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Descubre, celebra, anuncia
from Revista EC 103
Dpto. de Pastoral de EC
La palabra ENTRETANTO viene definida en el Diccionario de la Real Academia Española de la siguiente manera: “Tiempo que transcurre hasta la realización de lo que se expresa”. Nuestra pastoral escolar está realmente en el entretanto de la vida, en nuestras subidas y bajadas, sueños y tropiezos, parálisis y movimientos, deseos y hechos.
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Desde hace unos años las entidades titulares hablamos con insistencia de que nuestros centros deben ser escuelas evangelizadoras, auténticos centros en pastoral, y por esto mismo que nuestra mayor ocupación, por no decir preocupación, sea el cuidado de la identidad y la esencia cristiana en el entretanto de la vida. Tenemos la teoría bien sabida: deseamos que nuestros centros cuenten, al menos, con pequeñas comunidades vivenciales que identificadas y convencidas de nuestra misión, aunque no sean mayoritarias, tengan la fortaleza suficiente para continuar dando testimonio gozoso anunciando al Dios de la vida de forma explícita; así como para suscitar interrogantes sobre el servicio de la vida, cuidar la vocación personal a la que hemos sido llamados sabiendo que es en el compromiso y en el servicio hacia los demás donde podremos vivirla en plenitud, con aire samaritano,
Tiempos y personas para el Encuentro
Deseamos también que este grupo creyente lo haga sintiéndose parte de la iglesia universal a través de la educación, contando con el resto del equipo educativo, alumnado, PAS y familias. Todos soñamos con unos grupos que sean testigos del seguimiento a Jesús en sus vidas y que su coherencia interpele allí donde estén, hagan lo que hagan, desde el rol o servicio en el que estén: ya sea mantener las instalaciones limpias, contando con el resto del equipo educativo, alumnado, PAS y familias, o realizar el horario como si de un funambulista se tratara sin saber en el mes de julio con qué asignaturas o profesionales se podrá contar. Este grupo del que hablamos, aparte de ser un auténtico don, es a la vez una tarea que hay que cuidar.
Si deseamos narrar lo que somos, de dónde venimos y quién nos envía debemos pensar en tiempos y personas para que puedan experimentar el Encuentro y también tiempos y personas para que puedan escucharlo, sentirse interpelados y continuar su camino desde otra perspectiva.
Nuestra actividad frenética no impide nuestras ganas de ser fieles al envío que se nos hace, ni tampoco a la intuición que tenemos cuando solo tenemos certezas y nada de seguridades ante tanto cambio, pero nos quedamos, en algunos momentos, a merced de la improvisación. Citamos algunos ejemplos: “A, W y X, que acaban de llegar y se les ve majos, les vamos a decir que estén en este grupo de Pastoral”; “A, Y, que sabe tocar la guitarra, le diremos que dinamice las eucaristías. Tiene ganas, ya aprenderá”; “A, Z, se le ve muy inquieto, dijo que fue monaguillo en el pueblo de pequeño, además tiene capacidad de escucha; le diremos que forme parte del equipo de Pastoral”.
Pero ¿qué narran W, X, Y y Z si nadie les narra, o hacen experiencia interpeladora de encuentro? ¿Cómo preparar o dinamizar oraciones si les cuesta silenciarse y escucharLE? ¿Será el Evangelio sustituido, no con mala voluntad, por uno de los cuentos de las princesas Disney porque es “más accesible su mensaje” y los alumnos así lo entenderán mejor? ¿Cómo concretamos en nuestros centros las ganas del Anuncio y acompañamos nuestras buenas intuiciones en hacer realidad lo que está escrito en nuestros documentos carismáticos? ¿Nos da la vida para ocuparnos realmente de la Pastoral y priorizar acciones aunque estas se vean reflejadas a largo plazo?
Es fácil escribir estas preguntas en esta revista. Sabemos que el reto es grande pero la responsabilidad mayor. Si queremos ser fieles a nuestro envío necesitamos reflexionar juntos, crear espacios en los que podamos buscarLE en este tiempo en el que vivimos que más que ser el de la cultura de la información, es el de la falta de atención y lejanía de la reflexión o silencio (ya no decimos oración).
“En el tiempo favorable te escuché; en el día de la salvación te ayudé. Pues mirad, este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación” (2 Co 6, 2). Nos toca observar, escuchar para DESCUBRIR-le, CELEBRAR-juntos y ANUNCIAR-le porque estamos en tiempo de gracia. Sí, este es un tiempo de Gracia. Nuestro Señor, el Dios de la vida, continúa soplando con fuerza e inspirando en cada corazón, si le dejamos, claro está, y si no damos a nadie por perdido.
PROGRAMA ENTRETANTO DE ESCUELAS CATÓLICAS
Desde el Departamento de Pastoral de Escuelas Católicas no tenemos las respuestas a los interrogantes que antes hemos planteado. Sabemos que hay propuestas formativas de calidad tanto en Teología como en Pastoral que, con los años de duración, pueden ayudar a las personas a dar solidez, razón de la fe y afiancen su propia vocación y envío educativo. Lo que proponemos con el “Programa Entretanto” son pequeñas píldoras formativas de Teología, que pueden favorecer la experiencia de Dios, darnos luz en cuanto a nuestra cultura organizativa y puedan abrir ventanas donde se cuele el aire fresco de aquello que está por venir.
Lo hemos pensado para los integrantes de nuestros equipos de pastoral o personas que lo vayan a ser en un futuro cercano. Por eso pensamos que es bueno que estén abiertos y dispuestos a transmitir en su claustro, equipo o grupo aquello que les ha llegado.
Deseamos que en los cuatro módulos la formación sea experiencial e interpele a las personas que participen mediante el diálogo. Por eso apostamos por la presencialidad mediante videoconferencia en directo y en un horario y duración muy asequible tanto para los profesores como para los centros que decidáis invitar a vuestros equipos.
Entre las llamadas que sentimos como Escuelas Católicas hay una que nos inquieta y deseamos dar respuesta: el cuidado de la fe y la experiencia de Dios en el profesorado. Muchos de nuestros profesores que muestran inquietud con el tema de la fe, del Anuncio y de estar con nuestros alumnos y jóvenes pudiendo crear espacios dentro y también fuera del aula, se ven en algunos momentos desbordados.
Esta sencilla propuesta, pretende ser un espacio enriquecedor en el que desde los diversos carismas podamos cuidar el ENTRETANTO de la pastoral. Anímate: descubre, celebra, anuncia.