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EDITORIAL Un pueblo indígena es un grupo humano diferenciado, que habita en espacio geográfico, posee características culturales propias y una historia común. En nuestro país, al igual que el resto del continente americano, habitan diversos pueblos indígenas, los cuales son descendientes de todas aquellas comunidades que poblaron originariamente el continente americano y constituyen un factor fundamental de nuestra identidad. Los cuales han mantenido sus formas de organización, costumbres y tradiciones e idiomas propios pese a los paradigmas establecidos en la constitución anterior donde los derechos no estaban abarcados de manera amplia en virtud a preservar las formas de organización, costumbre e identidad de los pueblos indígenas y su integración como ciudadanos Venezolanos sin embargo considerando que dentro de su jurisdicción los mismos establecen normas que regulan la vida social y política, autogobernarse, organización, orden público interno, derechos y deberes, resolución de conflictos y toma decisiones en el ámbito interno.

Según el Censo 2001 en Venezuela existen 28 grupos étnicos entre ellos los Yekuana o Maquiritare,grupo étnico de gran extensión cuya población aproximada es de y sus costumbres, tradiciones, estilo de vida prevalecen desde sus antepasados los Caribes y quienes transmiten a sus descendientes la esencia de su pueblo. Enalteciendo nuestro patrimonio indígena venezolano. Por Emylien Pinto


LOS MAYAS UNA SOCIEDAD AUTOSUSTENTABLE Los mayas fueron un pueblo sedentario que se ubicaba geográficamente en el territorio del sur de México, Guatemala y otras zonas de América Central. Constituyen el ejemplo histórico de una sociedad preindustrial, habitante de un entorno tropical que fue exitosa en el manejo apropiado de su ámbito ecológico, se consideraban una sociedad autosustentable ya que fueron capaces de producir su propia energía, alimentos, bienes, servicios, organización, cultura por lo tanto, podia valerse por sí mismas, sin depender de un mercado capitalista ni de un estado nacional, por supuesto, estos no existían en el mundo para esa época, sin embargo, las cultura Precolombina de los Mayas, fueron capaces de adelantarse en el tiempo y aplicar una serie de técnicas, sobre todo agrícolas, que los llevaron a producir cantidades en exceso de alimentos, para la alimentación diaria de sus pobladores.

Se consideró sociedades autosuficiente debido a que ofrecían lo que nos ofrecen hoy las sociedades capitalistas, e incluso más, aun, sin depender ni política, ni económica, ni culturalmente de otras instituciones externas a la propia comunidad autosuficiente. Se puede decir, que en conclusión, que los Mayas fueon una civilizacion representò una de las más grandes y perfectas culturas Precolombinas, que aunque no pudieron impedir el avance de los conquistadores españoles, lograron legarnos, una impresionante arquitectura, además de sus estructuras sociales, políticas y culturales. Sus avances los llevaron a formar unas civilizaciones, que hasta eldía de hoy, son de reconocida relevancia y valor histórico.

Por Emylien Pinto


YEKUANA ¿Quiénes son? Localizados en las riberas de los ríos Caura y Paragua y sus afluentes, en el estado Bolívar, y en las márgenes del Ventuari, Cunucunuma, Padamo y Cuntinamo y sus afluentes, en el estado Amazonas, con un total de población que en 1974 no llegaba a los 4.500 individuos. Maquiritare es una designación de los misioneros, mientras que yekuana es una autodenominación que expresa un origen común; estos indígenas creen que sus antepasados provenían de un cerro de los alrededores que tenía ese mismo nombre. Los pueblos de las cabeceras de los ríos han estado más alejados del contacto con la población criolla que los pueblos ribereños. UBICACIÓN Tienen unos treinta asentamientos en el Territorio Federal Amazonas y el Estado Bolívar concentrados a lo largo de los ríos Cuntinamo, Padamo, Cunucunuma, Ventuari, Caura, Erebato y Paragua. Además, hay un pueblo en territorio brasileño, a la orilla del río Auri. Es una región selvática. IDIOMA Pertenecen a la gran familia Caribe. VIVIENDA Tienen una casa para cada grupo local que consta de cincuenta a ochenta personas. Esa vivienda es muy importante para ellos porque está hecha en la forma en que fue creada, según piensan ellos, la primera del grupo que construyó su dios supremo, que llaman Wanadi. AGRICULTURA: Practican la tala y la quema y su cultivo más importante es la yuca amarga. Los hombres se encargan de los trabajos más rudos, como la tala de los conucos; las mujeres siembran y cosechan casi todos los cultivos. La recolección no es importante para ellos. CAZA Y PESCA: Son complementarias aunque importantes.

Por Emylien Pinto


Los Yekuana, gente de río, selva y sabana LA GEOGRAFÍA YEKUANA No se puede hablar de la geografía Yekuana sin mencionar el legendario Marawaka, un cerro de 3.840 metros de altura don-de se originaron los frutos primordiales. Así lo narra un mito que es común a otros pueblos como el Pemón, el Jiwi y el Pia-roa. Ihuruña es el territorio don-de se encuentran las cabeceras de los ríos que conforman la orografía Yekuana, allí nació el primer ser humano hecho por Wanadi, allí se han refugiado los Soto cada vez que han sido amenazados. Allí fundó su nuevo pueblo el sabio cacique Barné Yavarí cuando huyó del acoso evangelizador de las Nuevas Tribus en

los años 50 del siglo XX. En una hermosa sabana, cerca de la confluencia del Casiquiare y el Orinoco, se encuentra La Esmeralda o Mereraña, como la llamaron los Soto desde su fundación por encargo del conquistador Sola-no. Esta encrucijada es paso obligatorio de todo el que viaje hacia las tierras del Alto Orinoco. Allí, entre el Cunucunuma y el Iguapo se levanta el Duida, de 2.400 metros de altura, cerro mágico que emerge en las tierras que fueron escenario del primer encuentro — registrado históricamente— de los Yekuana con representantes del mundo occidental.


HISTORIA En 1767 llegó Don Apolinar Díaz de la Fuente con una fuerza militar para fundar la Villa Esmeralda. Lo primero que hizo fue visitar a Warema, pero éste se negó esta vez a la fundación de la villa. El jefe español, indignado ante la negativa, mandó a sus soldados a reclutar a la gente de Warema y a obligarlos a construir una docena de chozas. A este atropello se sumó la reincidencia del padre Jerez, quien esta vez catequizó a la gente por la fuerza, prohibiendo las prácticas rituales de la religión Yekuana y despreciando su cosmogonía, tal como lo hicieron las Nuevas Tribus doscientos años más tarde. En la mitología quedaron los Fadre (padres) como unos demonios bajo el mando de Fañuru (español). Por su parte el Fadre intentó erradicar la figura de Wanadi, creando el ardid de que éste había sido llevado por los Fadre a la ciudad de los españoles — Caracas o Karakaña en lengua Yekuana—, y que allí había sido crucificado y muerto, por eso ahora debían adorar a Cristo. Lo que no sabía el Fadre Jerez es que Wanadi, dios inmortal y poderoso, no podía ser vencido, aunque harto de los demonios que lo perseguían incesantemente, huyó de la tierra.

Posteriormente los demonios armados avanzaron por el río Caura invadiendo las tierras yekuana y en 1775 avanzaron por el Erebato, el Votamo y el Padamo, con la intención de establecer una ruta comercial entre La Esmeralda y Ankosturaña. En esa oportunidad construyeron 19 fuertes a lo largo de la ruta, atropellando a mansalva a sus pobladores. Cuenta la leyenda que un poderoso chamán, Mahaiwadi, organizó a su pueblo para la resistencia, logrando con su voluntad y sus poderes mágicos rechazar a los conquistadores. La victoria fue rotunda, puesto que los Fañuru nunca más intentaron invadir estas tierras. Tiempo después los Soto reconquistaron el hierro, pero esta vez por vía pacífica y de manos de los holandeses, los Hurunko, hechos también por Wanadi. La saga Yekuana relata como los Soto espiaron a sus enemigos los Caribe (Matiuhana) para descubrir la ruta del Hierro, hasta llegar a la región de Esequibo (Amenadiña), la tierra conquistada por los colonos holandeses. Una ciudad llena de riquezas que quedaba en la orilla de la Tierra. Allí empezaba Dama, el mar donde flota luminoso Motadewa, el Cielo de Wanadi.


CARACTERÍSTICAS SOCIALES, POLÍTICAS, RELIGIOSAS, ECONÓMICAS Y CULTURALES DE LOS YEKUANAS O MAQUIRITARE CARACTERISTICAS SOCIALES Es un pueblo de navegantes fluviales que se ha establecido en diferentes margenes de los ríos tributarios del Orinoco. Ocupan actualmente un territorio de cerca de 30.000 km² en los estados Bolívar y Amazonas de Venezuela y el norte de Brasil; principalmente el alto Caura, ríos Erebato y Nichare; el alto Ventuari y ríos Parú y Cuminá. Este territorio incluye el Parque Nacional Jaua- Sarisariñama. Actualmente se estima su población entre 5.000 y 10.000 habitantes, 6.523 personas en el censo de comunidades indígenas del 2001. El patrón de asentamiento característico yekuana es ribereño y disperso. Prefieren la selva a la sabana para establecer sus comunidades y conucos. La palabra yekuana simboliza el origen común del grupo: sus ancestros de acuerdo a la tradición emergieron del Yekuana Joao, cerro ubicado en las llanuras adyacentes al alto río Cuntinamo.

CARACTERISTICAS POLITICAS Tradicionalmente, los yekuana presentaban una forma de organización política descentralizada sumamente autónoma, en la cual cada comunidad contaba con la máxima autoridad del kajishama o akushana, autoridad que no trascendía los límites de la misma. Con igual ascendente en lo político, la autoridad mágico-religiosa estaba a cargo del jowai o kadeju y de la ña tamuru. Actualmente la heterogeneidad social, política y religiosa ha creado tanto nuevas relaciones entre comunidades como nuevas comunidades.


CARACTERISTICAS RELIGIOSAS La influencia de la iglesia, tanto evangélica como católica, de alguna forma los ha dividido, y ha dado lugar a la llegada de nuevos valores, perspectivas y maneras de enfrentar el porvenir. CARACTERISTICAS ECONÓMICAS Poseen una economía mixta basada en la horticultura, la caza y la pesca. Las mujeres se dedican mayormente a las labores del conuco, contando sólo la presencia masculina para la quema y el limpiado del mismo. Es conocida su experiencia como navegantes y comerciantes a través de la red fluvial de los estados que habitan. Sus curiaras y canaletes tienen mucha demanda por esas regiones. También se destacan en el campo artesanal, teniendo sus productos alta demanda tanto en el mercado nacional como internacional. Tradicionalmente, los yekuana presentaban una forma de organización política descentralizada sumamente autónoma, en la cual cada comunidad contaba con la máxima autoridad del "kajishama" o "akushana", autoridad que no trascendía los límites de la misma. Con igual ascendente en lo político, la autoridad "mágico-religiosa" estaba a cargo del "jowai" o "kadeju" y del "ña tamuru". Hoy día, la heterogeneidad social, política y religiosa ha confirmado no sólo nuevas relaciones, entre comunidades, sino también nuevas comunidades.


CARACTERISTICAS CULTURALES LA NACIÓN YEKUANA DEL ORINOCO VENEZOLANO Hace unos 30.000 o 40.000 años, antes del Neolítico y de la última glaciación, comenzaron a llegar desde el continente asiático, atravesando el estrecho de Behring y las islas del Pacífico, sucesivas oleadas de naciones que poblaron el continente americano. Según los especialistas Esteban E. y Jorge C. Mosonyi este hecho explica la cantidad y variedad de lenguas que se hablan en nuestra América, siendo nuestro mapa lingüístico el más rico y complejo del mundo: 1500 lenguas de un centenar de familias diferentes, es decir, una cuarta parte de las lenguas del planeta, se hablan aquí en América. Solamente en Venezuela podemos mencionar, al menos, 32 lenguas indígenas vivas, sin contar las variedades dialectales y las lenguas extintas. Este patrimonio lingüístico nos refleja el mapa étnico del país. En Venezuela existen dos troncos lingüísticos a los que pertenece la mayoría de los pueblos indígenas y sus respectivas lenguas, ellos son el tronco Caribe y el Arawak. Pero hay, además, una serie de familias como la Chibcha, ascendientes de los pueblos andinos, sobre todo de Colombia y Ecuador, y la Tupí-Guaraní, que cubrió en sucesivas migraciones casi todo el Brasil, extendiéndose por Bolivia, Paraguay, el Río de la Plata y las Guayanas. Se dice que el “Ñengatú” —una lengua franca que se habla en la frontera de Brasil y Venezuela, una especie de papiamento producto de la confluencia de hablantes del Arawak, el portugués y una que otra voz indígena— tiene sus raíces en el Tupí. Hay otros idiomas llamados “independientes” o “no clasificados”, por cuanto su filiación aún no está clara para los estudiosos de la lingüística; es éste el caso de las familias Guajiro, Piaroa, Puinave, Jodi, Sapé, Uruak, Yanomami y Warao. El patrón de asentamiento característico yekuana es ribereño y disperso. Como habitat prefieren la selva a la sabana para establecer sus comunidades y conucos. La palabra yekuana simboliza el origen común del grupo: sus ancestros de acuerdo a la tradición emergieron del Yekuana Joao, cerro ubicado en las llanuras u adyacentes al alto río Cuntinamo. A esta etnia también se la conoce comúnmente como maquiritare (término que no proviene de su lengua). Su idioma está clasificado como perteneciente a la familia lingüística caribe. La palabra yekuana simboliza el origen común del grupo: sus ancestros de acuerdo a la tradición emergieron del Yekuana Joao, cerro ubicado en las llanuras u adyacentes al alto río Cuntinamo. A esta etnia también se la conoce comúnmente como maquiritare (término que no proviene de su lengua). Es conocida su experiencia como navegantes y comerciantes a través de la red fluvial de los estados que habitan. Sus curiaras y canaletes tienen mucha demanda Por esas regiones. También se destacan en el campo artesanal, teniendo sus productos alta demanda tanto en el mercado nacional como internacional.

Por Emylien Pinto


Foto.: Cortesia de http://pib.socioambiental.org/es/povo/yekuana/746 Todo Yekuana puede adquirir cierta destreza ritual para controlar el poder maligno, aunque sea puntualmente. Pero el sistema ritual es dominado por especialistas dotados de poderes especiales: los jöwai (conocidos también como cadeju), cuyo privilegio es la cura de las enfermedades. Ellos poseen un poder similar a Wanadi y a sus hermanos, que fueron los primeros chamanes de la tierra. Este poder no es igual en todos los chamanes, siendo más fuerte en algunos.


COSTUMBRES YEKUANA

MUERTE

ÚTILES

Los Yekuana entierran sus muertos en fragmentos de curiara. Al ocurrir una muerte sospechosa o en caso de muertes múltiples, los Yekuana abandonan el pueblo.

Se han ido adaptando al medio ambiente y sofisticándose. La cestería es una de sus industrias tradicionales, pero la mayor especialidad que tienen es la construcción de curiaras, con las que emprendían hasta el siglo XIX largas expediciones comerciales hasta Georgetown, capital de Guyana. MATRIMONIO El sistema es matrilineal y el grupo está integrado por varias familias que giran alrededor de los padres y de sus hijas casadas. JERARQUÍA Los principales personajes son el cacique y el brujo o curandero. RITOS En tiempos anteriores, los Yekuana tenían ritos de iniciación de pubertad tanto par los varones como para las hembras. Los ritos shamánicos presentan las manifestaciones características de la mayoría de las tribus caribes: cantos invocatorios con la maraca, uso de tabaco y alucinógenos, aplicación ocasional de hierbas medicinales, succión de la materia patógena.

RESPETO A LA AUTORIDAD DE LOS ANCIANOS Los indígenas Yekuana, al igual de la mayoría de otras familias indígenas, reconocen en el anciano y en la anciana el conocimiento y la sabiduría acumulada. Es por ello que cuando unos jóvenes yekuanas deciden fabricar una curiara se encarga al suegro de la elección del árbol apropiado. Posteriormente, son los jóvenes yernos los encargados de tumbar el árbol con sus machetes y hachas. FIESTA COMUNITARIA YEKUANA Para trasladar la curiara hasta el río, se limpia el camino y se colocan palos redondos que faciliten el deslizamiento. El recorrido se transforma en una fiesta donde los yernos celebran la elaboración de una nueva embarcación para la comunidad. Finalmente la lanzan al agua. Por Juan José Martínez Barrios

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APORTES DE LOS PUEBLOS INDIGENAS EN LA FORMACIÓN DE LA SOCIEDAD VENEZOLANA (ASPECTOS SOCIOECONÓMICOS) LOS YEKUANAS Los Yekuanas por su ubicación geográfica han contribuido con la sociedad venezolana, desde el aporte del hierro, y los minerales como el oro desde la navegación, su organización social y religiosa, las cuales han dado continuidad en el tiempo. La preservación de sus lenguas y costumbres se mantienen como un legado de la autóctono de nuestros hermanos los aborígenes.

Foto: Revista Memorias de Venezuela. Fotografía: Niño Yekuana foto de Veronika Roosimaa


LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS CONTEMPLADOS EN LA CONSTITUCIÓN Y SU RELACIÓN CON LA SITUACIÓN ACTUAL DE ESTAS COMUNIDADES Con la promulgación de la Nueva Constitución se rompió el paradigma que había existido desde el siglo XIX, la cual se encontraba basada en la concepción de un solo estado, Una sola Nación, un solo Pueblo y por lo tanto, por ende una sola ley y una sola forma de administración de justicia, ahora la Nueva república se constituye como una nación Pluricultural, multilingüe y multiétnica, en función de esos principios el indígena ya más nunca será considerado un salvaje, así como un incapaz jurídico a quien se le debía ofrecer la protección a través del Estado, con el objeto de reducir su cultura y asimilarlo a la vida occidental. El proceso constituyente que vivió Venezuela durante el año 1999 sirvió para que los derechos indígenas fueran ampliamente reconocidos en la nueva constitución, la cual es la más avanzada de todo el continente americano en cuanto a la cuestión indígena. El artículo 119 establece que el Estado reconoce “la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras…” El reconocimiento Constitucional de los derechos de los Pueblos Indígenas, como derechos de carácter específico, originarios y ancestrales, representa el mandato fundamental de formular las reglas jurídicas que se traduzcan en derechos concretos, así como lo establece el Proyecto de Declaración Americana de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Al momento que se reconoce el carácter plurietnico, pluricultural y multilingüe del Estado, estamos frente a un proceso político, que expresa las aspiraciones del movimiento de los pueblos indígenas y sus reivindicaciones en materia de reconocimiento de derechos anteriores a la creación del Estado, capaz de garantizarles a los pueblos indígenas sus diversas formas de ver al mundo, coexistiendo pacíficamente, respetando sus concepciones a veces antagónicas e incluso incompatibles con los presupuestos elegidos para garantizar la convivencia. La reforma constitucional, orienta hacia la coexistencia de dos sistemas jurídicos, uno de ellos, el positivo (escrito), creado de arriba hacia abajo por el Estado y el otro, el consuetudinario (oral), elaborado de abajo hacia arriba, por los pueblos indígenas, sobre la base de los valores con los cuales se identifican. Con esta evolución, el Estado de Derecho formal dejó paso a un Estado de Derecho real, donde el principio de la igualdad jurídica reconoce de igual forma, el derecho a la diferencia cuyo sistema de administración de justicia deje de ser con respecto a los indígenas, como a menudo lo fue, un sistema de administración de la injusticia.


En el campo de los derechos humanos, la nueva Constitución, reconoce además de sus derechos y garantías como seres humanos, otras condiciones jurídicas, para compensar la desigualdad y discriminación a que fueron sometidos; con el propósito de garantizar la equidad en todos los aspectos de su vida social, se garantiza el respeto a sus valores históricos, culturales y a su especificidad, sin otra limitación que la necesidad de preservar, al mismo tiempo, la dignidad y valores fundamentales de todo ser humano, lo cual implica respeto a las tradiciones, lenguas, religión y en general, culturas de los pueblos indígenas. También se reconocen los derechos y medios necesarios para acceder, libre y dignamente a los beneficios espirituales y materiales de la civilización predominante, como el acceso a la educación intercultural bilingüe y a la lengua materna, como oficial en sus territorios. Venezuela es uno de los pocos países con poblaciones indígenas, que incluyó en su nueva Constitución Bolivariana, la mayoría de los principios básicos y fundamentales de los derechos de los pueblos indígenas, constituyéndose en el gran aliado y defensor de las culturas ancestrales, originarias y especificas, es un país con una rica diversidad sociocultural, ya que la cultura occidental desapareció sus formas primigenias de organización social. Ahora bien, las culturas indígenas, amén de productivas, son eminentemente pacificas: son anteriores al cambio social que propició el cambio tecnológico y que nos condujo a la desaforada hipertrofia del componente armamentista. El indígena no consiguió las maravillas de las que hoy nos beneficiamos todos, gracias a ninguna iluminación ni el producto de su trabajo, es fruto de la casualidad; el indígena es un experimentador incansable y metódico, como se denomina en la cultura mayoritaria, un científico. Por Elba Y. Rodil C


El indígena nos ha traído un ideal de crecimiento equilibrado y tendente a cero, unos sistemas agrarios y eficaces ecosistemas, una sana desconfianza hacia la uniformidad en la producción, una riqueza de ritmos biográficos y sociales, un criterio riguroso para eliminar la memoria de lo superfluo y un entendimiento con la naturaleza al que tanto se ha alabado que parecía repetitivo cualquier otro abundamiento. Es decir, nos ha diseñado otra modernidad, dicho sea ello sin insistir en que son sus ciencias sociales aquellas de las que se obtiene las mayores y más urgentes enseñanzas. No pueden, a esta altura del siglo, mantenerse las divisiones y los prejuicios y discriminaciones que siembran odio. El racismo social difuso, es decir, el que se transmite de manera anónima e inconsciente, por la comunicación oral, por el gesto de desprecio o por la conducta negativa, de familia en familia, de generación en generación. La mentalidad racista y discriminatoria que no termina por aparecer con las fauces de una bestia, porque recién ahora los indígenas empiezan a aparecer en su horizonte cultural. La mentalidad racista y discriminatoria viene de la conquista y la colonia, dio lugar a la creación de sociedades polarizadas y se perpetua por el sistema político, pero, sobre todo, por los valores, las costumbres, los hábitos heredados que no terminan nunca de rechazarlos. Con el reconocimiento de estos derechos originarios y específicos, la sociedad venezolana salda la deuda que mantenía con las culturas indígenas, considerándose también este avance como una actividad importante dentro de la “Celebración del II Decenio de los Pueblos Indígenas del Mundo” y un homenaje a los primeros defensores de la Patria: Guaicapuro, Tiuna, Mara, Terepaima, Chacao y Manaure entre otros. Por Elba Y. Rodil C.


CONCLUSIONES Los pueblos indígenas de Venezuela expresan día a día su voluntad de preservar sus tradiciones y culturas que los distingue de otros grupos sociales y aspiran a desarrollar nuevas pautas de convivencia social, reivindicando la ocupación de las tierras ancestrales y el vínculo sagrado que las une, ya que para ellos la relación con el ambiente y sus técnicas ancestrales son necesarias para la supervivencia física y de su cultura. Los indígenas poseen un íntimo conocimiento de su entorno biológico, son expertos manipuladores de procesos y de relaciones ecológicas, además tienden a adoptar prácticas de manejo de recursos sostenibles. Las estrategias cotidianas que aplican indican que tienen un detallado conocimiento de su ambiente, en el uso y manipulación de los recursos naturales para proveer alimento a las poblaciones humanas, sin la destrucción de la biodiversidad, práctica que ha sido mantenida a través de milenios. El conocimiento de las relaciones entre las poblaciones indígenas y el ecosistema, representa la base para una preservación natural y cultural de la biodiversidad. Esto, evidencia la corresponsabilidad del acontecer ambiental al reconocer la interconexión y dependencia recíproca de todos los elementos que hacen posible la sustentabilidad del desarrollo y la vida. Por lo que se considera importante su divulgación, reflexión y valoración como prácticas que se pueden realizar en el ámbito escolar en comunidades no indígenas, que permita incentivar a los estudiantes a valorar desde la comprensión, la situación de riesgo que viven los pueblos indígenas venezolanos, por las amenazas contra su cultura. También concienciarlos en su corresponsabilidad en la conservación ambiental a fin de producir un impacto positivo, ya que muchas de estas poblaciones indígenas habitan en territorios ancestrales llenos de mitos y prácticas productivas que les han permitido vivir en armonía ambiental y son una evidencia viva en el presente de la identidad y diversidad cultural que caracteriza a Venezuela.


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