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Agosto 2019
Un diagnóstico sin salud
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no de las principales notas que se mencionó durante el mes de julio, fue la declaración por parte del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Ma- Por Emilio A. Alcalá nuel López Obra- Granados dor, sobre el déficit CATEDRÁTICO de más de 100 mil médicos en el país. l presidente dio como dato que en la nación sólo hay 270 mil 600 médicos generales cuando debería contar con 393 mil 600 para cumplir con la norma internacional, es decir, hay un déficit de 123 mil médicos en el país. En palabras del mandatario esto se deriva de la falta de lugares en la UNAM para esta carrera. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), recomienda a cada país tener como mínimo, tres médicos por cada 1,000 habitantes. En la base de datos de esta organización encontramos que en el 2017 la tasa de México era de 2.43, distante de lo sugerido por la OCDE y de naciones del primer mundo
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que incluso superan la regla como Francia (3.16), Alemania (4.25) e Italia (3.99). Es importante mencionar que naciones poderosas como Estados Unidos de América y Japón no cumplen con lo recomendado por la institución internacional, ya que su tasa de médicos por mil personas es de 2.61 y 2.43 (en el 2016) respectivamente. Sin embargo, los expertos de estos países concluyen que las causas de su déficit de doctores derivan del envejecimiento de su población y que los estudiantes de medicina deciden no ejercer su profesión al encontrar otras formas de enriquecerse sin tener un trabajo tan demandante. De este modo culpar solamente a la falta de lugares de una universidad como la causa del déficit de doctores sería tratar de tapar el sol con un solo de. Se deben considerar problemas que enfrentan países que a pesar de tener varias de las mejores escuelas de medicina y capacidad para formar médicos altamente capacitados no logran cumplir el número deseado y estiman que sus problemas de falta de doctores pueden empeorar para el año 2025. Una de las razones de la falta de médicos que comparten México, Japón y Estados Unidos es el abandono por parte de los doctores de la zona rural, ya que los médicos tienden a concentrarse en las grandes ciu-
El olor a corrupción
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esde que Gas Ntural recibió la concesión para distribuir el gas en varias entidades comenzaron las denuncias sobre irregularidades en los cobros, pero los usuarios nada pudieron hacer porque la misma reglamentación los ata de manos para cambiar a otra compañía. Más que la concesión, los españoles recibieron el monopolio en las Francisco Zúñiga E. zonas donde repartirían el energétiEDITORIAL co, pues les dieron la mayor parte de un área con una red de distribución que ya existía desde que la Comisión Federal de Electricidad se hacía cargo del servicio. En el caso de Monterrey es evidente que en 22 años no ha existido voluntad de la empresa, ahora Naturgy, para brindar un servicio de calidad a un costo razonable. Los recibos están llenos de cobros por conceptos no autorizados e incluso ajustes de un peso, innecesarios pero que si se les aplica a 1.7 millones de usarios, representa 1.7 millones de pesos que se embolsarían sin problema, dado que
dades y evitan radicar en las zonas alejadas del área urbana. Por ejemplo, en la ciudad de México y estados como Nuevo León existen al menos 1 doctor para cada mil habitantes, en cambio en entidades como Chiapas ni siquiera existe 1 doctor por millar de personas. Además, existen indicadores que ayudan a entender más claramente la crítica situación que vive nuestro país en el sector salud como lo son las camas de hospitales (CH) y el número de enfermeras por cada mil habitantes. Pues según los datos de la OCDE, México vive una situación donde existen 1.32 CH y 2.9 enfermeras por cada 1000 personas. En estas estadísticas, nuestro país se mantiene muy distante de la nación nipona, con 13.05 camas de hospitales y 12 enfermeras, así como de nuestro vecino del norte, 2.77 CH y 11.74 enfermeras. En conclusión, el problema de salud en México se tiene que ver como un todo, analizando todas las causas actuales (falta de médicos, enfermeras, infraestructura) y futuras, pues próximamente nuestro país también enfrentará un envejecimiento de la población o, como ya sucede, los jóvenes preferirán vivir de algo que no les demande tanto tiempo como ser doctor. Estos futuros problemas mencionados no se solucionarán del todo con más lugares en una universidad, pues como dijo el gran Mahatma Gandhi “La salud es la riqueza real y no piezas de oro y plata”. E
nadie va a reclamar un peso. El costo de quejarse excede con mucho el monto de la pérdida. Todo parece estar planeado para sacarle dinero a los usuarios. El último procedimiento fue cerrar las oficinas, hacer que todos se quejan por internet, lo que creó una confusión tal que mucha gente se retrasó en el pago y eso generó a la empresa un jugoso ingreso por reconexión, la cual, por cierto no tuvo costo, porque nunca cortaron el servicio. En otro país ya hubiera intervenido una autoridad, habría demandas y seguramente le habrían quitado la concesión. En México, todo esto puede pasar sin problemas, como si alguien poderoso hubiera les hubiera dado su bendición o como si el reparto de ganancias alcanzará a otros círculos de poder, que les permiten robar impunemente. Tal vez sólo son errores de la empresa, pero le dejan pingües ganancias y afectan el bolsillo de los usuarios, que no pueden cambiarse de compañía porque la misma ley se los impide. Existe una Compañía Mexicana de gas cuyos costos son mucho más baratos, pero no pueden entrar en las mismas colonias, y por tanto, la mayoría de los regiomontanos está condenado a pagar gas caro. El problema no es sólo de Monterrey, sino nacional. Ojalá la Cuartra Transformación se acuerde de arreglarlo, porque tantas irregularidades terminan por oler no a gas, sino a corrupción. E