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Rol del padre luego del divorcio

Por: Vanessa Pérez Trabajadora Social

De manera indudable el divorcio transforma la familia y altera la relación de padres e hijos. Normalmente luego del divorcio los hijos pasan más tiempo con las madres. Pero comprobado por estudios psicólogos los niños necesitan compartir con su mama y su papa porque ambas figuras son igual de importantes. Luego del divorcio es importante recordar que tienen que seguir ejerciendo el rol de padres. Para que el niño pueda beneficiarse de compartir con ambos padres debe haber una comunicación entre ambas partes, lo cual a veces en ocasiones es difícil. El fin de un matrimonio causa inseguridad y miedo en menores.

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Para el éxito de los hijos y un crecimiento saludable, después del divorcio es importante

• no tener que darles a los niños a escoger

• no hablar mal de su padre al frente de ellos

• no dar detalles de los problemas de adultos.

• no hacer de niño un mensajero

• siempre recordarles que no tienen la culpa del divorcio entre padres.

• crearles seguridad a los niños

• ensenarles a resistir.

Papá y mamá son dos personas que tienen la gran tarea de lograr que sus hijos desarrollen exitosamente sus habilidades personales y sociales. Para ello es indispensable que estén presentes, tanto física como emocionalmente, en la vida de sus pequeños. Solo así evitarán que sean retraídos, tímidos, antisociales y renegones.

Pese a que estén divorciados, la presencia en la vida de sus hijos debe ser constante. Será indispensable que ambos padres hablen y determinen cómo será la crianza de los niños para que no sufran la ausencia de su padre luego de una separación. Dejen de lado sus problemas de adulto, ya que el buen desarrollo de sus pequeños está en juego.

Finalmente quiero recordarles que los niños no escogen sus padres, lo hacemos nosotros. Ellos no se divorcian o escogen que sus padres se divorcien. Por tanto, no importa la situación deben saber que lo más saludable es que ambos padres compartan por igual con sus hijos y formen parte activa de la vida de ellos. Ambas partes son necesarias para un desarrollo saludable en el crecimiento del niño.

Dicho esto, es indispensable que el padre esté presente luego de la separación de manera permanente la vida del niño, apoyándolo con sus necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales y de educación. El acto de compartir tiempo, actividades, charlar y jugar, significa un efecto permanente y notable que los niños perciben de forma duradera en sus vidas.

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