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Tecnólogo médico: pilar en los estándares de calidad en el análisis clínico
Por: Lcda. Amarilys Soto Matos Tecnóloga Médica
El laboratorio clínico en Puerto Rico es una industria con características muy particulares. En otros países no es común encontrar lo que denominamos laboratorios clínicos de la comunidad, lo que no les facilita a los pacientes el acceso a un servicio esencial de salud. En nuestra isla, el único profesional autorizado para el análisis clínico de fluidos corporales es el tecnólogo médico, debidamente licenciado y colegiado. Para ello, se nos requiere ser profesionales graduados de una universidad acreditada y con un mínimo de bachillerato en ciencias biológicas. Adicional, se requiere preparación práctica en un programa acreditado en tecnología médica. El gran compromiso y responsabilidad que conlleva nuestra labor en el campo de la salud está regulado por estándares federales y estatales, donde se ha de cumplir el más alto o riguroso que garantice el proceso de evaluación de calidad del laboratorio, lo que de forma directa se traduce en la garantía de un resultado preciso y confiable.
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En el laboratorio clínico, el proceso evaluativo de esos estándares de calidad se denomina “Quality Assesment”. El mismo se lleva a cabo en laboratorios de mediana y alta complejidad, según establecido por CLIA 88, y requiere establecer un sistema de monitoreo y de evaluación continua y completa que garantice la calidad del producto final. Este sistema de monitoreo consta de varias fases que tienen una frecuencia y acciones correctivas establecidas. Estas son: sistema general, fase pre-analítica, fase analítica y fase post-analítica.
En la fase evaluativa del sistema general se monitorea que se garantice el proceso de confidencialidad y privacidad del paciente verificando sistemas de información, cumplimiento de leyes y de protocolos para ello. Además, en esta encontramos también el garantizar la identificación e integridad de una muestra, la garantía en la investigación de procesos de querellas, los diferentes medios de comunicación entre médicos, pacientes y personal del laboratorio, la competencia y la capacidad del personal junto con la participación satisfactoria del programa de proficiencias ofrecido por el Departamento de Salud, sin el cual ningún laboratorio en el país puede operar y el que requiere de una participación satisfactoria por área de especialidad para mantenerse operando.
En la fase pre-analítica, se encuentra la evaluación de la orden médica y con la toma, manejo y referido de la muestra. Para muchos tomar una muestra es un proceso elemental y sin mayores implicaciones. Sin embargo, ese es el comienzo que nos lleva a ofrecer un resultado certero y confiable para el paciente, nuestro motivo de ser. La variedad de pruebas trabajadas en un laboratorio clínico es inmensa y con ello la diversidad de medios, de tubos, de formas de desinfectar las áreas de dónde se han de tomar las muestras, así como el área ideal de tomarla, por ejemplo, una úlcera para realizar un cultivo bacteriano o una muestra de talón en un neonato para analizar una bilirrubina. No dejemos a un lado, algo muy importante, el conocimiento y la explicación de instrucciones verbales y escritas con respecto a las pruebas ordenadas para la orientación y preparación adecuada del paciente. En la fase preanalítica es vital la identificación correcta del paciente, la interpretación de la orden médica, el conocimiento del tipo de toma de muestras que conlleva lo requisado por el médico, así como el tipo de envases, tubos o medios a utilizarse para la colección.
Una vez realizada la extracción o colección de las muestras es de vital importancia la rotulación de las mismas donde se indique el nombre completo del paciente, un número único de identificación, hora y fecha de la colección, pruebas según corresponda y las iniciales del colector. También desde este punto es importante conservar las muestras en condiciones óptimas requeridas para su procesamiento (por ejemplo, la temperatura adecuada, la estabilidad de las mismas vs el tiempo de centrifugación, separación y procesamiento, el almacenamiento adecuado para cada una de ellas, o sea, temperatura ambiente, refrigeradas o congeladas, así como aquellas que requieren ser protegidas de la luz en envases ámbar, entre otras). Ese proceso de toma, manejo, almacenamiento y referido de muestras es una parte esencial en lo que se verá reflejado en la fase post-analítica, que va dirigida a garantizar la exactitud, la precisión y la confiabilidad en el reporte de resultados mediante un sistema que garantice la transmisión de una información completa y legible con todo lo requerido por ley.
Antes de la fase post-analítica, no podemos olvidar la faseanalítica, aquella que maneja los manuales de procedimientos donde están nuestras guías y protocolos de trabajos por áreas de especialidad y que también incluye lo establecido con respecto al manejo de sistemas de pruebas, equipos, instrumentos de trabajo, almacenamiento y manejo de reactivos y consumibles. Todo esto conlleva una parte fundamental en la garantía de un procesamiento adecuado en las condiciones óptimas y requeridas. Aquí se establecen validaciones, calibraciones y control de calidad, que son esenciales, así como el reporte de los valores pánicos y/o valores anormales que pongan en riesgo la vida de un paciente y parámetros que presenten inconsistencia con respecto a edad, sexo y diagnóstico entre otros.
Así es cómo transcurren los días de nuestra industria nativa, el laboratorio clínico puertorriqueño, liderado por tecnólogos médicos de gran capacidad profesional y humana que se levantan diariamente a servir con un compromiso inquebrantable a cada paciente. En estos tiempos de pandemia nos hemos mantenido en pie, haciendo frente a las circunstancias que nos han azotado. ¿Sabes por qué? Porque fuimos formados para servir. Porque anhelamos que la población nos pueda identificar como lo que somos, tecnólogos médicos, que comprendan el mundo abarcador de nuestro campo dentro del laboratorio clínico y su impacto en un diagnóstico certero. Nunca olvidemos que una toma de muestra no es cualquier cosa, por el contrario, podría ser el inicio de una decisión de vida o muerte.