Yunuent y Juan 08/10/2010
Trash t he Dress
Una esposa hermosa...
Juan Daniel: Yunuent: En este día tan especial para los dos sé que Dios no obra por casualidad, sé que sus momentos son perfectos, sé que Él trabajó con nosotros por mucho tiempo; lo que para nosotros era un tiempo prolongado de no conocer a alguien fue cuando Él estuvo trabajando en nosotros y en nuestros corazones. Y así llega el día de hoy. Y hoy te prometo amarte con el mismo amor y compromiso que me demostraron mis padres, con ese amor comprometido a Dios y preocupado por ti, por comprenderte, por entenderte, por comunicarme contigo y que tú también te comuniques conmigo. Para mí es un privilegio llamarte mi esposa porque sé que eres una bendición de Dios. Y prometo que ejerceré mi autoridad como cabeza del hogar que, como varón, Dios me ha concedido, pero no como un pretexto para denigrarte o sojuzgarte, sino como mi responsabilidad como varón para velar por ti, para preocuparme y proveerte en todo lo que Dios me pueda conceder; porque lo que Él nos dé es de los dos y hay que ser buenos administradores. Mi anhelo es que al final de los años, ya en nuestra vejez, podamos decir como el apóstol Pablo, juntos tomados de la mano: Hemos peleado la buena baztalla, hemos acabado la carrera, hemos guardado la fe como hogar. Ese es mi compromiso y te amo. Yunuent: Juan Daniel: Yo, que durante años espere este momento, hoy como sierva de Jesucristo, apartada y escogida para ser tu esposa, agradezco a El esta bendición. Jehová sea hoy testigo de mi pacto contigo: Que desde este día y hasta que Él nos permita estar juntos, te amaré, te respetaré, seré tu ayuda en todo tiempo, cuidaré siempre de ti, procuraré con diligencia que sirvamos siempre a nuestro Dios porque sé que buscamos ante todo el servirle a Él. Que el Señor nos ayude y te de sabiduría a ti para saber llevar nuestro matrimonio, dirigirnos y respetarnos. Por amor a ti no olvidaré lo que en esta noche ha salido de mis labios y procuraré cuidar siempre de ti. Te amo.
Cancún Q. Roo 08 Octubre 2010