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“Cuando todo parece haber terminado, Una luz siempre te mostrara el camino” Feliz cumpleaños
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Prefacio
No creo que exista cosa más complicada y ciertamente más sencillas que las del corazón. Muchas veces miramos sin mirar, escuchamos sin oír, pero, al final, casi siempre encontramos el camino a seguir, ese que buscamos desde el momento en el que nacemos y en el que pretendemos terminar nuestra existencia en este mundo mortal, la felicidad.
La dicha de vivir y sentir se había convertido ya en un suplicio, pero inevitablemente tú, tú, convertiste el pensamiento, la razón y la fe, en el suspiro que llena mis adentros de aliento para intentar una vez más, un recorrido por aquel camino.
Mírame y no digas nada, calla en el silencioso bullicio de la verdad, abrásame y no me sueltes, que yo nunca, nunca, lo haré.
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Una decisión difícil
Ringgg, ringgg, ringgg. - El sonido del teléfono parecía urgido y prolongado cada vez más, como la impaciencia del interlocutor, cuya voz no había reconocido hasta que este contesto a mi pregunta. - Soy yo, Alma, tu prima… jajajaja. - Haa, lo siento, es que casi no te escucho… pero, ¿Qué fue?. - Jajaja… a que no adivinas que tengo aquí conmigo… La duda me recorrió desde el auricular hasta los talones de los pies, y pude sentir como la garganta se abotonaba impidiendo siquiera articular palabra… como pude limpie mi voz con mi saliva y logre preguntar. - Mmm… he, no lo se, dime tu que tienes ahí contigo!!!... - Jajaja, tontito, me acaba de llegar un sobre blanco tamaño legal, con el nombre de la Universidad Marista de Mérida. - En serio?... y …¿Qué dice?, ¿Me han aceptado?... Sentí como de repente la ansiedad me invadía con tal desenfreno, que por un momento me permití llegar a pensar atravesar mi mano por el teléfono y ser yo quien abriese ese sobre. - Jajaja, lo dudas… claro que te han aceptado!!!, felicidades, ahora te tendremos por aquí. - Gracias, gracias, eso es una buena noticia… ahora, solo queda terminar de convencer a tu tía… !14
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jajajaja… bueno, voy a decirle ahora mismo, cuídate, nos vemos pronto por ahí!!!
¿Quién era? - preguntó mi madre con notable curiosidad. Ah.. fue Alma! Ah, y de ¿Que me tienen que convencer ahora? – dejó salir su sonrisa quisquillosa, como adivinando lo que le diría. Pues en realidad de nada… solo me llamó para decirme que me han aceptado en la Marista. Que bueno… soltó mi padre con un cierto tono nostálgico y dirigiendo por primera vez su vista a mi. Pues la verdad sí, al menos ya tengo un lugar seguro… jajaja… y mejor aun es que es con beca completa, es decir que no voy a pagar ni un solo peso, lo cual es muy bueno y más si tomo en cuenta que es una universidad particular. Ahora solo me falta esperar el resultado de la UADY, que sería como la cereza del pastel si me aceptan, y de ser así, pues no lo dudaría, me iría a esta última. Pues piénsalo, ya tienes una opción, piénsalo bien. Ya sabes hijo, yo te voy a apoyar hasta donde se pueda, tu sabes. Sí papá, no te preocupes, además, aún me falta el resultado de la UJAT. No sé a donde me voy a ir, lo único que sé, es que iré a la mejor opción.
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Los días parecían correr cada vez más a prisa, el término del trayecto estaba ya a la vuelta de la esquina y todo cuanto conocía, tendría forzosamente que cambiar, pero aún no sabía cómo, ni que tanto me afectaría. Los días en preparatoria habían caído en una fraternal rutina. En el aire se podía percibir los anhelos de cada uno; cada día una nueva noticia nos taladraba como grupo, pues de uno en uno se fueron dando las noticias de aceptación en cada una de las universidades, a las que cada quien aspiraba a entrar. La rutina se había colado entre los pasillos, que era inevitable no ser invadido por la nostalgia y fulgor por comenzar un nuevo camino.
Hacia apenas unos cuantos meses, justo antes de haber salido de vacaciones de sembrinas; sabía que no había sido la manera más ortodoxa, pero me resultaba complicado comprender por qué razón no podía pronunciar aquellas tres palabras delante de ella, era frustrante, pero al menos me quedaba el consuelo de haberlo intentado, de haberle dicho a Alicia, que la quería , que era aquella persona que tanto había deseado, que si quería ser mi novia, pero sin decirlo tal cual, pero aquel mensaje telefónico no había recibido respuesta, ahora las cosas parecían haber cambiado, aquella amistad que había comenzado con gran fuerza parecía solo un recuerdo más, pues inexplicablemente nos fuimos separando poco a poco, pero cabía la posibilidad de recuperar parte de aquello, ya que ella había presentado ya el examen de admisión a la UJAT, junto con otros amigos y yo.
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Teclee con notable aceleración la dirección IP, y tras buscar de arriba abajo, una y otra vez, no encontré aquella combinación numérica que acompañaba el talón de registro del EXANI III, que tiempo atrás había realizado en la UADY, sentí la desilusión atraparme, pero el consuelo salto una vez recordado la opción que ya tenia en la Marista. Dos semanas después de haberme enterado del rechazo de parte de La Universidad Autónoma De Yucatán, los resultados de la UJAT se habían dado, para mi sorpresa esta me había aceptado, ahora, la decisión solo me correspondía a mí, el destino no me quiso ayudar esta vez, eligiendo por mi. Ahora podía seguir en un lugar conocido, con la gente que quería; compañeros, familia y amigos, pero también podía elegir crecer como persona, explorar un lugar nuevo, con personas completamente desconocidas, no solo física sino también culturalmente.
Apenas habían pasado unos días, y aun no resolvía mi dilema, entre irme o quedarme a seguir mi camino. Como los últimos días ya eran vecinos frecuentes, las clases ya no lo parecían, pues solo asemejaban ser un pase mental de lista, para poder grabar los últimos detalles de cada uno de nosotros, por lo tanto nos retiraban antes de tiempo lo que me permitía gastarlo caminando. Había salido temprano ese día y aun tenia muchas cosas por resolver y por que pensar, por lo que decidí acudir a un lugar que me evocaba buenos y malos recuerdos, el COBATAB, ahí, sabía que aun estudiaba SANDRA, aquella mujer que algún día quise y con quien viví momentos muy importantes de mi vida, necesitaba ir !17
ahí, evaluar lo que este lugar significaba para mi, lo que dejaría y lo que quería. Fue repentino, parecía un historyflash, una ilusión, más sin embargo era real, era ella, igual y como la recordaba. Ella no me logro ver, pero solo eso bastó para hacer latir de nuevo el corazón.
Parecía un adicto, pero en vez de drogas o alcohol, era a ella, a ese recuerdo abstracto llamado Sandra. Era para mi sublime solo quedarme ahí, quieto, a la espera de verla aunque sea por un instante, parecía una locura, un fisgón, pero me hacía feliz. Había pasado ya una semana sin ser descubierto, pero solo basto un instante de más, un suspiro para ser captado en infraganti por sus ojos, y fue así, me miro, pero a su parpadear me desvanecí con el viento.
- Buenas tardes. Sonó una vocecita a lo lejos acompañado del seco golpeteo del acero del portón que separaba mi casa de la calle. Casi al mismo tiempo la voz de mi hermana resoplo llamándome a atender una visita inesperada. Era ella a las aras de mi casa. - Hola - sonando sorprendido y confuso. - Hola - Pasa, pasa, no te quedes en el sol…¿Qué haces aquí? – pregunte entusiasmado y confusamente alegre. - Pues vine a verte… te vi a las afueras de la prepa, pero cuando voltee para dejar mis cosas con unos amigos te habías ido y decidí venirte a ver… Me preguntaba ¿Qué hacías ahí?. !18
Me has sorprendido y a la vez descubierto, porque estas aquí y… bueno… estaba ahí esperando verte pasar, solo eso. - Entonces ya me habías visto antes? - La verdad, sí… - Y, porque no me habías hablado?... - Por que no sabía como hacerlo, además solo con verte era feliz, no sabía como reaccionarias al verme o yo al tenerte de frente. Las palabras fluyeron como agua y el tiempo se detuvo, al menos para los dos. Ya habían pasado unas cuantas horas y el sol comenzaba a buscar el horizonte oeste de la tierra, para ocultarse, para ver por acabado un día más y ella junto con el último aliento de este emprender su partida, ya que aun tenía que ir a clases, las que había pospuesto por mí. -
La noche estaba a puertas abiertas, la mayoría de los alumnos comenzaban ya a salir de clases. Le había hablado poco después de su partida, quería verla, estar con ella una vez más. No hacia poco de mi arribo y ella de nuevo estaba frente a mí, aunque ahora ya acompañada de un par de amigos… pero eso no me impidió estar junto a ella. Caminamos un largo tramo y después de ir dejando a cada uno en el camino, de nuevo yacíamos solos y justo a la entrada de una escuela del centro de la ciudad nos sentamos a seguir con la plática aun no terminada. - Que sientes por mi? - …una atracción, pero más fuete, te sigo queriendo y no lo puedo evitar, aun con el tiempo que ha pasado – me sincere - y tu?. !19
Aun no lo sé… es algo raro, eres muy especial para mí y no puedo negar que aun siento algo especial por ti. Y antes de que pudiese siquiera decir algo, ella concluyo. -
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necesitamos tiempo para saber que es lo que en realidad sentimos, el uno por el otro. Esta bien, me parece que lo más prudente. Bueno, cambiando de tema, y que vas ha hacer cuando termines la prepa? Jajaja, bueno, pues ya presente examen en la UJAT, la UADY y la Marista, y aunque no me aceptaron en UADY, si lo hicieron las otras dos, pero creo que me iré a la Marista, en Mérida, a no ser que me pidas que me quede aquí en TABASCO.
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Sendero
Los días transcurrían ya con más tiempo, ahora la decisión parecía más imprecisa, por un lado quería irme lejos y conocer otros lugares, pero por el otro, una ligera esperanza en el rostro de ella me hacia romper la firmeza de mis convicciones y obligándome a sentir como mejor opción estar ahí, ahí con ella.
Las calles de la ciudad se abarrotaron de gente, de manera inusual, a lo lejos una ola marcada en blanco revestía una vez el gris de la calle principal, era un desfile. Banderas rojas ondeaban el cielo, mientras entre medio del bullicio se podía notar los cuerpos flotar, de quienes realizaban acrobacias y la música de fondo que acompañaba al desfile, mezclada entre tambores y trompetas. Y marcado al frente en letras blancas podía resaltar ante el rojo escarlata de fondo, la frase “Aniversario del Colegio de Bachilleres de Tabasco”, fue hasta que reaccione, quise llamarle, pero el ruido era demasiado como para poder escuchar, por lo que la comunicación solo se limito a mensajes.
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Hola preciosa, ¿Andas haciendo acrobacias?, jajaja ¿Acrobacias?, no, estoy desfilando por el aniversario de la escuela. Por eso mismo, estoy buscándote entre las porristas pero no te veo.
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Ah, es que no estoy en la porra. Ahí nunca me vas a encontrar, jajaja. Quiero verte niña! Mmm…Erick, creo que me has mal interpretado o yo no he sido muy clara, pero solo te veo como un amigo… eres muy especial para mi, pero no siento lo mismo que tu…estoy saliendo con alguien más. Ya entiendo, discúlpame por no haber entendido antes…bueno, pásatela bien, nos vemos.
Pude ver terminar el recorrido del desfile, estando ahí parado, inmóvil, las calles tal y como se habían llenado se vaciaron. Recordaba como habían sido mis anteriores encuentros con ella, era aquella la tercera ocasión en la que me dejaba.
“¿Como ha sido posible?, es la tercera vez que me lo hace…¿En verdad la quiero tanto?, ¿Qué es lo que hago mal?, ¿Por qué me ilusiona y luego se va?... bueno, no importa, siempre que ella sea feliz yo lo estaré” – repetía una y otra vez para mis adentros .
Había pasado ya tres días a ese ritmo, ya no podía aguantar más. Tres días sin comer mas que harina y azúcar y durmiendo hasta altas horas de la noche, con el monitor de la computador encendido… estábamos al limite y el más leve descuido podía comprometer tanto trabajo.
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Ya terminamos, ahora falta imprimir - dejó salir desde sus adentros con entusiasmo y alivio por haber terminado el trabajo final. Ese era Miguel, mi mejor amigo durante la preparatoria. !22
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Pero ya es tarde, son más de las 9 de la noche. A esta hora la gran mayoría de los comercios ya ha cerrado…¿En verdad ya no tienes tinta?, revísalo una vez más! Ya lo hice, no tengo…Mm., lo único que nos queda hacer es llevárselo a mi papá para ver si se lo imprimen en las oficinas. Crees que sea seguro?, es para mañana temprano y no podemos presentarnos sin toda esta documentación. Pues yo creo que sí, solo explícame como debe ir ordenado para que yo me haga cargo de esto. Esta bien, creo que no tenemos más opción.
Vamos, acompáñame, aun no he visto lo de la playera. - Vamos, yo tampoco lo he visto - le intente. El ligero rugir de la camioneta se apaciguo con el fresco de la noche, las calles yacían vacías y las cortinas de los comercios aseguradas con candados gruesos, solo una luz se percibía salir de uno de esos locales, era una tienda de ropa que aun no cerraba.
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Hemos tenido suerte, aun no cierra. Sí, lo único que me disgusta es tener que comprar una playera de un color que no me gusta, solo para un rato. Jajaja, eso es cierto, pero el amarillo combina bien con muchos colores, piénsalo así, no sabes cuando !23
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necesitaras de ella, así como ahora requerimos de una - le dije a mi amigo. Eso si, espero que me llegue a servir para otra cosa.
Había frío y el sereno no ayudaba en nada, eran apenas las 6 de la mañana y yo tenia que apresurarme a llegar a la escuela, tenia aún que colocar el casillero del estante, tenia que darme prisa, ya que todo estaba planeado empezar a las 9 de la mañana. Las lámparas de la explanada de la escuela estaban todas encendidas, era curioso ver como debajo del techo de esta parecía calentar el sol y al exterior el oscuro de la noche despertando a un nuevo día. Tenia a mis pies las 2 grandes hojas de triplay y madera, sin un firme certero que me ayudara a colocarlas en vertical, había que apresurarse y ya tres horas parecían nada.
Todo había salido tal y como se planeo, pero ahora el cansancio comenzaba hacer estragos en mi. - Pónganse todos para la foto de recuerdo de generación. Y la luz del flash capturo la imagen de quien éramos hasta ese instante, como un recuerdo cálido de nuestra juventud.
El camino prácticamente se había terminado, pronto habría que tomar una decisión que cambiaría en mucho el rumbo de mi vida, prácticamente estaba ya a una semana de concluir la preparatoria, solo quedaba el show de la toga y el birrete, ya habíamos tenido tiempo suficiente para despedirnos de cada uno, pero aún me !24
quedaban cabos por atar, entre aquellos mi alejamiento de Alicia. No quería irme a ningún lado, sin antes enmendar nuestra amistad, pero no tenia idea de cómo hacerlo.
Me gano la curiosidad, o fue un impulso a sabiendas de lo que sentía, ya tenia un buen tiempo desde que me había enterado de la aceptación por parte de la UJAT, quería saber si en realidad aún contaba con esa opción, pero cual fue mi sorpresa al darme cuenta que en esta ocasión el destino había metido mano en mis asuntos y me obligaba a actuar de inmediato, el plazo para pagar la inscripción se vencía ese mismo día, y solo me quedaba plazo de unas cuantas horas para tomar una decisión antes de que cerraran los bancos y ya no pudiera realizar el deposito. Volví a imprimir la ficha y me dispuse a exponerles mis opciones a mis padres, esperando que me ayudaran a tomar una decisión.
El tiempo se agotó, ahora ya no podía hacer nada, se había tomado la decisión, tenia que irme, que en parte era lo que quería, pero ya no me resultaba tan convincente como antes.
La fila se tornó inmensa, éramos muchos a la espera de recibir la toga y el birrete que nos vestiría durante toda la ceremonia. Finalmente, yacíamos ahí, sentados frente al podium, esperando fuésemos nombrados para pasar uno !25
por uno y recibir nuestro reconocimiento y diploma que nos decĂan haber concluido la preparatoria. Todos los presentes recibieron sus papeles y enmarcaron sus momentos en fotos, como prueba fehaciente de haber estado ahĂ. Este era ya el fin.
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Despedida
Ya tenia entre mis manos aquel boleto rosa, que decía; Comalcalco-Mérida 20:50hrs, día domingo. Tantas cosas habían pasado en estos últimos seis meses, me resultaba confuso hallarme ya ahí, recordaba con mayor entereza los momentos vividos desde el primer día en la escuela, hacia tan solo tres años atrás. La lija rasgaba con mayor firmeza en cuanto lo recordaba, en cuanto pensaba en que fuese una buena manera de despedirme de Alicia y la madera comenzaba a tener forma, era parte de aquella madera que me había servido para la elaboración del estante y el cual dibujada en relieve una manzana, aquel símbolo siempre de feminidad, de dulzura, de contrariedad, delirio, una forma prohibida, como la manzana de nuestros cuellos, del de ella, del de Eva o el de Adán. Al reverso de ese trozo de madera se encontraba grabado, aquel fragmento de una canción que ella sabía de píes a cabeza, letra que había tomado de un pedazo de papel que aun conservaba, y en el que ella había escrito esa misma canción y que me había obsequiado.
Las líneas parecían dibujarse solas, era la primera vez que intentaba hacer algo así, más sin embargo sentía la capacidad de hacerlo bien, de lograr plasmar en papel su rostro ciertamente delicado, fino, tierno. El gris del lápiz se fundía en mis dedos, más y más y cada que acariciaba sus mejillas y el contorno de ella, para darle volumen al !27
dibujo, para intentar sacarla de ahí, era extraño, pero en realidad ese dibujo y yo nos habíamos convertido en una sola persona, era Alicia y ya no un simple papel. El sol radiaba tan fuerte como siempre que decidía aparecer en el cielo, y mi sombra era mas gris he inclinada de lo que yo antes me hubiera percatado, llevaba conmigo un sobre amarillo cerrado con un delgado hilo color rojo y el labrado de madera que apenas acababa de terminar, la duda me invadió, pero ya no tenia nada que perder, era lo mínimo que podía hacer, era la única forma en la que había concebido despedirme de ella. - Buenas tardes. – Dejando pasar mi voz por arriba del portón blanco que me separaba de la puerta de su casa. Una sombra se dejo ver por entre los ventanales. - Quien? - Era la tía de Alicia. - Disculpe, se encuentra Alicia? - ALICIA!!! – Se escuchó el grito desde los adentros y se comenzaron a oír enseguida unos pasos golpetear sobre madera, reconocía ese sonido, era ella. Abrió la puerta y se dejo ver, tan linda como siempre, solo que nunca se lo había dicho. - Hola – abriendo el portón y dejándome pasar, me adentre a su casa con las cosas en mano. - Solo viene a despedirme de ti, mañana parto para Mérida y no se si tenga tiempo mañana para venir a verte, por eso quise venir hoy y traerte estos recuerdos. No quise irme sin antes verte - Extendí mi mano y en ella el labrado, mientras el sobre amarillo reposaba encima de una pequeña mesita.
Miro el labrado, y lo acaricio !28
Tú lo hiciste? Me dio trabajo, pero logre darle forma, y sí , yo lo hice, pensé que sería un buen detalle. Lo volteo y se percato del texto, y pude ver en sus ojos como reconocía aquellas frases. - Es una canción… te acuerdas de ella?, recuerdas que tiempo atrás la escribiste sobre un trozo de papel y me lo regalaste, bueno, aún tengo ese papel conmigo, y ahora te lo devuelvo de esta manera, para que me recuerdes y nunca te sientas sola. - Es lindo – sus ojos se desviaron y se clavaron en el sobre todavía asentado sobre la mesa - y, eso?, también es para mi?. - Sí, pero no se si te guste, hice lo mejor que pude. - Vamos a ver de que se trata. -
Dándole vueltas al hilo abrió el sobre y de su interior saco una hoja pálida de papel, ahora su mirada fue de asombro y a la vez de curiosidad, pude ver brillar sus ojos negros.
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Soy yo!. Sí, al menos eso trate de hacer! Tu lo hiciste? Sí…no tenía fotos tuyas así que tuve que pedir una prestada para poder dibujarte. Me gusta, gracias. Bueno… creo que a llegado la hora de irme, por favor cuídate. Te acompaño. !29
Se abrió el portón una vez más y así como entré me fui, la mire una última vez y la abrace, había sido la primera vez que lo hacia, y era la única amiga a la cual abrazaba hasta ese entonces. El silencio se hizo hueco, y se cerró el portón, volví mi mirada para encontrarme con ella una última vez y eso fue todo, habíamos dicho adiós.
La mañana era tibia, mi maleta asentada sobre el buró, esperaba por mí para terminar con esto que había ya empezado, la despedida, pero aun faltaba algo, aún tenia que enfrentar mis miedos, tenia que liberarme de aquellas cadenas que se han apoderado de mi mente y de mi corazón de alguna manera, tenia muchas cosas en la cabeza para decirle, pero sabia que tenia que hacerlo, tenia que despedirme de Sandra, quien había sido razón de mi decisión poco voluntaria.
Toque a la puerta, y el opaco sonar de la madera aviso de mi presencia. Se abrió y una señora bajita a quien no conocía salió de su interior. - Dígame? - Disculpe, se encuentra Sandra? - Espere un momento. Entro y detrás de la puerta alcance a oír que la llamaran, de repente la puerta se volvió abrir, pero esta vez más rápido y vi sus ojos brillando, era esa mirada que me volvía adicto, eran sus ojos canelos, no lo se, pero era ella. !30
Que sorpresa!, que te trae por aquí? Hola, solo viene a verte por ultima vez, vine a despedirme, en la noche me voy a Mérida. - Siempre sí te vas? - Sí… ya no tengo mucho que hacer por aquí. - Y Siempre dónde vas a estudiar?... - Pues en la Marista, es lo mejor, es una buena escuela y además pues me están dando beca completa, entonces… creo que es lo mejor. Ella estaba frente a mi, sentada sobre un triciclo y yo, viendo en dirección a la carretera sentado en una silla blanca. - Sabes, también vine para agradecerte- Con la mirada clavada en el horizonte. - Agradecerme. Por qué?, de qué? - Por todo lo que me hiciste vivir, por los momentos que me diste, por haberme enseñado a amar. - Yoo… - No digas nada, es verdad, tu has sido muy especial en mi vida, sin ti yo no seria quien hoy soy, me hiciste cambiar, me hiciste crecer, y seria tonto negar que aún te sigo queriendo tanto, pero eso ya no basta, me lo has dicho y lo entiendo. – la voz se me comenzaba a desvanecer, el sentimiento me recorría y los recuerdos se volvían hacer presentes. – Por eso me voy, para intentar olvidar, para crecer y para aprender más de mi. - Siento tanto haberte enseñado de esa manera, no te lo merecías, siento haberte hecho sufrir. - No, no, no te disculpes, eso tenia que ser así… creo que soy masoquista - dejando escapar una ligera sonrisa. -
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De todos modos, eres un gran chico, yo te quise demasiado, pero las cosas fueron así. Espero que logres olvidar, que sanes y que te encuentres a alguien que te merezca. Se escucho mi suspiro al par del viento. - Espero que así sea, te deseo lo mejor… bueno ha llegado la hora de irme, aún tengo que hacer maletas. La abrace, para luego alejarme caminando. - Adiós. -
El camión había parado al pie de la árasela, y los ojos se me humedecieron, solo pude abrazar a mi familia y prometer volver pronto, ese fue el final de mi despedida.
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Inesperado
Era un mundo diferente, me sentía muy sólo, mi cuarto era frió, pequeño, sin radio, sin tele, sin computadora, sin comida de casa y con muchos recuerdos, además no tenia ninguna afiliación con mis nuevos compañeros, resultaba difícil vivir, pero era parte de lo que tenia que aprender.
Lo único que me consolaba era poder platicar con Alicia, aunque solo fuese por Chat, al menos volvía a sentirla cerca de mi.
Los meses pasaron rápido, sin darme cuenta estaba ya apunto de terminar mi primer semestre de estadía, había podido ya superar los estragos del confinamiento, de la diferencia de perfiles y conocimientos con mis compañeros. El celular sonó una única vez, la extrañeza me invadió, pues nadie o casi nadie de mis nuevos compañeros tenían mi número. Me basto con solo ver el remitente, era Alicia, a quien aunque veía en Internet, tenia ya mucho sin saber de ella.
“Hola, sabes hubiera dicho sí cuando tuve la oportunidad. Pero como dicen uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido”
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Comprendí de inmediato que se refería a la propuesta que le había hecho hacia ya casi un año, pero lamentablemente ya se había tomado una decisión, una que nos separaba mucho más de lo que hubiera siquiera imaginado tiempo atrás.
“Las cosas pasan por algo, esto tenia que ser así, no te atormentes con el pasado, lo hecho, hecho esta, siempre estaré ahí para ti”
No hubo más contestación y los días siguieron, uno a uno, hasta ver agotado el calendario.
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Miradas
Había pasado ya más de un año desde aquel mensaje, durante todo ese tiempo fueron pocas las veces que pude hablar con ella, o que pude verla, parecía que habíamos desaparecido en la inmensidad del universo. Era ya diciembre, durante todo ese año no había podido olvidar tantos recuerdos, tanto tiempo que pasamos juntos, tantos deseos, tantas miradas y tantas ocasiones en las que callamos, en las que nos dejamos apaciguar por nuestros temores, soñaba con ella, me la imaginaba, pensaba de más, era extraño porque había pasado ya mucho tiempo, creía que las cosas habían cambiado, eran diferentes y en realidad así eran, ella era diferente, y yo igual, éramos dos personas descosidas con los mismos nombre; Alicia y Erick, pero que en el fondo permanecía la esencia de cada uno, su esencia que un día me alegro tanto el corazón y que hoy comprendía era algo más que una simple atracción, era en realidad amor. Aproveche esas fechas para irla a visitar y de la nada, la llama parecía volver arder, pero me rehusaba aún de manera inconsciente a pronunciar las palabras mágicas, y es que nos conocíamos ya demasiado, me resultaba difícil poder hacerlo, aún me faltaba conocerme más. -
Buenas noches, disculpe, se encuentra Alicia? Espérame un momento, ahorita le llamo. - Me contesto su mamá.
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Sorpresa!!! Qué es esto? Un regalo para ti, por las navidades, y los cumpleaños atrasados y si se puede, también para el que viene, no sé si pueda venir para entonces. Ahh- dejando entre ver su sonrisa – vamos a ver qué es. Ábrelo.
La tapa de la caja de madera se removió con facilidad y de ahí saco una tarjeta.
“Mi corazón es para ti”
- No pude conseguir otra mejor. - No, no, esta bien, me gusta esta. Removió los adornos de papel y de la caja extrajo un muñeco de peluche. - Sé cuanto te gusta Mike Mouse. - Jajaja…Si, me gusta.
Asentó los regalos de nuevo dentro de la caja, para luego voltear y darse cuenta que la observaba. Mis ojos se clavaron en los suyos con gran deseo de que entendiera su mensaje, pareció sonrojar y desvió la mirada.
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Vez como si me era difícil mantener tus miradas?dejando salir una ligera sonrisa.
Se hizo una pausa, que aproveche para respirar. !36
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El le贸n se enamoro de la oveja! Que tonta oveja. - contesto ella de inmediato. Y que masoquista es el le贸n.
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Plata
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Que difícil me esta resultando conseguir el regalo. De qué se trata? - preguntó mi prima. Estoy terco en querer conseguir una cadena de plata con un dije de corazón en tres dimensiones, pero que no resulte tosco. Mi vida… pues checa bien en el centro, tú vives ahí. Ya sé, pero me está costando mucho trabajo, llevo semanas buscando. Jajajaja. Gracias por reírte de mis complicaciones primita!!...jajaja
Llevaba ya tiempo buscando el regalo ideal para Alicia, pero me estaba tomando más tiempo del que había planeado, pero no me rendiría hasta encontrarlo.
Ahí estaba, lo más cercano a lo que había imaginado regalar. Sabia le iba a gustar, ahora solo faltaba esperar el día, que por suerte rozaba con el puente de carnaval, lo que me iba a permitir verla el día de su cumpleaño.
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Tengo que apresurarme falta poco para que salga el camión.
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Haciendo pase de lista comencé a palparme los bolsillos del pantalón, de repente la sangre se me helo y de súbito se encendió. - El regalo!!!!, no puede ser, se me ha olvidado… NO, y ahora que voy hacer, ya se me hizo tarde.
Camine de prisa a la estación, por suerte aún me quedaban 5 min. Y aún no se anunciaba el camión. Como pude registre mi equipaje y salí corriendo a mi cuarto, que se hallaba cerca de ahí, pero no tanto como para hacer el recorrido de ida y vuelta en 5min. Abrí la puerta, esculque la mesa y tome una bolsita de colores vistosos, la guarde en mi bolsillo y salí corriendo de nuevo hacia la estación. Al llegar el camión se disponía a salir del anden de arribo, pero para mi fortuna me espero y ya tranquilo en mi asiento desaté la bolsita de colores y vi, el regalo que tanto me había costado ya poder entregar!!.
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Hola princesa, acabo de llegar, a que hora te veo? Pues como a las 2. Ahí estaré
- Que rico!!!, le salió muy rico a tu abuelita. - Que bueno. Mientras miraba sus manos, coloradas por el condimento, fue así como me di cuenta que ella había participado en la elaboración de la comida, que se supone le harían a ella para su cumpleaños.
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Mañana a que hora nos vamos a villa? Pues a las 9 dijo Patty.
Había llegado temprano, pero al poco rato la vi llegar. - Sabes, me he estado preguntado que es lo que nos hace falta y creo que he encontrado ese algo y lo traigo aquí – mostrándole la bolsita de colores y depositándola en sus manos. - A ver – desatando el amarre con cierta curiosidad.
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Es muy bonita – tomando la cadena entre sus manos, para poder ver el dije.
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Que bueno que te guste.
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Ayúdame a ponérmelo!!! – girando su cuello hacia mi y recogiendo su cabello entre sus manos, tan delicado, tan pálido, tan suyo.
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Te quiero mucho.
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Mar
Cuando es la primera vez que haces algo, no siempre sale al primer intento, siempre hay que intentar, una y otra vez.
Alicia, me había dicho hace 5 meses que se sentía confundida, que no quería sentirse sola y claramente yo no era muy buena opción para que no se sintiera así, pues es mucho espacio lo que nos separa y poco el tiempo que nos tenemos. Desde esos 5 meses no había sabido de ella, solo había quedado la promesa de hablar en cuanto pudiéramos, lo cual sería hasta navidad.
Según yo era mi último fin de semana de vacaciones, pero antes de que fuese a ver a Alicia, quería estar seguro de ello, cuan grande fue mi sorpresa cuando me di por enterado que aun tenia tiempo de una semana.
“Ahora tengo un logo por hacer, creo que esto será lo último, no creo que haya más… no hay forma, ni modo así tenia que ser”
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Me decía intranquilo, en solitario.
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Ella es Lupita y la otra Karla. Mucho gusto - respondí al ser presentado a sus amigas que se encontraban en su casa haciendo un proyecto escolar. El es Erick… mi diseñador personal. Hola!!!. Ellas están en mi equipo. Bueno, aquí les traigo su encargo muchachas – pasándoles una memoria flash para que pudieran ver el archivo.
Bueno chicas yo les dejo, ya me andan buscando, uno que es hijo de familia, ni modo, suerte con su trabajo. Te acompaño. - dijo de inmediato Alicia.
El portón estaba abierto, pero no pude evitarlo, quería hacerlo, quería abrazarla de nuevo, sentirla una vez más cerca de mí, y así fue, volví a sentir su calor, su aroma, su cuerpo, y de pronto una notable nostalgia y alegría me invadió, removiendo mis adentros con tanta energía, deseando aquello no terminara. Me di cuenta que me miraba con intensidad, y paso por mi mente lo inevitable, el augurio de un adiós definitivo que se rehusaba a salir de sus labios.
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¿Quieres decirme algo?... no importa lo que sea, dime!!! Sus ojos brillaron más y la duda me carcomía de manera insaciable, parecía que el reloj se había detenido, y con él el tiempo. Hasta ese entonces no me había percatado que aún le sujetaba de la cintura. Sus ojos penetraban más, ese color negro del que tanto tiempo me había privado. -
- Mejor no lo digo…mejor lo hago. Y sus labios se fundieron con los míos, era la primera vez que la besaba. Deje de pensar y me deje guiar a su abrazo, tan delicado, tan tierno, no deseaba nada más en el mundo, tantas veces había pensado en ello, pero ahora esta ahí, para mi y yo para ella.
Estas son las cosas que me hacen desear no irme más, de quedarme aquí. Repose mi mentón sobre sus mejillas y mis labios buscaban entre su cabello sus oídos y susurrarle. - Trataré de encontrar la forma de estar más tiempo contigo. Bese su mejilla y me despedí, deseando no hacerlo. -
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¿Qué fue lo de ayer?, ¿Qué tanto has estado pensando? - Le pregunte con evidente curiosidad. En lo que ha pasado, sabes… conocí a una persona, con la que pase cierto tiempo y todo parecía estar !43
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bien, pero vienes tú y las cosas cambian, todo parece moverse de lugar. Y… no crees que esta persona te convenga más?, pues tú me habías dicho que no querías sentirte sola y yo no siempre puedo estar contigo. No lo sé, es algo raro.
El viento sopló y callo nuestras voces, mi mirada se había clavado en ella.
Quieres saber lo que había planeado decirte, la primera vez que te fui a visitar? - Dime.. - Quería decirte que es mejor que nos demos tiempo para nosotros mismos, que te des la oportunidad de conocer nuevas personas, nuevas emociones, quería decirte que me dieras una nueva oportunidad… pero no ahora, sino en el futuro, cuando pudiésemos estar juntos una vez más, que te quiero tanto , pero si en el camino te encontrabas con alguien más, pues yo lo aceptaría, que seria parte de la vida. - Yo también quiero verte… te veo en mi futuro y quiero que sea así. Tome sus manos entre las mías, acariciándolas como si fuera la ultima vez.
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Cuanto tiempo hemos vivido juntos?, cuánto tiempo llevamos de conocernos?. - Cinco años, tres de prepa, uno sin nada y este. Se hizo una vez más el silencio. -
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Sabes de que me arrepiento? No, de qué? De nunca haber dicho esas cuatro palabras juntas. Cuáles? Adivina!!...jajaja Mmm, no se cuales sean!! Quieres ser mi novia?, Martha Alicia Jiménez Flores quiere usted ser mi novia? … Sí… Aún se puede arrepentir!! Nada de eso!.
Vire mi posición y me acurruque a su lado, viendo hacia el mar, sentados entre las rocas y con el brillar del sol y la brisa del mar, susurre un último comentario y busque la sal en sus labios.
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Último
La dicha de vivir y sentir se había convertido ya en un suplicio, pero inevitablemente tú, tú, convertiste el pensamiento, la razón y la fe, en el suspiro que llena mis adentros de aliento para intentar una vez más un recorrido por aquel camino.
Has sido parte de mi vida de más de una manera, hemos vivido y pasado tanto juntos, que no me queda más por darte que lo que soy.
No me importa nada si estoy junto a ti, te amo y esa es una gran verdad que nadie me podrá hacer cambiar
Mírame y no digas nada, calla en el silencioso bullicio de la verdad, abrásame y no me sueltes, que yo nunca, nunca, lo haré.
Erick !46