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La conversación
Expresión oral La conversación
Una forma de expresión oral es la conversación. Leamos la definición que ofrece el Centro Virtual Cervantes, un sitio de internet que se dedica a la difusión de la lengua española.
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La conversación es una actividad comunicativa oral en la que dos o más hablantes se alternan los papeles de emisor y receptor.
Conversar implica interaccionar tanto verbal como no verbalmente (con gestos, miradas, etc.), si bien hay conversaciones en que no intervienen elementos no verbales (como en la conversación telefónica o algunos intercambios en internet, por ejemplo).
http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/conversacion.htm
La conversación se rige por normas de comportamiento entre los interlocutores: cooperación, espontaneidad, economía y emotividad. Cooperación: Los interlocutores se ajustan al tema. Ambos se escuchan y se turnan en las intervenciones. El emisor influye en el receptor: llama su atención o despierta su interés. De ahí que en la conversación predominen las funciones apelativa y fática de la comunicación. Espontaneidad: En la conversación predominan la naturalidad y la improvisación. Economía: Se recurre a un lenguaje poco complejo, a las frases inacabadas y a las frases hechas, porque muchas ideas se dan por sabidas o se han mencionado antes. Subjetividad: La espontaneidad en la conversación hace que se reflejen el carácter, los sentimientos y el estado de ánimo, a través de los gestos, la entonación, los silencios y las palabras de los interlocutores.
Ten en cuenta las características de un buen conversador:
Responde las preguntas y hace comentarios valiosos. Tiene la capacidad de hablar de varios temas, porque lee y estudia mucho. Aporta ideas nuevas.
Habla con seguridad. No titubea.
Controla sus emociones.
Expresa las palabras adecuadas en el momento oportuno.
Responde con entusiasmo. Habla con tono de voz moderado.
Manifiesta interés con la mirada y los gestos. Escucha con atención. Respeta las ideas y opiniones distintas a las suyas.
Reflexiona: ¿Qué clase de conversador eres tú?
Lee, en la tabla de abajo, los distintos tipos de conversadores y evalúate. ¿Cuál es tu actitud? Rellena el círculo correspondiente a tu respuesta. Luego, contrasta tu valoración. Pregunta a tus familiares o amigos qué piensan al respecto y verifica si coinciden con lo que tú piensas.
Divagadores: se van por las ramas, cambian de tema. Generalizadores: repiten lo dicho, sin agregar nada nuevo. Tímidos: no participan.
Discutidores: siempre llevan la contraria. Monologadores: solo se oyen a sí mismos. Interrumpidores: no dejan terminar a los demás. Agresivos: quieren imponer sus ideas con gritos, descalificaciones o insultos.
Distraídos: no prestan atención. Graciosos: aprovechan cualquier oportunidad para contar un chiste.
Tomado de Lengua Viva 3