Descubrimos que para escribir mejor, no sólo tenemos que conocer las letras, sino también los signos y esos signos nos abren la puerta a nuevas posibilidades, como por ejemplo, la de hacernos preguntas, la de expresar diálogos. Vimos que para poder volcar los signos y alternarlos con las letras, tenemos que manejar el teclado con las dos manos ¡y con mucha atención a las teclas! ¡Miren qué lindos y completos quedaron nuestros escritos!