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El colorido del Mes\u00F3n Estrella

6Marzo 2019

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Mesón Estrella

Un lugar de colorido, tradición y sabor

Por Gustavo Mendoza Lemus ENFASIS

Ubicado en el corazón de Monterrey, ofrece todo lo que se necesita para cocinar en casa... o en el más elegante restaurante

Si usted está buscando un ingrediente, por más raro o tradicional que pueda ser, seguramente es posible encontrarlo en el Mesón Estrella. El mercado centenario, ubicado en el corazón de Monterrey, ofrece toda clase de insumos relacionados con los alimentos, y es un punto de referencia para los regiomontanos e, incluso, para los chefs de la ciudad.

Llegar al famoso mercado, ubicado en el cuadrante comprendido entre Juan Méndez, Aramberri, Colegio Civil y Ruperto Martínez, no es nada fácil debido al tráfico y el mal estado de las calles, pero ya estando ahí la visita se vuelve una grata experiencia. Como establecimiento tiene “más de 75 años”, menciona Antonio Román Pereira, coordinador general de los comerciantes establecidos del Mesón Estrella. Sin embargo, desde principios del siglo XX ya se distribuían alimentos de los pueblos cercanos en dicho lugar. “Llegaban en carretas” El Mesón Estrella colinda a unos cientos de metros de otro espacio emblemático, como lo es el Mercado Juárez, éste último desde 1907, cuando inició su construcción, a decir del historiador Eduardo Cázares Puente.

La zona era poco habitada, pues los amplios

terrenos eran utilizados por caravanas de cirqueros y para instalar las ferias, lo que dió lugar a la creación de estancias o “mesones” para la recepción de los viajeros. “Se dice que aquí antes era un mesón donde llegaba la gente de los ranchos a ofrecer sus mercancías, llegando en caballos o carretas”, relata Antonio Román Pereira, con más de 30 años de venta de frutas, verduras y especies en su local sobre la calle Ruperto Martínez.

Como tal, el Mesón fue inaugurado en 1932 por un grupo de comerciantes, y se estableció como un punto de venta para toda clase de alimentos y artículos regionales. El espacio ha tenido diversas modificaciones y cierres parciales, como un incendio que afectó a los locatarios hace 20 años.

Fresco y barato

“¡Lleve la mandarina de temporada para que no le de influenza!”, grita un vendedor ante los frutos de un naranja rebosante. “¡Tome guayaba, es perfecta para la mujer que amamanta¡”, indica un rótulo en otro negocio.

En el Mesón Estrella hay de todo: chile de piquín traído “desde el merito monte”, orégano de Higueras, ristras de ajo que viajan desde Doctor Arroyo o miel pura de abeja de Allende. Pero también hay toda clase de hierbas curativas, venta de quesos traídos desde alguna rancherías, morcilla “recién hecha” o diversas clases de pescados “de Tamaulipas”.

“Hay una diferencia muy grande en cuestión de precios, te podría decir que hasta del 50 por ciento con respectos a los súper mercados”, apunta Román Pereira.

El Mesón no es solo un punto para la venta de productos regionales, sino que también es referencia para los artesanos de Puebla o Michoacán que llegan a vender sus artesanías en hoja de palma antes de Semana Santa, o al comercializar la flor de cempasúchil para noviembre. Proyectos frustrados A pesar de ser un referente histórico para el centro de Monterrey, la zona que com-

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Las amas de casa acuden al Mesón Estrella porque encuentran fruta y verdura fresca y a un mejor precio que en los supermercados.

prende el cuadro entre las avenidas Cuauhtémoc y Juárez, sobre Aramberri y Ruperto Martínez, carece de toda atención municipal y gubernamental.

Calles con múltiples baches, fisuras del drenaje o agua estancada, banquetas en mal estado o muy angostas, además de otros problemas como la proliferación de giros negros. Por si fuera poco, el tráfico ocasionado por las múltiples rutas de transporte público hacen aún más difícil el acceso y el tránsito de las personas.

Antonio Román Pereira refiere cómo han existido intentos por mejorar la zona. Relata un proyecto de mejoras con el ex gobernador Sócrates Rizzo, que pretendía crear una plaza frente a los templos de Dolores y Perpetuo Socorro, dos joyas del arte sacro de Nuevo León. “Los templos son muy importantes, los dos son una belleza, pero se han ido ahogando con tanto negocio.

Antes querían hacer una plaza frente a las iglesias pero no se llegó a un acuerdo”, señala.

En 2017, estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) emprendieron un proyecto para identificar las necesidades del Mesón Estrella con la posibilidad de una restauración, indicó el comerciante.

“Nosotros le dijimos a ellos (la UANL) que quisiéramos que se hiciera el proyecto, este lugar sigue siendo fundamental para la clase media, o incluso clase alta. Hace días vino un chef de la Ciudad de México, que vino a visitar y se llevó varias cosas”, comenta Román Pereira.

“Hay garantía de encontrar productos frescos y nuevos”

Pocos lugares en Monterrey mantienen intacta su condición popular, donde sea posible comprar un queso fresco de rancho o el mejor orégano del mundo, como lo es el Mesón Estrella.

Desde 1932 en el popular mercado se encuentra toda clase de productos como especies, frutas, verduras, lácteos, carnes y pescados, los cuales son adquiridos por clientes de todas clases sociales y hasta profesionales de la alta cocina.

A pesar de las condiciones de difícil acceso como son sus calles con grandes baches, sus estrechas banquetas y el incesante tráfico, es una garantía encontrar producto fresco para toda clase de alimentos.

“Yo prefiero ir a estos mercados, como el Mesón, porque sé que encuentro el producto fresco y recién llegado de los invernaderos

o donde los cultiven. Son espacios donde sigue acudiendo mucha gente”, reconoce la escritora e investigadora Leticia Leal Garza. Autora del libro Mi cocina. Aromas y sabores.

Bueno, bonito y sobre todo barato es lo que se puede hallar en el Mesón Estrella

Leal Garza recuerda que Monterrey cuenta con una tradición de mercados como fue Colón, o El Parián, el Juárez, el Del Norte y el Mesón Estrella, hasta donde llegan productos frescos de diversos puntos del estado.

También se ha vuelto un referente para el comercio de artesanías provenientes de Puebla, con los ramos y cruces en hoja de palma previo a las festividades de Semana Santa; o bien, con la venta de la flor de cempasúchil en los días previos al 2 de noviembre.

En opinión del chef Adrián Herrera, investigador de la cocina norestense, los mercados del centro de Monterrey son lugares que nacen como una “expresión directa del pueblo”, los cuales deben ser preservados. “No lo puedes modificar, es lo que es, son de ese tipo de lugares que no están planeados y que se hicieron bien chileros, es una expresión directa del pueblo”, apunta el propietario de la Fonda San Francisco.

Al estar cerca de espacios como la Basílica de El Roble, la Alameda Mariano Escobedo y el propio Mercado Juárez, para Adrián Herrera, el Mesón Estrella representa a los lugares en Monterrey que poseen un valor intrínseco que debe permanecer. “Todos esos lugares, en cuanto son lugares populares, son importantes porque poseen un valor intrínseco, que debe reconocerse y mantenerse”, resalta el también escritor. E

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