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Competitividad en el mercado farmacéutico Llevar un control eficiente de un producto farmacéutico en un almacén no es fácil. Para Pfizer el principal reto es mantener la cadena de frío del medicamento desde que lo recibe hasta que lo distribuye. Aunado a ello, la compañía busca cumplir con órdenes completas y perfectas, así como ser competitivo en un mercado como el genérico, donde cada vez se compite más en costos. u Por Redacción Énfasis Logística México (Rosa María Salas Ascención). El centro de distribución de Pfizer —localizado en Toluca, México, y que está en operaciones desde octubre de 2005— enfrenta nuevos retos para mantener en óptimas condiciones el producto farmacéutico. Desde este centro de distribución, el cual es el único de la empresa a nivel nacional que atiende todo el proceso de la entrega al cliente final, realizan principalmente la distribución a los mayoristas y hacen muy pocos envíos al cliente directo. La infraestructura cuenta con una superficie de 10.350 metros cuadrados y está dividida en áreas de recepción, almacenamiento, proceso de surtido y empaque, cámaras refrigeradas, aseguramiento de calidad, embarques, exportaciones y el área de servicio al cliente. El área de recepción abastece y da servicio a dos segmentos: uno de ellos es la planta de manufactura, a donde se mandan todas las órdenes de producción del producto terminado, el material de empaque, materia prima, producto semiterminado que se recibe en el almacén; y el otro segmento es la distribución.
Tecnología y procesos para un operación compleja Una vez que se recibe el producto terminado de la planta o cuando llega producto de importación, se almacena en el área de alta estiba, la cual tiene capacidad de 16.200 tarimas y cuenta con seis pasillos, 15 posiciones de altura, tarima estándar de 1.50, largo 120 metros por 27 de ancho y 30 metros de altura. Este edificio autosoportado no tiene presencia humana y mantiene una
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temperatura de entre 15 y 25 grados, y humedad entre 35 y 65%. “Nuestras tarimas tienen un control fitosanitario libre de plagas, es decir, cuando llega el producto se hace un cambio de tarimas, la mercancía puede llegar en una tarima de importación, a granel o en la caja a pie de camión, por lo que con la herramienta Six Sigma hacemos el traspaleo de ese producto a nuestras tarimas y metemos el producto a la alta estiba”, apuntó Miguel Peñaloza Caudillo, Gerente de Operaciones de Distribución de Pfizer. Otras de las áreas es la de full box o surtido de caja completa donde se surten cajas originales a los clientes de Pfizer, se manejan con racks selectivos y utilizan montacargas con radiofrecuencia. También cuentan con una sub área de surtido por pieza donde se maneja el sistema pick to light con cajas medianas y chicas que se arman, se ponen vacías sobre la banda, la etiquetadora las “bautiza”, se coloca la orden con cliente y destino y código de barras. Cuando está lista se mete a la banda con ocho estaciones de surtido y, una vez que se surte todo, se abre la caja y se contabiliza para comprobar que la mercancía vaya al 100%. En el área de embarque se acumula la parte que se surtió por pieza o cajas completas; aquí a través de un sorter, vía sensor, se identifica la etiqueta que trae la caja, se clasifica en diferentes bajadas, se acumula, se consolida y, por último, se manda la carga. Además de las áreas anteriores, se cuenta también con departamentos de facturación, producto terminado, revisión de inventarios, conteos cíclicos, entre otras, que sirven de soporte a la operación. Para este año, Pfizer tiene contemplado hacer una actualización de su sistema WMS, lo cual le va a permitir un mejor control y mayor flexibilidad en el surtido de órdenes; “hoy en día el mercado te pide surtir menos porque quieren menos stock en el punto de venta, quieren un proceso de reabasto ágil y no tanto tener un inventario de meses, el WMS te ayuda a tener un almacenamiento más eficiente, a disminuir el tiempo y recorrido, a ser más flexible y a hacer procesos más automatizados y trazables para que puedas entregar a tiempo a los clientes”, detalló Peñaloza Caudillo.
Profesionalismo para asegurar la calidad Pfizer distribuye las vacunas en dos tipos de empaque, mediante el empaque activo y el empaque pasivo. El empaque activo funciona con un camión refrigerado que tiene las temperaturas y las condiciones adecuadas; mientras que el empaque pasivo requiere de neveras con placas o geles a menos de 22º para que mantenga la temperatura, independientemente de que vaya en un vehículo a temperatura ambiente, garantiza ciertas horas el mantenimiento de la temperatura interna. “Para el empaque pasivo debes tener una fuerte cultura y muchos protocolos de validación de tren que son congeladores, cámaras ante cámaras para que —junto con el material del empaque— garantices y hagas pruebas en campo, protocolos de instalación, de operación y de desempeño simulando las condiciones más extremas, de esta manera garantizas el buen funcionamiento. Desde que la vacuna llega al centro de distribución se descarga, se monitorea para ver si estuvo fuera del rango de temperatura y se coloca en refrigeración, no puede estar más de cinco 10 minutos en el andén”, especificó Peñaloza.
Desafíos de un mercado más exigente Ante el crecimiento del mercado de medicamentos genéricos —los cuales se rigen por el volumen y la presencia, y no tanto por la marca, la calidad o la patente en sí— Pfizer enfrenta el reto de ser más competitivo en su distribución y en el justo a tiempo en el punto de venta, por lo que ha tenido que buscar sinergias logísticas para abatir costos y para que sus marcas compitan en calidad, precio y se posicionen en el mercado. Además de eso, Pfizer busca mostrar al cliente el valor agregado que tiene como empresa farmacéutica en la distribución de sus productos. Este centro de distribución de Toluca maneja alrededor de mil órdenes al mes de producto de la línea humana y alrededor de 450 órdenes de la línea de consumo, esta cifra depende de cuántas líneas o producto se tenga, pero el inventario que maneja la empresa es de tres meses y es el que está rotando, entre las dos unidades de negocio tienen casi cinco mil tarimas de producto terminado.
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En cuanto a la forma de distribución, la compañía farmacéutica terceriza su flota y tiene definidas sus zonas de alcance con tres tipos de rutas: las locales como el área metropolitana y la zona centro como Puebla y el Distrito Federal; los envíos foráneos cortos y los foráneos lejanos, los cortos son Guadalajara, Zacatecas, Aguascalientes, entre otros estados, y los lejanos hacia zonas de Hermosillo y Villahermosa. También hace entregas vía aérea, y en todas y cada unas de sus rutas estipula el tiempo máximo de entrega, en los foráneos el máximo son cinco días a partir de que se embarca; en los foráneos cortos son de dos a tres; y en las plazas o locales se surte al día siguiente. Por lo general, la empresa factura la última semana alrededor del 40% del volumen mensual. Esta compañía maneja un programa robusto de seguridad mediante custodias, cuenta con una matriz de desarrollo interno que, dependiendo de la zona geográfica donde vaya el monto de la factura y de los productos enviados, es el nivel de seguridad que consideran. Desde este almacén se envía producto principalmente a mercados de Latinoamérica y 13 países de Centroamérica, incluida la zona del Caribe. “En Centroamérica las temperaturas son más clientes y eso es un reto muy importante, ahora no mandamos nada refrigerado pero si lo hiciéramos debíamos tener un empaque robusto para garantizar las condiciones de nuestro producto… no obstante, confiamos en la disponibilidad y el compromiso de la gente que trabaja en Pfizer”, concluyó el Gerente de Operaciones de Distribución. z Artículos relacionados: http://www.logisticasud.enfasis.com/articulos/21452-la-importancia-poder-adaptarse-al-cambio http://www.logisticasud.enfasis.com/articulos/21622-logistica-segura-productos-sensibles