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Marzo 2019
Mesón Estrella
Un lugar de colorido, tradición y sabor
S
i usted está buscando un ingrediente, por más raro o tradicional que pueda ser, seguramente es posible encontrarlo en el Mesón Estrella. El mercado centenario, ubicado en el corazón de Monterrey, ofrece toda clase de insumos relacionados con los alimentos, y es un punto de referencia para los regiomontanos e, incluso, para los chefs de la ciudad. Llegar al famoso mercado, ubicado en el cuadrante comprendido entre Juan Méndez, Aramberri, Colegio Civil y Ruperto Martínez, no es nada fácil debido al tráfico y el mal estado de las calles, pero ya estando ahí la visita se vuelve una grata experiencia. Como establecimiento tiene “más de 75 años”, menciona Antonio Román Pereira, coordinador general de los comerciantes establecidos del Mesón Estrella. Sin embargo, desde principios del siglo XX ya se distribuían alimentos de los pueblos cercanos en dicho lugar. “Llegaban en carretas” El Mesón Estrella colinda a unos cientos de metros de otro espacio emblemático, como lo es el Mercado Juárez, éste último desde 1907, cuando inició su construcción, a decir del historiador Eduardo Cázares Puente. La zona era poco habitada, pues los am-
Por Gustavo Mendoza Lemus ENFASIS
Ubicado en el corazón de Monterrey, ofrece todo lo que se necesita para cocinar en casa... o en el más elegante restaurante plios terrenos eran utilizados por caravanas de cirqueros y para instalar las ferias, lo que dió lugar a la creación de estancias o “mesones” para la recepción de los viajeros. “Se dice que aquí antes era un mesón donde llegaba la gente de los ranchos a ofrecer sus mercancías, llegando en caballos o carretas”, relata Antonio Román Pereira, con más de 30 años de venta de frutas, verduras y especies en su local sobre la calle Ruperto Martínez. Como tal, el Mesón fue inaugurado en 1932 por un grupo de comerciantes, y se estableció como un punto de venta para toda clase de alimentos y artículos regionales. El espacio ha tenido diversas modificaciones y cierres parciales, como un incendio que afectó a los locatarios hace 20 años.
Fresco y barato “¡Lleve la mandarina de temporada para que no le de influenza!”, grita un vendedor ante los frutos de un naranja rebosante. “¡Tome guayaba, es perfecta para la mujer que amamanta¡”, indica un rótulo en otro negocio. En el Mesón Estrella hay de todo: chile de piquín traído “desde el merito monte”, orégano de Higueras, ristras de ajo que viajan desde Doctor Arroyo o miel pura de abeja de Allende. Pero también hay toda clase de hierbas curativas, venta de quesos traídos desde alguna rancherías, morcilla “recién hecha” o diversas clases de pescados “de Tamaulipas”. “Hay una diferencia muy grande en cuestión de precios, te podría decir que hasta del 50 por ciento con respectos a los súper mercados”, apunta Román Pereira. El Mesón no es solo un punto para la venta de productos regionales, sino que también es referencia para los artesanos de Puebla o Michoacán que llegan a vender sus artesanías en hoja de palma antes de Semana Santa, o al comercializar la flor de cempasúchil para noviembre. Proyectos frustrados A pesar de ser un referente histórico para el centro de Monterrey, la zona que com-