Enfasis Monterrey Mayo 2019

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ualquier nuevoleonés que requiere ser hospitalizado puede pasar días esperando antes de que le asignen una cama en algún hospital público. No es una historia exclusiva del Instituto Mexicano del Seguro Social. La viven también los empleados federales en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), los maestros en sus propios clínicas, y la gente de bajos recursos económicos que acude a los hospitales del Estado. Se vive una crisis hospitalaria, con apenas poco más de 2 mil camas para 5.2 millones de personas que habitan Nuevo León, es decir una cama para cada 26 mil personas, aproximadamente. A menos que el paciente tenga un seguro de gastos médicos mayores o suficiente poder adquisitivo para pagar un hospital privado, no le queda más opción que esperar a que su ingreso llegue antes que la muerte. Se esperaba que para el 2017 estuvieran listos tres hospitales nuevos que vendrían a incrementar la oferta hospitalaria, sobre todo en el sur y el norte de la entidad, pero la falta de recursos en el estado ha alargado los periodos de construcción, lo que encarece costos y convierte el proceso en un círculo vicioso. Entre más tiempo se retrase, más cuesta y menos se puede pagar. En 2015, durante la administración estatal de Rodrigo Medina de la Cruz se inició la construcción de tres nosocomios: el Hospital de Alta Especialidad y Medicina Avanzada (HAEMA) que pertenece al Hospital Universitario, y atendería a cerca de 7 millones de personas de Tamaulipas, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí además de Nuevo León. Con 100 camas que aportaría, está planeado para ofrecer servicios de cardiología, cardiocirugía, neurología, neurocirugía, radiocirugía conformacional, terapéutica oncológica, endoscopia terapéutica, trasplantes de órganos y tejidos, cultivo de tejidos, terapia celular, fármaco-genética, nanotecnología médica, cirugía robótica, fertilización asistida y cirugía fetal. La construcción inició en 2012 y debió terminarse en 2015, pero aún no se termina, aunque ya funciona en un 85 o 90 por ciento. El segundo nosocomio es el Hospital General de Montemorelos, planeado para atender a más de 246 mil personas de la zona sur del Estado, con 90 camas, cuatro

Mayo 2019

Vive Nuevo León crisis hospitalaria

Por Francisco Zúñiga Esquivel ENFASIS

Vive el Estado un triste panorama en infraestructura hospitalaria: el IMSS está saturado, las clínicas de maestros en desabasto, y el ISSSTE quebrado. Y las tres clínicas que el Gobierno debió terminar hace 4 años, siguen inconclusas. quirófanos y 20 consultorios. Tendría especialistas en Pediatría, Cirugía, Obstetricia y Medicina Interna El tercer proyecto era el hospital de Sabinas Hidalgo, que brindaría servicio a 200

mil habitantes del norte del estado, y contaría con 60 camas, tres quirófanos y 33 consultorios, con especialidades de pediatría, neonatología y ginecología y obstetricia. En esa ocasión, el entonces Secretario de Salud en el Estado, Jesús Zacarías Villarreal anunció que con esto esperaban que Nuevo León llegará al estándar mundial de una cama de hospital por cada mil personas. La realidad es que siete años después, los tres hospitales están inconclusos y al menos en el de Sabinas Hidalgo y Montemorelos, no se sabe cuándo comenzarán a dar servicio. En octubre del 2018, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón, anunció que le habían llegado recursos para continuar la construcción de los nosocomios y que incluso utilizarían recursos del Fondo Metropolitano de Desarrollo para canalizarlos. Prometió que para el 2018 estarían terminados. Sin embargo es evidente que la obra sigue lenta o casi suspendida en Sabinas Hi-


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