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Casos especiales de género y de número
Nos centraremos en los casos especiales del género y de número del sustantivo. Pero antes refresca tus conocimientos. Repasa los conceptos siguientes. El género indica si los sustantivos son: masculinos o femeninos.
martillo: masculino madera: femenino
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El número indica si se habla de uno o más seres u objetos, etc. Puede ser: singular o plural.
clavo: singular clavos: plural
El artículo es una palabra que acompaña al sustantivo y concuerda con él en género y número. Puede ser: Determinado: acompaña a un sustantivo conocido: el, la / los, las Indeterminado: acompaña a un sustantivo desconocido: un, una / unos, unas
La concordancia es la igualdad de género y número entre el sustantivo y el artículo.
Femenino singular: la fruta, una sandía plural: las cebollas, unas verduras
Masculino singular: el maíz, un cereal plural: los pollos, unos animales
Ejercicio 4
A. Escribe en la línea de la derecha el género y número de cada sustantivo. Tienes un ejemplo 0. montañas femenino plural
1. viento
2. cerros
3. laguna
4. personas
5. portales
B. Añade el artículo correcto a cada palabra. Fíjate en el ejemplo. 0. el programa 3. clase 6. hematoma 9. profeta
1. cafetal 4. tema 7. diadema 10. acidez
2. esquema 5. gente 8. academia 11. problema
Casos especiales de género
Sustantivos de género común
Hay sustantivos con una sola forma para el masculino y femenino. Se diferencian por el artículo.
una pianista – un pianista el atleta – la atleta una testigo – un testigo el poeta – la poeta
Sustantivos masculinos terminados en –ma
El lenguaje científico ha recurrido a sustantivos masculinos terminados en –ma para referirse a plantas, inventos, conceptos, etc: estoma, hematoma, trauma, lexema, programa, telegrama, fotograma… Lee otros ejemplos.
el problema el tema el idioma este poema nuestro lema un esquema
Sin embargo, son sustantivos femeninos palabras como asma, broma, pócima, cima, coma, diadema, estratagema, flema…
Sustantivos masculinos terminados en –ta
Son sustantivos masculinos las palabras siguientes.
el profeta el planeta el cometa
Sustantivos femeninos que inician con "a" tónica
Estos sustantivos en singular utilizan un artículo masculino, pero en plural utilizan un artículo femenino.
el agua – las aguas un ave – unas aves el hacha – las hachas un área – unas áreas
Sustantivos femeninos que inician con "a" átona
Cuando la "a" inicial del sustantivo femenino no está acentuada, se utiliza un artículo femenino.
la avaricia la antena la aspirina la abeja
Sustantivos femeninos que no terminan en –a
Generalmente los sustantivos femeninos terminan en –a, pero hay excepciones. la noche la piel la imagen la mano
Sustantivos que cambian de significado según su género
Algunos sustantivos cambian de significado según el artículo que los precede.
No se deje llevar por la cólera. El cólera es una enfermedad grave.
Pintará el frente de la casa. Me lastimé la frente.
Los sustantivos masculinos terminados en –o, –e o en consonante forman el femenino con –a: alumno – alumna presidente – presidenta profesor – profesora
En español, el plural se forma añadiendo –s o –es: persona – personas verdad – verdades
Sustantivos ambiguos
Ambiguo significa que algo puede entenderse de varios modos. Son sustantivos ambiguos los que admiten ambos géneros, pero no cambian de significado. Desde acá veo el mar. La mar está en calma.
Sustantivos epicenos
Son sustantivos epicenos los que nombran seres cuya diferencia de sexo se indica con las palabras hembra y macho.
En el zoológico nacieron una jirafa hembra y una jirafa macho.
Algunos sustantivos forman el femenino con las terminaciones: –esa, –isa, –ina o –triz.
el poeta – la poetisa el actor – la actriz el gallo – la gallina el alcalde – la alcaldesa
Casos especiales de número
Sustantivos graves o esdrújulos terminados en –s
En los sustantivos graves o esdrújulos terminados en –s, la palabra no cambia en plural, es el artículo el que indica el número.
el lunes – los lunes la hipótesis – las hipótesis
Sustantivos agudos terminados en –í, –ú
A los sustantivos agudos terminados en –í o –ú se les agrega la partícula –es para formar el plural.
el colibrí – los colibríes el bambú – los bambúes
No obstante, algunos sustantivos no siguen esta regla. Son excepciones: el menú – los menús el champú – los champús
Sustantivos de número invariable
Unos solo se usan en singular. la sed el sur la salud el este
Otros solo utilizan el plural. los víveres las nupcias las gafas los enseres
Sustantivos en plural que cambian su acentuación
Hay sustantivos que cambian la sílaba tónica con la variación de número.
el carácter – los caracteres el régimen – los regímenes
Resumen
Casos especiales del sustantivo
De género
De número
de género común: un testigo, una testigo graves o esdrújulas terminados –s no cambian en plural: el viernes, viernes masculinos terminados en –ma: el tema, el programa masculinos terminados en –ta: atleta, poeta femeninos que inicia con "a" tónica en singular: el aguila, en plural: las águilas femeninos que inician con átona utilizan un artículo femenino; la alegría femeninos que no termina en –a:
la salud, la mano
agudos terminados en –i o –ú agregan –es en plural: el colibrí, los colibríes
Excepciones: el menú – los menús
De número invariable Unos solo se usan en singular: la sed, el sur, la salud, el este
Otros solo utilizan el plural: los víveres, los enseres.
que cambian de significado según su género: la frente, el frente ambiguos: el mar – la mar Plurales que cambian de acentuación: el regímen, los regímenes; el carácter, los caracteres.
Ejercicio 5
A. Completa cada oración. Escoge el artículo que corresponde y escríbelo sobre la línea. Tienes un ejemplo. 0. Tienes que afilar el hacha antes de cortar la leña. la – el
1. agua de ese río está contaminada.
La – El
2. Colocaron antena sobre el tejado. el – la
3. aves son animales vertebrados.
Las – Los 4. arpa es un instrumento musical de cuerda.
La – El
B. Las frases de la izquierda están en singular. Convierte cada una en plural. Fíjate en el ejemplo. 0. la tesis las tesis 3. el martes
1. el régimen 2. el rubí 4. el menú
5. la dosis
¿De qué trata la lectura?
La lectura que está continuación nos habla del regreso al lugar de la niñez. El autor se emociona al volver, después de muchos años, a su tierra, a su casa. Todos y todas sentimos aprecio por el lugar donde hemos nacido, aunque no sea el mejor ni el más bonito, pero es el nuestro y por eso es especial.
Luis Cardoza y Aragón (1904 – 1992)
Lo mejor de mi vida
(adaptación)
En una vuelta del camino, saltaba a lo lejos el Volcán de Agua. No lo había visto en un cuarto de siglo y él tenía mi niñez, mis padres jóvenes, la Antigua.
Cuando bajé en la esquina más próxima a casa, reconocí las piedras gastadas por mis zapatos, el silencio, las manchas de los muros de Catedral, los caños de agua, las ventanas. Al fondo de la calle, el triángulo perfecto del Volcán de Agua, enorme, sereno y azul, como siempre, sin una cana, una nube engalanándola cima dorada por el sol de la tarde. Tiré de la cuerda, empujé la puerta y entré con el corazón en la boca.
El perrito, muy viejo, muy viejo, anunció mi llegada y se aproximó, cansado y enérgico, a detenerme. Silencioso, apareció mi hermano Rafael. Nos abrazamos y nada nos dijimos. Yo, al dar dos pasos en el umbral de mi casa, estaba agobiado por las lágrimas. Era demasiado. Por el corredor apareció mi madre, pausadamente, agachada, casi ciega. Ya sabía que no podía ser sino yo. Sollozaba de alegría, de preocupación, de quién sabe cuántas cosas, como yo sollozaba también. Es el abrazo más dulce de mi vida, y por esos instantes valía la pena morir, valía la pena vivir.
Se sintió sofocada, y nada teníamos que decirnos. Abrazada la llevé unos pasos más, para sentarnos juntos en la centenaria banca conventual del corredor. Yo fui un niño de nuevo junto a mi madre, en la vieja casa de mi niñez.
Me tendí alargado en la banca y puse mi cabeza sobre sus rodillas. Ella me acercó a su regazo y no sé cuánto tiempo estuvimos así, mudos, con los ojos inmóviles sobre las enredaderas y los geranios, su mano apoyada en mi cabeza acariciándome, muy lentamente. Siento aún su mano, como en aquel entonces, en la caricia más intensa y tranquila de ternura infinita. Si no hubiese vivido esos instantes indecibles de Antigua, en la casa de mis padres, habría perdido lo mejor de mi vida.
Luis Cardoza y Aragón