2 minute read

EDITORIAL

Carmelo Molina Batista

Encargado de Formación

Advertisement

Saludos Cordiales a todos nuestros lectores, socios, familias, amigos y relacionados, colaboradores, vinculados, y a todos en general, gracias por ser parte importante de nuestra Asociación Kolping Dominicana.

El año 2020, ha sido un año cargado de aprendizaje, enseñanzas, a veces bruscas, otras obligadas, no sólo en nuestro diario accionar, sino también en la forma de ver las cosas. Desde mi humilde punto de vista, hemos aprendido a gastar lo necesario, a poner más importancia a lo verdaderamente útil, a valorar lo que antes jamás importó, a disfrutar de la naturaleza, a convivir con las aves, que antes molestaban con sus ruidos y hoy se han convertido en la melodía de todas las mañanas.

Cierto, todo ha cambiado. La forma de saludar, de utilizar los medios tecnológicos, la pandemia nos ha obligado a ocuparnos de esa parte de nuestras vidas que habíamos delegado en alguien más, a ocuparnos de la educación de nuestros hijos, no sólo lo que siempre hacíamos, comprar útiles, sino a enseñar y aprender, a conocer cómo son y cómo somos, a apreciar el valor de los demás.

Hemos cambiado constantemente el rol que desempeñábamos, además de padres, a jardineros, amos de casa, carpinteros, albañiles, hasta plomeros y mil oficios más, que antes no realizábamos, por falta de tiempo, o por holgazanes quizás. Todo esto, hasta cierto punto es bueno, nos hace mirar retrospectivamente, auto analizarnos, a crecer moral y espiritualmente, aunque también tiene su parte negativa, en cuanto a salud, tanto física como mental. Otro cambio percibido ha sido el de la Madre Naturaleza, que al principio lo vimos como muy bueno, o sea, bajó el nivel de polución y contaminación de manera sorprendente. Se notó una recuperación de la fauna, la flora, la limpieza del aire etc.

Un año después se nota que fue tan brusco el cambio, tan inesperado, tan rápido que la misma naturaleza no pudo asimilarlo, es decir la cura resultó parte de la misma enfermedad, y notamos un desaceleramiento del ambiente, etapas, temporadas y estaciones adelantadas o atrasadas, calor en tiempo de fresco, o viceversa, en fin cambios de todas formas, sólo pedimos a Dios su misericordia.

Como institucion hemos hecho nuestra parte, con jornadas medio ambientales, siembras de árboles, recogidas de desechos sólidos en ríos, carreteras y montañas.

En la parte humana, realizamos tareas de ayudas en la medida de lo posible, entrega de raciones alimenticias, charlas motivadoras de: liderazgo, autoestima, manejo de emociones, relaciones humanas, educación en valores, formación a los micro emprendedores en servicio al cliente y contabilidad básica para pequeños negocios. En nuestra Escuela de Capacitación, hemos mantenido las clases de forma virtual y semi presencial, de acuerdo a las circunstancias en cada etapa.

Finalmente quiero elevar mi voz al todo poderoso por cada uno de nuestros miembros, socios y familiares, de manera especial por aquellos que han perdido un familiar, o persona cercana. Por aquellos a los que la pandemia tocó de manera directa, para que su misericordia infinita jamás los desampare. Que el mismo Espíritu Santo, prometido por Jesús, nos acompañe siempre y la protección e intercesión de la Madre María y el Beato Adolfo Kolping velen siempre por nosotros, sus hijos.

Dios les Bendiga.

Kolping Fiel, Fiel a Kolping!

This article is from: