Alfabeto para títulos
Documentación teórica Universidad Columbia del Paraguay Carrera de Diseño Gráfico Proyecto: Diseño Alfabético para Títulos Tipografía: Kambuchi Nombre de los alumnos: Emilio Ascona - Rodrigo Vergara Primer Semestre. Segundo año. Turno: Noche Año: 2012.
Investigaci贸n y descripci贸n t茅cnica.
Tema General: Identidad Paraguaya
Tema Elegido:
Alfarería – Cerámica Popular Paraguaya Existía una cerámica indígena prehispánica, las necesidades de la Colonia vieron en ella una posibilidad de resolver no pocos problemas prácticos, por lo que la antigua alfarería tuvo que readaptarse a nuevas funciones y dejar otras. Pero ese proceso no rompió cierta continuidad de las formas ceramísticas, que asimilaron sin mayor dificultad los nuevos desafíos históricos, bien apoyadas en su fuerte arraigo colectivo. El resultado fue una nueva cerámica mestiza, de formas simples pero seguras, adecuadas a la concreta situación planteada por la Colonia. Es decir que, en cuanto insertas en un sistema productivo que le daba validez, la cerámica crece y se desarrolla como artesanía popular, hecho que no ocurre con la cerámica indígena, cuyos supuestos socioculturales se habían alterado fundamentalmente, nace de ahí la idea de desarrollar una tipografía inspirada en las principales formas de nuestra cerámica popular.
Formas Las antiguas formas indígenas consistían esencialmente en los yapepó (vasijas, ollas o urnas), los potes, escudillas o cazos, y los ña’e (fuentes y platos), afectados todos ellos a fines domésticos, ceremoniales y festivales. La organización colonial requiere otros recipientes: jarros, cantarillas, vasos,
botellones, tinajas, palanganas, etc., no demasiado diferentes a los propios o, en última instancia, a algunos tipos altiplánicos, siempre mucho más cercanos a la experiencia indígena. El aporte formal español no provino solamente de la necesidad de un reajuste a nuevas funciones, sino a la incorporación de motivos figurativos ausentes en la antigua cultura guaraní. Los nuevos temas no actúan sólo superficialmente, como elementos decorativos; también afectan la estructura misma de los tiestos, que deben readaptarse a los diferentes problemas que le plantea la necesidad de representar figuras animales o humanas. Las soluciones son, en general, simples y eficientes, y se encuentran siempre mucho más cerca de la concepción indígena de la forma que de la europea. Especialmente los botellones y los botijos o cantarillas adquieren con funcional naturalidad y rica imaginación formas humanas o derivadas de la fauna local. En el caso de la cerámica antropomorfa, la misma representa cabezas, bustos o figuras enteras, comúnmente sentadas, aunque últimamente han aparecido, especialmente en Tobatí, figuras de pie. La forma significativa es bien apoyada sobre la estructura del cacharro, asumiendo con inteligencia sus características: el tipo redondeado, o bien globular, de las vasijas es aprovechado para completar la percepción de una cabeza humana, sugerir formas femeninas o repre-
sentar exagerados cuerpos; los vientres de las mismas se convierten en rostros o torsos; las asas sugieren brazos; surgen patas que representan piernas. La influencia de las formas hispanas determinó, además, la presencia de figurillas lúdicas, festivas o meramente decorativas. Se cree que las mismas tienen su origen en la iconografía religiosa de los “pesebres” o “nacimientos” españoles de las fiestas de Navidad y Reyes, y se vinculan con artesanías similares realizadas en otros países latinoamericanos. Con mucha libertad creativa las figurillas trascienden el de por sí flexible ámbito del “pesebre” local y se profanan en innumerables representaciones de actitudes y escenas cotidianas: mujeres lavando ropa u horneando chipa, burreras, madres con niños, jinetes, músicos, bailarines y, sobre todo últimamente, escenas eróticas. Muchas de ellas también representan animales; en este caso algunos son domésticos, en cuanto provienen del “pesebre”: vacas, caballos, burros, ovejas, etc., y otros más librados a la fantasía popular: versiones criollas de dragones y leones. La confección de estas pequeñas figuras de barro supone un intuitivo manejo del ritmo espacial y la proporción; son formas ágiles y osadas que, según las alfareras, oscilan de un expresionismo primitivo a soluciones más delicadas y esquemáticas, y están cargadas de carácter y humor populares.
Decoración La cerámica mestiza conserva casi todos los sistemas indígenas de decoración e incorpora otros. Se siguen usando: -El engobe, que en realidad no constituía para el indígena un elemento estrictamente decorativo, pero que llegó a representar una posibilidad ornamental desde los efectos estéticos que produce su desigual distribución sobre la vasija. -La presión de los dedos o la uña sobre la masa aún húmeda produce efectos determinados: la impresión digital y la técnica unguicular, usadas hasta hoy para fines decorativos. -Las incisiones y estrías, practicadas con un objeto punzante, eran conocidas por los guaraníes y siguieron siendo utilizadas como elementos ornamentales. -El fumigado continúa hasta hoy como un efecto decorativo, así como el quemado, conseguido por la presión de un palito de tártago sobre la vasija aún caliente. -Los relieves, que ya eran usados con fines decorativos en cierta cerámica indígena (por ejemplo, los yapepó culinarios chiriguano, bajo influencia arawak, se adornaban con una o más hileras de protuberancias) se mantuvieron, tendiendo a volverse figurativos.
Algunos sistemas ornamentales, como el corrugado y el escobillado, así como el uso de tinturas y lustres vegetales (por ejemplo, tintura de urucú, lustres de taravirutí o resina de palosanto usados por los chiriguano y los caduveo), fueron paulatinamente abandonados. Hoy, como únicas pinturas, se usan las blanqueadas -pintura de caolín (tobatí) aplicada en frío sobre la cerámica natural-, el engobe o el fumigado; en las figurillas pequeñas se suelen usar las lechadas de cal, o caolín coloreado con tintes de colores básicos.
tante temática en el repertorio ornamental de la cerámica popular); muy raras veces las asas de las cantarillas toman formas animales, según soluciones muy cercanas a las altiplanas. La decoración no en relieve, sino lineal, aplicada con caolín o incisa, desarrolla generalmente motivos fitomorfos: flores y hojas entrelazadas, en esa esquemática versión mestiza de los antiguos diseños barrocos.
Otras técnicas, utilizadas por diferentes parcialidades, no fueron incorporadas al proceso del mestizaje; tal es el caso de la típica decoración guaná-mbayá consistente en la impresión de los hilos de caraguatá sobre la cerámica aún blanda, y la ornamentación caduveo con cuentas de vidrio o pequeños moluscos. Si bien las técnicas decorativas, en general, se mantuvieron, los motivos ornamentales fueron, en la cerámica criolla, suplantados por los de influencia hispánica. Así, la ornamentación abstracta y geometrizante de la cerámica guaraní cede casi absolutamente ante las pautas decorativas coloniales basadas en una figuración de lejana filiación barroca. Los relieves toman formas humanas o animales. Los cántaros suelen estar decorados con pequeños rostros 130 imágenes animales, generalmente reptiles o batracios (el tema de la rana perseguida por la serpiente configura una cons-
Vasija de cerámica producida en las misiones jesuíticas para la ornamentación litúrgica. La pieza está vidriada y fue encontrada en las ruinas de Trinidad. Foto: José A. Perasso.
Nombre de la letra y justificaci贸n
Criterios para el diseĂąo de Alfabetos para tĂtulos
Las tipografías pueden expresar estados de ánimo, emociones, estilos de vida, asociarse a períodos históricos concretos o a productos y marcas conocidas. Pueden ser comprimidas, expandidas, angulosas, redondas, refinadas, simples, modernas, elegantes, agresivas y en función de los demás elementos del diseño gráfico a los que acompañen transmitirán sensaciones y mensajes muy distintos. Una buena tipografía ayuda a comunicar la imagen que deseamos en una identidad, refuerza el diseño de un folleto o un cartel, contribuye a mejorar la legibilidad de un libro y en ocasiones puede constituir el único elemento de diseño gráfico, como ocurre en muchas portadas y portadillas de libros o en algunos tipos de carteles y pancartas. Las tipografías para títulos son utilizada para resaltar, -debe atraer la atención del expectador- su principal característica es ser vistoza, distinguirse del resto de los tipos, reflejar a través de sus formas una identidad de manera a transmitir mensajes o emociones. Para la creación de un tipo de rotulación es importante mantener un buen equilibrio en relación al peso y los anchos de cada letra del alfabeto a diseñar.
Dise帽o del Alfabeto Bocetos y visualizaci贸n
Bocetos finales.
Bocetos preliminares.
Alfabeto completo sobre renglón gráfico y retícula
L谩mina final de presentaci贸n. visualizaci贸n
Diseño de alfabeto para títulos “Kambuchi”. Tamaño: 150 ptos. La tipografía Kambuchi busca reflejar visualmente a través de sus formas globulares y redondeadas la alfarería típica del Paraguay. Es una tipografía diseñada para titulares, puede ser empleada para la creación de logos que buscan una identidad en el rubro, se destacan sus formas y terminaciones inspiradas en los rasgos orgánicos más resaltantes y característicos de la artesanía en alfarería del Paraguay.
Visualizaci贸n Dise帽o Carpeta te贸rica y CD
Esquema de Presentaci贸n Carpeta Documentaci贸n Te贸rica.
Esquema de Presentaci贸n CD
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