Buzones para beb\u00E9s

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Buzonespara Bebés

Causan polémica en el mundo

El recién nacido estaba destinado a

morir. Su madre, una adolescente que había ocultado el embarazo, no lo quería y pensó en abandonarlo en algún solitario, en la basura, o en la banca de un parque, donde las inclemencias del tiempo seguramente habrían acabado con él.

Pero recordó que en alguna parte había escuchado que las estaciones de bomberos tenían buzones para bebés, y decidió darle una oportunidad al pequeño, después de todo era tan hermoso a pesar de sus arrugas natales.

El final de la historia es que la chica abandonó al bebé, pero luego, arrepentida, volvió a buscarlo días después. Hoy, madre e hijo viven una vida normal.

Todo esto se logró gracias a la existencia de Baby Box, o buzones par a bebés que varios países europeos instalaron para que madres desesperadas abandonen a sus hijos recién nacidos en un lugar donde los bebés

En países de Europa y Asia han recibido recién nacidos abandonados durante 20 años. Ahora, en Estados Unidos, su instalación causa controversia.

no corran peligro.

La medida recientemente fue adoptada en algunas ciudades de Estados Unidos, en estaciones de bomberos donde los buzones y cuentan con calefacción y una alarma que notifica la presencia de un bebé que ha sido abandonado. Con esta iniciativa se busca reducir el número de bebés abandonados en sitios inseguros.

Marzo 2019

Tres estados -Indiana, Ohio y Pensilvania- ya lo tienen, y se espera que en Nueva Jersey se apruebe pronto una ley que los autorice.

La organización “Safe Heaven Baby Boxes” los ha instalado en diferentes partes del país para poder depositar a los recién nacidos que no son deseados por sus padres, con el objetivo de evitar las muertes provocadas por el abandono de bebés en las calles.

La fundadora de la organización es Mónica Kelsey, quien fue abandonada por sus progenitores al nacer, sabe que es un problema grave. Por eso, cuando supo que sus papás la habían dejado a su suerte, se dedicó a buscar la manera para que los bebés no deseados puedan permanecer en un lugar seguro sin que peligren sus vidas.

Legalmente, los Estados Unidos permiten que una madre deje a sus hijos en los llamados “Refugios Seguros”, pero la ley obliga a los padres a identificarse.

Desgraciadamente en la mayoría de los casos, las madres son mujeres jóvenes, abandonadas o solas, que dan a luz sin que nadie se entere. Se les conjuga el sentimiento de vergüenza y culpa por dejar a los bebés.

La estrategia no es nueva, pues en países europeos y en Japón se cuenta con ellos desde hace unos 19 años.

Sin embargo una práctica similar se aplicó desde la Edad Media, cuando fueron conocidos como “Expósitos con ruedas”, y básicamente eran barriles cilíndricos que se colocaban al lado de hospitales, iglesias y orfanatos. Los recién nacidos dependían para sobrevivir de un buen clima y el rápido conocimiento de los encargados de esos lugares.

En los últimos 20 años han reaparecido. cuando la gran cantidad de bebés recién nacidos en las calles obligó a las autoridades a buscar una solución, y así países como Austria, Suiza, Polonia, Hungría, República Checa, Rusia, Italia, Alemania, en Europa, y Japón, Pakistán, Corea del Sur y Malasia en Asia, crearon estos buzones incubadora llamados baby box, en donde madres que no quieren conservar a sus recién nacidos los pueden ir a dejar.

Los buzones permiten abandonar a los bebés de forma anónima en un lugar seguro y una vez depositados ahí, se sellan y sólo pueden ser abiertos por personal médico, que a su vez tiene la obligación de informar a las autoridades.

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Mónica Kelsey inició la campaña en los Estados Unidos cuando se enteró que ella había sido abandonada por sus padres al nacer.

El primer buzón empezó a funcionar en abril de 2000 en Hamburgo, Alemania, administrado por la asociación SterniPark. En ese entonces, decenas de bebés eran abandonados en la calle o en botes de basura.

Hasta 2015 tan sólo esta organización había recibido a 48 menores, y de estos, 16 fueron devueltos a sus madres, cuando éstas, arrepentidas, volvieron por sus hijos.

“Hemos logrado nuestro objetivo. Desde hace años en Hamburgo la policía no debe salir a rescatar bebés muertos”, subrayó en un comunicado Leila Moysich, la directora de esta organización.

La medida no le gusta a todos, pues su efectividad es cuestionable. El centro de investigación de Dinamarca, Vive, trató de buscar información en los países europeos en los que se ha aprobado su uso, pero no pudo encontrar estadísticas sobre el impacto que tuvo en el número de bebés encontrados muertos a la intemperie.

“En Alemania, donde los buzones están desde el año 2000, no hay registro”, explicó Marie Jakobsen, jefa de análisis de Vive, en un artículo publicado en el Copenhaguen Post. Pero para Safe Haven Baby Boxes, las pruebas aparecen con el uso y resaltan que desde 2016 en los Estados Unidos ya han sido utilizados en tres ocasiones. En todas ellas, dicen, es probable que el bebé no hubiese sobrevivido. No a todos convence Si bien los buzones no son del agrado de todos, no pueden negar que es una manera de salvar una vida.

La Iglesia Católica, organizaciones civiles y algunos gobiernos han criticado fuertemente la mediad porque consideran fomenta la irresponsabilidad de los padres, que de esa manera tienen una salida fácil, y advierten que la medida atenta contra el derecho que todo niño tiene a una identidad y a conocer sus orígenes.

Puede ser cierto, pero los baby box han salvado vidas. En Rusia 20 bebés son colocados cada mes en ellos, y desde que programa opera en ese país, 42 de esos niños han sido adoptados y ocho han podido reunirse con sus familias originales, seis con sus madres y otros dos con sus abuelas.

Para regresar a los bebés se requiere un análisis genético y comprobar que la familia está en condiciones de hacerse cargo.

Luego de cinco años de operar estos buzones, El Comité para Familia, Mujeres y Niños de la Duma o Cámara de Diputados envió una iniciativa para prohibir esta práctica,

con el argumento de estimulan el rechazo a los recién nacidos.

En Alemania, por ejemplo, hay una ley que permite a las mujeres realizar partos anónimos en hospitales sin consecuencias penales, y dejar a los bebés para que sean puestos en adopción.

En México no existe una estadística confiable para saber cuántos niños son abandonados en las calles, pero sí hay una certeza de que el embarazo en adolescentes ha crecido tanto que hoy nuestro país ocupa el primer lugar entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad.

Datos de la Organización Mundial de la Salud, indican que 16 millones de mujeres entre 15 y 19 años, y aproximadamente un millón de niñas menores de 15, dan a luz cada año.

Otro dato preocupante es el aportado recientemente durante el Encuentro Intersectorial para elaborar una Agenda de Prioridades Para Poner Fin a la Violencia contra Niñas, Niños y Adolescentes, donde se dio a conocer que en México diariamente son asesinados 3 niños y bebés, cifra que aunque es menor a la de 2010, donde eran 4 diarios, sigue siendo alarmante.

Los buzones en EU

En los Estados Unidos recientemente se colocaron Buzones para Bebés en varias ciudades, lo que ha levantado mucha polémica. En Indiana fue el primer estado donde adoptaron la medida.

Son más complejos de lo que parecen a primera vista, pues no son solamente una caja, sino que están dotados con reguladores de temperaturas y sensores, de modo que cuando alguien deja ahí un bebé, se activa una alarma silenciosa que alerta a los servicios de emergencia, para que en un lapso de 5 minutos el pequeño sea rescatado.

Para Priscilla Pruitt, actualmente presidenta de Safe Haven Baby Boxes, “es un último recurso”, y busca combatir el infanticidio que ocurre en todo el país.

Heidi Kaiser, quien dirige el proyecto de buzones para bebés en Hamburgo, Alemania, donde diversas organizaciones han colocado un centenar de Baby Box, asume que la idea es un mal menor, pues reconoce que la entrega anónima no es el mejor inicio para la vida de un niño, pero sostiene que “no es ningún argumento para oponerse a un instrumento que salva vidas, sino una exigencia para esforzarse en contactar con las madres y que los niños puedan conocer sus raíces”. E