Notas sobre lo que implica la revolución digital en las universidades lasalianas

Page 1

Lo que implica la revolución digital en las universidades lasalianas @lluisvicent

//Notas sobre la presentación La tecnología siempre ha estado afectando a la educación durante toda la historia. A veces somos tan conscientes que estamos en una revolución digital que nos parece que es la única que ha habido, y sólo falta que nos acordemos de qué supuso para la educación la invención de la imprenta. Pero sí, ahora estamos en una nueva revolución, y una nueva revolución que afecta a los canales, las metodologías, los instrumentos, los sitios, y como no puede ser de otra manera a las organizaciones, e incluso al concepto mismo de educación. Podríamos decir que la tecnología incide en la educación en tres aspectos fundamentales. Por un lado facilita el aprendizaje cognitivo. Pensemos en conceptos de la física o la química que pueden aprenderse mucho más fácilmente con la multimedia, o los simuladores de vuelo que ya son imprescindibles en cualquier academia. Los contenidos online, tienen la virtud de ser reutilizables, como los libros de toda la vida, pero con nuevas prestaciones. Por otro lado, y esto a muchos se nos escapa, la tecnología es un apoyo para el acompañamiento de los alumnos, es un asistente para el profesor. En las plataformas de formación, gracias a la inteligencia artificial, se están creando modelos que nos dan información muy relevante sobre los estudiantes, como la probabilidad de fracaso o las necesidades de refuerzo específicos, y también un conocimiento muy relevante sobre el grupo de alumnos que puede clasificarse en función de su rendimiento y capacidades, y así


poder planificar una formación muy personalizada. En un estudio que hicimos, llegamos a la conclusión, que paradójicamente, con la tecnología adecuada y profesores expertos en ella, se puede ofrecer una educación más personalizada a un mayor grupo de estudiantes. Obviamente, también sirve a la organización para observar qué está pasando en sus asignaturas. Pero además ha cambiado el concepto de comunicación. Yo cuando estudiaba llamaba por teléfono a mis compañeros para consultar dudas, hacer problemas, etc. Hoy en día la comunicación es facilísima, y desde cualquier parte del mundo. De hecho, quizá lo más impactante de la tecnología es que rompe las fronteras. El mundo en el que vivimos es totalmente conectado. Todos sabemos de los MOOC. Millones de personas estudiando en las mejores universidades del mundo gratuitamente. Estas personas vienen de todos los lugares del mundo. Clayton Christensen afirmó que en 2019 la mitad de las asignaturas de secundaria serán online. No sé si acertará, pero en todo caso, no hay duda que la irrupción de la educación online no es pasajera. ¿Y cómo afecta esto a las universidades? Pues ahora estamos viviendo un fenómeno nuevo, que es el de las redes de universidades. Redes como nosotros, y como otras órdenes religiosas, creadas por asociación. Pero también redes puramente corporativas, que bien por expansión o por adquisición, van ampliando su obra con centros universitarios en diferentes países del mundo: Laureate, Whitneys International, Kaplan, Raffles, cadenas que están instaladas en 24, 30, etc. países, y que reutilizan los recursos para ser competitivos en diferentes regiones. Los alumnos se van a matricular más y más en organizaciones internacionales. ¿Y donde quedamos nosotros? La Salle siempre ha creado obras educativas allá donde ha visto necesidad, y los hermanos habéis establecido escuelas y universidades por todo el planeta. Obviamente esto ha conducido a que, aunque con el mismo carisma, las universidades tengan una idiosincrasia diferente, y que para la gestión, o coordinación se hallan definido cinco regiones. ¿Qué pasa con la tecnología? Que ahora 3000 M de personas en el mundo usan internet, y que los jóvenes en edad universitaria pasan más de tres horas diarias de media en el mundo pegados a la pantalla o al móvil. Por tanto, pensemos que ahora las personas están metidas en un lugar etéreo, multigeográfico, sin fronteras: en internet. ¿Acaso no merecen estas personas de un proyecto educativo lasaliano? Nos lo advirtió el Hno. Álvaro Rodríguez “Tecnológicamente, nos encontramos más aislados detrás de nuestras pantallas de ordenador y otros dispositivos”. Informe del Hno. Sup. General en el 45º Capítulo general Y el Hno. Robert Schieler. Sup. Gen. FSC “¿Es qué no existen ya obras con los pobres que requieren fortalecimiento?


Pues bien, este espacio global, sin distancias, constituye intrínsecamente una nueva región, y no una región de freaks de ordenador, sino de personas. Y ya son unas cuantas las universidades que se han lanzado en ese medio: En Estados Unidos, en México, en España. Pero claro, en este canal, no funcionan las mismas reglas que en el esquema presencial. Hasta ahora, era impensable que la Universidad de Barcelona pudiera ser competencia de la de Manhattan, pero con el fenómeno online, podría pasar que los comerciales de Manhattan, París o Bogotá y la Open University compitieran por unos mismos alumnos de un determinado territorio. Si no se pone una cierta coordinación, nos podemos encontrar en una guerra por conseguir alumnos online para sostener nuestras obras educativas, que podría mermar la obra global. Y en esta guerra, sólo pueden ganar las universidades de los países con más prestigio en sus títulos. Espero que esta situación no pase. Espero que la solución que adoptemos sea la de cooperación. La Salle Open University fue creada con este ánimo, para ofrecer al resto del mundo los mejores programas de cada universidad. Si una universidad es la mejor en economía, debe sea ésta la que cree el programa de economía online, y las otras lo utilicen, evitando así la necesidad de desarrollar todo desde cero, lo que nos haría perder competitividad respecto a otras universidades privadas. Y también, para que que cada universidad se aproveche de un nuevo canal (online) para su oferta formativa. Creo en un esquema de responsabilidad social global. Los MOOC ya pueden suponer formación gratuita, pero eso sí, sin acompañamiento. Creo que debemos construir puentes para crear una gran plataforma de formación online, sea la Open University o cualquier otra, con programas que puedan llevarse online ,o que pueda replicarse en presencial en los países que se necesite, pero es necesario poner orden en todo esto. Las redes de universidades internacionales lo están haciendo. La industria de la formación online está muy madura en Estados Unidos, Europa y Japón, pero podemos ver que donde la expectativa de crecimiento es enorme es en Latinoamérica, África, Asia oriental, y Europa del Este. La industria irá hacia ahí. Debemos pensar hacia donde iremos nosotros, ¿tendemos puentes hacia nuevos lugares? ¿Involucramos a nuestros alumnos para que trabajen y conecten con estudiantes de esos nuevos lugares? Yo me he permitido una licencia que espero no consideren herejía, y más después del fantástico regalo que nos han preparado el Hno. Carlos, Giovanni, … pero si nuestro Fundador, utilizó el francés con sus alumnos e inventó la clase grupal, no les parece que hoy en día no estaría conectado a internet. Afotunadamente, algunos puentes ya están construidos: el programa de liderazgo en Roma, el programa internacional de liderazgo de estudiantes, el Congreso de Investigación. Gracias a internet creamos el postgrado en Estudios Lasalianos, que ahora será Máster Oficial, junto con el hno Diego Muñoz de Roma, el fórum virtual sobre el profesorado lasaliano con más de 300 personas inscritas, el doctorado con directores de tesis y alumnos de todo el mundo,


y en cualquier temática. Con satisfacción podemos decir que hemos acabado el primer programa interuniversitario en La Salle, y que ha sido un éxito. 8 universidades de 7 países han creado un programa conjunto online de 3 meses de duración que ha arrojado los primeros 34 titulados, alumnos de todos los países, que han estudiado en grupos de trabajo internacionales y formados por profesores de todas las universidades. Y que ha sido sostenible económicamente. Es un proyecto de cooperación, donde no va una universidad a captar a alumnos a otro país, sino, que le dice al rector, ¿vamos juntos en este proyecto? Para acabar, me gustaría volver a citar al Hno. Álvaro R. E. “Utilizamos la expresión “juntos y por asociación” como lema lasaliano. Sin embargo, pareciera que estamos mucho mejor “juntos (comunidades locales) que por “asociación” … “Incluso algunos Distritos, parecen más interesados en la independencia que en la interdependencia” Creo que no podemos demorarnos más en pensar como comunidad universitaria realmente global. Twitter: @lluisvicent Google+: Lluís Vicent Safont


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.