Salí de Santander, sobre las 7:30 de la tarde en el tren y, cuando iba a subir, vi un señor que robó el bolso a una señora mayor. Un chico que lo vio salió corriendo detrás de él y yo, mientras, llamaba a la policía, le cogieron, pero yo me tenía que ir perdía el tren. Después de 5 horas de viaje, muy cansada, tenía sueño, pero no podía dormir. Llegué a mi destino y cuando fui a coger las maletas ¡casi me caigo! Tan cansada llegué al hotel, me dieron las llaves y el ascensor estaba roto y tuve que subir las escaleras: era la novena planta, por fin llegué. Me eché en la cama y me dormí como un cesto. Al día siguiente me fui a visitar las Casas Colgantes de Cuenca pasé mucho miedo, aquello estaba altísimo en una roca y yo pregunté: “¿esto se caerá?”, pero el guía me dijo que no. Me marché corriendo al hotel, ya llegaba tarde a comer, comí espaguetis y un filete; el filete estaba un poco frío. De postre comí un yogur de fresa. Me marché corriendo, tenía que recoger y marchame. Cogí las maletas, iba directa al tren. Ahora fui viendo el paisaje: todo era marrón y estaba muy seco (como era verano). Cuando llegué a Santander deshice la maletas y me tumbé a relajarme ¡lo necesitaba!
Alba
Nos hemos levantado para coger el coche, después de unas horas ya hemos llegado, nos hemos alojado en el hotel y hemos descansado. Después hemos viajado al castillo de Medellín: tenía unas vistas preciosas.
Después hemos viajado al hotel, nos divertimos mucho. Mas tarde fuimos al río Guadiana.
Volvimos al hotel, y volvimos a Santander. Andrés
Salimos desde Santander por la mañana y cogimos un tren a Cuenca. Hasta la hora de comer hicimos turismo y vimos las casas colgantes, estaban en unas rocas y parecía que volaran porque debajo había un precipicio. Comimos en un restaurante rural y fuimos al parque del Alto Tajo, tenía muchos lagos repletos de peces, muchos tipos de aves y árboles por doquier. A eso de las nueve nos hospedamos en un hotel ambientado en el salvaje oeste y tenia unas vistas preciosas. Al amanecer fuimos a desayunar al campo y a las tres en tren hasta Santander, se veía un paisaje lleno de árboles y pequeñas lagunas. Sira
Bajé del avión. Ya estaba en Valencia. Hacía un calor, inimaginable. Bajé con mis padres a la limusina. Menos mal que puso el aire acondicionado. Miré a un lado, miré al otro. Había muchos pastos. Había paisanos labrando el campo. Un poco más adelante paramos a comer. Aquel restaurante era rústico y era muy bonito. Estaba abarrotado, no cabía nadie más. La comida estaba muy rica, el lugar era muy agradable además del griterío de la gente que estaba dentro y fuera del restaurante haciendo cola pera pedir mesa. Aquel lugar estaba lleno y para rato ¿yo no sé por esperaba la gente? Comimos arroz, la opinión de mis padres y yo es que estaba delicioso. Salimos de aquel lugar, y nos metimos de nuevo en la limusina. Al final llegamos al hotel. Estaba chulísimo. Entramos y pedimos una villa de 3 habitaciones. Entramos al ascensor, era enorme igual que los del Corte Inglés. Entramos a la habitación. Era muy grande, claro ¡cómo no!, era una villa. A la mañana siguiente nos levantamos muy emocionados. Íbamos a ir a la playa. Cuando llegamos a la playa hacía calor. El agua estaba caliente porque era agua del mar Mediterráneo. En la playa cogimos conchas, algas de todo. Llegamos al hotel. Nos duchamos y nos vamos a la discoteca. Era grande y estaba llena. Entramos y la música estaba altísima. Después de salir de la discoteca nos fuimos al hotel a dormir. Al día siguiente nos despertamos y fuimos al aeropuerto. Me dormí. Me desperté en Santander.
VIAJE A CEUTA Y MELILLA En Igollo, en mi casa, cogí un taxi hasta llegar al aeropuerto de Santander, llegué más o menos a las 7 a coger el billete. Subí, ya cansado, me dormí. Cuando me desperté estaba a mitad de viaje. Vi Castilla la Mancha y al llegar a Toledo vi sus montes y había unas personas escalándolas, parecían monigotes. Al llegar a Andalucía, mi destino, ya eran las 9 y 10, iba muy bien de tiempo. Como era verano decidí ir a la playa a tranquilizarme aunque no pude; había bandera roja, aun así me lo pasé genial. Después de disfrutar de un día soleado cogí un barco gigantesco y me fui a Ceuta. En el viaje vi unos peces preciosos había incluso pulpos, todo era genial, pero me acabé mareando en el barco, casi vomito. Ya eran las 7 de la tarde, al llegar a Ceuta. El sitio era precioso pero se me estaba haciendo tarde, tenía que encontrar un hotel y rápido, al final gracias a un hombre muy majo que andaba por allí, encontré un hotel de 3 estrellas donde me alojé. Al salir del hotel quise ver cómo era Ceuta, había muchas personas y de diferentes razas: españoles, judíos, musulmanes e hindúes. Visité un sitio muy interesante que se llamaba Casa de los Dragones y supongo que se llamaba así porque su fachada estaba jalonada de cuatro preciosos dragones, y además eso no es todo, había un montón de mercadillos. Me compré un poco de ropa para aguantar el verano que si no, me aso de calor. Luego visité el Foso de San Felipe, donde se construyeron las primeras fortalezas, fue estupendo. Al acabar la visita ya habían dado las 12:30, tenía que llegar rápido al hotel para la hora de comer. Llegó justo a tiempo, la comida estuvo riquísima, me dieron de primer plato lentejas, de segundo bacalao (no me gustaba mucho, pero me aguanté) y de último pastel de bonito, fue lo mejor de la comida. Luego a las 2:45, fui a darme otro paseo, me había encantado el lugar. En el paseo vi un tipo de fortaleza era la Ciudadela de Ceuta, iba a visitarla pero me di cuenta de que escaseaba de dinero, así que fui a una Caja de Ahorros a coger el dinero que necesitaba. Entré en la Ciudadela, y vi que estaba llena de galerías defensivas, era un laberinto y mira que tenía guía y casi me pierdo, dentro había muchos monumentos: entre ellos, una iglesia llamada Purísima Concepción. Fue la que más me llamó la atención. Además en esa Ciudadela salía la gran guerra de Ceuta y Melilla y explicaba el motivo de su comienzo y como acabó y decía así: "Hace poco tiempo hubo una gran guerra entre marroquíes contra españoles y franceses, por las ciudades de Ceuta y Melilla”. El motivo de la guerra fue que España había tenido en su poder Ceuta y Melilla durante muchísimo tiempo, incluso cuando Marruecos aun no existía, pero Ceuta y Melilla estaban en territorio marroquí, así que hubo una gran guerra ganada por España y Francia en la que murieron muchos españoles, franceses y marroquíes”: esa es la historia resumida de la guerra de Ceuta y Melilla. Antes de la hora de cenar fui a la playa, me divertí más que la última vez porque me pude bañar y como era mi
último día en Ceuta lo iba a intentar lo más posible. Me fui a las 6 de la playa a un lugar de los más interesantes de Ceuta: El paseo de las Palmeras le acabé a las 7h. Al volver al hotel, estaba hambriento y me dieron de comer una ensalada riquísima. Al despertar sabía que tenía que marcharme de Ceuta a Melilla, me daba un poco de pena irme por la gente, el sitio era muy agradable, pero pensé que en Melilla se estaría igual de bien, así que me marché. Fui andando hasta una villa cercana donde encontré un taxi que me llevó hasta Melilla. Al llegar vi que Ceuta y Melilla son muy parecidas, y en lo que más se parecían eran en que los dos había muchos mercadillos y fortalezas y encontré un mercadillo que me llamo la atención y era para comprar comida típica de Melilla. En las comidas típicas había muchos hecho con pescado. Yo me compré unos pinchos morunos .Ya había comido pero nunca con tan buena pinta. Estaban deliciosos. Después de comer un tentempié, busqué un hotel donde alojarme. Era de 2 estrellas y mucho más grande que el anterior hotel. El día siguiente hubo una niebla insoportable y no pude salir del hotel así que estuve jugando a juegos de mesa con otros del hotel. A la tarde salió el sol hacía un calor insoportable así que salí a la calle y pensé que no estaba haciendo mucho ejercicio así que hice si acuático. Al salir fui a una mezquita árabe: estaban rezando, me pareció a mí .Luego fui al zoo. Había elefantes ,serpientes etc. , y en el zoo vi como una serpiente se tragaba un huevo ¡Cómo abría la boca ¡ ¡ se lo tragó sin morder¡ . Fue un día agotador. En la cena me dieron de comer lubina y de postre helado. Al día siguiente ya me tenía que ir, así que volví a Ceuta cogí el barco para Andalucía. Pero al coger el avión por fin vi algo nuevo vi el Sistema Central, parecía una cuerda puesta a propósito para separar la meseta norte de la meseta sur. Menos mal que esta vez no me dormí. Al volver a casa me dije a mi mismo que nunca olvidare esta experiencia. Daniel S R
VIAJE A CEUTA Y MELILLA Fui a Parayas a coger el avión y llegué a Ceuta a las 9:00. Visité la Casa de los Dragones que tenía unos dragones de bronce. En un hotel de 4 estrellas me alojé. Comí marisco, pinchos de carne. Yo creía que no podía con el postre tan rico pero al final me comí un pastel de bonito. A las 5:00 cuando iba a ir a las Murallas Reales vi a una escuela que iban de excursión a la Casa de los Dragones. Cuando vi las Murallas Reales me asombré porque me gustaron muchísimo. Fui al hotel a pagar. Cogí un taxi para irme a Melilla. Me alojé en un hotel de 3 estrellas y cené en un restaurante. Me fui a dormir a las 12 de la noche y me desperté a las 9:30 de la mañana. Desayuné tortilla tiesa. Visité el Foso de San Felipe: era muy bonito e increíble. Comí arroz al horno, rape a la Rusadir. Fui al Museo del Ejército, no me gusto mucho.Volví al hotel para cenar. Me fui a dormir. Al día siguiente pagué el hotel y me fui en avión para ir a Santander al aeropuerto de Parayas y me marché a casa. FIN Diego
Estaba en casa preparándome para salir a buscar a mis amigas, me subí al coche para ir a Segovia, fui a buscarlas. Mis amigas se llaman Lydia y María. Empecé el viaje con mis amigas. Pasamos por León y atravesamos los montes de León: eran preciosos, todo lleno de plantas y árboles y se veía entero verde. Llegamos a Segovia y fuimos al hotel a dejar las maletas. Vimos el Acueducto de Segovia. Era muy bonito, lo habían construido los romanos para que pasara agua al otro lado del Acueducto. Por la noche, nos fuimos al hotel a dormir. Por la mañana nos fuimos a Santander. Después de un largo y cansado viaje, las dejé a Lydia y María en sus casas y volví a mi casa. Elena
MÉRIDA Cogí la maleta, la preparé, me fui al coche y al poco rato llegué a Mérida, cuando llegué fui al hotel a instalarme. Al día siguiente fui a ver la catedral de Mérida .Es preciosa. Cuando llegué al hotel estaba agotada. Por la tarde fuimos a un parque, se nos hizo tarde y tuvimos que volver al hotel. A la mañana siguiente desayunamos y ya estábamos haciendo turismo por las calles de Mérida, nos lo pasamos genial haciendo fotos a todo lo que veíamos. Fue muy divertido. Cuando llegamos al parque natural paramos a sentarnos en los bancos y a jugar por el parque. Pasado un tiempo volvimos al hotel a comer. Volvimos a casa.
Jana
Elena, María y yo nos despertamos a las 4:00 de la mañana, para ir a los montes de León. Entonces cogimos todo, lo metimos al coche y nos fuimos con mis padres. Cuando estábamos en el coche, teníamos tanto calor que nos íbamos a echar agua encima, así que abrimos las ventanas, pero mi padre dijo:”venga, salid del coche“, ¡es que habíamos llegado! Nos fuimos directos al hotel y nos fuimos a comer. Cuando terminamos mis padres se fueron a andar y nosotras vimos la tele. Cuando volvieron, nos hicimos las dormidas, pero nos dijeron que sabían que estábamos fingiendo. Entonces nos quitamos de la cama y nos fuimos a los montes de León para conocerlos. Cuando llegamos fuimos a andar por allí, después de andar las chicas y yo jugamos al escondite. Cuando terminamos de jugar nos fuimos al hotel a descansar. Por la mañana nos fuimos a desayunar. Cuando terminamos nos fuimos a la habitación para recoger todo e irnos ya a casa. Nos fuimos y, la verdad, fue muy rápida la vuelta, pero también tuvimos mucho calor. Llegamos y nos fuimos a cama.
Nos levantamos muy temprano y subimos al coche. Las dos primeras horas me duermo, hasta que voy a comer a una estación de servicio en la montaña (hasta había nieve). Comí unos garbanzos y volvimos al coche. Enciendo la tele y me pongo cuatro películas. Después me vuelvo a dormir porque me aburro de ver
árboles y más
árboles y
más árboles y más
árboles y más.......(etc) Me suelo despertar cuando acabamos de atravesar Castilla y León. A partir de allí empiezo a ver las “Marcas” que escojo en otros viajes para saber que me acerco. Cuando busco esas señales me entretengo, así que enseguida estamos en Badajoz. Llegamos a la marca-rotonda y vimos el cartel de “Don Benito 15”.
Castillo de Medellín
Don Benito
Río Guadiana
Cuando llegamos, hice lo de siempre: toco el timbre y me escondo. Luego toca los abrazos. Si sólo son los abuelos, bien, pero si están mis primas me ahogo. Por suerte, mis primas llegaron más tarde. Merendé pan con chocolate y dormí en la habitación que había sido de mi madre. En ella, había dos camas individuales, siempre de color azul. Yo dormí en la que está junto a la estantería, que tiene libros más viejos que la tana. Al día siguiente fui a hacerle la compra a la abuela y la tendera
(una amiga de mi abuela) me ahogó otra vez. Más tarde, mi abuelo nos llevó a mis primas y a mí al castillo de Medellín. Estaba cerrado, así que metimos los pies en el río. Me encontré con un cangrejo de río que casi me deja sin dedo (del pie). Al día siguiente fuimos al campo. “El campo” es como llamamos a una finca que tiene mi abuelo. Tiene una casa enorme, un huerto, una cochera, un estanque donde hay peces y un pozo. El pozo tiene un arco de metal con las iniciales CCiamm, o sea, “Carmen, Cristina, Irene, Ana, Marta y Mara, yo y mis primas en orden de edad. Pasamos el día allí y mi abuelo colocó la cama elástica y Está saliendo de Don botamos hasta la hora de irse. Benito El día después, las primas jugaban a las cartas y yo a la DS hasta que se me acabó la batería. Entonces fui a jugar con ellas un “alto al toro” Por la noche, pusieron Mamma Mia en la tele. A la mañana siguiente montamos en el coche y volvimos a casa.
Me voy a ir a Ávila en autobús, ¡Qué nervios!, voy yo sola. Iré a la parada y me voy a estar 2 días. Ahí está mi autobús será mejor que me monte. Me voy a sentar en este asiento es muy cómodo para dormir. Ya voy por la mitad de camino y se ven cosas preciosas. ¡Qué bien, ya he llegado al hotel ¡me voy a dar una ducha antes de visitar la muralla. Ya me puedo ir, está vez iré andando, está muy cerca. Quiero saber todo sobre la muralla. Hablando de ella, está ahí ¡Qué bien! y ¡qué nervios Tanta visita me está dando hambre, voy a comer su plato típico que es el lechazo, debe de estar riquísimo. Ahí está el restaurante. Qué ricote, iré al monte a hacer senderismo debe de estar muy bien. Ya he llegado y ahí está mi guía, será mejor que me ponga el equipaje y empezar a caminar. Que cansada y además está oscureciendo será mejor que vaya al hotel cene y me duche, hacer la maleta para mañana y preparar la ropa para mañana. Ya es por la mañana, me tengo que ir pero seguro que volveré, me lo he pasado muy bien
María
Viaje a las casas colgadas Hoy he ido a coger el avión. Mi destino era Cuenca, pues quería ver las casas colgadas. El viaje duró 1 hora y media. La comida era pollo con patatas. Llegué y allí me esperaba mi prima Luisa. Fuimos a las casas colgadas, nos subimos a ellas y daba bastante vértigo. Fuimos a merendar a una heladería, yo pedí un helado de yogur y Luisa uno de limón. Al día siguiente a las 09:00h de la mañana me tuve que ir a casa, mis padres me echaban de menos. Yo no quería irme. Se me cayeron algunas lagrimillas.
Fin Marina D
Nos montamos en el avión a las 11:30 de la mañana. Íbamos mis amigas y yo. El viaje fue un poco aburrido. Aterrizamos en el aeropuerto de Pamplona a las 12:30 de la mañana. Nos dirigimos al Hotel, nos alojamos y fuimos a ver la selva de Irati. Tenía mucho verde y abundante vegetación, nos recorrimos
media
selva y paramos a comer, la comida estaba buenísima. A continuación recorrimos la
otra
media
animales como jabalíes, pájaros... y
selva, vimos muchos
muchos más. Había un
estanque, un amigo tropezó y se cayó al agua ¡qué risa! Ya de noche fuimos al hotel, ya muy cansados cenamos y fuimos a la cama. A la mañana siguiente nos levantamos a las 6h, era 7 de julio. Desayunamos y fuimos a los San Fermines, hubo un accidente: un toro embistió a un señor. Comimos y de vuelta al hotel nos encontramos con dos señores que se habían perdido, les ayudamos y fuimos al Hotel. Cenamos y a la cama ya todos muy cansados. A la mañana siguiente recargamos las pilas y nos dirigimos a la Rivera: fue impresionante, era enorme, era una gran montaña. Caminamos durante mucho tiempo, estábamos fatigados, en la Ribera no había mucho que ver, así que paramos a comer y a descansar. No había mucha vegetación era un paisaje casi desértico. Legamos al hotel, cenamos y fuimos a dormir. Al día siguiente cogimos el hotel y regresamos a Santander. Marina A
Al coger el avión, pasé un poco de miedo porque nunca había montado en uno. Cuando llegamos a Gran Canaria, saludé a Yeray a Airán (unos amigos de allí) Cogimos el taxi y fuimos a su casa, donde pasaríamos la noche. Jugué con ellos a la Play 2, a la DS y al escondite. Más tarde fuimos a dar un paseo y ellos me enseñaron la isla. Dos días más tarde, cambiamos de isla, rumbo a Tenerife. El viaje fue largo y mareante porque fuimos en barco (un crucero de lujo) En aquel hotel había piscina con el agua congelada. Me bañé, fui al hotel donde me quedé dormido de tanto cansancio. Al día siguiente nos apuntamos a una extraña ruta: “Visita por el tenebroso Teide” Ese nombre no sonaba bien pero ¡qué le vamos a hacer! Cogimos los bocadillos y todos al taxi. Olía que apestaba, pero gracias a Dios el viaje fue corto. El volcán me gustó. Estaba harto de tanta foto. Al acabar el día cogimos el avión de vuelta a Bilbao.
Mario
Viaje a Murcia Yo, un día quise visitar Murcia de tal manera que me puse en marcha, tuve que recorrer 794 Km. Pero ya allí, valió la pena, aunque estaba muy cansado. Avisté un antiguo amigo, era Miguel Ángel que quiso venir conmigo , yo no se lo impedí. De camino a la casa que había alquilado vimos que estaban robando una joyería, no quisimos que nos robaran, así que echamos a correr. Ya en casa nos fuimos a dormir. Al día siguiente se nos antojó ver el río Segura, así que a ello fuimos. Allí había una caseta donde hablaban y enseñaban sobre el río. Aprendimos que es el río más importante de toda Murcia pero también está el Guadalentín menos importante pero también visitable. Así que al siguiente día fuimos a visitarle. Había unos aparcamientos rarísimos, no conseguía aparcar pero después de 15 minutos lo logré y fuimos al río. Nos dijeron que nos bañáramos sí queríamos, no lo hicimos. No teníamos bañadores. Al tercer día quisimos ir al cabo de Palos, pero no nos dio tiempo y tuvimos que irnos. En el viaje de vuelta me dormí y no vi lo que sucedía ¡Supongo que lo mismo que en el viaje de ida, no lo sé! Alejandro
Cogí el coche y fui a Murcia. En el viaje casi me duermo y provoco un accidente. Paramos un rato a descansar. Volví a ver otra vez todo campo
y más campo y más campo.
Iba con un amigo, pero no le hice ni caso. Cuando llegamos al objetivo: El rio Guadalentín aparqué el coche. Puse unas rocas en las ruedas para que no pudieran robarlo. Después vi que mi amigo estaba dormido, así que di unos golpes en la ventana
pero
seguía dormido así que - !!!!!!!!!!!!!
Alejandro ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡- se despertó, pero yo, con mala
intención cerré el coche y como era de estos modernos se cerro y no tenía nada para abrirle por dentro. Abrí el maletero, saque las mochilas, le dejé allí encerrado. Unas 2 horas después le abrí y casi me mata. Después se fue a mirar cómo estaba el agua. Fui por yo por detrás y le empujé. Después de que saliese me vuelve a matar. Miguel Angel
E
xcursion a Navarra
Eran las dos de la mañana, y debía ir preparándome para partir hacia las tres, de camino a Navarra. Iba por un sendero con el presentimiento de qué iba a ser una gran aventura. La comida era deliciosa, arroz a la navarra con res, pollo y trozos de cerdo, de postre había goshua con sobaos, con crema pastelera y piña. Partí hacia los San Fermines. Todo el mundo iba con un pañuelo rojo atado a una parte del cuerpo. Un señor me prestó uno me lo puse y salté. Un toro corría muy rápido detrás de mí, pensé en el fin. Aquel toro me tenia ganas. Me tiró al suelo y no oía nada más que los latidos de mi corazón. Me desperté y tenia una escayola en el brazo y me dolía mucho la cabeza. Unos días después me dieron de alta y cogí el tren para ir a la Selva de Irati. En el tren miraba la abundante vegetación que había en el camino donde reflexionaba lo ocurrido todavía con dolores. Cuando llegué a mi destino caminé por el terreno bastante húmedo, tropecé con un palo, y caí en arenas movedizas y un excursionista me sacó y me llevó a el hospital dónde me curaron las heridas. Decidí que era hora de ir a casa. Fue una excursión inolvidable, aventurera y dolorida. Deva
El día 6 de julio partí hacia Navarra en el tren de las 8:00 de la mañana. Cuando llegué eran las 11:30 y había bastante gente paseando por las calles. Yo quería visitar dos lugares allí y quedarme a dormir en el hotel de 5 estrellas “Briamarker “. Primero fui a la Rivera, era muy bonita y había algún que otro turista. A medio día saqué el bocadillo de la mochila y mientras iba a la selva de Irati, me le fui comiendo. Aquel sitio era precioso,
todo
era
muy
verde y muchos árboles eran gigantes. Cuando cayó la noche me acerqué al hotel en el que había reservado mi “suite”. Al día siguiente me levanté emocionada porque eran los San Fermines. Los toros estaban a punto de
salir a correr. La gente iba de blanco con un pañuelo rojo atado al cuello, la muñeca o el tobillo. Varios toros embistieron a algunas personas, yo me atreví a entrar, pero casi me pilla un toro ¡qué miedo pase! Aunque fue divertido. Ya era tarde, así que cogí el avión y me fui. Claro yo compré los de la “sala vip” porque en los de la 3º categoría había
ratas,
asientos
rotos
y
estaba
todo
asqueroso. Al llegar al País Vasco el avión tuvo que parar porque se había averiado y casi nos estrellamos, menos mal que me regalaron los billetes del avión. Cuando salí del aparato, había una limusina esperándome: media 8 metros tenía yacusi, tele, asientos de cuero ¡Era un lujazo! Y casi llegando a casa me monté en un yate y hasta Santander fui en el yate.
Olga.
Yo me estaba preparando en casa y fui al aeropuerto de Parayas. Iba muy contento. Cogí el avión y me dirigí a Oviedo. Por el camino no había mucho paisaje, pero era un avión muy bueno. Cuando llegamos mis padres y yo, nos fuimos al hotel, descansamos y al día siguiente, nos fuimos a la catedral. Era emocionante porque era la primera vez que la veía. A las 16:00 fuimos un poco más lejos, nos fuimos a los Picos de Europa. Al día siguiente nos fuimos a ver una exhibición de Fernando Alonso. Hacía muy buenos derrapes y había mucha, pero que mucha gente. Por la tarde fuimos a la playa de San Lorenzo en Gijón, nos quedamos allí hasta las ocho. Fuimos a ver una actuación de magia que lo organizaba el mismo hotel. A mí me mandaron al escenario. Cuando acabó la actuación se fue todo el mundo y nosotros nos fuimos a cenar. Había mucho de todo: comidas variadas. Yo no comí, mis padres sí comieron. Al día siguiente volvimos a Escobedo en avión.
Pablo P
Al salir del avión estaba en Gran Canaria porque allí estaba Luis, mi mejor amigo. Vi
muchas cosas: Palmeras, plantas con flores preciosas, cactus, submarinos, cucarachas, playas y camaleones. Fui a visitarle para estar con él y pasármelo bien. Jugamos en la piscina. Comimos en casa de su tía. A mí me encanto la comida, estuvimos en el parque mientras hacíamos la digestión para luego meternos en la piscina. Por la tarde nos fuimos a la playa y cogimos un pulpo cada uno, por la noche me fui en avión a Santander.
Pablo S. B.
Salí de Santander en coche para ir a Asturias. El paisaje era bonito y verde, vi muchos coches. En Llanes vi un accidente, dos coches habían chocado, pero no había heridos. Al poco tiempo vi a muchos peregrinos haciendo el camino de Santiago. La carretera tenía muchos túneles y puentes. Por fin llegué a Gijón pero me perdí. Llegué al hotel cansado y dejé el equipaje y comí en el hotel. Esa tarde estuve en la piscina. Por la noche di un paseo por la playa de San Lorenzo. Cuando me cansé volví al hotel. Allí cené y me acosté enseguida porque estaba cansado. Al día siguiente desayuné pronto y cogí el coche para ir a Oviedo. Vi la catedral y tenía muchos cuadros, figuras y esculturas. Por la tarde volví a Cantabria, llegué bien . Fue un viaje corto pero muy bonito.
RUBÉN
ISLA DE LANZAROTE Para ir a Lanzarote, tuvimos que coger un avión. El viaje duró 3 horas. Al llegar estaba muy cansado y nos fuimos al hotel a descansar. Por la mañana temprano, fuimos a varios museos y casas que fueron hechas por Cesar Manrique, un escultor y un pintor que hizo casi todas las obras y esculturas de Lanzarote. Fuimos a ver los camellos y a montarnos en ellos, vimos las playas y lo que más me gustó fue el parque de Timanfaya. El parque está entero de lava del volcán, y todavía debajo de la lava se mantiene caliente. Las playas tienen la arena volcánica menos las de playa blanca que es como las de Cantabria. Fue un viaje muy cansado pero muy bonito. Sergio. O
El viaje de ida fue largo, había mucho tráfico y tardé 5 horas. Cuando llegué, me alojé en un hotel. Al día siguiente fui a visitar Castellón de la Plana. Era una ciudad muy bonita y el restaurante en el que comí tenía una paella riquísima. Por la noche me fui al hotel. Cuando me desperté, me monté en un autobús para visitar la ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia; vi un microscopio enorme. Como estaba cansado me fui al hotel pronto. Al día siguiente, cuando acabé de desayunar, fui a la Albufera de Valencia, era un paisaje precioso. Tenía unas aguas limpias, con muchas aves y con muchos arrozales. Cuando acabó la visita, me fui al hotel porque empezó a llover. Fui a Elche. Era una ciudad preciosa y tenía una comida exquisita. Había un gran palmeral y unos dátiles muy ricos y jugosos. Después me fui al aeropuerto, cogí un avión y me volví a Santander. Sergio P.
Salí de casa en forma, hacía un día solo para salir al aire libre. Cogí el coche para ir a Asturias, para ir a la Cordillera Cantábrica. Voy solo y me aburro mucho. Llegué, todo estaba muy tranquilo. Caminaba por el sendero viendo a muchos pájaros en los árboles. Vi a una persona conocida, era Fernando Alonso. Empezamos a charlar de cómo era el paisaje. Fernando se fue, me dio su gorra ¡Qué guay! Me fui al Hotel dormí bien me levanté desayuné y recogí todo porque ya era hora de marcharse. ¡El coche se me estropeó! Le llevé al taller más cercano, pero no encontré ninguno. Fui preguntando por Oviedo, hablando a ver si alguien sabía donde estaba. Encontré a un chaval muy majo que me dijo donde estaba. Llevé el coche a arreglar, volví al hotel de antes. Me quedé otro día más. Fui a Gijón a dar un paseo por el mar en un barco turístico, vi peces, delfines, hasta a un tiburón blanco. Volví al hotel, me puse a ver la tele. Me quedé dormido viendo Salvame Delux, mi opinión: un tostón, no me extraña que me durmiera. Al día siguiente fui al taller, pagué lo que debía, me fui en el coche. Por la autovía vi a la policía, se estrelló un coche. Llegué a mi casa y me tumbé en la cama porque estaba matado del viaje. Daniel.P