BRAILLE PARA TODOS FORMOSA - 2012

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PROVINCIA DE FORMOSA MINISTERIO DE CULTURA Y EDUCACIÓN SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN ESPECIAL JULIO A. ROCA 960 P.B. MONOBLOCK “A” ESCUELA ESPECIAL N° 7 “LUIS BRAILLE” ANTONIO BERUTTI 456 – LA ALBORADA

SELECCIÓN BIBLIOGRÁFICA MÓDULO I – BRAILLE INTEGRAL PROFESORAS: MAURA ELIDA LÓPEZ MELISSA OVELAR

“Es imperante que las personas ciegas tengan el acceso tanto a los avances tecnológicos como al método de enseñanza de Braille de manera que se les garantice el derecho a contribuir al quehacer social como cualquier otro ciudadano. Con ello, le abrimos el camino hacia una plena integración social, para que pueda ejercer tanto sus deberes como sus responsabilidades…” Tomado del motivo de la ley 240 para la enseñanza del Braille en Puerto Rico.

FORMOSA 2012



HISTORIA DE LA LECTOESCRITURA EN RELIEVE Hay que destacar que la tendencia generalizada de los Sistemas inventados para la lectoescritura en relieve va encaminados a tener cierta semejanza con la forma visual. Es decir adoptan la forma de la simbología romana como fundamento del Sistema creado. Es de suponer que esta tendencia fuera porque los que realmente debían de aceptar uno u otro Sistema eran personas videntes, por lo que les era más fácil su aprendizaje si los signos se asemejaban a la forma romana. Incluso el Código Braille tiene tendencia en algunos de sus signos a asemejarse a la letra romana. Esto no sucedió en ninguno de sus signos originales del alfabeto Braille, sino en aquellos signos que hemos ido agregando. Se atribuye a Al-Imam Al-Amadi, a mediados del siglo XIII, como el primer ciego en utilizar caracteres táctiles para la lectura. Al-Amadi era ciego y vendía libros en Arabia, para reconocer el título y el precio de cada libro, desarrolló una serie de caracteres en relieve que colocaba sobre el libro. Este fue el nacimiento de la lectura táctil. P. LANA (1670) Sistema del que es posible que se basó Charles Barbier. Se publicó en 1803 y se basa también en puntos. Al parecer nunca la utilizaron los ciegos. Mª VON PARADIS (1759) En Viena, creo su Sistema utilizando como base los caracteres romanos. De este Sistema, posiblemente fue en el que se basó Valentín Haüy. VALENTÍN HAÜY (1784) Son muchos los ciegos que a lo largo de la historia dejaron constancia de su saber y cultura: Demócrito, Menedemo, Menarco, Homero, Cornelio, Aufilio, Diodoto el Estoico, Shin Mien, Jehuda Halevi, etc., pero no todas las épocas y culturas se han tomado la educación de los ciegos como una tarea sistemática y cotidiana. Se puede considerar que la concientización en la posibilidad de educación del ciego aparece con Valentín Haüy, nacido en Sant Just en 1746. Haüy fundó en 1786 el Instituto de los Jóvenes Ciegos, la primera escuela para la instrucción y colocación laboral de personas ciegas, tras haber diseñado un método de escritura para ser descifrado con el tacto. Se trataba de un proceso de impresión de tipos de gran tamaño, en relieve y con tinta negra, sobre cartulina húmeda; aquellas letras y cifras podían ser leídas con los dedos. Haüy comienza utilizando el Sistema de Mª von Paradis, (Viena 1759), y posteriormente inventa su propio Sistema de escritura, adoptando la letra itálica como fundamento del mismo. En 1827 se imprime el evangelio de San Juan por Gou de Edimburgo. En 1832, en Londres, se imprime por Lowther en este Sistema el Evangelio de San Mateo. Al Sistema de Haüy, por su dificultad de percepción táctil y excesivo espacio que ocupaba, pronto le siguieron nuevos intentos investigadores como el taquígrafo de Lucas, modificado posteriormente por Zamorano; el estenográfico fonético de Frere y el de Moon, que simplificaban los trazos y reducían el espacio ocupado por la escritura.


WILLIAN MOON (1847) Fue el único Sistema que utilizó letras formadas por líneas en relieve (se basaba en los perfiles de letras de imprenta). Fue desarrollado en Inglaterra, intentando implantarse durante varias décadas. CHARLES BARBIER (1821) En 1808, Chales Barbier propuso la utilización de puntos en relieve para la escritura de textos. La llamó "escritura nocturna". En 1819, su sueño era desarrollar un sistema para los no videntes. El sistema se basaba en la utilización de dos columnas, cada una de ellas con 6 puntos para representar las letras del alfabeto y ciertos sonidos habituales. Por este motivo, su sistema se ganó el apelativo de "sonográfico" de Barbier. Cada carácter podía ser representado por un máximo de 12 puntos o un mínimo de 2 puntos en relieve. La lectura de un texto con sus caracteres así codificados se realizaba en dos tiempos: buscar los índices (en la primera columna) e identificar el carácter que corresponde a dicho índice. LUIS BRAILLE (1824) El Sistema Braille está estructurado sobre seis puntos realzados que permite a las personas ciegas leer mediante el sentido del tacto. Este Sistema representa letras, números, notaciones musicales, etc. y actualmente es reconocido en todo el mundo. PEDRO LLORENS Y LLACHÓS (1856) Pedro Llorens y Llachós, en 1856 fue nombrado profesor de Enseñanza Primaria de la Escuela de Ciegos de Barcelona implantando un nuevo Sistema de lectura y escritura para ciegos que lleva su nombre. Con diferencias sustanciales del Sistema Haüy, también adapta su Sistema en base a las letras romanas, utilizando letras y líneas. Utiliza las letras mayúsculas a excepción de la "b" "d" y "q", seguramente por su posible confusión entre ellas. Tiene un trazado de forma menos dificultosa que los de Haüy, Foucault, o Moon. Otros creadores de sistemas de lectoescritura en relieve SISTEMA FOUCAULT: Utiliza únicamente puntos perfilando las letras romanas. Existen dos versiones, la versión francesa y la versión española. En la versión francesa se utiliza únicamente una línea de puntos en cada forma de la letra. En la versión española, una de las líneas de cada carácter se realiza con doble punteado. SISTEMA ALSTON: Al igual que otros Sistemas, perfila las letras romanas de forma más simple, con una línea de puntos. SISTEMA MASCARÓ: También utiliza las letras romanas con un diseño propio. Las perfilas con líneas en relieve añadiendo un punto en alguna de sus extremidades. SISTEMA WAIT: Este Sistema utiliza únicamente puntos para la representación de los caracteres. El signo generador lo compone 8 puntos dispuesto en dos filas horizontales de 4 puntos cada fila. Sus caracteres no distinguen entre mayúsculas y minúsculas.


SISTEMA ABREU: Gabriel Abreu creó un Sistema de lectoescritura basado en 8 puntos dispuestos en dos columnas de 4 puntos cada una. Fue un Sistema muy utilizado para la Signografía musical. En la actualidad hay músicos ciegos que reclaman su utilización. El signo generador de 8 puntos se utiliza en la actualidad en el código de Braille computarizado, es decir el código utilizado en programación de informática.

HISTORIA DE LUIS BRAILLE Cierto día del año 1812, en el pueblo francés de Coupvray, un niño jugaba en el taller de su padre. De repente agarró dos punzones y salió corriendo con ellos, tropezó y cayó. En este accidente el niño Luis Braille perdió un ojo y no tardó en quedarse totalmente ciego. A los diez años fue admitido en la escuela para ciegos de París -la Institución Nacional de Jóvenes Ciegos-, cuyo fundador fue Valentín Hauy, quien le enseñó el alfabeto guiando sus dedos por las veintiséis letras que él había fabricado con unas ramitas. Muy pronto Louis estuvo en condiciones de leer los libros que Valentín Hauy había compuesto con mucho trabajo (pues tenía que cortar los caracteres de las letras en tela y pegarlas sobre el papel): cada letra tenía unos siete centímetros de largo por cinco de ancho. A causa de estas enormes dimensiones, la fábula de Renard "El zorro" llenaba unos siete volúmenes de unos cuatro kilos de peso cada uno. Uno de sus compañeros descubrió en unas tarjetas ciertas impresiones en relieve, que correspondían a unas letras fuertemente talladas y se dedicó a formar letras por medio de caracteres movibles. Pero estas letras debían por lo menos medir dos centímetros de altura: un "libro" compuesto de esta manera resultaba terriblemente incómodo y su lectura sumamente difícil. Braille dedicó todo un verano a recortar trozos de cuero y terminó con las manos completamente magulladas. Luego hizo varios ensayos, combinando triángulos cuadrados y círculos para formar las distintas letras, pero se dio cuenta de que ninguno de sus sistemas era práctico. Con el paso del tiempo, Luis fue nombrado profesor de la Institución Nacional de Jóvenes Ciegos. Cierto día escuchó en la terraza de un café parisiense una historia que le apasionó: un capitán había ideado un sistema de puntos y trazos en relieve que permitían escribir en la oscuridad. Un mensaje transcripto de esta manera podría ser descifrado al tacto sin necesidad de luz. Así fue como buscó al capitán Barbier, quien le reveló a Braille cómo -con la ayuda de un punzón- ejercía una cierta presión sobre un papel grueso, hasta que en el anverso del mismo se pudieran notar unas pequeñas protuberancias. El sistema estaba basado en un sencillo código utilizado por el ejército. Braille trabajó sin descanso hasta que cinco años después apareció el primer libro impreso con su método y que llevaba su nombre. Como si fuera una ironía del destino, había tenido que usar un punzón igual que el que lo había dejado ciego. La realización de su libro le había costado cinco años de arduo trabajo por la terrible enfermedad que padecía, misma que lo llevaría a la tumba a los 43 años. Sirviéndose de un enrejado rectangular con seis agujeros, Luis Braille inventó 63 combinaciones diferentes: además de las letras del alfabeto, representaban los signos de puntuación y las abreviaturas de ciertas palabras muy cortas. En 1836, a la edad de veintisiete años, Braille había reunido unos textos escogidos de John Milton en ese método. Poeta ciego, en el curso de la conferencia que dio en el


Instituto, ante alumnos suyos y profesores delegados de otras escuelas, demostró que podía escribir perforando a un ritmo casi tan rápido como el de la palabra. A continuación releyó lo que había escrito a casi la misma velocidad que una persona normal. Pero sus colegas celosos le dijeron que había aprendido el texto de memoria y su sistema fue rechazado para emplearse en las escuelas para ciegos, ya que se seguía prefiriendo la educación con la escritura en relieve. Braille le enseñó el método a sus alumnos, inventó también símbolos matemáticos y les enseñó a resolver ecuaciones. Poco después creó un código de anotaciones musicales y se convirtió en un hábil organista. Luis Braille se enteró en las postrimerías de su enfermedad del triunfo de su método. El llamado sistema Braille ha alcanzado tanta importancia en la educación para los ciegos, que desde 1895 el apellido de su inventor figura en los diccionarios como una palabra más.

EL SISTEMA DE LECTOESCRITURA BRAILLE El Sistema Braille está estructurado sobre seis puntos realzados que permite a las personas ciegas leer mediante el sentido del tacto. Este Sistema, que representa letras, números, notaciones musicales, etc., mediante la combinación de estos puntos ha ganado, a través de sus más de 170 años de historia, un reconocimiento en todo el mundo y ha soportado numerosos esfuerzos para su adecuación, e incluso para su defensa ante propuestas diferentes que nunca llegaron a consolidarse. En los países desarrollados, la Signografía Braille ha tenido que adecuarse para satisfacer una gran variedad de necesidades. Nuestro sistema actual de lectura a través del tacto evolucionó desde un código de ocho puntos "Lectura en la oscuridad" creado por Charles Barbier para la Armada francesa. El sistema de Barbier no solamente utilizó puntos en relieve sino también utilizó una línea horizontal que los ciegos pronto descubrieron que era mucho más difícil de leer que el sistema compuesto enteramente por puntos en relieve. Después de los numerosos intentos que existieron en la creación de un sistema de lectoescritura para ciegos a partir del siglo XVIII (Paradis, Haüy, etc.), aparece el sistema Moon que prioritariamente intenta reducir los espacios de la escritura. Las pocas personas ciegas que fueron educadas en la primera mitad del siglo XIX estaban leyendo una mezcla de letras en relieve redondas y angulares. Las principales razones por las cuales los sistemas de puntos fueron eventualmente preferidos a los alfabetos basados en la impresión, fueron que los puntos eran más fáciles de sentir que las líneas y que los sistemas de puntos podían ser escritos fácilmente a mano. La forma original francesa de Braille al final prevaleció sobre los otros dos sistemas de puntos debido a su simplicidad y a la persuasividad de sus partidarios. Incluso en países tales como la Unión soviética y Japón, donde no es utilizado el alfabeto romano, las personas ciegas aprendieron a leer y escribir su idioma por medio de un sistema de seis puntos. Actualmente, el Braille es realmente un sistema utilizado en todo el mundo. Tras numerosas Conferencias Internacionales y por los esfuerzos de numerosas personas, los ciegos en casi todos los países del mundo pudieron disfrutar de los beneficios de ser capaz de leer y escribir independientemente. Para ilustrar la universalidad del sistema


Braille, vale la pena resaltar que el mismo signo generador de seis puntos, es usado para representar idiomas con más tradición oral que escrita. La pizarra utilizada por Luis Braille consistía en dos piezas, la pieza superior (guía) consistía en una regleta con dos líneas, conteniendo cada una de ellas las aberturas correspondientes a los cajetines de escritura y la pieza interior (base), de forma rectangular, estaba construida de madera gruesa con ranuras horizontales. Puesto que son bastantes simples de fabricar, las pizarras braille son todavía, en muchos países, los instrumentos primarios de escritura braille. La pizarra Braille -un instrumento de escritura que permite a una persona presionar sobre el papel con un instrumento puntiagudo para crear los puntos braille- era práctica y muy adecuada para una variedad de propósitos, así como su bajo coste, fácil de transportar, de uso silencioso y requería poca o ninguna reparación o mantenimiento. Puesto que son bastantes simples de fabricar, las pizarras braille son todavía, en muchos países, los instrumentos primarios de escritura braille. La escritura con la pizarra braille estándar puede representar limitaciones, al no permitir variar el tamaño de las letras, escribir entre líneas o hacer notas en los márgenes en forma de borrador. Poco después del descubrimiento del sistema Braille numerosos esfuerzos fueron llevados a cabo para desarrollar una máquina de escritura en braille que pudiera producir los caracteres braille al pulsar las teclas con distintas combinaciones. Existen publicaciones donde se manifiesta la construcción de una máquina de escritura en Braille en 1850 (18 años antes del descubrimiento de la máquina de escribir en tinta), pero la primera producción en serie no estuvo disponible hasta después de 1890. Además, otros instrumentos especializados dedicados a la producción y reproducción de libros y documentos en Braille, fueron desarrollados y perfeccionados -medios de impresión braille que pueden reproducir a través de planchas de metal y prensas-, que pueden crear cientos de copias de las planchas con texto a ambos lados del papel. En los últimos años, instrumentos que pueden mostrar e imprimir electrónicamente braille, se han introducido como uso común en Japón, Norteamérica y Europa Occidental, destacando en la actualidad España. Tales instrumentos permiten archivar y recuperar rápidamente material bibliográfico, facilitando a las personas ciegas el uso del sistema braille en una variedad de ambientes de estudio o trabajo con mayor flexibilidad y éxito que con medios usados en épocas anteriores. Los materiales braille pueden ser creados muy rápidamente, de manera que actualmente está disponible una cantidad de documentos y obras transcritas a Braille muy superior a la que se disponía en épocas pasadas. Estudiantes y profesionales tienen acceso a gran cantidad de información de forma autónoma. Desafortunadamente dos factores continúan impidiendo la introducción masiva de estos instrumentos electrónicos por todo el mundo: su alto coste y el requisito de un conocimiento previo para su uso. Estructura del sistema El sistema braille se adecua estructural y fisiológicamente a las características del sentido del tacto. Se adapta perfectamente a las terminaciones nerviosas de la yema de los dedos, y así los signos son transmitidos al cerebro, como una totalidad. Este sistema está diseñado para ser utilizado a través del tacto, por medio de puntos en relieve. La unidad básica o signo generador es el cajetín o celdilla. En este espacio se sitúan los 6 puntos en relieve, distribuidos en dos columnas de tres puntos cada una. Esta celdilla o cajetín, mide aproximadamente unos 5 mm de alto por 2,5 mm de ancho. La distancia horizontal entre celdillas es de unos 6,30 milímetros y la vertical entre


líneas es de 10,20 milímetros, aproximadamente. Estas medidas hacen que la información quepa dentro de la yema de un dedo. Cada letra o signo se representa en un solo cajetín, en el que aparecen o no los 6 puntos en relieve, que son percibidos a través del tacto por las yemas de los dedos. En un texto en braille los cajetines no están presentes, siendo visibles sólo los puntos. Para identificar los puntos, se les atribuye un número del 1 al 6.

Mediante las diferentes combinaciones de puntos en un mismo cajetín se pueden obtener 64 formas distintas de disposición de los puntos, incluyendo el cajetín en blanco, que se utiliza para separar las palabras. Como el número de posibilidades es limitado, por economía del sistema, un mismo signo braille puede significar cosas distintas, según el contexto donde lo utilicemos o si le antepongamos otro signo. Por esta razón, el braille es un sistema y no un simple alfabeto ya que, utilizando sus 64 combinaciones se han desarrollado distintos códigos: para matemáticas, ciencias, música, estenografía (braille abreviado), signografía específica para diferentes idiomas, etc. En braille cada letra se representa con una combinación de puntos en relieve. Para dejar espacios en blanco entre palabras, se emplean también un espacio o cajetín en blanco. Al comenzar a escribir se dejan dos espacios en blanco (sangría) y, entre párrafo y párrafo, es conveniente dejar un renglón en blanco, igual que en tinta. Estos espacios son muy útiles para que el lector pueda localizar fácilmente el inicio de cada párrafo y, así, darle facilidades para ubicarse en el texto.

El sistema braille se adecua estructural y fisiológicamente a las características del sentido del tacto. Fuente: Banco de imágenes de la ONCE.


El código está diseñado de manera lógica, mediante series: 1º serie: se utilizan únicamente los cuatro puntos superiores (1,2,4,5) y con ellos se forman las diez primeras letras del alfabeto

2º serie: se forma con los puntos de la primera serie, añadiéndoles el punto número 3 y, así, obtenemos las siguientes letras, a excepción de la letra ñ (conviene recordar aquí que Luis Braille era francés).

3° serie: se forma con los puntos de la serie 2ª, añadiendo el punto número 6:

4° serie: son los elementos de la 1ª serie, añadiendo el punto número 6. En esta serie se forman signos propios del francés, por lo que aquí sólo presentamos las letras que nos interesan en español:

5ª serie: son los signos de la primera serie, pero utilizando los puntos de la mitad inferior de la celdilla o cajetín. Así, conseguimos los signos de puntuación:


Las vocales con tilde se representan mediante estas combinaciones de puntos:

Otros signos de interés son:

Como las 64 combinaciones posibles son insuficientes para la formación de todos los grafemas necesarios, es necesario utilizar signos complementarios que, antepuestos a una determinada combinación de puntos, convierten una letra en mayúscula, cursiva, número o nota musical:

Es decir, anteponiendo el signo de mayúscula, formado por los puntos 4 y 6, a cualquier letra, obtenemos las letras mayúsculas. Ejemplos:


De la misma forma, anteponiendo el signo de número, formado por los puntos 3, 4, 5 y 6, a la primera serie, obtenemos los números del 1 al 0:

Para cantidades de dos o más cifras o números decimales sólo se coloca el signo de número delante de la primera cifra. La coma decimal se representa con el punto 2. Para números altos puede utilizarse el punto 3, como en vista, para el punto de separación de órdenes de unidades:


Para terminar, estos son los signos matemáticos básicos:

Otras consideraciones El sistema braille está universalmente aceptado y está «vivo»: es flexible y se adapta a las necesidades que van surgiendo. Así por ejemplo, presentamos dos signos de reciente creación:

Existen organismos internacionales que trabajan para consensuar y aplicar universalmente los cambios y novedades en el sistema. En España, la entidad encargada de este trabajo es la Comisión Braille Española.


SIGNO GENERADOR

ALFABETO BRAILLE


a (1)

q (1,2,3,4,5)

b (1,2)

r (1,2,3,5 )

c (1,4)

s (2,3,4)

d (1,4,5)

t (2,3,4,5)

e (1,5 )

u (1,3,6)

f (1,2,4 )

v (1,2,3,6)

g (1,2,4,5)

w (2,4,5,6)

h (1,2,5)

x (1,3,4,6)

i (2,4)

y (1,3,4,5,6)

j (2,4,5)

z (1,3,5,6)

k (1,3)

á (1,2,3,5,6)

l (1,2,3)

é (2,3,4,6)

m (1,3,4)

í (3,4)

n (1,3,4,5)

ó (3,4,6)

ñ (1,2,4,5,6)

ú (2,3,4,5,6)

o (1,3,5)

ü ( 1,2,5,6)

p (1,2,3,4) Signo mayúscula (4, 6) Signo de número (3, 4, 5, 6)


BIBLIOGRAFÍA: •

Varios autores (2000) Aspectos evolutivos y educativos de la deficiencia visual. Volumen I y II. Madrid, ONCE.

Varios autores (2004) Tecnología y discapacidad visual. Necesidades tecnológicas y aplicaciones en la vida diaria de las personas con ceguera y deficiencia visual. Madrid, ONCE.

Della Barca, Juan José. El Braille Integral y la Estenografía.


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