido lo solicite; sólo de esta manera se asegurará la adecuada producción de leche. Tomar dos litros (8 vasos) de líquidos diariamente (agua hervida, leche, atole, agua de frutas) para producir suficiente cantidad de leche. Consumir una alimentación variada, equilibra y moderada con especial atención en alimentos ricos en calcio (lácteos), hierro (carnes, granos secos), proteínas (huevos, carnes, lácteos) y alimentos ricos en vitaminas (frutas y vegetales frescos). Evitar el consumo de alimentos muy grasosos, azucarados o comidas “chatarra” que no aportan a la salud de la madre.
Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, drogas, cigarrillos y otras sustancias que puedan afectar la calidad y cantidad de la leche que produce. Consumir alimentos frescos: los alimentos frescos tienen mejor sabor, contienen más vitaminas y minerales y presentan menos riesgos de estar rancios o dañados debido a condiciones inadecuadas de almacenamiento. Mientras menor sea el tiempo que transcurre entre la recolección y producción de alimentos hasta el con sumo, mayor es la probabilidad de que sean más sanos. Limitar el consumo de alimentos procesados con aditivos, preservantes y conservantes artificiales. Preferir el consumo de alimentos enteros como cereales integrales no refinados (arroz, azúcar, harinas) debido a que se pierde gran proporción de las vitaminas, minerales y fibra que contienen naturalmente los alimentos. Lleve una alimentación ordenada: consuma 5 comidas diarias: desayuno, almuerzo, merienda y dos refrigerios en horarios regulares. Tenga cuidado con el consumo de medicinas y fármacos que no hayan sido recomendados por personal médico ya que pueden afectar la cantidad y calidad de la leche producida. Consuma suficiente cantidad de líquidos (aprox. 2 litros diarios), evitando el consumo de refrescos carbonatados, gaseosas, té o café ya que inhiben la absorción de ciertos nutrientes como hierro y calcio. Muchas madres tienen sed mientras amamantan, sobre todo al principio, es buena idea tener un vaso de agua al alcance de la mano a la hora de amamantar, pero es inútil beber más de lo necesario, ya que esto no aumenta la producción de leche.
V. Alimentación durante el primer año de vida La dieta de los bebés durante su primer año es vital para su crecimiento. En la actualidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y hasta los dos años como complemento. Pero existen alternativas como la leche artificial o el biberón, y además hay que comenzar a introducir alimentos sólidos en su dieta. Durante el primer año de vida, el aparato digestivo del bebé va madurando para poder insalivar y digerir distintos tipos de alimentos aparte de la leche. A lo largo de su segundo año de vida, ya ha madurado lo suficiente como para aceptar gran variedad de alimentos y masticar correctamente, de manera que su dieta puede ser bastante similar a la de los adultos. Cuando introduzcamos un alimento nuevo, hay que ser prudentes y contar con la aprobación del pediatra, pero desde ese momento hay que ir mezclándolo con los ya incorporados y proponer al niño una dieta variada y equilibrada. Además, hay que procurar que adquiera unos hábitos alimentarios adecuados.
Después de una alimentación exclusivamente basada en la leche, el bebé llega a una época llena de novedades para su paladar. Aunque el pediatra sigue siendo el mejor consejero en materia de nutrición, la forma en la que se le introduzcan los nuevos alimentos, con diferentes sabores y texturas, y el ambiente en el que se desenvuelva la comida van a contribuir a fomentar el arte del buen comer del niño, aquí tienes unos consejos.
Lactancia materna La leche materna proporciona la alimentación ideal al lactante y contribuye a un crecimiento y desarrollo favorables. Reduce la incidencia y gravedad de las enfermedades infecciosas, protege al niño de ciertos tipos de alergias e intolerancias alimentarias, se ajusta en todo momento a las necesidades del bebé, y contribuye a que la relación entre madre e hijo sea más cercana. Se recomienda iniciar la lactancia materna lo antes posible (en la primera hora de vida tras el nacimiento). Al nacer, el niño suele encontrarse muy despierto, favoreciendo dicha situación un buen enganche y succión del recién nacido, que a su vez estimula la liberación de las hormonas implicadas en la producción y secreción de leche.
No es aconsejable utilizar pautas rígidas de alimentación. El bebé ha de mamar a petición suya y de manera frecuente (cada dos o tres horas los primeros días). En pocas semanas, las tomas se espaciarán espontáneamente. Cuando la lactancia materna no es posible, la lactancia artificial es una buena alternativa para alimentar al niño.
Introducción de alimentos sólidos A partir de los 6 meses, con sus dientes incipientes, le encantará masticar. Poco a poco se deberá prescindir de las papillas de textura fina y homogénea. Muchas mamás prolongan los purés durante demasiado tiempo. La masticación es primordial, no solo para guiar la erupción de los primeros dientes, para evitar las malas posiciones dentarias o para desarrollar el adecuado desarrollo mandibular, sino también para la correcta evolución del lenguaje. Además, una masticación adecuada permite saborear la comida, ya que permite que las papilas gustativas obtengan una valiosa información.
De los 9 a los 12 meses, al mismo tiempo que incorpora sabores nuevos, quiere ser independiente y empieza a usar sus dedos para comer: ¡con la cuchara es muy difícil! Deberá aprender a manejarla, aunque la comida no siempre termine en el lugar correcto. Con un año, el niño ya puede sentarse a la mesa y compartir el menú familiar, aunque todavía hay que ser cautos a la hora de introducirle alimentos nuevos. Estos momentos son muy importantes para encauzar correctamente sus hábitos alimentarios. No se trata de engañarle para que coma (juguetes, tele, monerías) o regañarle continuamente, sino predicar con el ejemplo, alabar las conductas apropiadas (halagos, caricias y felicitaciones) y procurar que el momento de las comidas sea agradable. Los trucos ayudan de momento, pero no educan.
Destete El destete es el retiro gradual de la leche materna. Se recomienda hacerlo al segundo año de vida, evitando quitar el pecho de manera brusca o forzada; cuando el destete es gradual y no en forma brusca, la madre no reciente las molestias del llenado excesivo de los senos. Poco a poco significa, sustituir cada 2 o 3 semanas, una tetada al día por un vaso de leche hervida fresca o pasteurizada, posteriormente 2 tetadas por 2 vasos de leche y así sucesivamente hasta que el niño quede totalmente destetado.
Se puede hablar de destete natural cuando el niño voluntariamente suspende la lactancia materna y de destete inducido, cuando la madre suprime poco a poco la alimentación al pecho materno. La sustitución del amamantamiento nocturno debe iniciarse cuando el menor haya abandonado el total de tetadas del día. Cuando el niño es destetado bruscamente se siente rechazado, se afecta su estado emocional, ocasionando que con frecuencia haga berrinches, llore, esté de mal humor y no quiera comer. La incorporación de cada nuevo alimento debe realizarse por separado, dejando varios días entre uno y otro. Se ofrecerán pequeñas cantidades, aumentándolas a medida que el niño se acostumbre al sabor.
Esquema de Alimentación Complementaria EDAD CUMPLIDA
ALIMENTOS A INTRODUCIR
0 - 6 meses
Lactancia materna exclusiva
FRECUENCIA
CONSISTENCIA
A libre demanda
Líquida
2 a 3 veces al día
Purés, papillas
6 - 7 meses
Carne (ternera, pollo, pavo, res, cerdo, hígado), verduras, frutas, cereales (arroz, maíz, trigo, avena, centeno, amaranto, cebada, tortilla, pan, galletas, pastas, cereales infantiles pre cocidos adicionados)
7 - 8 meses
Leguminosas (frijol, haba, garbanzo, lenteja, alubia)
3 veces al día
Purés, picados finos, alimentos machacados
8 - 12 meses
Derivados de leche (queso, yogurt y otros) Huevo y pescado
3 - 4 veces al día
Picados finos, trocitos
> 12 meses
Frutas cítricas, leche entera El niño o niña se incorpora a la dieta familiar
4 - 5 veces al día
Trocitos pequeños
Recomendaciones: Dar al bebé Leche materna, si es posible, a demanda y en exclusiva hasta los 6 meses. Si no es posible amamantar al bebé, debe tomar leche de fórmula de inicio 1, hasta el 4 - 6 meses. Cuando el bebé se inicia en la alimentación complementaria debe seguir tomando un aporte de 500-900 ml aproximadamente de leche o sus derivados al día. El bebé necesita un aporte de vitamina D. Así se realiza la introducción de alimentos: frutas (4 meses), pollo (5-6 meses), ternera (6-7 meses), pescado (8 meses), huevo (9-10 meses). Los cambios de alimentación e introducción de nuevos alimentos se harán poco a poco. Evitar los alimentos recalentados o preparados más de 8-12 horas antes de ser consumidos por el niño. Tener cuidado extremo con las medidas higiénicas durante el primer año de vida e incluso conviene esterilizar tetinas, chupetes y biberones durante los primeros 6 meses de vida del bebé. No suspender la alimentación con leche materna, si el niño se empeña en continuarla. Recordar a la madre que el destete rápido o agresivo no debe utilizarse, por los problemas emocionales que ocasionan en el niño o niña. Utilizar para el destete leche que haya hervido durante 20 minutos si es fresca; si es en polvo o evaporada se debe preparar con especial cuidado, utilizando la cantidad de leche recomendada, agua hervida y utensilio limpios. Iniciar el destete preferentemente a los dos años.
VI. Alimentación en niñas y niños de 1 a 19 años Las niñas y los niños, como todas las personas, tienen sus gustos particulares. Está claro que los padres son los que ponen las normas y los que deciden el menú, pero tampoco está de más que él vea que tomamos en cuenta sus opiniones. No es lo mismo que tenga que comer siempre lo que le imponen en la mesa que tener algún poder de elección. Por ejemplo, a la hora del postre, siempre dentro de la
opción de fruta, podemos dejarle elegir entre varias, o a la hora de ir a comprar los cereales del desayuno seguro que le encanta elegir unos nuevos. Si desde muy pequeño se impregna de unos buenos hábitos alimentarios, a medida que vaya creciendo, sabrá qué elegir para comer correctamente, e incluso podrá ir haciendo propuestas para decidir el menú de la cena o del fin de semana. Y si además puede colaborar en su elaboración, seguro que se lo come con más gusto.
Menores de 5 años Los niños y niñas menores de 5 años requieren una alimentación adecuada ya que además de su crecimiento y desarrollo tienen un alto gasto de energía, debido a su gran actividad, si no cuenta con ella puede padecer ciertas enfermedades e incluso hasta morir.
A esta edad es cuando se forman los buenos hábitos de higiene y alimentación por lo que se deben cuidar, enséñeles a lavarse las manos, a lavarse los dientes, a comer alimentos sanos, evitar el consumo de alimentos chatarra, refrescos, etc. Las colaciones que sean a base de verduras y frutas. Es necesario fomentar el consumo de agua sola o con sabor, pero sin azúcar y por lo menos 8 vasos diarios y estimularlos para que hagan ejercicio diario como jugar, brincar, etc.
A esta edad es cuando se forman los buenos hábitos de higiene y alimentación por lo que se debe tener especial cuidado en los alimentos que se le dan en los distintos tiempos de comida y cumplir así con las características de la alimentación correcta, enséñeles a lavarse las manos, a lavarse los dientes, a comer alimentos sanos, evitar el consumo de alimentos chatarra, refrescos, etc.
Los niños se incorporarán poco a poco a la dieta familiar. Es importante que el momento de las comidas sea compartido en un ambiente positivo, sirviendo la familia de modelo a seguir.
Las colaciones que sean a base de verduras y frutas. Es necesario fomentarles el consumo de agua sola o con sabor, pero sin azúcar y por lo menos 8 vasos diarios y estimularlos para que hagan ejercicio diario como jugar, brincar, etc.
En éste periodo los niños y las niñas requieren de 5 comidas: desayuno, comida, cena y dos colaciones. La falta de apetito es frecuente, para motivarlo a comer se deben presentar los alimentos de manera atractiva, es importante no forzarlo y crearles un ambiente de cariño, comprensión y tolerancia. Este periodo se caracteriza por ser una etapa de transición entre la fase de crecimiento muy rápido, propia del lactante, y el periodo de crecimiento estable posterior, por lo que las necesidades de energía serán muy variables y es recomendable respetar, en la medida de lo posible, la sensación de saciedad o de hambre expresada por los propios niños.
Escolares Ésta etapa comprende entre los 6 y 12 años; las necesidades alimentarias del niño o niña se incrementan porque continúa creciendo y además aumenta su actividad física, motivo por el cual cobra vital importancia tanto la calidad como la cantidad de lo que come. Es importante hacer hincapié que el niño o niña escolar, no requiere una alimentación especial, sino simplemente adaptarse a una dieta familiar, con todas las características de una alimentación correcta. El desayuno adecuado y suficiente es muy necesario, ya que un niño con hambre tiene dificultad para concentrarse, tiende a ser lento y a desarrollar menor actividad física, así como su crecimiento se puede ver afectado, el niño o niña debe tener tiempo suficiente para comer sin prisa sus alimentos, así como para realizar una buena masticación. Las colaciones tanto matutinas como vespertinas son de suma bajo consumo de golosinas y refrescos y nutritivos como: fruta o verdura picada, tortas de sobrantes de la comida, frutas o semillas secas, queso, galletas, etc. Es necesario recomendar el desayuno y la comida o entre la comida
y la cena, necesitará energía para el desarrollo de sus actividades físicas y mentales. Para planearlas, hay que buscar alimentos sencillos, sabrosos, fáciles de conservar, económicos importancia para los escolares, pues durante el tiempo que transcurre entre los niños en edad escolar requieren de una alimentación correcta que cubra con sus necesidades para alcanzar sus niveles óptimos de crecimiento y desarrollo tanto físico como mental. Así como es de suma importancia cubrir los requerimientos de energía y nutrimentos, es indispensable que su fuente sea adecuada y que el consumo no sea ni deficiente ni excesivo, es decir, tiene que haber un equilibrio. Para logarlo, un elemento clave es la familia, ya que proporcionan los alimentos y bebidas que el escolar consume durante el día, es decir, gran parte de las elecciones de alimentos de los niños están fuertemente influenciados por la disponibilidad de alimentos a su alrededor. Además de la importancia que tiene la familia en la creación de hábitos de alimentación, el medio que los rodea influye de manera directa en las elecciones de alimentos de los escolares.
Adolescentes La etapa de la vida que va de los 10 a los 19 años, se llama adolescencia y se caracteriza por cambios acelerados en el funcionamiento corporal, orgánico, emocional y social por lo que necesitan más nutrimentos. La alimentación juega un papel importante en ésta etapa de la vida ya que permitirá asegurar un adecuado desarrollo y crecimiento. Generalmente las jóvenes adoptan hábitos alimentarios incorrectos propiciados por la televisión, radio, moda, ritmo acelerado de vida, anuncios etc., que pueden afectar su estado de salud, aunado a que muchas veces comen fuera de casa alimentos de dudosa higiene, golosinas y otros productos industrializados y lo que es peor siguen dietas peligrosas. Una dieta correcta para las y los adolescentes es aquella que cubra todas sus necesidades nutricias, por lo que debe vigilar que su alimentación sea completa, suficiente, equilibrada, variada; incluyendo diariamente: verdura y
frutas ya que por su alto contenido de vitamina y minerales como la vitamina A, C, Hierro, Calcio, Yodo y Zinc, entre otros, previene la anemia, ceguera nocturna, osteoporosis y bocio por mencionar algunas. Además, debe incluir cereales y tubérculos; como tortillas, pan, avena, pastas y tubérculos como la papa, camote o yuca, ya que éstos proporcionan calorías y energía; necesarios para realizar las actividades diarias y recuperar energía perdida. Es importante consumir leguminosas y alimentos de origen animal como el frijol, haba, lenteja, garbanzo y alimentos de origen animal como leche, queso, huevo, todo tipo de carnes que aportarán a la alimentación proteínas que son importantes para crecer y desarrollarse. Los azúcares, aceites, manteca, mantequilla y la sal deben consumirse con moderación para mejorar el sabor de los alimentos, pero tienen que recordar que su abuso propicia la aparición de enfermedades como la obesidad, diabetes y enfermedades del corazón, entre otros.
Es importante que las y los adolescentes consuman tres comidas principales y dos colaciones al día, eviten dietas sin control médico-nutricional, coman pocas golosinas y coman preferentemente en casa, que tomen agua hervida o clorada por lo menos 8 vasos al día y coman tranquilamente. Esta etapa de la vida se caracteriza por un crecimiento rápido, desarrollo intenso y en consecuencia una alta necesidad nutricional. Por tal motivo la alimentación cobra una vital importancia para asegurar un desarrollo y crecimiento adecuado. En esta etapa los adolescentes adoptan hábitos alimentación no siempre adecuados, influenciados por el medio en que se desenvuelven. En su esquema cotidiano de alimentación influye también el hecho de comer fuera de su hogar, comer rápido o fuera de tiempo, preferir productos industrializados como pastelillo, frituras, refrescos, consumo de tordas, que contienen grandes
cantidades de azúcar, grasas y sal y en muchas de las ocasiones carecen de condiciones adecuadas de higiene. Los adolescentes deben recibir una alimentación completa, variada y equilibrada para cubrir sus necesidades de energía, vitaminas, proteínas y minerales. Una dieta correcta para la y el adolescente incluye diariamente: alimento de los tres grupos: frutas y verduras; cereales; leguminosas y alimentos de origen animal; La dieta diaria deber incluir todos los grupos de alimentos: cereales y granos, proteínas, frutas, vegetales, lácteos, grasas y poca azúcar. Los padres tienen la tarea de educar a sus hijos y enseñarles la base de una buena nutrición. Las comidas familiares son un excelente momento para poner en práctica los buenos hábitos alimentarios y para compartir en familia. Los niños menores de 5 años no deben tener una dieta baja en grasa, así que deben consumir lácteos semi-descremados o leche entera. Después de esta edad usted puede optar por lácteos descremados.
Creación de hábitos Si bien es cierto que es en esta edad cuando los niños empiezan a tener mayor acceso a alimentos fuera de casa y se encuentran expuestos a diversas formas de preparación no saludables (como la fritura, que contiene excesiva cantidad de grasa), también es cierto que es posible proporcionarles un marco de referencia para la elección de alimentos más saludables.
Hay que recordar que los hábitos y actitudes tanto alimentarios como de actividad física inician y se forman durante la infancia y generalmente prevalecen a lo largo de la vida. En esto radica la importancia de enseñar prácticas adecuadas a edades tempranas. Los escolares son excelentes receptores ya que habitualmente actúan por “imitación”. Esto quiere decir que adoptan conductas del ambiente inmediato que los rodea. Estas conductas adquiridas pueden ser tanto saludables (como llevar una alimentación correcta y realizar actividad física) como no saludables. Los encargados de los niños son responsables de seleccionar, comprar, preparar y ofrecer los alimentos que el niño tendrá disponibles, regular los horarios de alimentación, así como establecer reglas de alimentación y comportamiento a la hora de ingerir alimentos. Por otro lado, son responsables de guiar sobre la cantidad recomendada de consumo. Los buenos hábitos de alimentación son fundamentales para que el niño goce de buena salud y para que la mantenga. Sin embargo, cuando la alimentación es inadecuada, tanto por deficiencia (es decir, que su dieta le aporte menos energía y nutrimentos de los que necesita) como por exceso (cuando su dieta le aporta más de lo que su cuerpo necesita), se pueden presentar ciertos problemas de salud.
Recomendaciones: Incluya variedad de alimentos. Por ejemplo, si le sirvió brócoli en el almuerzo, en la cena incluya salsa de tomate
natural o zanahoria. El color es indicativo de la fuente de nutrientes. Los niños deben hacer 3 comidas y 2 meriendas, con el fin de cubrir el requerimiento de nutrientes y energía. Evite que coman viendo televisión. Los niños deben realizar de 30 a 60 minutos de ejercicio al día. Elija productos bajos en grasa saturada, grasas trans y sodio. Limite el consumo de azúcar de jugos, dulces y repostería, entre otros. Incluya suficientes fuentes de calcio y hierro en su dieta, dos nutrientes importantes para el crecimiento del niño. El requerimiento de calcio es de 500-800 mg al día, y el de hierro es de 10 mg / día. Involucre a sus hijos en la compra y preparación de los alimentos, esto les enseñará y motivará a consumir alimentos saludables. No le prohíba alimentos, mejor proponga variedad de alternativas saludables. La comunicación que tenga con los niños es clave para que ellos compren dan lo que es bueno y lo que malo. Tenga paciencia si su hijo no quiere comer algún alimento en particular. Busque otras fuentes del mismo nutriente y dele nuevas opciones.
VII. La alimentación de los adultos mayores Para que los adultos mayores vivan sanamente y contraigan menos enfermedades, El Plato del Bien Comer te ayuda a que incluya diariamente los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo es indispensable que lleven una buena alimentación. Las pérdidas dentales en la vejez son comunes, por lo que las dificultades para masticar, tragar o digerir, pueden conducir a la desnutrición. Cuando existen estos problemas se requiere que la consistencia de los alimentos y el método de cocción se modifiquen. Si la dificultad es la masticación, los alimentos deben ser fraccionados en pequeños trozos y de consistencia blanda. En cambio, cuando el problema es de digestión, se recomienda evitar los alimentos que requieran preparación con mucha grasa, condimentos o picantes. En caso que el problema sea en el tragar, se recomienda restringir los alimentos blandos o los caldos y preferir los alimentos sólidos o espesados. Para el cuidado de su mente y su sistema nervioso deben consumir alimentos ricos en vitaminas del Complejo B, como las que se encuentran en la leche, quesos, pescados y cereales integrales, por ejemplo.
Evite Prefiera Carnes con grasa Leche Quesos maduros Quesos frescos Crema Yogurt Embutidos (jamón, salchicha, Pescados tocino, chorizo) Alimentos fritos Vegetales de color amarillo y verde Chocolates y helados Tortilla Aderezos Frutas cítricas, ricas en vitamina A y C Alimentos enlatados Alimentos frescos y naturales
Si es posible, modera el consumo de carne roja, a una o dos veces por semana. Los alimentos ricos en vitamina D, te ayudarán a proteger los huesos y evitar su porosidad y fragilidad. Reduce además los azúcares como dulces, pasteles, galletas, refrescos y jugos industrializados. No agregue sal a la comida y evita su preparación con consomés artificiales en polvo, cubo o lata. Dejar el café, el refresco de cola y el té negro evitará insomnio y un aumento en la presión arterial. Los adultos mayores deben dividir su alimentación diaria en cinco comidas: desayuno, almuerzo comida, merienda y cena; preferentemente deben realizarlas a la misma hora todos los días. Toma entre seis y ocho vasos de agua al día.
VIII. Prevención y control de enfermedades relacionadas con la mala Alimentación Prevención de enfermedades La mala alimentación repercute de manera negativa en la salud tanto de niños como de adultos. Cuando los niños consumen menor cantidad de alimentos de los que requiere, su organismo no es capaz de desarrollarse y crecer correctamente, ya que utiliza la energía proporcionada para cubrir necesidades básicas como respirar. Además, da como resultado la desnutrición y la deficiencia de vitaminas y minerales, lo cual ocasiona trastornos, algunos de los cuales son irreversibles. Por otro lado, cuando los niños consumen mayor cantidad de alimentos de los que necesitan y además no utilizan ésa energía ingerida realizando alguna actividad física, el cuerpo la almacena en forma de grasa, ocasionando importantes problemas de salud como la hipertensión, la diabetes, la obesidad y otras enfermedades que aparecen en edades cada vez más tempranas y que tienen importantes consecuencias en la vida adulta. Tanto las enfermedades relacionadas con la mala nutrición como los alimentos y bebidas poco saludables, generan gastos innecesarios en las familias.
Economía familiar Una buena alimentación contribuye a disminuir los gastos de las familias y aunado a esto, los alimentos saludables pueden
ser menos costosos que los alimentos no saludables si se saben comprar. Iniciando por los gastos en servicios de salud, cuando algún miembro de la familia está enfermo, es necesario acudir a consulta médica, comprar medicamentos e incluso comprar alimentos especiales. Por medio de una adecuada alimentación y actividad física constante, es posible prevenir enfermedades crónicas degenerativas no transmisibles que son las que aparecen con el tiempo, y pueden ser causadas por un consumo excesivo de alimentos. Sácale provecho a la hora de comida. Cuando se come en familia, los niños tienden a comer más frutas y verduras, fibra, calcio, hierro, vitaminas C y E y varias vitaminas B; además, consumen menos gaseosas, comidas fritas, grasas saturadas y transgénicas.
Obesidad Es una enfermedad crónica originada por muchas causas y con numerosas complicaciones, la obesidad se caracteriza por el exceso de grasa en el organismo y se presenta cuando el Índice de Masa Corporal (IMC) es mayor de 25 unidades.
El primer paso para saber si existe obesidad o no, es conocer tu IMC, para esto necesitarás una cinta métrica y saber cuántos kilogramos pesas. La obesidad no distingue color de piel, edad, nivel socioeconómico, sexo o situación geográfica, es el resultado de comer más de lo que el cuerpo necesita y la falta de actividad física puede propiciar: diabetes mellitus, hipertensión arterial, problemas del corazón y ateroesclerosis, entre otras enfermedades.
Diabetes Comprende a un grupo heterogéneo de enfermedades sistémicas, crónicas, de causa desconocida, con grados variables de predisposición hereditaria y la participación de diversos factores ambientales que afectan al metabolismo intermedio de los hidratos de carbono, proteínas y grasas que se asocian fisiopatológicamente con una deficiencia en la cantidad, cronología de secreción y/o en la acción de la insulina.
Estos defectos traen como consecuencia una elevación anormal de la glucemia después de cargas estándar de glucosa e incluso en ayunas conforme existe mayor descompensación de la secreción de insulina.
Hipertensión
Verificar la presión sangüínea
La hipertensión arterial es un factor de riesgo que aumenta la frecuencia de episodios cardiovasculares, los cuales son una de las principales causas de muerte en México. La obesidad está relacionada con la hipertensión arterial debido al trabajo al que está sometido el miocardio, el exceso de tejido adiposo requiere mayor vascularización, mayor irrigación sanguínea y eleva el gasto cardiaco generando hipertrofia ventricular; las personas obesas tienen dos a tres veces más riesgo de tener hipertensión arterial en comparación con aquellas personas que mantienen un peso adecuado. Se ha observado que la pérdida de peso corporal se correlaciona con una disminución de las cifras de tensión arterial.
¿Cómo actúa la hipertensión en la diabetes? Aumenta triglicéridos en sangre, debido al aumento de la lipoproteína VLDL, fabricada en el hígado. Aumenta las probabilidades de producirse agregación plaquetaria, que deriva en la formación de atero mas y reducción del calibre arterial. La glucemia no controlada puede limitar las funciones renales, produciendo un aumento de la tensión arterial. Aspectos a tener en cuenta en el tratamiento de hipertensión como complicación de diabetes Es necesario normalizar el peso, ya que uno de los factores anteriormente mencionados que aumen tan el riesgo de padecer hipertensión es la obesidad. Es importante limitar la ingesta de sodio de las comidas. Es importante limitar el consumo de ácidos grasos saturados. La medicación deberá ser evaluada e indicada por el médico tratante, esta se ajustará a las necesidades de cada persona, ya que cada metabolismo reacciona de manera diferente.
Anteriormente se consideraba a la persona con sobrepeso como una persona que gozaba de buena salud, sin embargo, ahora se sabe que la obesidad tiene múltiples consecuencias en nuestra salud. Ahora sabemos que la Obesidad está fuertemente relacionada como causal de otras enfermedades como lo son los padecimientos cardiovasculares, dermatológicos, gastrointestinales, diabéticos, osteoarticulares, etc.
Causas de la obesidad Existen diferentes causas que pueden generar la obesidad que pueden variar según la persona. La mala alimentación o los hábitos alimenticios poco saludables son una causa muy frecuente de la obesidad, aunque el tipo de alimentación no afecta a todas las personas por igual. Cada organismo es diferente y reacciona de forma distinta ante la alimentación. También existen otros factores o causas que provocan la obesidad.
Por mencionar las causas más importantes, tenemos las siguientes: La ingesta de alimentos en exceso, sobretodo de alimentos con un alto contenido de grasas saturadas y carbohidratos. Hábitos alimenticios poco saludables. El sedentarismo. El cuerpo humano necesita activi dad física para quemar los excedentes de grasa y calorías. La influencia familiar también es un factor muy importante que puede provocar que una persona sea obesa. Este aspecto no se refiere únicamente a las cuestiones genéticas, sino más bien a los hábitos familiares. El metabolismo de cada uno también es un factor determinante para padecer de obesidad. Las perso nas con un metabolismo lento tienen una mayor predisposición a ser obesas y suelen tener más difícil la tarea de disminuir de peso. Los problemas de tiroides también son un factor de riesgo para la obesidad. El uso de determinados medicamentos también puede causar la obesidad.
Prevención la obesidad A pesar de que se pueda padecer cierta predisposición genética a padecer de obesidad, se puede evitar padecerla acostumbrándose a seguir ciertos hábitos y costumbres. Aquellas personas con más predisposición a engordar o que tienen casos o antecedentes en su familia de obesidad deben
preocuparse especialmente de prevenirla para no padecerla ellos también. A continuación, ofrecemos algunos consejos y hábitos que conviene aplicar en la vida diaria para prevenir la obesidad. Evitar comer entre comidas, sobre todo dulces y botanas. Este tipo de productos no alimentan y son de los que más engordan. Llevar una dieta variada y saludable. Acostumbrarse a comer despacio y haciendo pausas entre bocado y bocado. Esto ayuda a consumir menos calorías y da una mayor sensación de saciedad. Hacer ejercicio diario y evitar el sedentarismo. Una buena alternativa para acostumbrarse a hacer ejercicio es abandonar los ascensores o bajarse un par de paradas antes de la parada del autobús. De esta forma, todos los días se estará haciendo ejercicio casi sin notarlo. Conocer las calorías y valores de los alimentos ayuda a moderarse y llevar una dieta equilibrada, una persona debe consumir cada día en promedio unas 2000 calorías. Pesarse a menudo también ayuda a controlar el peso. Por otro lado, hay que tener cuidado de que esto no se convierta en una obsesión. Incluir muchas frutas y verduras en las comidas. Este grupo de alimentos son muy saludables y son de los que menos engordan. Evitar las bebidas azucaradas. Este tipo de bebidas engordan en exceso y las personas suelen beberlas en cantidad. Se deben de realizar todas las comidas, pero en porciones adecuadas y no en exceso.
IX. Higiene de los alimentos Una de las causas más importantes de enfermedades y muertes ocurridas en la niñez son los microbios y parásitos transmitidos a través del consumo de agua o de alimentos contaminados. Los alimentos contienen las sustancias básicas para conservar la vida y la salud, pero la falta de higiene en su manejo y preparación los convierten en un medio para transmitir enfermedades. Los microbios son seres vivos que, a pesar de no verse a simple vista, viven en el agua, el polvo, la piel, etc. Muchos de ellos son dañinos y causan enfermedades al hombre y los animales. Para combatirlos es importante practicar la higiene personal, de los alimentos y de la comunidad. Es muy frecuente que los alimentos se ensucien o contaminen en las diversas etapas que van desde su producción hasta su consumo en el hogar. En el campo se pueden contaminar con insecticidas, así como con parásitos o bacterias al ser regados con aguas negras. También pueden contaminarse durante su transportación, debido a las condiciones con que se manejan los
alimentos en estos trayectos; por ejemplo, las manos de las personas que los manejan o el polvo de los caminos. Después en el hogar, al ser preparados, pueden contaminarse debido a la higiene que exista, manos de las personas que los prepara, estado de los alimentos, utensilios, polvo o animales. Es por esto, que los alimentos deben ser preparados con higiene, siguiendo una serie de medidas que eviten la suciedad y la contaminación y protejan a la familia de consumir alimentos contaminados. La casa es un refugio y el espacio donde se puede descansar, comer, convivir, dormir y trabajar. Protege a la familia del calor, polvo, frío, lluvia y de los animales. Es importante practicar la higiene personal, ya que tanto las manos como la ropa se ensucian con casi todo lo que tocan y ello puede contaminar los alimentos. Pero si ésta no tiene buenas condiciones de higiene, puede convertirse en un foco de enfermedades para toda la familia.
Para evitar que los alimentos causen enfermedades debemos hacer lo siguiente: Lavar las manos con agua y jabón antes de preparar alimentos y de comer. Hervir durante 3 minutos el agua para beber, para preparar aguas frescas alimentos y conservarla en recipientes limpios y tapados. Lavar bien con agua limpia y zacate las frutas y verduras, sobre todo las de cáscara gruesa e inclusive las que se pelan antes de consumir. Poner en agua clorada (se prepara con cinco gotas por litro), durante 30 minutos, las frutas y verduras que no se puedan tallar, por ejemplo, fresas o verduras de hojas verdes. Lavar las verduras con hojas, hoja por hoja y al chorro de agua. No consumir la carne de los animales que mueran por enfermedad o por causa desconocida. Lavar al chorro de agua las carnes y el huevo antes de utilizarlos. Cocer o freír bien los alimentos, especialmente los de origen animal y sobre todo la carne de cerdo, pescados mariscos. No consumir preparaciones a base de pescados y mariscos que se venden en la calle, ya que el calor y el polvo contribuyen a descomponerlos más rápido.
En general evitar comer en la calle. Hervir la leche durante 20 minutos para destruir los microbios. Limpiar cuidadosamente los granos y semillas secas como el arroz y el frijol y lavarlos muy bien con agua limpia. Revisar que las latas de alimentos no estén abombadas, abolladas u oxidadas, en cuyo caso se tienen que desechar porque están contaminadas. Evitar toser o estornudar sobre los alimentos al prepararlos. Consumir los alimentos inmediatamente después de cocinarlos. De no ser así, mantenerlos en el refrigerador o en un lugar fresco y seco, guardados dentro de recipientes limpios y tapados para que no les caiga polvo ni se acerquen las moscas, cucarachas u otros animales. Antes de consu mirlos volver a calentarlos hasta que hiervan para matar los microbios que pudieran haberse reproducido. Lavar muy bien los recipientes que se usan para guardar, preparar, servir y comer los alimentos, en especial aquellos que se utilizan para la alimentación de los niños, como son coladeras y cucharas. Estos deben guardarse en la alacena, trastero o en una mesa alta. No almacenar sustancias tóxicas (como sosa, insecticidas, raticidas, thiner o gasolina) en la cocina o en envases de productos alimenticios.
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Servicios de Salud de Veracruz Dr. Fernando Benítez Obeso Secretario de Salud y Director General de Servicios de Salud de Veracruz Dr. Arturo Navarrete Escobar Subsecretario de Salud Dr. Alejandro Escobar Mesa Director de Salud Pública Dra. María Amalia Méndez Muñoz Directora de Atención Médica Dr. Samuel Ferrer Palacios Director de Protección Contra Riesgos Sanitarios Dr. Salvador Rangel Abud Director de Planeación y Desarrollo Mtro. Ricardo Sandoval Aguilar Director de Administración Abg. Juan Carlos Rodríguez García Director de Asuntos Jurídicos Dra. Irasema A. Guerrero Lagunes Subdirectora de Promoción de la Salud Mtra. Nuvia E. Sánchez Olarte Jefa del Departamento de Participación Comunitaria y Social