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Sábado 12 de febrero de 2011
Nayarit ymifamilia,
misdos amores: A c o s tA N A r A N j o
Merecemos paz y tranquilidad para nuestros hogares, dice el diputado con licencia Afable y ocurrente, Guadalupe Acosta Naranjo nos recibe en sus oficinas de la calle Allende, en el centro de Tepic. No se resiste a presumirnos la labor social que realiza en ellas y de su gusto por ayudar a la gente. Con bonhomía comparte sus ideas y abre su corazón: -Sé perfectamente lo que es estar necesitado, lo difícil que es abrirse paso en la adversidad. Lo único que necesita mucha gente para salir adelante es una oportunidad. Su oficina está llena de fotografías. En algunas de ellas está con personajes importantes como Cuauhtémoc Cárdenas, Juan Ramón de la Fuente o Malova, pero abundan más las de su familia. La de Sonia, su esposa, y las de sus dos hijos, Ricardo y Guadalupe, a quien, para distinguirlo, le llaman Lupillo. -Mis dos pasiones son la política y mi familia. Sonia, mi esposa, no sólo es el amor de mi vida, también es mi compañera, mi amiga, mi cómplice. Juntos hemos luchado para mejorar a nuestro bello estado. Por eso digo que Nayarit y mi familia son mis dos amores. Desde que conocí a la negrita, así le digo de cariño mi mujer, hemos hecho equipo. Lo que he logrado se lo debo en gran medida a mis seres queridos que siempre han estado conmigo.
-¿Y cómo le hace para combinar su papel de político con sus roles como esposo Y como padre?
Suelta la carcajada con fuerza y su risa inunda el cuarto. -Es que no dejo nunca de ser esposo y padre de familia. Esa condición no la pierdo en horas de oficina. Al contrario, soy papá y marido de tiempo completo y en esa doble condición hago mi mejor esfuerzo para hacer mi trabajo y dar resultados
-pero no me diga que sus viajes, compromisos, actividades no afecta su vida familiar. si usted se la pasa de asamblea en asamblea Y de reunión en reunión
-Tienes razón, preferiría estar más tiempo con mi esposa y mis hijos, aun cuando me acompañan a muchos lugares. Pero en donde esté me siento muy cerca de ellos. Tenemos una unión espiritual inquebrantable
el diputado con licencia es muY dado a las anécdotas, así que nos cuenta las travesuras de su infancia, su cercanía con su madre que falleció de una trágica enfermedad cuando apenas tenía medio siglo de vida. recuerda que su nombre, guadalupe, le fue puesto por una manda de ernestina, su mamá, por haber nacido bien después de que ella perdiera dos niños apenas vieron la luz. pero se pone serio cuando toca algunos problemas que padece naYarit.
-La violencia en nuestro estado ha llegado a niveles inauditos y no podemos seguir así. Los nayaritas merecemos tener paz y tranquilidad para nuestros hogares.
escuchamos
atentos a naranjo, pero no pude impedir interrumpirlo, Y ahora sí no tuve ningún reparo pues el diputado hace que uno se sienta con facili-
dad en confianza
-pero
eso lo dicen todos, ¿por qué debiéramos creerle? ni siquiera pensó la respuesta
-Siempre he dado resultados y, además, tengo un pro-yecto que elaboramos colectivamente académicos, estudiosos y gentes de muy distintos ámbitos, mismo que toma al toro por los cuernos y establece no sólo lo que hay que hacer sino cómo debemos hacerlo. Este es un estado ma maravilloso, con grandes recursos naturales, condiciones para crecer y su gente es maravillosa. Lo que necesitamos es ha-cer planeación, utilizar al máximo nuestras capacidades y potencialidades y, muy importante, tener seguridad. No es posible lograr nuestras metas si vivimos con miedo. ¡Ya basta de violencia e impunidad!
-¿Y qué podemos hacer los ciudadanos?
-Todo. La sociedad debe no sólo tomarse en cuenta sino participar. En todos los ámbitos hay algo que podemos hacer. Cada uno de nosotros puede ser parte de la solución y contribuir a construir un Nayarit mejor. En esto nadie está excluido, incluso los niños. Por ejemplo, plantar un árbol y cuidarlo para que crezca es aportar a la comunidad y ayuda a la educación que desde chavalitos se hagan responsables del medio ambiente. Es más, vengan…
se
levanta Y se acerca a la ventana, mientras nos hace la seña de acercarnos con una sonrisa de oreja a oreja que presagia sorpresa. luego señala con el dedo un arbolito pequeño, se ve que plantado hacía muY poco Y nos dice con cierto aire de misterio.
-Aquí entre nos, también estoy ayudando a la conservación del medio ambiente. Yo ya adopté un naranjo...