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Una reflexión desde la acción en torno al espacio público, su uso y su cuidado
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LIMPIEZA CONSCIENTE DEL ESPACIO Pร BLICO
AcciĂłn realizada a propuesta del Colectivo LimpiArte (Red espacioGuĂa, Gran Canaria) dentro del apartado de Rutas Colaborativas del IX Encuentro de Arquitecturas Colectivas de Madrid 2016
Han participado: del Colectivo LimpiArte: MANENA JUAN, CLARA MASEDA, OLIVIA MENDOZA, LAURA FERNÁNDEZ, CHONI JIMÉNEZ, MARÍA JOSÉ OLLERO; vículados al Colectivo: FERNANDO MASEDA, FEDERICO CASTRO, SAGRARIO RUBIO, VICTORIA DÍAZ, CLARA VIGNAL, RICARDO GARCÍA ZALDIVAR; alumnos de la asignatura “Creatividad, Participación y Ciudad”, Grado de Periodismo UC3M: CARO WUTTKE, ALEJANDRO BROOKING, CLARA ARNDTSEN; otros: MARIEL GRUSZKO, BOB MCDUNN, ÁLVARO HURTADO.
Agradecimientos: a Mª JOSÉ PLANELLS Y EDURNE GONZÁLEZ, del Colectivo Limpiarte, que lo intentaron pero no pudieron estar; a DIEGO TXP, por sugerirnos la localización de la Plaza Vieja; a ADOLFO ESTALELLA, por sus acertados comentarios sobre basura y colectivos; a FEDERICO CASTRO, por traer a sus alumnos y convertir la acción en actividad docente; al Bar Plaza Vieja, por su amable disponibilidad. Y a todos los que participaron o interactuaron, aunque fuera desapercibidamente, con la acción.
deriva_táctil LIMPIEZA CONSCIENTE DEL ESPACIO PÚBLICO Viernes 16 de septiembre de 2016 - Puente Vallecas / Madrid EL ENCUENTRO Espacio-tiempo de apertura a que la acción ocurra.
EL RECORRIDO Avanzar hacia un lugar: caminar, percibir, observar.
LA DERIVA Limpiar el lugar, poetizar la basura, despojar(nos).
LA DISOLUCIÓN Despedirnos, dispersarnos, diluirnos en la ciudad.
Pz. Puerto Rubio (”Plaza Vieja” de Vallecas) c/ Retama esq. Méndez Álvaro - 9:30 h.
LLEVAR ESCOBA O ÚTIL DE LIMPIEZA
LIMPIAR / RESIGNIFICAR
DEJAR UN DISPOSITIVO LÚDICO-CONTAGIOSO
Edita: COLECTIVO LIMPIARTE / RED ESPACIOGUÍA, Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias, España), abril 2017 www.espacioguia.com - info@espacioguia.com Textos: MANENA JUAN, FERNANDO MASEDA | Fotos: OLIVIA MENDOZA
Limpiar la plaza, como metáfora Deriva_táctil es una acción colectiva y una instalación. Una acción literal y simbólica. Una reflexión desde la acción en torno al espacio público, su uso y su cuidado. Un acto compartido, simple y no intencionado, de limpiar una plaza con escobas y con palabras... y la invitación a seguir haciéndolo. Vamos llegando calle abajo, nos reconocemos por las escobas, lentamente nos vamos agrupando en el punto de encuentro: una esquina ajardinada y deshabitada en Retama con Méndez Álvaro. Un lugar de paso, con acera estrecha, por el que no pasa nadie. Una raya entre varios mundos.
Limpiar, vaciar Recorrer minuciosamente, palmo a palmo, un espacio público de escala humana a través de la limpieza. Limpiar es vaciar, eliminar ataduras, recuperar. Restar, restaurar. Decrecer. De pronto irrumpen máquinas cortadoras de césped: ¡es la contrata! Los operarios, equipados con todo tipo de protección, actúan como si no existiésemos: perdigonazos por todo el cuerpo y ruido infernal en la desigual contienda… Nos echan, nos vamos, parece que no deberíamos estar ahí, en esa esquina inexistente. La jardinería, como la limpieza, también es industrial y no se anda con contemplaciones.
Limpiar, sanar La limpieza como recorrido táctil. Tocar, cuidar, rehabilitar, volver a dar vida. Liberar tensiones, sanar. Rodeados de nudos viarios que se convierten en girones, nos lanzamos a través de la “ciudad eficaz”: circunvalaciones, rotondas, vías de servicio, vías de tren, pasos elevados o subterráneos. En la ciudad eficaz lo humano sobra, es un coste añadido no asumible. El peatón es circunstancial y las escobas no son nada, una minúscula brizna de paja a la deriva. Avanzamos en grupo, con cuidado de elegir el girón adecuado al destino previsto.
Limpiar, resignificar La limpieza, una forma respetuosa de acercarse, practicar y entender un lugar. Significar, visibilizar, activar sus zonas escondidas, olvidadas, saturadas. Explorar un espacio desde la acción, fundiéndonos con él, recorriendo cada rincón. Al otro lado de la raya, tras múltiples carriles y rieles, hay un pueblo: Puente de Vallecas. Y en el pueblo hay un bulevar y una plaza vieja, que ahora llaman de Puerto Rubio. Al cruzar por el bulevar algunas miradas nos interrogan. Hay una señora que no puede creer que hayamos venido desde Canarias a limpiar. Otra al enterarse que pensamos dejar escobas por ahí, dice que pasará a llevarse una para su casa. Para nuestra sorpresa, al entrar en la plaza, encontramos basura ya amontonada.
Limpiar, poner el cuerpo Limpiar implica hacernos presentes, poner el cuerpo en relación con el entorno material, danzar, esculpir los contornos de las cosas, leer los micro-paisajes, cartografiar el espacio a escala doméstica. Tomar conciencia, movilizar sensaciones y emociones colectivamente. ¡Una gran montaña de hojas y basura! Se nos han adelantado. Rodeándola hablamos un instante sobre qué hacer: hay escobas, tizas, bolsitas de plástico, … Así, sin más, nos ponemos a limpiar. Alguien convierte el montón de basura en un gran sol, que nombra “'Sol de Mierda”. Derivando a lo “zonzo” vamos desplegando actividad por toda la plaza durante un par de horas. Mientras limpiamos somos una alegoría del pasado.
Limpiar, sensibilizar Propiciar un ambiente sensible, sin alterar nada. Cuando se limpia no se anticipa; si adelantas acontecimientos, no limpias. Limpiar siempre es presente. Dos días antes, durante el acto de bienvenida a las Arquitecturas Colectivas,en el Parque Casino de la Reina, alguien nos reveló una cuestión sumamente interesante, que iluminaba y llenaba de sentido la deriva_táctil. Nos dijo que buena parte de los proyectos colectivos auto-gestionados colapsan por la limpieza. Ciertamente: ¿qué ocurre cuando nadie se responsabiliza de los residuos? Y si nadie se responsabiliza desde dentro, ¿hay que contratarlo fuera, externalizar la limpieza? ¿no es eso el comienzo de la derrota?
Limpiar, silenciar La mente es inquieta, ansiosa. Limpiar — calmar, silenciar— la mente, no anticipar acontecimientos. En pleno despliegue aparece el barrendero, como queriendo disculparse por no hacer más. Entiende que nuestra acción no va contra él, no pretendemos poner a nadie en evidencia ni denunciar nada concreto. Nos dice que ha conseguido duplicarse, a costa de la paz del vecindario —duermen o limpio, no hay otra—, pero ya triplicarse, que es lo que la empresa le pide, ¡imposible! Por las noches irrumpe el vehículo de los cepillos giratorios y por las mañanas, a eso de las ocho, él a pie con la sopladora, que si no fuera por lo que cunde, nos dice, “me debería multiplicar por cinco”. Limpiar al modo artesanal: respetuoso con el sueño vecinal y “esas pequeñas “ cosas de la vida, ya no es posible. La limpieza ahora es cosa de muchas revoluciones, agudas e hirientes.Y la plaza hace de caja de resonancia.
Limpiar, poetizar Explorar la plaza, buscar residuos escondidos y convertirlos en metáforas: humanizar la basura. Barrer, señalizar con tiza, recoger muestras y poetizarlas. El bar del callejón nos ha prestado una mesa donde colocamos nuestro centro de operaciones, con Laura — encinta— al mando. Ella cuida de los bolsos y se encarga de ir apilando las bolsitas de plástico con los residuos que entre barrida y barrida vamos empaquetando y re-titulando poética, irónica o críticamente.
Limpiar, ver Anticipar acontecimientos es una inclinación mental muy común. Cuando mentalmente proyectamos vivimos los acontecimientos antes de tiempo, nos disociamos de la realidad: es como ir al simulador. La plaza vieja de Vallecas es rectangular, peatonal, con un parque infantil y muchos árboles jóvenes, bancos a la sombra y un bar con terraza. A estas horas no hay mucha gente, pero sí una interesante mezcla de personas y relaciones: un emigrante hablando por el móvil, jóvenes preuniversitarios de tertulia, señoras como de toda la vida, un papá leyendo mientras el niño se columpia, una pareja outsider hablando a voces o una viejecita con su cuidadora personal de aspecto foráneo… Y el barrendero, dando ya buena cuenta del “'Sol de Mierda”.
Limpiar, aquietar Paciencia es salud. Entrenar la paciencia, como decía Epicteto, y no hacer nada, dejar que suceda. Paciencia es dar tiempo al tiempo, contención y no anticipación. Pero vivimos en la permanente incontinencia y el deseo es inestable. La economía se alimenta del consumo, el consumo de la excitación y la excitación de la persuasión. Persuadir es una forma altamente productiva de anticipar acontecimientos. Hay un señor que cree que venimos del Ayuntamiento, o algo parecido, y no para de darnos quejas. Lo tiene muy claro, dice que la culpa es de los latinos, que ellos son los que ensucian y que además se han apropiado —sin derecho o indebidamente, se supone— de la plaza. ¡No hay nada como ir a limpiar, para que la basura emerja! La limpieza también es válvula de escape.
Limpiar, darse cuenta La realidad ocurre de manera desapercibida, involuntaria. Lo que nos lleva a anticipar acontecimientos es un deseo de control, basado en el simulacro o la teoría. Hay que darse cuenta. Nos fuimos marchando escalonadamente, sin que se notara. Los últimos engarzamos con hilo de bala las bolsitas poéticas formando una guirnalda y antes de salir de la plaza colgamos algunas escobas por los árboles. Escobas a la deriva, con una pequeña leyenda explicativa en el palo, a modo de instrucciones de uso. Luego llevamos de vuelta la mesa al bar del callejón y tomamos el aperitivo. Al terminar, salimos caminando en dirección a la nave del IDYS para incorporarnos a las actividades del Encuentro.
Limpiar, estar dispuesto En el limpiar como en el germinar, la semilla no tiene que hacer ningún esfuerzo: simplemente ocurre, si la situación es propicia. El IDYS está en Palomeras Bajas, en la frontera con Entrevías. La deriva entre la plaza y la nave, atravesando en diagonal el barrio de Puente de Vallecas, es un recorrido gráfico por un paisaje urbano donde se perciben con nitidez las diversas oleadas, muchas veces sobrepuestas, de ocupación territorial: las dentelladas que el tiempo le ha ido dando al espacio en la expansión de la ciudad. Zonas residuales de talleres industrial-artesanales conviven con vivienda social de última generación, puede que ahora propiedad de algún fondo buitre. De camino, hilando en el andar, nos pasamos a visitar el Cinema Amós Acero. Al llegar, colgamos la guirnalda en la nave y nos unimos a la “fiesta”: bullicio de personas, ideas y sensaciones.
Poema coral Algo. Voy, voy. Espera. ¡Fiesta! A veces la basura es el oro. ¡Recicla! Colores de bebida, círculos de fuego, ¿por qué nos has abandonado aquí precisamente? Comparte una cerveza con tus amigos, pero no la basura con tu barrio. Corta vida, larga muerte. (Morir por coltán en un continente para dejar morir al coltán en una plaza de otro... ¿por qué reciclar? ¡no! ¿para qué?) Cuando miras. ¿De verdad te cuesta tanto? Des-información (en el aire). Doble olvido imperdonable (parece que los árboles no están incluidos en la contrata).
Dueños mal-educados. El coche duerme en la calle esta noche. ¿En un futuro? Escombros. Esto no es un anillo. Fuera candados, ¡viva el amor libre! Guarda y usa otra vez. Hasta los huesos... Hasta los huesos arrastramos la genética del desecho; del hecho venimos y en desecho nos convertiremos, cosificando el camino. I'm not lavin'it! La “comida” basura... ¡a la basura! Cochinos. La vida es un carnaval. Libre soy de amar(rar)te. Los aperitivos de domingo, las resacas de los lunes. Me gusta cuando ensucias porque estás como ausente. Niños a medias. Plaza para beber, lugar de encuentro, ¿qué más quiero o necesito? Recortes de sastre. Recuerdos inventados. Si la basura matara... ahora estaríamos en el “'infierno”... ¿habrá “salvación”? ¡Gracias por su basurita! Si llega el otoño y ves las hojas caer, resístete, las hojas deben hacerlo. La basura, en cambio, debes recoger. Te echo de menos. Toda la noche en la calle. Una alada pila. Usar y tirar. Vengo a decirte: no te olvides de volar. Very? Important? Person? ¡Vivir! ¡Impecable! ¡Por favor!
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