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Esclerosis Múltiple
Por: Dayanne M. Rivera Mercado Redacción enSalud
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmunitaria que afecta el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos. Estos conforman el sistema nervioso central, encargados de controlar todo lo que hacemos. Con esta enfermedad, el sistema inmunitario ataca la mielina (una membrana delgada que se localiza alrededor de los axones de las neuronas y alrededor de las fibras nerviosas) y causa problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Esa interrupción de las señales de comunicación puede causar síntomas variables. Según National Multiple Sclerosis Society, los síntomas de cada persona pueden cambiar, o incluso, fluctuar con el tiempo.
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Síntomas más frecuentes:
• Cambios cognitivos: Hay variedad de funciones cerebrales de alto nivel que se ven afectadas, en más del 50% de las personas con esta enfermedad. Se afecta la capacidad para aprender, procesar y recordar información.
• Abrazo de la esclerosis múltiple (disestesia): Este síntoma se presenta como la sensación de opresión alrededor del torso. Con frecuencia, este es el primer síntoma de la esclerosis múltiple o una recaída.
• Debilidad: La debilidad se produce por la pérdida de condicionamiento de los músculos no utilizados o por el daño en los nervios que estimulan los músculos.
• Cambios emocionales: Pueden presentarse como una reacción de estrés ante el padecimiento de la enfermedad. La irritabilidad, cambios de humor, ansiedad, episodios de risa, llantos incontrolables, entre otros.
• Dificultad para caminar: Esto se relaciona con la debilidad, fatiga, pérdida de equilibrio y déficit sensorial que ocasiona la esclerosis múltiple.
• Entumecimiento u hormigueo: En muchos casos, el entumecimiento de la cara, el cuerpo o de los brazos y piernas, es el primer síntoma que presentan quienes padecen esta enfermedad.
• Espasticidad: Sensación de rigidez o espasmos musculares involuntarios. Frecuentemente en las piernas, pero puede ocurrir en cualquier extremidad.
• Vértigo y mareos: Las personas con esclerosis múltiple pueden sentir mareos o falta de equilibrio. Incluso, pueden tener la sensación de que están girando o que todo gira a su alrededor (vértigo).
Estos son algunos de los múltiples síntomas comunes que puede ocasionar esta enfermedad autoinmunitaria. Sin embargo, los problemas de visión también son frecuentes, entre estos se incluye: la visión borrosa, visión doble prolongada, así como la pérdida de visión parcial o completa. Entre otros síntomas como: la fatiga, problemas del habla y problemas con la función sexual, los intestinos y la vejiga. Mayo Clinic expone que la mayoría de las personas con esclerosis múltiple tienen un curso de enfermedad recurrente-remitente. Es decir, tienen periodos con síntomas nuevos o recaídas que se dan por días o semanas.
Diagnóstico y tratamiento
Al momento, no existen pruebas específicas para la esclerosis múltiple. No obstante, su diagnóstico se basa en lo que se denomina como: diagnóstico diferencial. Este se basa en descartar otras enfermedades que puedan producir signos o síntomas similares. De hecho, la National Multiple Sclerosis Society expone que para llegar a este diagnóstico, el médico debe encontrar evidencia de daño en al menos dos puntos separados del sistema nervioso central (el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos).
Aunque en la actualidad no existe cura para la esclerosis múltiple, cada vez hay más tratamientos para manejar mejor dicha enfermedad. Las opciones de tratamiento incluyen: medicamentos orales e inyectables. Según la Clínica Universidad de Navarra (CUN), el uso de corticosteroides durante los brotes (recaídas o episodios agudos) es el tratamiento de elección para disminuir la duración y gravedad. También, existen posibilidades terapéuticas que modifican el curso de la enfermedad, como: inmunosupresores, interferón, la plasmaféresis, entre otros.