SER PROACTIVO Perseverancia
Iniciativa Liderazgo Confianza
Muchas personas están constantemente esperando que suceda algo o que alguien se haga cargo de ellas. Otras, en cambio, toman la iniciativa, emprenden la acción y hacen que las cosas sucedan. ¿Con qué modelo te sientes más identificado/a? Las personas que toman sus propias decisiones y no se supeditan a agentes o condicionamientos externos son aquellas que han desarrollado el hábito de la proactividad. Si desde pequeños les enseñamos a ser personas proactivas podrán aplicarlo a sus vidas, sus acciones y sus reacciones. Si los padres intentamos ser personas proactivas, verán en nosotros un ejemplo a seguir para el futuro.
¿Qué es la proactividad? Se define como proactivo a aquella persona que es capaz de tomar la iniciativa frente a las dificultades. Esto quiere decir que su actitud básica es la de proponer soluciones y tomar la responsabilidad frente a las situaciones, sin necesidad de que lo inviten o lo presionen para que lo haga. Se enfoca a la acción, en función de superar problemas, a los que en realidad ve como desafíos.
¿PROACTIVO O REACTIVO? PRO ACTIVO
RE ACTIVO
Aquella que toma el liderazgo de su propia
Aquella que, como el nombre indica, se
vida, genera acciones y elige sus propias
limita a reaccionar o responder solo cuando
respuestas a situaciones y circunstancias
se ve conminado o presionado a ello. Su tipo
particulares. Sus principales cualidades son la
de reacción es fundamentalmente pasiva. No
tenacidad y la determinación.
actúa, si no hay necesidad de actuar.
¿Cómo se comporta una persona reactiva? No suele prever las consecuencias de sus actos. Reacciona de forma impulsiva frente a los problemas, casi siempre con agresividad o sintiéndose intimidado. Rechaza el análisis de sus actos. Piensa que no vale la pena porque cada quien es como es. Se enfoca en los factores externos para descubrir las causas de sus problemas. Suele culpar a esos factores de su malestar. Piensa mucho en cambiar de entorno como fórmula para resolver sus dificultades.
¿Cómo se comporta una persona proactiva? Suele ser precavido. Se adelanta a los hechos y toma acciones para que las dificultades no lo encuentren desprevenido. Piensa antes de actuar. Trabaja con base en metas y es perseverante hasta alcanzarlas. Le da importancia al conocimiento de sí mismo. No teme reconocer sus errores, ni busca justificaciones para ellos. Frente a un problema, reacciona con reflexión. Toma la iniciativa para resolverlo y frecuentemente lo convierte en una oportunidad
Cuando nuestros hijos pueden decidir qué van a hacer, cuándo lo van a hacer y cómo lo van a hacer, sin dejarse llevar por circunstancias adversas, por influencias de otras personas o por lo que suceda a su alrededor, serán conscientes de que sus acciones impactarán sus vidas, las de los otros y al mundo positivamente y les dará una sensación de autoestima, de logro y crecimiento personal.
1
Dirija los pensamientos negativos de su hijo acerca de si mismo
Muchas veces cuando un niño pierde un examen o prueba, se culpa a si mismo pues se siente estúpido o tonto y por ende incapaz de aprender o de esforzarse a mejorar. Si su hijo expresa este tipo de sentimiento, hágalo cambiar su forma de pensar preguntándole acerca de las acciones que puede tomar en otra oportunidad para evitar esos resultados. Así podrá entender, que tomando responsabilidad y teniendo una actitud proactiva puede lograr muchas cosas. Resalte sus cualidades y déjele saber que es inteligente y capaz.
2
Impulse la proactividad cuando su hijo tenga problemas
Si él está teniendo dificultades como no poder conseguir amigos en su nuevo colegio o no ser parte del equipo de futbol, ayúdelo a pensar en diferentes formas de lograr lo que quiere. Pídale a su hijo que haga una lista de las acciones que puede hacer para mejorar la situación, desde las más sencillas hasta las más extravagantes, lo que importa es que explore muchas opciones. Pídale a su hijo que escoja unas pocas acciones que realmente puede hacer y felicítelo por su comportamiento no por el resultado. No todas sus acciones serán exitosas, pero el aprenderá dos cosas: que puede realizar acciones para impactar al mundo positivamente, y si no obtiene los resultados deseados, puede intentar algo distinto. También descubrirá lo bien que se siente al tomar la iniciativa.
3
Ayúdelo a establecer metas personales
Si él está teniendo dificultades como no poder conseguir amigos en su nuevo colegio o no ser parte del equipo de futbol, ayúdelo a pensar en diferentes formas de lograr lo que quiere. Pídale a su hijo que haga una lista de las acciones que puede hacer para mejorar la situación, desde las más sencillas hasta las más extravagantes, lo que importa es que explore muchas opciones. Pídale a su hijo que escoja unas pocas acciones que realmente puede hacer y felicítelo por su comportamiento no por el resultado. No todas sus acciones serán exitosas, pero el aprenderá dos cosas: que puede realizar acciones para impactar al mundo positivamente, y si no obtiene los resultados deseados, puede intentar algo distinto. También descubrirá lo bien que se siente al tomar la iniciativa.
4
Motívelo a ayudar a otros
En la medida en que su hijo pueda involucrarse en ayudar a otras personas voluntariamente, se dará cuenta de que ayudar es una acción proactiva, en la que él decide cómo y a quien ayudar para mejorar el mundo. Las personas que ayudan a otros tienen alta estima y se sienten más conectados con el resto del mundo.
Estos socavan la motivación y la iniciativa y promueven sentimientos de desesperanza y de impotencia. Cuando su hijo se enfrenta a una nueva situación, escuche atentamente a lo que dice, especialmente términos absolutos como ‘nunca’, ‘siempre’, ‘todos’, ‘nadie’. Si entra a un colegio nuevo, por ejemplo, y le escucha frases como: “nadie quiere ser mi amigo”, “nunca voy a tener amigos”, contéstele con argumentos como “no creo que núnca vayas a tener amigos, seguramente en pocos días ya tendrás nuevos amigos". Muéstrele cómo en otros contextos los tiene, o en otros momentos los ha conseguido, para que de esta manera no hag ese tipo de juicios totalitaristas y definitivos. , tienes otros amigos en el club, o en tu barrio etc. y seguramente en pocos días ya tendrás nuevos amigos”. Cuando su hijo crezca, guíelo para que el mismo cree argumentos para contrarrestar sus pensamientos negativos.
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Desestime pensamientos negativos