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CASO
Ficha de identificación. Paciente femenino de 32 años. Escolaridad: Carrera de mercadotecnia Estado civil: Soltera Originaria y residente de la Rep. Dom.
María Pérez mujer dominicana, soltera de 32 años de edad con epilepsia diagnosticada en la adolescencia, y sin antecedentes psiquiátricos conocidos. Fue ingresada en el centro médico, a raíz de que la familia la encontrara sufriendo convulsiones en su habitación. Le realizaron un Electroencefalograma EEG de rutina. Poco después de iniciar la prueba, la mujer empezó a tener convulsiones; esto llevo a que le administraran lorazepam por vía intravenosa. Al estudiar el EEG no se detectó ninguna actividad epileptiforme. Se puso la señora en observación mediante video-EEG; mientras se le iban bajando y finalmente retirando los antiepilépticos. A lo largo de la observación la Sra. Pérez tuvo varios episodios de actividad motora convulsiva; ninguno de ellos se acompañó de actividad epileptiforme en el EEG.
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La mujer fue referida a psiquiatría. En la entrevista la Sra. Pérez dijo que nunca le habían efectuado evaluaciones, diagnósticos ni tratamientos psiquiátricos anteriormente. Negó tener animo deprimido, o cualquier alteración del sueño, la energía, la concentración o el apetito. Dijo que no tenía ideas de hacerse daño o dañar a nadie. No reconoció ningún síntoma que fuera compatible con la manía o la psicosis. Sin antecedentes familiares de enfermedad mental, ni abuso de sustancias. Las pruebas cognitivas no hallaron déficit. ¿Identificas el trastorno?
cont.
Ficha de identificación. Paciente femenino de 30 años Escolaridad: Estudiante universitaria. Ocupación: servicio al cliente Estado civil: Soltera Originaria y residente de la Rep. Dom.
Esta mujer fue referida a psiquiatría, puesto que, en un periodo de dos años y medio, busco cuidados relacionados con el VIH, la mujer decía que era positiva. Sin embargo, los exámenes no revelaron evidencias de infección por VIH. la mujer estaba muy molesta y parecía sorprendida cuando se le dijo que no estaba infectada. Esta mujer tenía una historia de abuso sexual, físico y emocional prolongado. Esta mujer había cambiado de médico en múltiples ocasiones en el periodo mencionado. Fue descartado diagnostico alternativo evidente como el de un trastorno psicótico.
¿Identificas el trastorno?
TRASTORNO DE CONVERSIÓN
El trastorno de conversión es uno de los trastornos más enigmáticos. Su nombre original, neurosis de conversión, viene de Freud, quien creía que un conflicto inconsciente sexual o agresivo se “convertía” en un problema físico. Un individuo con trastorno de conversión demuestra problemas físicos o deficiencias en el funcionamiento sensorial o motor controlado por el sistema nervioso voluntario (como la parálisis, la pérdida de sentimiento y las deficiencias visual o auditiva) que sugieren un trastorno neurológico, pero sin una causa orgánica subyacente. A pesar de que son raras, las quejas también pueden incluir pérdida de la memoria o “daño cognitivo o intelectual” que recuerda a la demencia. Los individuos con trastorno de conversión no fingen los síntomas conscientemente, como quienes padecen el trastorno facticio o quienes simulan. Una persona con trastorno de conversión de hecho cree que tiene un problema físico genuino, y produce una angustia notable o daño en el funcionamiento social u ocupacional. La conversión de síntomas que se ve de manera más común en las clínicas neurológicas involucra dolor psicogénico, perturbaciones en la postura y el modo de andar, síntomas sensoriales, mareo y ataques psicogénicos. La ocurrencia de los síntomas a menudo se relaciona con el estrés. Cerca de 75 por ciento de los participantes en una muestra dijo que sus síntomas de conversión se desarrollaron después de haber experimentado un evento estresante. En un estudio de seguimiento de 10 años con individuos a los que se había diagnosticado trastorno de conversión, los síntomas persistieron en casi 40 por ciento de los casos. El inicio repentino, la duración más breve de los síntomas y una buena personalidad premórbida (pre-enfermedad) se asocian con un resultado positivo. Muchas veces es difícil distinguir entre trastornos físicos auténticos y las reacciones de conversión. En una muestra de 60 pacientes con un inicio repentino de síntomas neurológicos, 50 por ciento tuvo trastornos físicos y el resto recibió un diagnóstico de trastorno de conversión. El trastorno de conversión usualmente involucra funciones motoras o sensoriales que son controladas por el sistema nervioso voluntario (en vez del autónomo) y de hecho rara vez hay daño físico. Por ejemplo, una persona con parálisis histérica de las piernas en raras ocasiones muestra atrofia de los miembros inferiores que ocurre cuando hay una causa biológica subyacente, aunque en algunos casos persistentes, el desuso puede resultar en atrofia. Algunos síntomas, como la incapacidad de hablar o murmurar mientras aún se es capaz de toser o la anestesia “de guante” (la pérdida de la sensibilidad en la mano que finaliza en una línea recta alrededor de la muñeca), son fácilmente diagnosticables como trastornos de conversión porque el toser indica una función intacta de las cuerdas vocales y, en la anestesia de guante el área de pérdida de la sensibilidad no corresponde a la distribución de los nervios en el cuerpo.
cont.
TRASTORNO FACTICO Y TRASTORNO FACTICO POR PODER
El DSM denomina trastornos facticios, en los que las personas simulan de manera intencional condiciones físicas o mentales o inducen voluntariamente una condición física real.
Los criterios incluyen: producción o fingimiento intencional de síntomas físicos o psicológicos que la única motivación aparente para la conducta es asumir el papel de enfermo o de paciente 3) que el propósito de esta conducta no es obtener incentivos externos como ganancia económica, evitar responsabilidades legales y más. Otro término que se usa para este trastorno es síndrome de Munchausen. Signos de un trastorno facticio incluyen largas enfermedades inexplicables con múltiples tratamientos quirúrgicos o complejos, una “voluntad notable” para someterse a tratamientos dolorosos o peligrosos, tendencia al enojo si la enfermedad se cuestiona e involucramiento de numerosos médicos. Si un individuo finge o induce deliberadamente una enfermedad en otra persona, el diagnóstico es un trastorno facticio por poder (o Munchausen por poder).
TRATAMIENTOS TRASTORNOS SOMATOMORFOS
Tratamiento biológico Los fármacos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), han mostrado éxito con los trastornos somatomorfos, principalmente los de somatización y por dolor. Adicionalmente, para los trastornos de conversión se han recomendado las intervenciones que consisten en un incremento en la actividad física. Los ISRS han sido eficaces al lograr mejoras en casi dos tercios de una muestra de individuos con trastorno dismórfico corporal.
Tratamientos psicológicos Las intervenciones más promisorias para los trastornos somatomorfos incluyen el enfoque cognitivo-conductual. Un enfoque fundamental es un entendimiento de la perspectiva del cliente en relación con su problema. Los individuos con trastornos somatomorfos a menudo se sienten frustrados, decepcionados y enojados, todo ello seguido de años de encuentros con la profesión médica.
Trastorno de conversión.
Criterios. Uno o más síntomas de alteración de la función motora o sensitiva voluntaria. Los hallazgos clínicos aportan pruebas de la incompatibilidad entre el síntoma y las afecciones neurológicas o medicas conocidas. El síntoma o deficiencia no se explica mejor por otro trastorno médico o mental. El síntoma causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
Criterios Producción o fingimiento intencional de síntomas físicos o psicológicos. Que la única motivación aparente para la conducta es asumir el papel de enfermo o de paciente. Que el propósito de esta conducta no es obtener incentivos externos como ganancia económica, evitar responsabilidades legales y más. El comportamiento no se explica mejor por otro trastorno mental, como el trastorno delirante u otro trastorno psicótico.
Trastorno factico por poder.
Criterios Falsificación de signos o síntomas físicos o psicológicos, o inducción de lesión o enfermedad en otro, asociada a un engaño identificado. El individuo presenta a otro (victima) frente a los demás como enfermo, incapacitado o lesionado. El comportamiento engañoso es evidente incluso en ausencia de recompensa externa obvia. El comportamiento no se explica mejor por otro trastorno mental, como el trastorno delirante u otro trastorno psicótico.
NOTA: EL DIAGNÓSTICO SE APLICA AL AUTOR, NO A LA VÍCTIMA.
Ficha Técnica del caso
Maicol X, Joven de 20 años de edad, estudiante universitario de segundo curso, fue enviado por su asesor residente del campus a la consulta de salud mental de la facultad por parecer raro e ido, el señor Maicol le dijo al terapeuta que lo evaluó que lleva 3 meses sin ser el de siempre. Dijo que notaba a menudo la mente en blanco, como si los pensamientos no le pertenecieran. Se había sentido cada vez más distanciado de su cuerpo físico, realizando las actividades diarias como si fuera un robot desconectado. A veces no estaba seguro de si estaba vivo o muerto, como si la existencia fuer un sueño. Refirió que se sentía casi como si no hubiera ¨ningún yo¨. Estas experiencias lo dejaban aterrorizado durante horas. Las notas habían empeorado y había empezado a mantener las mínimas relaciones sociales.
El señor Maicol, dijo que se había deprimido porque había roto con su novia unos meses antes, y que había pasado un mes con el ánimo triste y síntomas vegetativos leves, aunque sin deterioro funcional. Durante este estado había empezado a notar sensaciones de atontamiento e irrealidad, pero al principio no les hizo mucho caso. Al irse resolviendo el estado de ánimo bajo y sentirse cada vez más desconectado, empezó a preocuparse cada vez más hasta que, al final, había acudido en busca de ayuda. Le dijo al terapeuta que su relación romántica de 1 año había sido importante para el y que, en las vacaciones había pensado preséntasela a su madre.
El sr. Maicol también describió que había sentido síntomas de irrealidad cuando estaba en la primaria, justo después de que los padres se divorciaran y el padre fuera de la casa.
Maicol dijo que no tomaba drogas, concretamente cannabis, alucinógenos, ketamnia y salvia y el análisis toxicólogo dio negativo. Dijo que no había sufrido maltrato físico ni abusos sexuales. Negó haber tenido depresión, manía, psicosis y otros síntomas psiquiátricos en el pasado, concretamente negó haber tenido amnesia, perdidas del conocimiento, alucinaciones y paranoia.
Cont.
Resumen El trastorno de despersonalización es el trastorno disociativo más común. Se caracteriza por sentimientos de irrealidad sobre el yo y el ambiente. Un diagnóstico de trastorno de despersonalización se da sólo cuando los sentimientos de irrealidad y desprendimiento causan un daño mayor en el funcionamiento social u ocupacional. En un momento u otro, casi la mitad de los adultos habrá experimentado síntomas típicos breves del trastorno de despersonalización, usualmente después de sentir estrés severo. El trastorno puede ser de corta duración o de naturaleza crónica, dependiendo de las circunstancias individuales.
A
B
LOS CRITERIOS PARA UN TRASTORNO DE DESPERSONALIZACIÓN SON LOS SIGUIENTES:
Presencia de experiencias persistentes o recurrentes de despersonalización, desrealización o ambas: 1. Despersonalización: Experiencias de irrealidad, distanciamiento, o de ser un observador externo respecto a los pensamientos, los sentimientos, las sensaciones, el cuerpo o las acciones de uno mismo (p. ej., alteraciones de la percepción, sentido distorsionado del tiempo, irrealidad o ausencia del yo y embotamiento emocional y/o físico). 2. Desrealización: Experiencias de irrealidad o distanciamiento respecto al entorno (p. ej., las personas o los objetos se experimentan como irreales, como en un sueño, nebulosos, sin vida o visualmente distorsionados).
Durante las experiencias de despersonalización o desrealización, las pruebas de realidad se mantienen intactas.
C
Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
D
La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., droga, medicamento) u otra afección médica (p. ej., epilepsia).
E. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental, como la esquizofrenia, el trastorno de pánico, el trastorno de depresión mayor, el trastorno de estrés agudo, el trastorno de estrés postraumático u otro trastorno disociativo.
Ficha Técnica del caso
Paola es una adolescente de 16 la cual a veces pierde la capacidad de recordar información personal importante y básica, a veces se siente poseída como culturalmente hablando puede entenderse…
Tiende a tener una discontinuidad importante del sentido del yo con alteraciones del comportamiento, percepción y memoria que pueden notar sus compañeros, incluso ella lo comunica.
A veces no parece ser ella, sino otra u otras personas dentro del mismo cuerpo de ella.
El trastorno de identidad disociativo (TID), que antes se conocía como trastorno de personalidad múltiple, es una condición espectacular en la que dos o más personalidades relativamente independientes parecen existir en una persona. Las relaciones entre ellas a menudo son complejas.
Sólo una se manifiesta cada vez, y la alternancia de las personalidades en general produce periodos de amnesia en la que ha sido desplazada. Sin embargo, una o varias de ellas pueden estar conscientes de la existencia de las otras. Las personalidades usualmente difieren entre sí y a veces son opuestas directamente, como lo ilustra el siguiente caso.