SAURIOS Y AMPHISBAENA DEL ECUADOR Juan Pablo Reyes Puig GENERALIDADES El Suborden Sauria constituye el grupo de reptiles ecológicamente más diversificado y mejor distribuido en los ecosistemas de las distintas regiones naturales del Ecuador, ya que es posible encontrar a los llamados lagartos y lagartijas desde las cálidas aguas oceánicas de las Islas Galápagos hasta los fríos páramos de los Andes cerca de los 4000 metros de altura, pasando por representantes en las exuberantes selvas tropicales, matorrales de los valles interandinos, bosques secos y muy húmedos en el amplio gradiente altitudinal que proporciona la configuración geográfica de los Andes ecuatorianos. Un Saurio se define como un reptil Diapsido, es decir posee dos aberturas en la parte posterior del cráneo, a su vez pertenece a la Subclase de los Lepidosaurios, ya que tienen el cuerpo cubierto por escamas bien definidas y carece de placas óseas, ya que los Arcosaurios, Suborden al que pertenecen los Caimanes y Cocodrilos si las presentan. Los Lepidosaurios a su vez agrupan al Orden Squamata, con los Subordenes: Ofidia, Sauria y Amphisbaenia. Con relación a la diversidad de Saurios en el Ecuador, se han reconocido 161 especies, las cuales comprenden alrededor del 40% de los reptiles registrados para el país (Coloma 2007). Son predominantes en nuestros bosques las lagartijas pertenecientes a la antiguamente conocida Superfamilia de los Iguanidos, ahora dividida en varias familias neotropicales: Hoplocercidae, Polychrotidae, Tropiduridae e Iguanidae. Sin embargo en las tierras altas el nivel de endemismo es marcado en los Gymnophthalmidos como Pholidobolus o Riama, exclusivos de pequeñas regiones geográficas de los Andes (Kizirian 1996), dónde existe una reducción en la diversidad de Ofidios. La importancia de estos reptiles involucra niveles de equilibrio ecológico, así como arraigados elementos paisajísticos o culturales como el caso de los pacasos o iguanas en la costa, guagsas y lagartijas en la sierra y los zumbí, yantana o falsos camaleones en el oriente. Algunos de estos animales han sido tradicionalmente cazados para alimento, así como para tráfico en el comercio ilegal, mientras que la mayoría son repudiados o falsamente se les atribuye ser portadores de venenos y otras propiedades fantásticas.