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Con este volumen de Empodérate reafirmamos el objetivo inicial que nos planteamos para la revista, generar una herramienta con visión plural, una provocación para incidir en el debate político y donde mujeres y hombres contribuyan a la construcción de una sociedad más igualitaria y justa, para que las mujeres participen en la toma de decisiones, para defender los principios de una causa que nos compete a todos y todas: el empoderamiento de las mujeres. En Empodérate podemos encontrar los puntos de vista tanto de hombres como de mujeres interesadas en la construcción de una sociedad con más oportunidades para todos y todas, personas con diferentes visiones e ideologías, que no necesariamente pertenecen a Nueva Alianza, lo que enriquece el contenido de la revista. El compromiso de Nueva Alianza con la igualdad sustantiva lo vemos reflejado en la reciente reforma estatutaria donde se va más allá de lo que marca la reforma política, pues no sólo se cumplió con introducir en el Estatuto la paridad de la selección de las candidaturas a cargos legislativos, tanto federales como locales, sino que también se incorpora en la integración de los órganos de gobierno de Nueva Alianza.

Así, Nueva Alianza se convierte en el primer instituto político en acatar lo ordenado por las leyes políticoelectorales y constitucionales en materia de paridad, lo que hace de nuestra organización una entidad de principios que defiende la igualdad sustantiva, las libertades y los derechos. Sabemos que la paridad en las candidaturas y en los cargos de dirección al interior del partido son medidas que nos encaminan a la igualdad, pero no son suficientes. Resulta indispensable generar ideas transformadoras que modifiquen los roles y estereotipos de género que ponen a las mujeres en desventaja frente a las oportunidades de desarrollo, por eso también hemos enfocado nuestros esfuerzos para que el recurso destinado a la capacitación, promoción y desarrollo del liderazgo político de las mujeres sea aprovechado al máximo. Empodérate es parte de este esfuerzo y esperamos que sea una herramienta para impulsar el liderazgo político de mujeres comprometidas con la construcción de una democracia participativa, representativa y paritaria, ejerciendo activamente su ciudadanía y sus derechos políticos para contribuir en los asuntos públicos de su entorno. Luis Castro Obregón Presidente del Comité de Dirección Nacional


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Leticia Gutiérrez Corona

Comité de Dirección Nacional Presidente Luis Castro Obregón

Ma. Del Carmen Rizo Ruiz Sandra Corona Padilla

Secretario General Luis Alfredo Valles Mendoza

Gloria Verónica Chalé Góngora

Coordinador Ejecutivo Nacional Político Electoral Roberto Pérez de Alva Blanco Coordinador Ejecutivo Nacional de Finanzas Juan Luis Salazar Gutiérrez Coordinador Ejecutivo Nacional de Vinculación Marcos Constantino González Alcocer

Angélica Nadurille Álvarez José Francisco Parra Barbosa Portada: Imagen proporcionada por la artista Claudia Contreras

Coordinador Ejecutivo Nacional de Asuntos Jurídicos Fernando Medina Villarreal Editora Ingrid C. Negrete Rosales

Colaboración: inGENIO DISEÑO ESTRATÉGICO

Diseño y formación Colectiva Ciudad y Género A.C.

Durango 199, Col. Roma Del. Cuauhtémoc, C.P. 06700 México, D.F. Tel.: (55) 3685 8485 www.nueva-alianza.org.mx

Empodérate es una publicación trimestral realizada por Nueva Alianza sin fines de lucro y de distribución gratuita. Durango 199, Colonia Roma Delegación Cuauhtémoc, C.P. 06700 México, DF. Tel: (55) 3685 8484, Número de Reserva de título ante el Instituto Nacional de Derechos de Autor 04-011713432600-102, expedido el 17 de enero de 2014, Certificado del ISSN en trámite. Impreso por Comercializadora Gear, SA de CV. Salvador Díaz Mirón No. 128 Col. Santa María la Ribera, C.P. 06400, Delegación Cuauhtémoc, México, DF. Este número Año 1 No. 04 Consta de 10,000 ejemplares. Los derechos de reproducción de los textos e imágenes, así como los nombres aquí publicados, están reservados por Nueva Alianza. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, imágenes y fotografías, por cualquier medio físico o electrónico, sin previa autorización por escrito de la editorial. Los textos son responsabilidad de los y las autoras y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Nueva Alianza o de la Revista Empodérate. Quienes colaboran en esta publicación, en un ejercicio de pluralidad, no necesariamente son afiliados o simpatizantes de Nueva Alianza.


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Presentación Luis Castro Obregón Presidente del Comité de Dirección Nacional

24 años de lucha por la despenalización del aborto en América Latina y el Caribe Por: Aíde García Hernández

Mujeres trans El nombre bajo una nueva identidad

El aborto y los Hombres Por: Lic. Jorge Yáñez López

Por: Salvador Zavaleta Ramírez

Decidir

La Cartilla Nacional por los Derechos Sexuales de las y los Jóvenes

Lo que no se nombra no existe Por: Angélica Nadurille Álvarez

Ojos vemos, corazones no sabemos

CAIRO + 20

Por: Elsa Martina Ancona Sánchez

Participación Política de las Mujeres: Nuestras Razones, Nuestros Imperativo

Por: Olimpia Flores Ortiz

Las reformas estructurales desde la perspectiva de género Por: Dip. Fed. María Sanjuana Cerda Franco Coordinadora del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza

Por: Leticia Gutiérrez Corona

Efemérides octubre, noviembre y diciembre

Nueva Alianza en el Congreso

Lactancia Materna Por: Dip. Fed. Cristina Olvera Barrios

Mujeres Aliancistas

Las Mujeres Michoacanas Por: Angélica Judith Villanueva Magaña

Semblanza: Claudia Contreras P I NTO R A


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24 años de lucha por la despenalización del borto en América Latina y el Caribe AIDÉ GARCÍA HERNÁNDEZ Católicas por el Derecho a Decidir @ CC D M ex i co

El 28 de septiembre de 2014 se cumplen 24 años de haberse instaurado como el Día por la despenalización del aborto en América Latina y el Caribe. Esta fecha conmemorativa fue decretada como tal en noviembre de 1990 en el marco del V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe realizado en San Bernardo (Argentina). En 1993 se concretó en la Campaña 28 de septiembre una demanda permanente que alzó la voz para visibilizar que la prohibición del aborto condena a las mujeres más pobres y pone en riesgo su salud y su vida.

Uno de los objetivos de la Campaña —conformada por mujeres y organizaciones feministas de toda la región— es apelar a la gran responsabilidad que tienen las y los tomadores de decisiones para impulsar medidas legislativas y políticas públicas a fin de que todas las mujeres, sin discriminación alguna, tengan acceso a servicios de aborto legal y seguro.


PANORAMA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE En las últimas décadas, en el ámbito internacional se ha avanzado en la consolidación de un marco normativo que proteja los derechos humanos de las mujeres y donde los países están obligados a cumplir, algunos de ellos son: la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer —CEDAW, por sus siglas en inglés— (1979); la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, mejor conocida como “Convención de Belém do Pará” (1994); las Plataformas de Acción de El Cairo (1994) y Beijing (1995); y más recientemente, el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo (2013). Estos instrumentos han solicitado de manera reiterada a los países a revisar sus legislaciones restrictivas sobre el aborto y han llamado a los gobiernos a garantizar servicios de aborto legal, seguro y gratuito. Los estudios más recientes indican que casi la mitad de todos los abortos en el mundo son inseguros1, de lo cuales un 98% ocurre en los países con menos desarrollo2. A pesar de los obstáculos que enfrentan cotidianamente las mujeres de la región y de las reiteradas recomendaciones de los mecanismos internacionales, aun son siete los países de América Latina y el Caribe en los que el aborto está totalmente prohibido y penalizado: Chile, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Haití, Surinam y República Dominicana son contextos en los que las mujeres no tienen posibilidad de acceder a ningún tipo de aborto por la vía legal, incluso si son víctimas de violación sexual o si está en riesgo su vida. 1

La plena prohibición del aborto se traduce en la persecución y criminalización de las mujeres que abortan y responde a causas estructurales como la discriminación y violencia de género en el que el cuerpo de las mujeres es percibido como propiedad de la sociedad y el Estado. En República Dominicana, Esperancita de 16 años murió porque no le brindaron oportunamente el tratamiento que necesitaba para la leucemia. En Costa Rica, Aurora de 32 años, con un embarazo con serias malformaciones y en el que corría riesgo su vida, le fue negado el aborto, finalmente tuvo un parto con alto riesgo en el que el producto vivió menos de una hora. En agosto de 2013 demandó al Estado costarricense por violaciones cometidas por los servicios de salud pública y el sistema de justicia. En Honduras desde el 2009 se prohíbe el uso, distribución y comercialización de la Pastilla de Anticoncepción de Emergencia (PAE) bajo el argumento de que funciona como un método abortivo y que la vida debe ser protegida como derecho absoluto, información que contradice toda evidencia científica y la posición de las principales instituciones mundiales de la salud,3 y lo inscribe a ser el único país del mundo que penaliza el uso de un método anticonceptivo y la información sobre el mismo, situación sumamente grave, particularmente con las elevadas tasas de violencia sexual y embarazo adolescente.

La Organización Mundial de la Salud define el aborto inseguro como un procedimiento para terminar un embarazo que es efectuado ya sea por personas que carecen de las habilidades necesarias o en condiciones carentes de los estándares médicos mínimos, o ambas cosas. 2 Hechos sobre el aborto inducido en el mundo, Guttmacher Institute, 2012. Véase <www.guttmacher.org/pubs/fb_IAW_sp.pdf> 3 Los estudios científicos reiteran que la Pastilla de Anticoncepción de Emergencia (PAE) no es abortiva; posturas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Consorcio Internacional sobre Anticoncepción de Emergencia (ICEC) y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), señalan que la PAE impide la fertilización del óvulo, de la misma forma que lo hacen otros métodos anticonceptivos.

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En El Salvador, Beatriz de 22 años con padecimiento del riñón y lupus, con un embarazo con un feto anencefálico (sin cerebro) que en caso de nacer no podría sobrevivir, solicitó a diversas instancias un aborto por estar en peligro de muerte, sin embargo las autoridades no le permitieron abortar, por el contrario, el Estado obligó a Beatriz a la tortura de llevar a término el parto donde su hijo nacería muerto. Estos dolorosos casos convocaron la mirada internacional hacia los gobiernos que han preferido sacrificar la libertad4, la salud y la vida de las mujeres, y generaron una opinión crítica ante las políticas de los gobiernos conservadores; ejemplo de ello es la sentencia emitida en 2012 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el Caso Artavia Murillo y otros vs Costa Rica, en el que señala que la prohibición de la Fertilización In Vitro (FIV) —vigente en Costa Rica desde 2000 bajo el argumento que los embriones son personas— es una violación a los derechos humanos pues la infertilidad es una discapacidad y su atención debe formar parte de los servicios de salud reproductiva proporcionada por el Estado; asimismo la sentencia reconoce que la protección del derecho a la vida no es absoluta sino gradual e incremental y admite excepciones; también reconoce que la concepción no comienza con la fecundación sino con la implantación y que los embriones no son personas ni sujetos de derecho.

PANORAMA EN MÉXICO México es un país que cuenta con importantes avances legislativos en materia de derechos humanos de las mujeres, no obstante, hay grandes pendientes en el acceso al aborto legal y seguro, principalmente porque es un Estado federado por lo que la legislación sobre el aborto varía dependiendo de la entidad, situación que revela una gran brecha entre la ley y el efectivo ejercicio del derecho a la salud reproductiva. En el país las causales legales de aborto en las entidades son las siguientes: • Cuando el embarazo es producto de una violación sexual, en las 32 entidades federativas; Imprudencial (accidental) en 30 entidades; • Por peligro de muerte, en 25 entidades; • Por causa de malformación del producto, en 14 entidades; • Por grave daño a la salud de la mujer, en 13 entidades; por inseminación forzada, en 11 entidades; • Por causas económicas (cuando se tengan al menos tres hijos) en 1 entidad (Yucatán); • Y desde el 2007, en el Distrito Federal por voluntad de la mujer en las primeras doce semanas de gestación. 5

4 Entre el periodo de 2000 a 2011, al menos 129 salvadoreñas que tuvieron diversas complicaciones que resultaron en un aborto, con un nivel de escolaridad muy bajo, solteras, pobres y sin un ingreso económico fijo, fueron condenadas en circunstancias sumamente injustas a penas desproporcionadas que oscilan entre los 30 y 40 años de cárcel. Para más información véase <agrupacionciudadana.org/> 5 Véase informe Omisión e indiferencia. derechos reproductivos en México, Grupo de Información en Reproducción Elegida, A.C., 2013. Disponible en <http://informe.gire.org.mx/> 6 De acuerdo con el Informe Omisión e indiferencia. Derechos reproductivos en México, las entidades con la legislación más restrictiva en materia de aborto son Guanajuato y Querétaro, estados en los que sólo se admiten como causales la violación sexual y el aborto imprudencial.


Como la radiografía legislativa nos permite observar, existe una profunda desigualdad pues las mujeres que viven en la Ciudad de México pueden ejercer derechos que en el resto del país no disfrutan. Guanajuato ilustra muy bien esta situación, pues mientras en la capital del país se puede elegir libremente la maternidad, en Guanajuato las mujeres son denunciadas, estigmatizadas y encarceladas con penas de hasta 25 a 30 años,6 penas equiparables a delitos relacionados con el crimen organizado y a las de los países centroamericanos con total prohibición del aborto. Es alarmante este panorama y lamentable que la desigualdad que viven las mujeres en el ejercicio de sus derechos sea resultado de la injerencia de la jerarquía de la iglesia católica y los grupos conservadores en los temas públicos, ejemplo de ello es el embate promovido por estos actores para impulsar retrocesos legislativos desde la concepción: Baja California, Chiapas, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas y Yucatán.7 No podemos permitir que los derechos de las mujeres sigan siendo vulnerados por la injerencia de la jerarquía católica conservadora y que interfiera en las políticas públicas que afectan nuestras vidas, desconociendo las leyes y descalificando a funcionarios y legisladores que han sido congruentes con la ley y comprometidos con la vida y la salud de las mujeres. Por lo anterior, la exigencia de respeto al carácter laico de los Estados es la única garantía para el ejercicio pleno de los derechos humanos, específicamente los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Los Estados democráticos deben asumir, hoy más que nunca, la responsabilidad que tienen de legislar para una sociedad 7

diversa y plural y de entender que las creencias religiosas no tienen que influir en la labor pública. DERECHOS GANADOS EN DISTRITO FEDERAL La Ciudad de México es la única entidad federativa donde el aborto es legal por voluntad de la mujer. En 2007 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó las reformas al Código Penal y a la Ley de Salud del Distrito Federal que permiten la interrupción legal del embarazo (ILE) hasta la semana 12 de gestación, decisión histórica para las mujeres de la Ciudad de México y refrendada un año después, en agosto de 2008, por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al declarar la constitucionalidad de la ILE y brindando importantes argumentos que legitimaron al derecho de las mujeres a decidir acerca de su cuerpo y maternidad de manera libre e informada. A siete años de la despenalización del aborto (en el periodo de abril de 2007 al 30 de junio de 2014) se realizaron 123,642 interrupciones. De las mujeres que solicitaron la ILE, la mayoría reside en el Distrito Federal (72.7%) y provienen del Estado de México (23.9%), son católicas (59.7%) y solteras (52.2%) en edad de 18 a 24 años (47.6%). Estas mujeres han podido ejercer su libertad de conciencia y decidir de manera voluntaria sobre su maternidad 8 sin poner en riesgo su vida. Esta ley reúne una serie de características que la han convertido en un modelo aceptable para la región latinoamericana y otras regiones del mundo; es una ley: Humanitaria porque respeta el valor de la vida de las mujeres y garantiza su derecho al ejercicio de libertad de conciencia. Justa porque permite que todas las

Actualmente suman un total de 17 Estados con esta legislación restrictiva; Chihuahua reformó su constitución en octubre de 1994, por lo cual no se contabiliza dentro del conjunto de reformas del periodo 2008-2011. 8 Véanse cifras sobre la Interrupción Legal del Embarazo en la Ciudad de México, de abril de 2007 al 30 de junio de 2014 en: <https://gire.org.mx/nuestros-temas/aborto/cifras>

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mujeres tengan acceso a la interrupción legal del embarazo, independientemente de su situación económica. Moderna porque reconoce la autonomía y ciudadanía de las mujeres. Moderada porque pone un límite al derecho: 12 semanas de gestación. Integral porque establece la educación integral de la sexualidad, la oferta de anticonceptivos post-aborto y el servicio de consejería con tres opciones al embarazo no deseado (reconciliarse con él, recurrir a la adopción o interrumpirlo). Las reformas al Código Penal y a la Ley de Salud del Distrito Federal fortalecen la laicidad del Estado, condición indispensable para que las mujeres puedan ejercer su derecho a decidir haciendo uso de su libertad de conciencia. En este sentido: • Protege a las mujeres que son obligadas a interrumpir su embarazo sin su consentimiento. • Reduce la mortalidad materna por aborto. • Garantiza que las solicitudes de ILE sean atendidas en los hospitales de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, en forma gratuita, sin anular la objeción de conciencia del médico. • Reconoce la autoridad moral de las mujeres mexicanas, es decir: su autonomía y autodeterminación para asumir la responsabilidad de sus propias decisiones, en ejercicio de la libertad de conciencia en asuntos de moral personal. • Contribuye al diálogo basado en evidencia científica y libre de juicios morales y religiosos así como a la despenalización social del aborto. • Reconoce los derechos fundamentales de las mujeres a decidir sobre su reproducción, establecidos en el artículo 4° de la Constitución Política.

• Reconoce la libertad de conciencia, la no discriminación y cierra la brecha de desigualdad. • Es congruente con el principio laico del Estado, garantizado en el artículo 40° Constitucional. • Pone a la Ciudad de México en sintonía con los niveles más altos de protección de los derechos de las mujeres, establecidos en acuerdos internacionales de derechos humanos como la CEDAW. Si bien, las restricciones al acceso al aborto legal y seguro sigue siendo la realidad en la gran mayoría de los países y en los estados de la República Mexicana, personas y organizaciones defensoras de derechos humanos seguiremos dando la batalla. Este 28 de septiembre es fundamental visibilizar la lucha por la despenalización del aborto como un tema de democracia, igualdad y justicia social en el que las mujeres decidan, la sociedad respete, el Estado garantice y las iglesias no intervengan. FUENTES CONSULTADAS: • Campaña 28 de septiembre <www.28deseptiembre.org> • Hechos sobre el aborto inducido en el mundo, Guttmacher Institute, enero de 2012. <www.guttmacher.org/pubs/fb_IAW_sp.pdf> • Ochoa, María Teresa, García, Sara. ¿Por qué me pasó esto a mí? La criminalización del aborto en El Salvador. IPAS 2013. <http://agrupacionciudadana.org/index.php/biblioteca investigaciones/nuestras-investigaciones> • Balance del cumplimiento del Plan de Acción de Cairo en trece países de la región. CLADEM. <http://www.cladem.org/pdf/ CLADEM_BalanceCairo+20.pdf> • Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico <http://agrupacionciudadana.org/> • Omisión e indiferencia. Derechos reproductivos en México, Grupo de Información en Reproducción Elegida, A.C., 2013. <https://www.gire.org.mx/omision-e-indiferencia-derechosreproductivos- en-mexico-2013> • Aborto: aspectos sociales, éticos y religiosos. Invitación al debate. México, D.F. 2008. <http://catolicasmexico.org/ns/?cause=abortoaspectos-sociales-eticos-y-religiosos>


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Mujer s trans El nombre bajo una nueva identidad SALVADOR ZAVALETA RAMÍREZ Maestro en Psicología Social de Grupos Instituciones por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. zalvator@hotmail.com

El actual movimiento político de las mujeres trans en México, tiene sus orígenes en el Frente de Liberación Homosexual de 1976 y a lo que actualmente se conoce como el movimiento de la diversidad sexual LGBTTTI o algunas veces llamado comunidad. Desde mi experiencia en la militancia, investigación e intervención en dicho movimiento —al que algunas veces me refiero como “Identidades sexo-políticas y transgenéricas”— distingo tres coyunturas político sociales que en la Ciudad de México ha conformado este sector de la población trans. Éste, a su vez, pertenece a las distintas nomenclaturas identitarias de lesbi, gay, bisexual e intersexual.

El primero de ellos fue la separación del movimiento lésbico en la mitad de los años ochenta con la necesidad del reconocimiento de las mujeres, primero como sujetos y luego como mujeres fuera de la categoría de la homosexualidad. Esa distinción correspondía a tomar distancia de los hombres para especificar que la orientación sexual y la preferencia no eran una acción única de varones. En la década de los noventa la apropiación/subjetivación en México del término gay (heredado de Estados Unidos), implicó una nueva forma de existencia para las personas homosexuales “mujeres y hombres” fuera del estigma y del prejuicio. El reconocimiento a la existencia de dichas personas como sujetos socialmente aceptables.


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En la misma década se da la emergencia y crecimiento de la llamada sociedad civil: surgen las OSC (Organizaciones de la Sociedad Civil) de la diversidad sexual y se da la participación política de las identidades sexo-políticas (sólo algunas transgenéricas), que encontraron en las Organizaciones No Gubernamentales (ONG y OSC) espacios de reunión, reflexión, convivencia, apoyo, acción política, contención, entre otros; asimismo, este surgimiento permitió que se ampliara el movimiento a distintos espacios lo que coadyuvó al fortalecimiento para la conformación de las actuales identidades colectivas. Esta coyuntura se desarrolla en el escenario neoliberal, donde la libertad se ejerce con el derecho a decidir; esto es un principio en sociedades democráticas como México. Se permite emerger a dichos sujetos y asociarse en grupos, colectivos e identidades con particularidades y rasgos subjetivos distintivos, siendo lo sexual una dimensión simbólico-imaginaria de construcción primordial. El Estado democrático neoliberal permite que los sujetos puedan emerger con sus particularidades, pero al mismo tiempo los subyuga, reprime y socava al tratar de normarlos regulando su conducta o segregándolos. Las leyes del Estado, a través de las formas de gobierno, también detonan identidades al expulsar y suprimir a los “nuevos” sujetos. Estas últimas identidades trans: transgénero, travesti y transexual, evidencian una suerte de abanico socialidentitario, en la búsqueda de reconocimiento por una inclusión social más justa y equitativa, en el goce de sus derechos como ciudadan@s mexican@s. Los colectivos de mujeres trans —al igual que muchas otras distintas identidades subyugadas— no tienen cabida en el EstadoGobierno o en la sociedad.

La realidad es que en la actualidad para muchas mujeres trans y no trans, al igual que otras identidades y grupos vulnerables y marginados por el sistema capitalista, las oportunidades de insertarse al orden social cotidiano normativo son mínimas. La mayoría de estas mujeres renunciaron (de una u otra forma) a la antigua personalidad jurídica que les asignó el Estado-Nación al nacer —constreñida a un género y ciudadanía— se ven en la casi imposible circunstancia de reconstituirse como sujetos. Algun@ de ell@s, no tod@s, se insertan en una búsqueda implacable de acumulación de cierto capital por la necesidad de costearse su propia reasignación sexo-quirúrgica, como elemento primordial de reconstrucción de la identidad. Estas mujeres trans re-construyen una historia de vida, un pasado en común y para sí mismas en lo que emergen, aparentemente, como una “nueva identidad”, bajo un nombre propio que, jurídica y socialmente, el EstadoGobierno pocas veces les reconoce. Así como el rechazo de la sociedad, la familia nuclear (para algun@s, no tod@s), las orillan a tejer sus propias redes de pertenencia, de sobrevivencia económica, de contención e interacción y sobrevivencia en cuanto su propio género. En la construcción y re-construcción de sus identidades, el nombre que se subjetiva y se hace propio, aparece como un lugar primordial en el incardinamiento de lo que conforma su nueva identidad. Para muchas de ellas, el nombre coacciona como lapsos de descanso temporales sobre los cuales se imagina y configura los rasgos subjetivos representados en su propio lenguaje, vestimenta, corporalidad, personalidad y conducta. Un nombre propio que al subjetivarlo adquiere resonancia cognitiva, con sentido referencial e identidad para sí mismas.


Más allá de un nombre propio, lo trans se concibe como un elemento subjetivo, como parte de una identidad de género subjetivado por mujeres. En una sociedad machista y misógina como México, lo simbólicamente femenino se demoniza y criminaliza por alterar y transgredir al orden social de los géneros. Por lo tanto, las mujeres trans en nuestro país se con convierten en objeto del insulto, vejación y exclusión social. De esta manera, las oportunidades para gozar de derechos económicos, políticos, sociales; de ejercer su sexualidad, constituir y existir bajo la identidad de un género a la que se desea u obedece su anhelo de existencia como “mujeres” son casi nulas. Es por ello que, para muchas mujeres trans, la práctica del trabajo sexual es una opción plausible y necesaria; otras tantas aseguran haberlo realizado sólo por un tiempo y otras tantas nunca. En este sentido, las prácticas para la autosustentabilidad económica son escasas y difíciles. Pareciese ser que están destinadas a vivir como mujeres exiliadas en su propia tierra, en zonas de asfalto áridas, invivibles e inhabitables en la Ciudad de México por haber transgredido las normas convencionales del género. Durante las últimas dos décadas en nuestro país estos sujetos entendidos como mujeres trans, han encontrado en la militancia y participación política de sus colectivos, un nicho para la denuncia y la acción política. Buscan la transformación del mundo y la construcción y re-construcción de sus identidades de género. Entendiendo la política desde Hanna Arendt como una acción y posibilidad de transformación del mundo, se piensa a la política como un lugar de empoderamiento y

apropiación en la subjetivación para la transformación al interior. No sólo al mundo de los poderes fácticos sino la transformación al mundo de lo subjetivo, simbólico e imaginario, que en relación con lo tangible, les permite una auto-sustentabilidad económica y social. Les otorga la posibilidad de incorporar cada vez más elementos subjetivos como valores, creencias, ideologías, conductas asociadas a su género en la búsqueda y el reclamo del goce de sus derechos humanos y ciudadanos. La situación actual de las identidades trans —en la visibilización de sus problemáticas y demandas sociales— modifica el acceso a servicio de salud, sanitario específico, prevención y no discriminación e inclusión social; el reconocimiento jurídico y social de su actual/nueva identidad, oportunidades libres a un empleo digno, acceso gratuito y ciudadano a la reasignación sexoquirúrgica con atención psicológica libre y no impuesta, así como certeza jurídica por los crímenes de odio por transfobia que redunden en buenas investigaciones judiciales así como la prevención y sanción. El Estado-Gobierno ha sido incapaz de atender y solventar las problemáticas y demandas sociales de los colectivos trans, ya sea por desconocimiento, o por otros factores. Las identidades trans, al igual que las otras “LGB”, han encontrado en algunos partidos políticos, asambleístas e instancias autónomas escucha, cabida, atención y compromiso social para la atención a sus demandas. La inclusión social de este sector poblacional trans representa uno de los desafíos y retos actuales para la ciudadanía, el Estado-Gobierno, el Estado-Nación, las congregaciones religiosas, los partidos políticos, el sector educativo, etcétera, pues convoca a una disyuntiva:

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¿Cómo generar formas de inclusión social del sector trans, desde nuestros distintos espacios, sin hacer a un lado otras causas y luchas? Más allá de si los sujetos trans encuentran su propia identidad en lo transgénero, lo travesti o lo transexual: la visibilización de las diferencias exponen (no sólo en las mujeres trans) distintas reacciones sociales desde el asombro, la aversión, extrañeza, indiferencia, morbo, hasta la criminalización social y moral. Teniendo en cuenta que socialmente el género es uno de los elementos poco explorados en el ámbito de lo subjetivo. El rostro de las mujeres trans emerge bajo una “nueva actual” identidad que para muchas personas no existe en los imaginarios sociales y colectivos, más allá de los convencionalismos bajo formas peyorativas, en el estereotipo o cliché de una persona marginada socialmente. A lo que me pregunto: ¿Qué se entiende y conoce socialmente en la actualidad por una mujer trans?

Pensar lo trans como un campo semántico más que una categoría social de género; como un acto político subversivo de investidura del sujeto a través de la subjetivación-enunciación del nombre; como un acto político en su manifestación. El reclamo de sus derechos humanos muestra a un sujeto en la escena de lo social con la búsqueda de reconocimiento e inclusión social. Esto requiere de un trabajo interdisciplinario, donde sin duda, el eje transversal de las políticas públicas abre directricesy brechas para el trabajo de intervención de ese sector de la población, quizá uno de los más olvidados, desprotegidos, invisibilizados y criminalizados por la misma sociedad. Para todas aquellas mujeres trans que se quedaron en el camino: ¡La lucha continúa!


El borto y los hombres LIC. JORGE YÁÑEZ LÓPEZ Investigador Jurídico y Coordinador General de TRODOS Círculo de Masculinidad yorgos@att.net.mx

partir de que ciertos autores de Men Studies expusieron sus balances en torno a la Plataforma de Acción de la 3a Conferencia de Mundial sobre Población y Desarrollo (llevada a cabo en El Cairo en el año 1994), y algunos otros delimitaron posibilidades en materia de derechos reproductivos de los hombres, se sumaron ciertos elementos importantes para la reflexión sobre el rol que se desempeña frente a la decisión de las mujeres de interrumpir voluntariamente un embarazo. Desde el desinterés de un amplio sector de varones tendientes a evadir responsabilidades y su lejanía con la pareja ante la determinación referida, no queda mucho que decir sustancialmente hablando. Pero desde los hombres como pareja corresponsable de un embarazo no planeado, podemos rescatar algunos aspectos. En este plano la cuestión está vinculada a hombres desprovistos de patrones culturales machistas o chauvinistas, lo que ya implica un particular rasgo favorable, aunque la demostración de sensibilidad y apoyo incondicional hacia la pareja, muchas veces remueve inseguridades no necesariamente trascendidas.

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A pesar de ello podemos mencionar que la perspectiva promedio ha cambiado en los hombres frente a esta situación; se ha aprendido no sólo que todo producto debe ser deseado, sino más relevante aún, que la maternidad es voluntaria (y no únicamente la paternidad, respaldada por un Orden Simbólico que presenta sesgos). La asimilación de esta clase de percepciones convencidas tampoco ha sido un asunto sencillo, si se toma en consideración que las mujeres bregan por posturas incluyentes y otras decididamente excluyentes hacia los hombres como parejas, al momento de elegir la posibilidad de interrumpir un embarazo. Las que piensan que la decisión de abortar es unilateral ya que son quienes finalmente llevan el embarazo en términos biológicos, no obstante que sin una inseminación natural o artificial resulta improbable la circunstancia. Y aquellas para las que compartir la decisión y sacar adelante juntos el proceso de interrupción del embarazo, les reporta un sentido más justo para resolver el hecho no proyectado. Delimitar una distancia prudente para no transmitir presión a la pareja, frecuentemente ha operado como un factor de primer orden para demasiados varones que se han encontrado en este punto. Porque procesar en buenos términos el rechazo cuando se califica de intromisión el punto de vista proveniente del hombre corresponsable del embarazo, en realidad es complicado. Hasta aquí el centro han sido las parejas y la decisión de detener un embarazo no deseado; los embarazos derivados de abusos sexuales ni siquiera conducen a suponer algo que vaya más allá de la decisión personal de las mujeres que hayan sido violentadas.

Sin embargo, en estas situaciones tan de dos o de una en el segundo caso citado, repentinamente se presentan las valoraciones externas emitidas por otros hombres, por autoridades gubernamentales, por ministros de cultos religiosos, por conductores de medios de comunicación y un extenso grupo tan heterogéneo como ajeno, pero que supone tener el derecho de censurar bajo argumentaciones tan arrogantes como subjetivas. Cada toma de decisión se convierte en una suerte de tema de jurado popular cargado de intereses personales, que además insulta la dignidad y capacidades de las mujeres de manera flagrante. Ninguna ideología y ningún dogma tiene nivel, ni razón de ser para imponer su codificación y sanciones en el cuerpo, conciencia y vida de las mujeres. Estos intentos de control desde una franja considerable de hombres, ha dirigido a las mujeres a preguntarse si la legalidad depende de la propia condición de ser mujeres, en concreto, si los hombres estuvieran en condiciones de embarazarse y determinaran abortar, ¿las circunstancias valorativas serían otras? El deseo patológico de tutelar la existencia del otro género, disminuyéndole capacidad para decidir o castigándole porque repensó su proyecto de vida. Un postulado tan deshumanizado parece sólo entenderse desde una lógica propia de hordas de fanáticos y no desde el estadio civilizatorio que tanto se exalta. De cualquier manera, iniciar un debate no es el objetivo, es simplemente nombrar y distinguir apartados generales de varones promedio, porque las variantes de raza, estrato socioeconómico, grado educativo o incluso de edad no modifican pertenencias hacia uno u otro grupos.


Ahora bien, resulta especialmente ilustrativo identificar las lecturas que dentro de contextos represivos presentan los hombres que acompañan el respeto a los derechos humanos de las mujeres; las diferentes proporciones y estilos de defensa y solidaridad, ya que los matices expresan abordajes muy nutritivos para generar corrientes de opinión proclives a la igualdad y al enfoque compartido. A grosso modo se pueden encuadrar al menos tres posturas en los hombres: Quienes esgrimen argumentos de respeto al Estado laico y los derechos humanos de las mujeres. •

• Aquellos

que respaldan el derecho único de las mujeres (su autonomía) para interrumpir un embarazo.

• Los que eximen a las mujeres que abortan anteponiendo

atenuantes como la violación, el número de hijos (as), la malformación del producto o cuando se encuentre en riesgo su vida.

Este espectro general permite detectar en los sectores masculinos “Pro Choice”, diferentes ángulos y grados de profundidad medibles en un debate, aunque lo deseable sería el manejo de los tres enfoques en una visión más integral. La invitación a encuestar qué tanto saben los hombres mexicanos sobre el tema del aborto abre un canal de sondeo que (más allá del morbo) indica pautas y ópticas conformadas culturalmente. El auto análisis hecho por los propios hombres antes de asumir una posición o adoptar una opinión, pocas veces mudable, se convierte en un parámetro necesario para entender de manera libre e informada las diversas situaciones que viven bastantes mujeres en la sociedad ante su deseo de abortar. Ya no es posible moverse en la indiferencia como una alternativa desde los varones con conciencia social, documentados y con un cierto nivel de compromisos con la igualdad; los momentos de definición siempre estarán aguardando una respuesta.

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LA CARTILLA NACIONAL POR LOS DERECHOS SEXUALES DE LAS Y LOS JÓVENES

Esta cartilla surgió de la Campaña Nacional Hagamos un Hecho Nuestros Derechos y está avalada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y más de 160 organizaciones. La cartilla incluye los siguientes trece derechos: Decidir de forma libre sobre mi cuerpo y mi sexualidad Ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual Manifestar públicamente mis afectos Decidir con quién compartir mi vida y mi sexualidad Respeto de mi intimidad y mi vida privada Vivir libre de violencia sexual Libertad reproductiva Igualdad de oportunidades y a la equidad Vivir libre de toda discriminación Información completa, científica y laica sobre la sexualidad Educación sexual Servicios de salud sexual y la salud reproductiva Participación en las políticas públicas sobre sexualidad Para mayor información véase: < http://andar.org.mx/ cms/index. php?option= com_content&view=article&id=109&Iteid=177>


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CAIR

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ELSA MARTINA ANCONA SÁNCHEZ

Maestra en Derecho, Unidad de Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM c i u d a d yg e n e ro @ g m a i l . co m

Antecedentes Del 5 al 13 de septiembre de 1994 líderes mundiales se reunieron en la ciudad de El Cairo, Egipto, en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de Naciones Unidas (CIPD) para acordar la forma de abordar los desafíos de población y desarrollo de la época. Fue un acontecimiento histórico en el que participaron 11 mil representantes de gobiernos, agencias y organismos especializados de la ONU, organizaciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales y medios de información.

Uno de los consensos a los que se llegó en la CIPD fue que el concepto población no sólo vincula números sino personas y a partir de ese momento todo cambió. Se articuló una nueva y retadora visión que hizo énfasis en los derechos humanos y el bienestar, en el contexto de la población y el desarrollo. Los gobiernos participantes coincidieron en que las políticas de población debían abordar el desarrollo social en una perspectiva más amplia, especialmente en lo referente a mejorar la condición de la mujer. Por ello, la planificación familiar debía proporcionarse como parte de un contexto de atención a la salud reproductiva.


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Desde El Cairo, el empoderamiento y la autonomía de las mujeres, su derecho a decidir sobre su propio cuerpo y fecundidad, su seguridad en el embarazo y en el parto, el desarrollo del potencial de las personas jóvenes y el bienestar humano básico han pasado a ser la agenda de los países participantes. El concepto de derechos reproductivos se consagró como eje articulador de las intervenciones en el área de población, con un enfoque que prioriza el derecho de las personas y parejas por encima de consideraciones demográficas. La promesa de El Cairo fue:

Si avanzamos en el reconocimiento y ejercicio de los derechos humanos básicos, incluido el derecho a la salud sexual y reproductiva, estaremos un paso más cerca de asegurar un mundo con oportunidades para todas y todos.

El Programa de Acción El Programa de Acción de El Cairo es ambicioso: contiene más de 200 recomendaciones con cinco objetivos a 20 años en las áreas de salud, desarrollo y bienestar social. Promueve de manera decidida una nueva estrategia para abordar las cuestiones de población, en la que se destacan los numerosos vínculos entre la población y el desarrollo; se hizo hincapié en satisfacer las necesidades de las mujeres y los hombres en forma individual, en lugar de proponer metas demográficas. Una característica central del programa fue la recomendación de proporcionar atención integral de salud reproductiva que abarque la planificación familiar, el embarazo sin riesgos y los servicios de parto, el aborto

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(donde sea legal), la prevención y el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual (incluido el VIH y el SIDA), información y asesoría sobre sexualidad, y la eliminación de prácticas dañinas contra la mujer (como la mutilación genital y los matrimonios forzados). Esta declaración fue de gran trascendencia, ya que por primera vez en una Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de Naciones Unidas, se estableció el concepto de Salud Sexual y Reproductiva entendida como: “El Estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedad o dolencia, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos”. Concepto que entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos, y el derecho a decidir sobre número y espaciamiento de los hijos. Además, establece como objetivo de la salud sexual “el desarrollo de la vida y de las relaciones personales y no meramente el asesoramiento en materia de reproducción y enfermedades de transmisión sexual” 1. Señala que la atención de la salud reproductiva debe elevar los derechos de la persona, inclusive el de “elegir libremente y de forma responsable” el número de hijos que la persona desea tener y el espacio entre uno y otro, así como el derecho a tener una “vida sexual satisfactoria y sin riesgos”. Esta definición va más allá de los conceptos tradicionales de atención de la salud referentes a prevenir la enfermedad y la muerte, porque promueve una visión más integral de lo que constituye una persona sana.2 Este logro fue el fruto del trabajo de los movimientos feministas de las décadas de los setenta y ochenta quienes reivindicaron con fuerza los derechos sexuales y reproductivos, constantemente olvidados.

Lucía Mazarrasa Alvear y Sara Gil Tarragato. Revista Salud Sexual y Reproductiva, núm. 12, Escuela Nacional de Sanidad. Instituto de Salud Carlos III. Ashford, Lori S. ¿Qué fue El Cairo? La promesa y la realidad de la Conferencia. Population Reference Bureau.


La CIPD supuso un gran cambio con respecto a las políticas de población que hasta entonces se habían discutido en foros internacionales. El Programa de Acción da un giro radical al establecer que las políticas de población deben tener como metas el bienestar de los individuos y su calidad de vida, y han de localizarse siempre dentro del marco de los derechos humanos. Deja pues de lado las concepciones reduccionistas de las relaciones sexuales como medio para el fin reproductivo, y de la mujer como madre y cuidadora. Hace especial hincapié en el empoderamiento de la mujeres como piedra angular de todos los programas para hacerla autónoma en todas las esferas vitales y, sobre todo, respecto a la sexualidad y la reproducción. El Programa de Acción también incluye metas con respecto a la educación, especialmente de las niñas, y para una mayor reducción de los niveles de mortalidad de lactantes, niños y madres. Aborda cuestiones relativas a la población, el medio ambiente y las pautas de consumo; la familia; la migración interna e internacional; la prevención de la pandemia de VIH/SIDA y la lucha contra ésta; las actividades de información, educación y comunicación; y la promoción de la tecnología, la investigación y el desarrollo. Por primera vez, se insta a los gobiernos a considerar que los abortos en condiciones de riesgo son una causa importante de mortalidad materna y “una importante cuestión de salud pública”. 3 Cabe destacar que el debate más prolongado y más seguido por la prensa fue el relativo al párrafo 8.25 sobre el aborto. Si bien muchos países se expresaron a favor de uno de los dos textos alternativos propuestos, en los que se aludía a la necesidad de reducir las muertes maternas debidas al aborto en condiciones de riesgo, otros países prefirieron las expresiones de oposición más firme al aborto, que figuraban en el otro texto alternativo. Finalmente se acordó que: “En ningún 3

caso se debe promover el aborto como método de planificación familiar. Se instó a todos los gobiernos y a las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales a incrementar su compromiso con la salud de la mujer, a ocuparse de los efectos que en la salud tienen los abortos clandestinos, como importante problema de salud pública y a reducirlos mediante la prestación de mejores servicios de planificación familiar”. Se mencionó que las mujeres que tienen embarazos no deseados deberían tener acceso fácil a información objetiva, veraz y suficiente. Se debe asignar siempre máxima prioridad a la prevención de los embarazos no deseados y hacer todo lo posible por eliminar la necesidad del aborto. En conclusión: en el Programa de Acción quedó establecida una agenda de temas sobre población y desarrollo relacionados con la reducción de la pobreza y las desigualdades sociales, generacionales y étnicas; la promoción de la salud y de los derechos reproductivos, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, los cambios en las familias, la inclusión y la participación de los grupos poblacionales relevantes (adolescentes, pueblos indígenas, personas adultas mayores), entre otros. El Programa de Acción de El Cairo 20 años después En vista de la proximidad del cumplimiento de los 20 años de la Conferencia de El Cairo, y tomando en cuenta que la Asamblea General de las Naciones Unidas, según su resolución 65/234, ha decidido prorrogar después de 2014 la ejecución del Programa de Acción y las medidas claves así como asegurar su seguimiento con el fin de que se cumplan las metas y los objetivos propuestos, en este apartado haremos una breve revisión sobre los avances y los retos a cumplir.

United Nations Population Information Network (Popin) UN Population Division, Department Economic and Social Affairs, with support from the UN Population Fund (UNFPA). El Cairo Egipto. 5 a 13 de septiembre de 1994.

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Cabe mencionar que después de la CIPD llevada a cabo en El Cairo en 1994, se llevaron a cabo revisiones en El Cairo +5 (1999), El Cairo +10 (2004) y El Cairo +15 (2009). Pese a todas las dificultades los compromisos de El Cairo se han vuelto a ratificar, sin embargo, han dejado al descubierto las dificultades a las que se enfrenta la agenda contemporánea en materia de salud sexual y reproductiva, ya que vive momentos difíciles pues el cumplimiento de los compromisos no ha seguido el ritmo deseado. Aunque la región de América Latina y el Caribe ha hecho algunos progresos significativos en ciertas áreas (educación para niñas y mujeres, así como acceso al aborto legal en la Ciudad de México, Cuba y Uruguay), aún queda mucho trabajo por hacer. De acuerdo con datos proporcionados por la Asociación Latinoamericana de Población (ALAP),4 los aspectos donde se ha reconocido con mayor frecuencia la existencia de amplios avances son en el acceso a la educación primaria y secundaria, las disparidades de género en el acceso a la educación, la atención de la violencia de género, la reducción y tratamiento de las ITS/VIH-SIDA, y la reducción de la morbimortalidad materna. Han sido moderados los avances en lo que concierne al acceso a información y servicios entre la población de los sectores más desfavorecidos por su ubicación territorial, condición socio-económica u origen étnico; el abastecimiento adecuado de suministros y la integración de los servicios en la atención primaria de la salud. Son más escasos los progresos en cuanto a la promoción entre los hombres de una mayor responsabilidad de su

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salud sexual y reproductiva y de su pareja; así como el acceso a la información y servicios de salud reproductiva por parte de los grupos de alto riesgo (trabajadoras sexuales, trabajadores migrantes, conductores de camiones, usuarios de drogas). En cuanto al respeto y reconocimiento de los derechos reproductivos de la población adolescente, los países tienen valoraciones divididas sobre los avances pues reflejan, por una parte, pocos o nulos progresos y por otra, logros amplios o moderados. Ello ocurre igualmente en relación con la atención de las necesidades de los adultos mayores. Hay amplio consenso en reconocer avances moderados en relación con la protección de los derechos de niñas y mujeres, y la promoción de su empoderamiento, siendo pocos o nulos los progresos que se identifican en cuanto a la participación masculina en la promoción de esos temas. De acuerdo con datos de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) un mecanismo de reproducción de las brechas sociales y la pobreza es la fecundidad adolescente, la cual ha ido en aumento y presenta una desigualdad social marcada. Si bien la maternidad se concentra en el grupo de jóvenes de 18 a 19 años, cabe destacar que en todos los países se incrementó la maternidad en el grupo poblacional de 15 a 19 años entre 1990 y 2010. En este contexto, la fecundidad temprana implica que una cantidad importante de madres jóvenes se vean compelidas a formar y atender sus hogares de manera prematura, lo que limita su continuidad en la educación formal y determina su ocupación en actividades de baja productividad.

Anitza Freitez L. La agenda de población y desarrollo 20 años después de la CIPD. Reflexiones desde la Asociación Latinoamericana de Población. Trabajo presentado en el V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Población realizado en Montevideo, Uruguay del 23 al 26 de octubre de 2012.


Otro problema son las desigualdades y dificultades asociadas al acceso y el uso de servicios de salud reproductiva de las mujeres de áreas rurales, de las jóvenes con menor nivel educativo y de las indígenas.

los debates van en términos como inmigración/ emigración, legales / ilegales, voluntarias / involuntarias, remesas, migración calificada, retorno, derechos de los migrantes.

En otras materias, los desafíos a los que se enfrenta el Programa de Acción de El Cairo son: un contexto de crecimiento económico volátil, altos niveles de pobreza, brechas socioeconómicas persistentes, inestabilidad política y progreso acelerado de las transiciones demográfica y urbana. La región latinoamericana continúa siendo la de mayor desigualdad a nivel mundial, característica que limita el logro del desarrollo sostenible. La desigualdad en la distribución del ingreso es la más alta entre todas las subregiones del mundo, incluso superior que la del África subsahariana. 5

Una de las características regionales más relevantes es el alto grado de urbanización que se ha alcanzado, proceso que plantea desafíos, principalmente, en materia de impactos ambientales, deterioro de la calidad de vida de las zonas marginales y segregación espacial de las oportunidades, entre otros aspectos. 6

La consideración de la situación social y económica de los adolescentes y jóvenes dentro de las políticas educativas y de empleo es un asunto crucial de la agenda de población y desarrollo. El nivel de pobreza que afecta a los niños y adolescentes de América Latina y el Caribe es un fenómeno marcado e inaceptable, que no sólo se mantiene en el tiempo sino que incluso presenta indicios de agravamiento. La desigualdad étnica es una dimensión adicional de la aguda desigualdad regional. Los pueblos indígenas continúan siendo discriminados social y económicamente y son afectados desfavorablemente en ámbitos tales como su reconocimiento social y político; presentan enormes desventajas en los ingresos y los más altos índices de pobreza. Del mismo modo existe mucha coincidencia en reconocer que son escasos los avances en materia de migración:

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En conclusión, las dinámicas poblacionales a las que se enfrenta la región son más complejas y variadas que antes; en este contexto, es importante mantener el enfoque de derechos y evitar el retorno de las políticas de población aplicadas antes de los consensos de El Cairo. La región cuenta con un marco normativo y de políticas públicas favorables a los postulados de la CIPD; el desafío principal más allá de 2014 es superar la brecha de implementación de estos marcos, que están en sintonía con los fundamentos del Programa de Acción de El Cairo. Referencias Ashford, Lori S. ¿Qué fue El Cairo? La promesa y la realidad de la Conferencia. Population Reference Bureau. Calvo, Juan José. Logros y Retos de la Agenda de Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, dos décadas después de El Cairo. Cairo Más 20 Perspectivas de la Agenda de Población y Desarrollo Sostenible Después de 2014. Serie Investigaciones No. 15. UNFPA. ALAP. ABEP. Freitez L. Anitza. La agenda de población y desarrollo 20 años después de la CIPD. Reflexiones desde la Asociación Latinoamericana de Población. Trabajo presentado en el V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Población realizado en Montevideo, Uruguay del 23 al 26 de octubre de 2012. Mazarrasa Alvear, Lucía y Sara Gil Tarragato. Revista Salud Sexual y Reproductiva, núm. 12. Escuela Nacional de Sanidad. Instituto de Salud Carlos III. United Nations Population Information Network (Popin) UN Population Division, Department Economic and Social Affairs, with support from the UN Population Fund (UNFPA, El Cairo Egipto. 5 a 13 de septiembre de 1994).

Juan José Calvo, “Logros y Retos de la Agenda de Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, dos décadas después de El Cairo”, en Cairo Más 20 Perspectivas de la Agenda de Población y Desarrollo Sostenible Después de 2014, Serie Investigaciones No. 15. UNFPA. ALAP. ABEP.

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Ídem.

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ecidir

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Ojos vemos, corazones no sabemos OLIMPIA FLORES ORTIZ Escritora olimpia.flores.ortiz@gmail.com @euphrasina www.facebook.com/OlimpiaFloresMirabilia

Vaya que es estrecha la lista de opciones entre las que tengo que decidir. De hecho, no me parece que termino eligiendo nada. En todo caso, me defino en relación con la presencia o a la ausencia de un hombre. Todo trámite me inquiere. ¿Soltera, casada, unión libre, viuda o divorciada? Cualquier cosa que responda, va además alineada con la vista de quien levante el registro: ¿Cuántos años tengo? ¿A qué me dedico? ¿Ya se me pasó el tren? ¿Vivo al margen de la decencia? ¿Sostengo un matrimonio por obra de la costumbre y la tradición? ¿No me casé nunca? ¿Seré lesbiana? ¿Se me nota la necesidad? ¿Tengo cara de amargada? ¿Dónde está mi progenie y cómo se comporta para dar cuenta de mí? ¿Cuál es la soltura de una mujer que carece de hombre? ¿Cumple mi cuerpo con las convenciones? ¿Qué dice mi estilo de vestir? El slogan del “derecho a decidir” está constreñido. Casarme a toda costa o no casarme; parir o no parir, o no ahora. Parir porque es un lindo o un buen sueño, un accidente, un hecho de la sordidez o para amarrar a alguien; no parir para conservar algo que supones que es una libertad, aquí, ahora en este siglo en


donde la maternidad sigue siendo la impronta que a las mujeres nos define y nos disciplina; nos cautiva la vida: la maternidad se paga, porque “nosotras nos la buscamos”; ¿No va así la sentencia? No parir por destino, o designio, sino por decisión. ¿Podrá existir otro camino para el empoderamiento que el de la desobediencia? El caso omiso a los mandatos sociales y a los juicios. Esa cierta audacia para contravenir lo dispuesto por las leyes y las costumbres, y sortear con elegancia los mandatos de la moral y el escrutinio social; o sucede que yo misma me mido contra ese escrutinio y me permito medir a las demás, como si no fueran suficientes las presiones que sobre mí recaen y las exigencias que me hago cediendo ante ellas, participando de ese juego del prejuicio olvidando que ojos vemos, corazones no sabemos. No hagamos caso. No hay manera de ser la hija-madreesposa-nuera-asalariada/política/ama de casa/ et al. perfecta. Y ya no hablemos de nuestra impaciencia —es muy difícil no ir de neurótica por los caminos—, ante el agobio de la culpa de mi insuficiencia y los deslices de cualquier índole así como del mundo inagotable de tareas. Y luego lo que urdimos aquí y allá, cómo tejo con otras en contra de otras… Y vivir en función de lo inesperado, impredecible y muchas veces inmanejable. Tener hijos jóvenes en esta época es complicado; y tener chiquitos hijos-nietos, preguntándonos qué es lo que les depara el futuro, es una angustia. Y sostener la relación de pareja, o no tenerla… La única manera de que las mujeres seamos lo que se espera de nosotras, es callando y obedeciendo las reglas sin replicar. No hay modo de cumplir el mandato; o cumplirlo al grado de la abstinencia, la renuncia y la entrega total, sólo María, en la versión del Estado vaticano, que acalla y oculta las que hablan de que tuvo otros hijos con José. Inadmisible en la inmaculada (sin mancha). Luego, todas nosotras manchadas.

Así que no callemos, con plena firmeza en nuestro decir. El derecho a decidir sobre el propio cuerpo es mucho más que la eventualidad de decidir en relación con el embarazo: lo llevo a término o no. Pensar que se trata de decidir sobre el propio cuerpo es insuficiente; de esa manera reproducimos la idea ancestral de que estamos escindidas, que por un lado es el cuerpo y por otro la razón, tal vez el espíritu y la vida entera. Así, como si el cuerpo fuera sólo un recipiente cuya función es contenernos y al que tenemos que mantener a raya sin nunca escuchar sus llamados. ¿Por qué es tan peligroso el goce? Porque es egoísta, porque se trata de mí. Aunque esté con alguien más, la experiencia es única y es solitaria e intransmisible: sólo yo gozo lo que gozo; el alguien más se sirve de mí como yo de sí. ¡Oh idea pecaminosa! ¡Se nos asoma el libre albedrío y puede terminar poseyéndonos! Y aparece la diversidad sexual también. Esta civilización de la que participamos, ha hecho una apuesta equivocada. La negación cultural del cuerpo, traída por el mito de la renuncia de María al goce y su concepción inmaculada, determina a la moral y sus normas, pero también a las leyes de un poder civil que confunde su papel. No reconocer el derecho de las mujeres sobre nuestro cuerpo, viene del discurso que, en el mejor de los casos, nos concibe como instrumentos de reproducción de la especie y “pilares” de la familia, porque producimos, trabajamos, cuidamos a la grey y reproducimos el código traducido de virtudes; si no es que formamos parte de los contingentes sobrantes o desechos del mercado. De la decadencia además se nos hace responsables: nos salimos de la casa y dejamos solos a los niños; también a las niñas. El cuerpo expresa el deseo; que es nuestro amor por la vida. Así que en ello va la razón por la que hacemos todo.

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No estamos hablando aquí del permiso que nos damos o no para gozar del cuerpo; no o no sólo es eso. El valor de ir hacia el deseo consiste en tomar las riendas de mi propia vida sin sentirme culpable, ni insuficiente; ni haciéndoselo sentir a ninguna congénere más: ni mis hermanas-amigas, ni mis vecinas, ni mis compañeras de trabajo, ni mis hijas; menos que ninguna a mis hijas; cuidado con los mandatos que les conferimos. No callemos en ningún sentido. Considerarme en absoluta autosuficiencia para decidir, decidirlo todo: mi vocación, ser madre o no, o cómo serlo y cuándo y cuántos. Compartir la vida con quién, de qué sexo y bajo qué pacto. O no. “EMPODÉRATE” provocación que nos hace nuestra revista. Es afincándonos en el desafío de usar el poder que cada una tenemos, porque vivimos: “Voluntad de poder” dijo Nietzsche a menudo filósofo satanizado y poco entendido, sobre todo por quienes creen que profesan un dogma al revés en su nombre. ¿Qué quiero poder poder? Y entonces, si me apetece, buscar a mi dios sin temor, porque es mi íntimo cómplice, idea que se me antoja origen de su amor mítico en ese noble y taciturno viejito barbado que pintó Tiziano, y no mi juzgador ni mi castigador. Mi dios que en su amistad me devuelva el espejo de mis acciones, para que yo misma las dilucide y aprenda. El ámbito sagrado del vínculo humano, esa posibilidad siempre en posibilidad: vincularnos entre la grey (ciudadana) con espíritu. La idea de empoderarse va también para el poder hegemónico masculino: ¿Sólo pueden resolverse ejerciendo un poder sobre nosotras? ¿Eso les deja ver-dade-ra-men-te tranquilos en la vida? ¿Les da seguridad?

O tal vez pudieran resolverse ejerciendo el poder sobre sí mismos y desentrañar su sensibilidad, suavidad y comprensión, su parte femenina, dijéramos, mientras nosotras nos hacemos de un poco más de decisión y construimos. Además de proponernos soltar a nuestra progenie y no darle mandatos ni cobrarles el favor de haberles traído a esta vida, de civilización decadente en la que es muy complicado navegar a contracorriente. Porque la vida, más que linda y tersa es intensa, complicada y no pocas veces frustrante. Liberémonos de las cárceles, nosotras y los varones. No nosotras en contra de ellos; no ellos con su violencia a la defensiva de nuestro poder sagrado; y otras veces soterrado y manipulador. La querella es otra ala de la cárcel. Tal vez delegando el poder en la con-fianza. El poder de cambiar-nos la vida. Y empezar a aprender a amar, ahora sí incondicionalmente, en libertad. Gozar al otr@ sin reclamo. Y fugarnos de esa cárcel desafiando con nuestro poder de decisión. ¿Qué decidir? Todo otra vez, todo y dejar ir a todo ser amado, sea pareja y/o progenie, o amistad, vivir bajo esa convicción: nadie nos pertenece. Tal vez fuera más ligero y los lazos mas apacibles y sólidos; sin tener que amarrar a nadie. Busquen sus decisiones mirando al techo bien instaladas. Ustedes con ustedes mismas, cada una consigo ociosa. Darse el tiempo. Decidirlo todo: ratifiquemos o rectifiquemos o modifiquemos. Pero decidir.


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Lo que no se nombra, no e iste ANGÉLICA NADURILLE ÁLVAREZ Presidenta de Colectiva Ciudad y Género AC, ciudadygenero@gmail.com

El lenguaje es una herramienta invaluable que usamos los seres humanos para comunicarnos y reflejar y transmitir nuestra concepción del mundo, pero el lenguaje no es inocente. Elegir entre términos como “las muertas de Ciudad Juárez o “los feminicidios de Ciudad Juárez”, el “holocausto” o “matanza”, “feto” o “bebé no nacido”, “terrorista” o “revolucionario”, son todos casos en los que está en juego algo que va mucho más allá de un uso indistinto de las palabras, cada elección tiene un sentido y una fuerza que construye nuestra visión del mundo. A través del lenguaje mostramos el pensamiento y los valores de la sociedad en la que vivimos. El lenguaje también nos sirve para identificar los prejuicios asumidos por una sociedad, ayudando a instaurarlos y perpetuarlos. No es casual que en un partido de futbol los y las aficionadas de un equipo griten al portero rival “puto” y se considere socialmente aceptable este uso discriminatorio del lenguaje. Imaginemos el peso que tiene en la construcción de estereotipos el uso de refranes y dichos como “el último vieja”, “mujer que sabe latín, no tiene marido ni buen fin” o “a las mujeres como a las escopetas, atrás de la puerta y siempre cargada”.


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Podemos ver con estos ejemplos cómo la lengua no sólo refleja sino que también transmite y refuerza los estereotipos y roles considerados adecuados para mujeres y hombres en una sociedad. Aún más, no ser nombradas es un reflejo de las desigualdades de género de nuestra sociedad, en donde lo masculino tiene una posición superior o de mayor valía que lo femenino y los hombres ocupan “naturalmente” el espacio público y las mujeres somos relegadas al espacio privado. Sin embargo, hoy en día las mujeres nos desenvolvemos en la vida pública; 38.24% de la población activa en México son mujeres y un 50% de las candidaturas a puestos de elección popular deberán ser mujeres. En este sentido, si las mujeres estamos o queremos estar y ocupar los espacios públicos, se hace imprescindible para superar las desigualdades entre hombres y mujeres, entre otras cosas, la ruptura con los roles tradicionales y la visibilización de las mujeres tanto en la historia como en el lenguaje. Cuando hablamos del uso del lenguaje incluyente, hablamos de la necesidad que todas las personas tenemos a ser mencionadas de manera equitativa en los escritos —formales o informales—, en los discursos, en la historia, en las charlas cotidianas. Sin embargo, cuando me refiero al tema de reuniones familiares, de amigas y amigos o en talleres y ponencias, muchas veces se interpreta como una necedad y una completa pérdida de tiempo. Afortunadamente soy muy necia y tengo el tiempo necesario para poner el tema en la mesa las veces que sea necesario. La poeta, intelectual y activista estadounidense Adrianne Rich nos recuerda que “en un mundo donde el lenguaje y el nombrar las cosas son poder, el silencio es opresión y violencia” de ahí la importancia de ser nombradas y visibilizadas. Hablar de niñas y niños, hombres y mujeres, ciudadanas y ciudadanos es incluir a las mujeres en el lenguaje, porque al mencionar a los niños, los hombres y los ciudadanos no estamos englobadas todas, no estamos incluidas. Ejemplo de esto es cuando se habla del “hombre de la edad media”. En estas palabras no están las mujeres que vivieron y ayudaron a transformar sociedades entre los siglos V y XV, difícilmente pensamos en las tareas, forma de vida y aportaciones de las mujeres de la edad media. Por eso, hablar de las personas de la edad media resulta más incluyente. Y, en definitiva, hablar de los mexicanos, aunque se quiera hacer referencia a las personas que nacen o adquieren la nacionalidad mexicana, no incluye a un 50% de las mexicanas por lo que sería menos sexista referirnos a la población mexicana. ¿Pero cómo podemos resolver lo tedioso que se vuelve el lenguaje, cuando hablamos tratando de incluir a mujeres y hombres de manera reiterativa?


Existen diferentes opciones que se pueden utilizar para hablar o referirse a colectivos, grupos o plurales formados por mujeres y hombres sin incurrir en un uso sexista o discriminatorio, y a la vez sin repetir constantemente los sustantivos volviendo el texto o la plática aburridísima. Podemos utilizar sustantivos colectivos no sexuados como “personas o personal”; sustituir el grupo representado por sus funciones, por ejemplo, en lugar de decir “los presidentes municipales” podemos usar “las presidencias municipales”. También podemos hacer uso de los abstractos, sobre todo cuando se hace referencia a los cargos ya que no todas las personas que los ocupan son hombres. En este caso podemos decir en lugar de “los coordinadores”, “las coordinaciones”. Y cuando desconocemos el sexo de la persona a quien nos dirigimos, es importante evitar los pronombres masculinos y mejor usar “quien o quienes”, por ejemplo en lugar de decir “será el director el que lo decida” podemos decir, “quien dirige lo decidirá”. Podemos hacer uso de los artículos según el sexo de quien estamos hablando, evitando así repetir los sustantivos: Podemos decir “las y los niños” en lugar de decir “las niñas y los niños” o peor aún asumir que las niñas se sentirán incluidas si sólo decimos niños. Para evitar un lenguaje sexista, es posible utilizar la tercera persona del singular, por ejemplo, o bien recurrir a formas impersonales, empleando el verbo en voz pasiva refleja, es decir, con el verbo conjugado en tercera persona, precedido de la palabra se, así en lugar de decir “a los afiliados les pedimos…” mejor decir “a quienes están afiliados, se les pide”. Finalmente en la escritura, podemos usar diagonales, paréntesis, la arroba, una x o la e al final de las palabras de manera que en lugar de escribir ciudadano podemos poner ciudadano/a, ciudadano(a), ciudadan@, ciudadanx e incluso ciudadane, sin embargo, desde mi punto de vista, estas formas resultan pobres si consideramos la riqueza de nuestra lengua. El sexismo en el lenguaje no es sólo el tratar de englobar en lo masculino a las mujeres, también tiene otras formas más sutiles para reproducir la discriminación y su invisibilización. El que a las profesiones se les otorgue un valor positivo en masculino y un valor menor o negativo en femenino es otra de estas formas. Tengo una amiga que estudió derecho y cuando la presento como abogada se molesta y me corrige diciendo: “abogado que mi trabajo me costó”, como si ser abogada fuera menos valioso que ser abogado. Incluso conozco un par de personas que si la médica especialista que consultaron les da un diagnóstico, prefieren oír una segunda opinión, pero si es hombre quedan satisfechas con el diagnóstico.

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De esta misma manera, podemos encontrar en el español, nombres y adjetivos con diferente valor semántico si se refieren a mujeres o a hombres. No hay simetría semántica entre el masculino y el femenino de muchos nombres : “la generala” no es la mujer que ejerce mando de general, sino la mujer del general ; frente a “asistente”, que es quien auxilia a una persona de rango superior: “asistenta” es la mujer que hace trabajo doméstico. En ciertas profesiones el femenino tiene connotaciones peyorativas: “verdulero” es el hombre que vende verduras, mientras que “verdulera” tiene en algunos lugares el sentido de mujer ordinaria o grosera. La connotación peyorativa está muy a menudo relacionada con la conducta sexual de las mujeres respecto de los hombres: zorro es un mamífero o quizá un héroe enmascarado, pero zorra hace referencia en forma peyorativa a una sexoservidora. Finalmente, encontramos otra forma de sexismo en el lenguaje cuando el usar palabras vulgares no es considerado apropiado en las mujeres pero es aceptable cuando lo dice un hombre, siendo que el lenguaje es vulgar cuando es vulgar sin importar quien lo diga.

Bibliografía consultada: ASOCIACIÓN CULTURAL SIMONE DE BEAUVOIR, Guía para la utilización de un lenguaje no sexista, Ayuntamiento de Torrejón. Concejalía de la Mujer, España 2006. CONAPRED Textos del Caracol, 10 Recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje, Supervisión y desarrollo de contenidos: Yamileth Ugalde Benavente (Inmujeres) Aurora Morales Delgadillo (Inmujeres) Celia Barreto Estrada (STpS) María de la paz Valenzuela Gómez (Conapred), Segunda edición, México 2009 GARCÍA MESEGUER, ÁLVARO, ¿Es sexista la lengua española?, Paidós, Barcelona, 1996. ISLAS AZAÏS HÉCTOR, Lenguaje y discriminación, Cuadernos para la igualdad, Consejo nacional para Prevenir la Discriminación, México DF, 2005. LLEDÓ, EULALIA, El sexismo y el androcentrismo en la lengua: Análisis y propuesta de cambio, núm. 3, Universidad Autónoma de Barcelona, (Cuadernos de coeducación), Barcelona, 1992 UNESCO, Recomendaciones para un uso no sexista del lenguaje, Texto preparado por el Servicio de Lenguas y Documentos (BPYLDI), UNESCO, Place de Foturnoy, 75700 Paris, Francia


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Participación Polític de las Mujeres: Nuestras Razones, Nuestros Imperativos LETICIA GUTIÉRREZ CORONA Coordinadora Nacional del Movimiento de Mujeres movimientonacionalmujeres@gmail.com

“El problema de disparidades de género es un problema de libertades dispares” Amartya Sen Filósofo y Premio Nobel de Economía

Las mujeres que participamos en la construcción del rostro de un nuevo país y un nuevo mundo somos herederas de convicciones y pasiones, pero también somos portadoras de un compromiso de lucha por la igualdad, la tolerancia, el respeto y la inclusión. Somos el más sólido puente entre una tradición que nos nutre y un porvenir que nos convoca.

Participamos con una nueva esencia construida a la luz de las luchas históricas emprendidas por otras mujeres a favor de las causas de las mujeres, que fueron entonces y son hoy, luchas que favorecen a todos. Luchas que tienen que ver con grandes y legítimas reivindicaciones sociales, políticas, económicas y culturales que nos han impulsado como sociedad a avanzar, paso a paso pero con firmeza en el camino hacia la igualdad, en la búsqueda de la eliminación de brechas de discriminación y la ruptura del techo de cristal que limita e impide el ejercicio pleno de las capacidades y potencialidades de las mujeres.


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En el ámbito internacional, la Organización de las Naciones Unidas desde su fundación, a través de la Declaración Universal de Derechos Humanos ha colocado el tema de la igualdad y los derechos de la mujer en la agenda mundial, otorgándole el reconocimiento de todos los derechos, a partir de los de primera generación, los derechos civiles y políticos. Nuestro país, en su calidad de miembro de la ONU y de la OEA, ha adoptado y ratificado todos los Tratados, Convenciones y Conferencias Internacionales que tutelan los derechos humanos, en particular los que se refieren a la protección y promoción de los derechos de las mujeres, como la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Belèm Do Pará”; la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW); la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer; la Conferencia Internacional de la Mujer “Declaración y Plataforma de Acción de Beijing” así como la Conferencia de El Cairo sobre la Población y el Desarrollo. Asimismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos considera que la participación de las mujeres en todas las esferas de la vida pública, es un derecho humano fundamental, y un requisito básico para la igualdad entre mujeres y hombres, ya que promueve el pluralismo político mediante la integración de las voces y demandas de las mujeres que representan la mitad de la población en las Américas. En este marco internacional y al amparo de nuestra presencia activa a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, la Reforma Constitucional al artículo 41 en materia de paridad de género, fortalece la vigencia de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre

de Violencia; la Ley General de Igualdad entre Hombres y Mujeres y la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación. NUESTRAS RAZONES Somos una sociedad inmersa en un mundo globalizado que comparte la posibilidad de vivir en él, no sólo como la simple acción de respirar, de estar vivo, de existir; sino todo lo que implica tener y compartir la vida: participar, decidir, crear, respetar, formar parte proactiva y propositiva de la construcción de un todo; de nuestros espacios, de nuestro entorno… de nosotras mismas. Como seres humanos nos organizamos para vivir en sociedad y buscamos las mejores y más eficaces formas de hacerlo. La manera de organización que hemos alcanzado es la democracia. En esta forma de gobierno, hemos ido construyendo mecanismos que nos permitan participar libremente en la toma de decisiones que nos importan o afectan, que nos comprometen con las demás personas para alcanzar mejores índices de desarrollo humano y con acciones para continuar en la lucha por el derecho a vivir libres de violencia tanto en el ámbito público, como en el privado. Reconocemos que el derecho a la libertad está íntimamente relacionado con la democracia. La participación política, es un derecho que contribuye a la construcción de ciudadanía de mujeres y hombres libres que al compartir derechos y obligaciones, asumen un rol activo y creativo en su comunidad. En México, el tránsito de las acciones afirmativas, al sistema de cuotas y a la democracia paritaria para alcanzar la igualdad sustantiva, es una evolución positiva a favor de la participación de las mujeres, que


responde a las demandas por una sociedad más igualitaria, en la que ser hombre o mujer sea irrelevante para el acceso a la vida política. (Ruiz, A. 2012) Hoy, la paridad es un punto determinante de la democracia, cuyo fin es alcanzar la igualdad en el ejercicio del poder y constituye una meta para erradicar la exclusión estructural de las mujeres. El objetivo es que llegue un momento que no tengan que existir cifras definitorias de paridad, porque de hecho, existirá igualdad en el acceso y permanencia de las mujeres en la política. Podemos afirmar que una sociedad será democrática cuando la mujer esté incluida en la vida pública y en el proceso de construcción y toma de decisiones y que el concepto de democracia paritaria, tendrá significación real y dinámica, --además de un efecto perdurable--, cuando hombres y mujeres compartan la toma de decisiones políticas y cuando los intereses de ambos se tengan en cuenta por igual. Christine Lagarde, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional ha señalado que “…resulta impostergable fomentar una cultura basada en la observancia de los parámetros internacionales y constitucionales de protección a los derechos humanos de las mujeres, con el objeto de implementar los avances alcanzados, que consagran una visión democrática e igualitaria entre los géneros” y afirma que el empoderamiento femenino a través de la educación, el trabajo y el liderazgo fortalece el desarrollo económico, social y cultural, por lo que… “la educación de la mujer debe transformarse en una prioridad internacional porque es uno de los ideales más importantes de los tiempos en que vivimos” (Lagarde, C. 2014) y destaca un viejo proverbio africano que dice:

“Si instruimos a un niño, preparamos a un hombre. Si instruimos a una mujer, preparamos a toda la aldea” por lo que reconoce “Si a la mujer le va bien, a la sociedad le va mejor”. NUESTROS IMPERATIVOS Se requiere sí, que las mujeres participen en el diseño, desarrollo e implementación de políticas públicas, que tengan acceso a posiciones donde se definen las decisiones, pero también se requiere de la otra participación, la que se construye desde los entornos personales, de las relaciones comunitarias en donde el liderazgo de las mujeres se visibiliza con respuestas a las necesidades, la defensa y promoción de las causas de la sociedad. La convivencia democrática es cotidiana o no es. En esa otra participación, es indispensable para romper el silencio, hacer que nuestra voz se escuche sin perder de vista, que para oír nuestra voz se requiere que la reconozcamos. Oírla nosotras mismas, conocerla, saber qué decir, cómo decirlo y a quien decírselo. Pero sobre todo, expresarnos, en todos los tonos y volúmenes. Ni silencio que excluya, ni ausencia que lacere. Participar es un ejercicio que se hace sobre las ideas, sobre la imaginación misma, pero su concreción se realiza sobre la base de la voluntad y el compromiso para la acción. Por ello, la reflexión en, sobre y para la acción debe ser una consecuencia permanente de conocer y reconocer nuestras propias voces. Participar también implica asumir compromisos, responsabilidades y riesgos que nos permitan dirigir el rumbo, poner a prueba nuevas estrategias para obtener

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mejores resultados, dar el primer paso en direcciones aún no transitadas para arribar al sitio deseado. Asumir riesgos sobre la base de la confianza y la certidumbre tiene que ver hoy con la puesta en marcha de proyectos elaborados desde el colectivo como parte de una nueva gobernanza, resultado de la reflexión y la participación individual. Escuchando todas las voces, nuestra agenda de género, será un punto de encuentro, donde todas las mujeres, se sientan parte en la construcción de las decisiones, sustentada en los principios de justicia, libertad y respeto a los derechos humanos. Lo que logremos las mujeres será, como siempre lo ha sido, un logro para todas y en beneficio de todos.

todos en el escenario de lo que nos es común, de lo que compartimos cotidianamente y que constituye, sin ninguna duda, la fortaleza de las políticas de paridad y de responsabilidad compartida, reconociendo que aún hay muchas montañas por conquistar, pero con el trabajo solidario de mujeres y hombres las escalaremos. Éstas son nuestras razones, nuestros imperativos. Un camino sin retorno en el que el futuro es nuestro. Fuentes documentales Amartya Sen. La libertad individual como compromiso social. Plural editores Declaración Universal de los Derechos Humanos Convención sobre los derechos políticos de la mujer.- adoptada por la ONU el 31 de marzo de 1953 y ratificada por México el 23 de marzo de 1981, publicada en el DOF el 28 de abril de 1981

En Nueva Alianza, con el orgullo de nuestra militancia, podemos plantear que ha llegado el momento en el que la prioridad de las mujeres dejó de ser una posibilidad para convertirse en una realidad. Sobre ella, nuestro instituto político habrá de apoderarse del futuro desde ahora.

Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación (CEDAW) adoptada por la Asamblea General de la ONU el 18 de diciembre de 1979 ratificada por México el 23 de marzo de 1981, publicada en el DOF el 18 de junio de 1981. Fe de erratas.Recomendación General No. 23 Vida política y pública sobre los artículos 7 y 8

Proponemos un nuevo contrato social para el siglo XXI, que exprese un modelo de sociedad más justa, donde las responsabilidades, tanto profesionales y públicas como familiares, sean compartidas entre hombres y mujeres, y las personas tengamos derechos porque formamos parte de la ciudadanía, independientemente de nuestro sexo, origen, cultura, orientación sexual, nivel económico y/o alguna otra categoría protegida de discriminación. En definitiva, nuestra propuesta es un cambio estructural en las relaciones sociales.

Resolución 66/130 Asamblea General de las Naciones Unidas 2011 Naciones Unidas, Treaty Series, vol.1249, núm. 20378

Estoy convencida que un nuevo liderazgo, como el que construimos las mujeres de Nueva Alianza, tendrá como su soporte más sólido, la participación de todas y

Lagarde,C. (2014) FMI. Atreverse a aprovechar la diferencia: Las tres claves para el empoderamiento de la mujer. National Democratic Institute. Washington D.C.

Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Belém Do Pará” adoptada por la OEA el 9 de junio de 1994, ratificada por México el 12 de noviembre de 1998 y publicada en el DOF el 19 de enero de 1999.

Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing 4 a 15 de septiembre de 1995 cap. I, resolución I, anexos I y II Participación Política de las Mujeres en México, a 60 años del reconocimiento del derecho al voto femenino, ONU Mujeres, PNUD, IDEA México 1ª. Edición 2013 Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer (INSTRAW), 2004; UNESCO Toolkit for Promoting Gender Equality in Education Guía práctica para la Promoción de la Igualdad de Género en la Educación, Campus de Género, 2009. Ruiz Miguel, Alfonso. (2012) Teoría de la Democracia. Instituto Universitario de Derechos Humanos de la Universidad de Valencia. España


Las reformas estructurales desde la perspectiva de g nero DIP. FED. MARÍA SANJUANA CERDA FRANCO Coordinadora del Grupo Parlamentario Nueva Alianza maria.cerda@congreso.gob.mx

Después de una etapa de intenso trabajo político y legislativo hemos llegado al punto en que podemos advertir el resultado final del proceso parlamentario de reformas estructurales. Esta nueva dinámica que propició la modificación de conceptos constitucionales considerados prácticamente inamovibles y una importante readecuación de leyes secundarias, así como la creación de otras, inició en sentido estricto en 2012,

con la iniciativa preferente en materia laboral, enviada por el Ejecutivo a la LXII Legislatura. Como lo han reconocido instituciones internacionales, gobernantes extranjeros y estudiosos de los temas económicos y políticos, el conjunto de cambios que se ha logrado llevar a cabo en México en un tiempo muy breve constituye un hecho histórico singular.


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La dinámica que permitió establecer reformas de gran trascendencia y amplitud para formar un nuevo marco jurídico ha sido vertiginosa. Por eso es ahora pertinente dar paso a una consideración analítica y reflexiva que debe integrarse a partir de diversas perspectivas, entre ellas y de manera primordial, la que corresponde a la problemática del género, toda vez que las decisiones asumidas por el Poder Legislativo tienen incidencia directa en la vida de mujeres y hombres, de manera diferenciada, debido a las condiciones estructurales de la sociedad mexicana. Como es sabido, la actualización de nuestro marco jurídico se definió a partir de 11 procesos muy complejos que cubren las reformas laboral, educativa, financiera, hacendaria, de competencia económica, telecomunicaciones, energética, político-electoral, Código Nacional de Procedimientos Penales, Ley de Amparo y en materia de Transparencia. Las reformas conforman un espectro muy amplio a través de las 58 modificaciones constitucionales y 21 ordenamientos jurídicos, así como de la integración de nuevas instituciones autónomas. Visto de conjunto es un proyecto muy ambicioso, que puso a prueba las capacidades institucionales y políticas de la democracia mexicana. Además es preciso subrayar que cada una de las líneas de desarrollo de esas reformas representa nuevos retos, no sólo en términos de instrumentación y ejecución, sino, también, en el plano social porque los cambios jurídicos deben ser asimilados y procesados en la medida en que conllevan riesgos, a la vez que oportunidades.

Las 11 reformas recientemente concluidas tienen relevancia desde la perspectiva de género. De manera general, porque abren nuevas posibilidades de desarrollo económico para un país que ha padecido décadas de estancamiento y de deterioro social. A la vez, en este mismo plano, porque son cambios trascendentales a nivel político y en el ámbito de la certidumbre jurídica. Sin embargo, cabe considerar que las reformas no sólo se definen como un impulso hacia el crecimiento, sino también por su relación con la sociedad de derechos. En este sentido, es pertinente observar que aparece todo un programa para la afirmación de los derechos de las mujeres en relación con el avance de la economía y la nueva configuración de las normas que rigen la actividad política y la impartición de justicia. No puede pasarse por alto el hecho de que las reformas más importantes en la historia contemporánea de nuestro país fueron elaboradas con la participación notable de las diputadas y senadoras que son parte de la LXII Legislatura. En el Congreso de la Unión las mujeres seguimos siendo una minoría, pero nuestra voz y capacidad de iniciativa se ha visto reflejada en los contenidos de los cambios constitucionales y en las leyes con que se identifica el nuevo tiempo político. Las reformas con una relación directa y mayor peso específico en el desarrollo de la economía mexicana son indudablemente la energética y la de telecomunicaciones.Ambas se identifican con una política liberal al sustentarse en la limitación de privilegios y la apertura


a la competencia. Se trata de decisiones que ponen fin a la participación exclusiva del Estado en un sector estratégico y que, a la vez, impiden la elevación de costos para la sociedad como efecto de los monopolios privados. Los dos procesos de modernización sectorial permitirán dinamizar la inversión y el mercado de trabajo, con lo que pueden esperarse mayores tasas de crecimiento y, en consecuencia, mejores ingresos; la reactivación de la movilidad social y un incremento sustancial de los recursos fiscales que deberán orientarse a enfrentar los grandes rezagos que padece nuestro país. Para el programa de afirmación de los derechos de las mujeres, las reformas tienen importancia por ser un factor crucial en el avance hacia una sociedad incluyente. El gran reto en la perspectiva de género es lograr que el crecimiento previsto por los analistas nacionales e internacionales se traduzca en políticas efectivas para la apertura de nuevos espacios laborales para las mujeres, proyectos de apoyo educativo y en oportunidades de desarrollo en todos los campos. Pensadas como posibilidad de cambio, las reformas energética y de telecomunicaciones tendrían que propiciar una nueva dinámica para toda la sociedad. De ser así, corresponde a las mujeres perseverar en las iniciativas que han impulsado para romper las inercias socioculturales y contar con amplios espacios de decisión en todos los sectores y, con mayor énfasis, en los que se consideran estratégicos. Para comenzar, no debería haber ningún consejo o instancia de decisión en los nuevos organismos autónomos que regulan el

sector energético y el de comunicaciones sin la participación de mujeres con las capacidades y conocimientos técnicos que se requieren. Al mismo tiempo, es necesario que las ventajas que ofrecen las reformas sean aprovechadas de manera integral por las mujeres tanto para potenciar su papel de emprendedoras, como en lo referente a la utilización de tecnologías de la información y de la comunicación, misma que se ve favorecida en específico por el acceso universal a la banda ancha. Indudablemente, la política de inclusión digital abre amplios horizontes en la integración de la sociedad del conocimiento, pero también debe tomarse en cuenta la ampliación de las libertades de expresión y de acceso a la información, junto con los derechos de los usuarios de los servicios de telecomunicaciones y radiodifusión. Las ideas y demandas que surgen de la perspectiva de género pueden tener una mayor influencia si se utilizan los recursos de conectividad y si se aplican cabalmente los términos de la reforma, toda vez que los servicios de telecomunicaciones y radiodifusión son considerados servicios públicos de interés general que deben ser proporcionados en condiciones de competencia, calidad y pluralidad. De hecho, no debe olvidarse que vinculada de manera estrecha con la reforma de telecomunicaciones, se encuentra la reforma en materia de competencia económica, que fortalece la capacidad de regulación del Estado frente a prácticas que son contrarias a los derechos de los consumidores. La ampliación de la

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cobertura de las comunicaciones y el mejoramiento de los precios por vía de la competencia es un factor de transformación muy importante para la sociedad y, en concreto, para el empoderamiento de las mujeres. Las expectativas de avance económico —con el cual se mejorarían las condiciones sociales— están detrás del apoyo a las reformas energética y de telecomunicaciones, junto con la correspondiente a los temas de competencia. Si se logran reactivar a sectores que se habían convertido en obstáculos al desarrollo y si se favorece a los consumidores, estaremos dando un giro a una condición negativa que se refleja en altos índices de pobreza y marginación que afectan, sobre todo, a las mujeres. El mayor crecimiento de la economía debe ser una oportunidad para ampliar y perfeccionar los programas sociales, fortalecer la base fiscal del Estado y racionalizar el gasto público. La reforma hacendaria es clave en este proceso porque está diseñada para permitir una recaudación progresiva que permite integrar un esquema de impuestos más justo. Al mismo tiempo, la reforma se orienta a reforzar la seguridad social y aportar mayores apoyos a las familias de ingresos más bajos. Se introdujeron también impuestos que contribuyen a disminuir los índices de obesidad y mejorar el medio ambiente. El aumento de la recaudación a partir de que fueron cancelados los privilegios fiscales y regímenes especiales permitirá financiar programas tan importantes como el seguro médico y la pensión universales, o el seguro de desempleo. Estos apoyos proporcionados obligatoriamente por el

Estado beneficiarán a muchas mujeres y son iniciativas que siguen una lógica de justicia elemental, sobre todo para quienes debido a la exclusión laboral y la falta de condiciones para el desarrollo personal quedan fuera de cualquier cobertura. Por supuesto es tarea de las mujeres que pugnan por sus derechos demandar que la recaudación adicional sea en verdad redistributiva y que se integren nuevos programas sociales a favor de la equidad de género. Insistir y obtener que los presupuestos públicos incorporen los requerimientos y la perspectiva de género es una condición ineludible para el avance del programa de afirmación de los derechos de las mujeres. Aunque hay avances, los temas de salud, educación, ciencia y tecnología, seguridad social, productividad, e igualdad en materia de ingresos, entre otros, deben de abordarse con mayor precisión y contar con recursos más amplios. La situación de las mujeres está históricamente condicionada y sólo puede modificarse a través de un profundo cambio social. En esa transformación el esfuerzo educativo tiene un papel irremplazable. Por eso la reforma estructural que tiene la mayor influencia y va más lejos es la reforma educativa. Mejorar la calidad de la enseñanza es un objetivo que requiere el desarrollo de un vasto proyecto en el que participan todos los elementos del sistema abocado a la formación de las nuevas generaciones. Autoridades, maestros, padres de familia, la escuela, y la sociedad en general deben concurrir en un esfuerzo común para superar carencias y rezagos. Aun más, la reforma educativa tiene como finalidad preparar a los niños y jóvenes


mexicanos para tener el nivel de conocimientos y habilidades que exige el mundo contemporáneo. Para cubrir ese propósito son necesarios cambios en las relaciones entre los factores educativos, una gran inversión en infraestructura, procedimientos de evaluación adecuados, reconocimiento al papel de los educadores y, como hemos insistido desde Nueva Alianza, un apoyo irrestricto a su formación y actualización permanente. La reforma educativa tiene múltiples aristas y necesitará tiempo para desarrollarse en todo su potencial. Por lo pronto, puede decirse que es una vía principal para alcanzar la equidad de género. El tema es tan amplio como decisivo y remite directamente a las principales recomendaciones internacionales que plantean como prioridad garantizar el acceso y la educación de calidad para niñas y mujeres, así como suprimir los obstáculos a su participación activa. En el programa de defensa de los derechos de las mujeres el avance consistente de la reforma educativa bajo una perspectiva de género es definitivamente central. Al analizar las reformas estructurales encontramos una coincidencia peculiar entre procesos de liberalización y de reafirmación de las capacidades estatales, se forma así un nuevo contexto donde el sector privado, la inversión extranjera y la sociedad civil tienen una función distinta, al tiempo que se rearticulan las tareas de regulación y conducción del Estado. En ese interjuego tiene un lugar particularmente estratégico la perspectiva de género, porque ha sido impulsada desde las organizaciones de mujeres hasta lograr un espacio definido en las políticas públicas.

Las sucesivas intervenciones del feminismo bajo figuras muy diversas coinciden en la defensa y promoción de las libertades y derechos de las mujeres. Integran así un espíritu liberal, pero demandan el cumplimiento de los deberes del Estado democrático. Un ejemplo concreto que mantiene abierto el debate es el de la reforma laboral. El objetivo principal de esta reforma es favorecer el acceso al mercado laboral y la creación de empleos. Para tal efecto se flexibilizan las modalidades de contratación, se privilegia la productividad como criterio para acceder a puestos vacantes y se propicia la formalización de las actividades remuneradas. El gran tema que acompañó a la formulación de la reforma laboral fue el de la preservación de los derechos de los trabajadores, lo que significa la garantía de contar con prestaciones, salarios dignos y respeto a la sindicalización. La reforma puede entenderse como un equilibrio entre el interés por dar impulso a las inversiones y los intereses de los trabajadores. El resultado se seguirá debatiendo, pero en el caso de los derechos de las mujeres y madres trabajadoras la nueva reforma laboral aporta beneficios que responden a exigencias legítimas. Por ejemplo, se prohíbe que se soliciten certificados médicos de no embarazo como requerimiento para el ingreso, permanencia o ascenso en el empleo; se prohíbe el despido de trabajadoras por embarazo, cambio de estado civil o por tener a su cuidado hijos menores; se legaliza la práctica de distribuir las semanas de descanso pre y posnatal a fin de que las madres puedan estar más tiempo al lado de sus hijos; se prohíbe

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el hostigamiento o acoso sexual y se le hace causa de rescisión de la relación de trabajo. Por supuesto, desde la perspectiva de género la reforma laboral debe ir más allá y tiene que vincularse a una concepción integral de las necesidades y derechos de las mujeres, pero los pasos que se han dado son significativos para quienes trabajan en condiciones definidas por esquemas desfavorables para el sexo femenino. Las reformas en materia financiera y de transparencia, así como a la Ley de Amparo y al Código Nacional de Procedimientos Penales influyen en beneficio de la sociedad y, en consecuencia, en la ampliación de opciones y mejoramiento de las condiciones en que se desarrollan las mujeres. Ampliar el acceso al crédito y disminuir el costo del financiamiento favorece, por ejemplo, a las emprendedoras y las madres de familia; contar con la posibilidad de tener acceso garantizado a la información pública permite una mejor participación de las mujeres en su calidad de ciudadanas; poder cuestionar la constitucionalidad de la actuación de toda autoridad del Estado amplía la protección de los derechos humanos, incluidos los previstos por los tratados internacionales, muchos de ellos dedicados a los derechos de las mujeres. Asimismo, con el Código Nacional de Procedimientos Penales se regula el proceso penal acusatorio y oral para los delitos del fuero federal y del fuero común en todo el país, con lo cual se propicia el acceso a una justicia expedita y se da mayor certeza jurídica para todos, aunque desde la perspectiva de género, el Código puede contribuir particularmente a que se eliminen irregularidades en juicios que podrían estar sesgados en contra de las mujeres.

Hacia el final de este trayecto a través de las reformas estructurales nos encontramos con la reforma políticoelectoral que es de un interés particular, porque en ella apunta un principio fundamental para el empoderamiento de las mujeres. Los cambios a la Constitución y a las leyes electorales actualizan y perfeccionan el régimen político con iniciativas tan importantes como el gobierno de coalición, la reelección de diputados y senadores, así como de presidentes municipales, la conformación de una Fiscalía General de la República de carácter autónomo y la creación del Instituto Nacional Electoral (INE). Todas estas modificaciones e innovaciones favorecen el desarrollo de la democracia mexicana, pero en el contexto de este artículo es pertinente subrayar la introducción del principio de equidad de género en las contiendas electorales, toda vez que se obliga a los partidos a garantizar a las mujeres un 50% de sus candidaturas a legisladores. El concepto de paridad adquiere rango constitucional, toda vez que aparece en el artículo 41 de nuestra Carta Magna. Además, en la legislación secundaria se establece que en ningún caso se admitirán criterios que tengan como resultado que a las mujeres se les asignen exclusivamente los distritos en los que los partidos hayan obtenido resultados bajos. Este punto fue defendido decididamente por Nueva Alianza, porque impide la distorsión del principio constitucional y abre una importante perspectiva política para las mujeres.


41 De hecho, es importante plantear que la paridad no se reduce a una cuestión de cuotas, sino que se inserta en un proceso histórico más amplio que conduce a la igualdad sustantiva entre los géneros. La introducción de la paridad debe entenderse como una acción afirmativa de carácter transitorio y compensatorio para enfrentar las condiciones de desigualdad que han limitado la participación de las mujeres. Abrir espacios de toma de decisiones para las mujeres es una manera de profundizar la democracia y contribuir a un cambio general no sólo de la cultura política, sino de la sociedad. La incorporación del principio de paridad, esboza nuevas posibilidades para avanzar en la redistribución del poder y en el equilibrio de las responsabilidades. En conclusión, las reformas estructurales se presentan como una referencia ineludible en la lucha de las mujeres por la equidad entre géneros y el progreso de una sociedad, incluyente, justa y respetuosa de los derechos y las libertades. A partir de esa referencia será necesario reflexionar, debatir y plantear nuevas propuestas.


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Lactancia

aterna

DIP. FED. CRISTINA OLVERA BARRIOS Integrante de la Comisión de Desarrollo Social. cristina.olvera@congreso.gob.mx

La Convención de los Derechos del Niño de 1990, de manera específica abordó el tema de la alimentación de los niños y las niñas y señaló que los Estados involucrados debían reconocer el derecho pleno de la niñéz a disfrutar del más alto nivel de salud y con ello reducir la mortalidad. En ese mismo año, la Cumbre Mundial a favor de la Infancia aprobó la Declaración sobre Supervivencia, la Protección y el Desarrollo del Niño, así como el Plan de Acción para su aplicación. En ella se estableció la obligación de los Estados participantes de “mejorar las

condiciones de salud y nutrición de los niños”, por lo que adoptaría las medidas necesarias, destacando el“ compromiso a combatir las enfermedades y la mal nutrición, a suministrar alimentos nutritivos adecuados y asegurar que todos los sectores de la sociedad conozcan los principios básicos de la salud y la nutrición de niñas y niños, así como las ventajas de la lactancia materna.” Las niñas y los niños de todo el mundo se ven expuestos de manera permanente a peligros y condiciones que obstaculizan su crecimiento y desarrollo, siendo víctimas


de los flagelos de la pobreza y de graves crisis económicas, como el hambre, la falta de vivienda, el analfabetismo, epidemias, agravado todo esto por una deficiente alimentación y salud durante los primeros años de vida. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT), en su apartado sobre nutrición señala que desde la primera etapa de vida, una adecuada alimentación, rica en nutrientes, siempre será relevante para lograr la buena salud DE LAS Y LOS INFANTES. También constituye uno de los factores fundamentales para el desarrollo somático y neurológico, evitando enfermedades.Una opción la constituye una adecuada lactancia materna como el medio más efectivo y económico para combatir estos problemas. La leche materna promueve y propicia el desarrollo sensorial y cognitivo, además de proteger al bebé de enfermedades infecciosas y crónicas; la lactancia natural exclusiva reduce la mortalidad infantil por enfermedades como la diarrea o la neumonía, por ejemplo. La lactancia natural también contribuye a la salud y al bienestar de la madre: disminuye el riesgo de cáncer ovárico. Este argumento, nos dice la Encuesta, se confirma con el hecho de que el riesgo de que un niño o niña indígena se muera por diarrea, desnutrición o anemia es tres veces mayor que entre la población no indígena.1

Las prácticas de alimentación complementaria con frecuencia son inoportunas e insalubres y contribuyen de manera notable a la carga mundial de morbilidad, incluida la mala nutrición y sus consecuencias, tales como la ceguera y la mortalidad por carencia de vitamina A; los problemas de desarrollo psicomotor, debidos a la carencia de hierro y la anemia; las lesiones cerebrales irreversibles, por deficiencias de yodo, así como las consecuencias de la obesidad infantil en las etapas avanzadas de la vida. En 2012 la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), señala en relación con la alimentación que recibe la niñéz en el país, que “la lactancia se deterioró y ha llegado a niveles muy bajos, principalmente entre los sectores más vulnerables. Su promoción, protección y apoyo deben ser integrales, coordinados, financiados y evaluados con liderazgo del Gobierno Federal y participación de diversos actores”. 2 Situación que podría palearse siguiendo la recomendación de la OMS, de impulsar y promover el fortalecimiento y prevalencia de la lactancia materna como alimento exclusivo a partir de la primera hora de vida y hasta los seis meses, continuada por dos años o más si así lo desean, como alimento complementario. Es evidente que México ha estado comprometido en reducir las enfermedades respiratorias, infecciosas y parasitarias en niños y niñas menores de 1 año pero,

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UNICEF, Salud y nutrición, <http://www.unicef.org/mexico/spanish/17047.htm> en Cairo Más 20 Perspectivas de la Agenda de Población y Desarrollo Sostenible Después de 2014, Serie Investigaciones No. 15. UNFPA. ALAP. ABEP. 2

“Prácticas de alimentación infantil y deterioro de la lactancia materna en México”. Presentar prácticas de alimentación infantil (PAI) en México de la Encuesta Nacional Salud y Nutrición ENSANUT 2012 y ofrecer información para el desarrollo de políticas públicas, Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, Resultados Nacionales, Instituto Nacional de Salud Pública, México, 2012.

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tal como indica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, todavía se presentan y no ha sido un problema que se haya resuelto ya que “aún se suscitan defunciones que afectan a este grupo de edad, cuyos factores maternos están vinculados primeramente a la desnutrición y por otro lado, a factores exógenos que tienen que ver con el medio en que se desarrolla el niño (exposición a microorganismos, condiciones sanitarias deficientes, y mala nutrición, entre otras) lo que ha provocado que la tasa de mortalidad infantil sea considerada como un indicador que da cuenta del bienestar de vida de la población”. 3 Prácticamente casi todas las mujeres tienen la capacidad biológica para amamantar, pero no siempre disponen de buena información, del apoyo de su familia y de quienes la emplean así como del sistema de atención de salud. La leche materna protege a los bebés contra la diarrea y las infecciones agudas de vías respiratorias, también estimula el sistema inmunológico del niño contra la reacción a las vacunas; más aún según diversos estudios, la lactancia materna entraña para el y la niña diversas ventajas de índole cognitivo. El derecho a la alimentación debe cumplirse cabalmente y para ello se deben tomar las medidas necesarias, dándose prioridad al mandato de la Constitución Política que establece que “[…] en todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera 3

plena sus derechos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento, para su desarrollo integral. Este principio deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez”. 4 Para México es un imperativo la elaboración de políticas públicas y la correspondiente legislación que coadyuve y auxilie a tener una población sana, principalmente cuando de niños y niñas se trata. Partiendo de que la práctica de la lactancia materna como base de la alimentación infantil es una de las mejores apuestas de la salud pública, es evidente que para llevarla a cabo y hacerla realidad es indispensable, entre otras medidas, la creación de estrategias en el sector salud y su amplia difusión entre las futuras madres y aquellas que ya están en los procesos de lactancia; sin embargo, debemos considerar a un gran número de madres que no están en posibilidades de amamantar a sus hijos, siendo muy diversas las causas que lo impiden, aún cuando tengan la convicción de las bondades de esta práctica y tengan la determinación para hacerlo, para dar la debida protección y garantizar la atención a sus hijos e hijas es indispensable la creación de bancos de leche humana (BLH) que dan el soporte necesario a dichos menores, es por ello que en la actualidad muchos países intentan por este medio que los beneficios de la leche materna estén al alcance de todos los recién nacidos.5 Es una opción, cuando una madre no puede alimentar directamente del pecho a su hijo.

“Estadísticas a propósito del Día del Niño”, Datos Nacionales al 30 de abril 2013, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Párrafo noveno del artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, texto vigente. 5 Organización Mundial de la Salud, <http://www.who.int/mediacentre/events/meetings/2013/world_breastfeeding_week/es/> 4


Es importante considerar que las fórmulas infantiles en polvo no son productos estériles y plantean peligros para los recién nacidos, especialmente los de alto riesgo y de ninguna manera se pueden considerar como sustitutos de la leche materna, ya que se ha comprobado que ésta es insustituible; por ello la OMS ha reconocido el importante papel que juegan los bancos de leche humana, incluso ha considerado a la red iberoamericana de bancos de leche humana, fundada en el 2007, como la estrategia de bajo costo y elevado impacto social que más ha contribuido en la reducción de la mortalidad infantil. En este contexto como integrante del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza, a través de la Comisión Permanente, presentamos la iniciativa con proyecto de decreto que adiciona la fracción II Bis del artículo 64 de la Ley General de Salud, para el efecto de que en la organización y operación de los servicios de salud destinados a la atención materno-infantil, las autoridades sanitarias competentes establezcan la creación de al menos un banco de leche humana en cada Entidad Federativa. Esta iniciativa está a la fecha en proceso de análisis para su dictaminación correspondiente en la Comisión de Salud. El año pasado también en la Comisión Permanente promovimos un punto de acuerdo —que fue aprobado para el efecto— a fin de exhortar a la Secretaría de Salud, como coordinadora del sector, al diseño, implementación y difusión de una nueva estrategia que incentive a las mujeres del país a optar por la lactancia materna, como parte de una política pública integral enfocada a mejorar

las condiciones de salud y nutrición entre la población y contrarrestar la mortalidad y morbilidad de los menores de cinco años en el país. Sabemos que estas acciones no son suficientes, es necesario contar con infraestructura que facilite la cercanía de las madres trabajadoras con los centros de cuidado y desarrollo infantil, promoviendo que cuenten con el tiempo para alimentar a sus hijas e hijos. La importancia del tema amerita insistir en la implementación de una campaña pública permanente de información, así como la propuesta para incorporar este y otros temas con perspectiva de género dentro de la reforma laboral, a fin de garantizar este derecho de la infancia. Ante tal panorama y privilegiando el interés superior de la niñez, tal como lo mandata nuestra Carta Magna, en Nueva Alianza pugnamos por incentivar campañas, acciones concretas y líneas contundentes para lograr un mejor desarrollo de nuestra niñez.

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Las mujeres michoacanas Discurso Pronunciado por: ANGÉLICA JUDITH VILLANUEVA MAGAÑA Vice coordinadora del Movimiento de Mujeres en Michoacán gelyvim@hotmail.com

Yo soy una mujer michoacana que me siento muy orgullosa de mi origen pues Michoacán es uno de los Estados más bellos de la República Mexicana; es un estado que cuenta con gran diversidad en recursos naturales al tener lagos, bosques, playa, montañas; el santuario de la mariposa monarca que cada año nos visita desde Canadá es uno de los más importantes en su tipo. El patrimonio histórico del estado se concreta con zonas arqueológicas. También contamos con una gran diversidad de tradiciones, de cultura, con gente hermosa y trabajadora que realiza una gran variedad de artesanías como una vasta y sabrosa gastronomía. Asimismo las y los michoacan@s trabajamos fuerte día a día logrando, por ejemplo, que nuestro estado tenga el primer lugar en la producción de aguacate. Las y los michoacanos somos gente trabajadora que día a día lucha por ofrecer a sus familias una mejor calidad de vida. Desgraciadamente en el estado estamos viviendo una situación muy difícil, que nos pega muy duro en cuestiones de seguridad, en cuestiones de economía y desgraciadamente también nos pega mucho en cuestiones de equidad. Michoacán ocupa el nada honroso primer lugar en migración: cada año 45,000 michoacan@s emigran a Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades, en busca de poder darle una mejor vida a sus familias. De esos 45,000 michoacanos 18,000 son mujeres: más de un 40%. Mujeres que se ven forzadas a emigrar por falta de


oportunidades, por falta de un empleo digno y bien remunerado, por necesidades económicas, por la marginación, pero muchas de ellas también migran por violencia, por el maltrato en el hogar, en muchas ocasiones por parte de sus parejas. Tenemos un panorama muy desalentador: según el INEGI y el Instituto Estatal de las Mujeres, un 65% de las mujeres de 15 años o más han sido víctimas de violencia, 47 de cada 100 mujeres han sido agredidas por su actual o última pareja y el 85% de esas mujeres que han sido agredidas física o sexualmente (que se han atrevido a denunciar) ha sido violentada de manera grave o muy grave. Muchas veces las mujeres tienen que huir, se tienen que ir lejos de sus familias, muchas de ellas se van al vecino país del norte en busca de nuevas oportunidades, pero al cruzar la frontera se enfrentan a un sin número de peligros, los llamados “coyotes”, que son los que las van a pasar del otro lado de la frontera, abusan de ellas, económica, física y sexualmente, muchas veces las ultrajan, las violan y las abandonan, algunas logran salir con vida, otras ahí se quedan. Nueva Alianza es un partido muy sensible a todo esto que estamos viviendo las y los michoacan@as, por eso se compromete a luchar por promover una expansión de empleos, por promover el respeto a los derechos humanos, por promover la diversidad, la igualdad y la dignidad de las mujeres, para que juntas podamos alcanzar esa estabilidad económica, emocional y cultural que anhelamos. Yo les invito a que nos unamos a esta lucha, a que nos unamos con Nueva Alianza para que juntas podamos alcanzar eso que necesitamos, vivir ejerciendo nuestros derechos, el derecho a vivir una vida libre de violecnia, el derecho a la igualdad y el derecho al acceso a las oportunidades de desarrollo, porque estoy convencida que sin la participación de las mujeres no es posible alguna democracia.

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Efemérides octubre FEC H A

CO NM EM O RAC IÓN O F E S TE JO

02 de octubre

DÍA INTERNACIONAL DE LA NO VIOLENCIA Es designado el 2 de octubre, día del aniversario del nacimiento Mahatma Gandhi, líder del movimiento de la Independencia de la India y pionero de la filosofía y la estrategia de la no violencia. Curiosamente, la fecha coincide con la conmemoración de la matanza del Tlatelolco un 2 de octubre de 1968. En esa fecha, se llevó a cabo una de las matanzas más sangrientas en la historia de nuestro país ejecutada por el gobierno. El número de muertos no se sabe con precisión, fuentes oficiales refieren no más de 50 mientras que investigadores afirman que fueron más de 300.

16 de octubre

DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN La finalidad del Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), es la de concientizar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. El día coincide con la fecha de fundación de la FAO en 1945.

17 de octubre

CONMEMORACIÓ DEL VOTO FEMENINO EN MÉXICO El 17 de octubre de 1953 apareció en el Diario Oficial de la Federación un decreto en el que se anunciaba que las mujeres tendrían derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular. Este decreto fue el producto de una larga lucha.

17 de octubre

DÍA MUNDIAL PARA LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA La celebración de este día tiene por objeto sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países, en particular, en los países en desarrollo lo que se ha convertido en una prioridad del desarrollo.

Efemérides noviembre FEC H A 01 de noviembre

CONM EM O RAC IÓN O F E S TE JO DÍA DE MUERTOS El Día de Muertos es considerado la tradición más representativa de la cultura mexicana. La celebración se lleva a cabo dos días: el 1 de noviembre es dedicado al alma de las y los niños, y el 2 de noviembre a la de las y los adultos. El origen del Día de Muertos tiene antecedentes relacionados con el mestizaje. Comprende rasgos culturales indígenas y españoles que al mezclarse dieron lugar a todos los ritos y ceremonias que se realizan alrededor de la festividad. Aunque la celebración anglosajona de Halloween se ha popularizado entre la población, en la mayoría de los hogares mexicanos la tradición perdura y se colocan ofrendas con elementos muy particulares.

Fuente: Efemérides de la SEP: http://www.sep.gob.mx/es/sep1/sep1_Efemerides#.U5pNa415Pyc Fechas conmemorativas: Una visión de género, INMUJERES 2006


Efemérides noviembre FEC H A

CO NM EM O RAC IÓN O F E S TE JO

08 de noviembre

DÍA MUNDIAL DEL URBANISMO Se celebra en más de 30 países en cuatro continentes cada 8 de noviembre. Es un día especial donde se reconoce y promueve el rol de la planificación en la creación de comunidades sustentables. El Día Mundial del Urbanismo presenta una excelente oportunidad para visualizar la planificación desde una perspectiva global, pues es un evento que apela a la conciencia de la ciudadanía y las autoridades públicas al llamar la atención hacia el impacto ambiental que produce el desarrollo de ciudades y territorios.

25 de noviembre

DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES En 1981 se celebró en Bogotá, Colombia, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, donde se decidió marcar el 25 de noviembre como el Día Internacional de No Violencia contra las Mujeres, recordando el brutal asesinato de las hermanas Mirabal en 1960 por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo. En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la que se definió la “violencia contra la mujer” como “Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada”. En dicha Asamblea se reconoció que eran necesarios “una clara declaración de los derechos que se deben aplicar para asegurar la eliminación de toda violencia contra la mujer en todas sus formas, y un compromiso de los Estados y de la comunidad internacional en general para eliminar la violencia contra la mujer”. La campaña del Secretario General de la ONU, ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres ha proclamado el 25 de cada mes Día Naranja. Entre otras actividades en ese día se nos invita a llevar alguna prenda de ese color para resaltar el llamamiento a erradicar la violencia contra la mujer sin reservas, equívocos o demora. Este año la campaña ÚNETE extiende ese Día Naranja a 16 días de activismo contra la violencia basada en el género, desde el 25 de noviembre en que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.

Efemérides diciembre FEC H A 10 de diciembre

CO NM EM O RAC IÓN O F E S TE JO DÍA UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 10 de diciembre como Día de los Derechos Humanos en 1950, para señalar a la atención de “los pueblos del mundo” la Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común de todos los pueblos y todas las naciones. Con este día se conmemora el aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General en 1948.

Fuente: Efemérides de la SEP: http://www.sep.gob.mx/es/sep1/sep1_Efemerides#.U5pNa415Pyc Fechas conmemorativas: Una visión de género, INMUJERES 2006

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Claudia Contreras Chávez Pintora (Ciudad de México, 1965). Desde muy joven ha demostrado interés por el desarrollo humano y espiritual. Los últimos años ha desarrollado su habilidad natural por las artes plásticas: la pintura moderna y abstracta de base acrílica. Como pintora profesional participó en los talleres de la Mtra. Susana Marín y con la Mtra. Herlinda Sánchez Laurel. Ha realizado nueve exposiciones individuales a lo largo del país y en la Ciudad de México. Sus obras hoy se encuentran en colecciones particulares en países como Reino Unido, España, Estados Unidos y México. Su estilo es moderno-abstracto y su técnica es el acrílico sobre tela o madera con diferentes texturas. Está acreditada como artista profesional en el Archivo de Autoría AICOA, con derecho a documentar y registrar toda la producción artística en el Archivo Internacional Central de Objetos de Arte AICOA Registro CIF64643380 de Barcelona, España. Actualmente imparte clases compartiendo su técnica y desarrolla con gran fluidez la elaboración de cada una de sus obras. “Pintar es la revelación del amor propio, del querer darme un gusto y regalarme, es una charla interior que va tomando color con las emociones del momento y del tiempo, surge como un tímido rocío sorprendido en la espina de un cactus, en una madrugada de cualquier día, florece con los primeros rayos del sol y a medida en que amanece brotan también las primeras formas, los colores, las emociones que dan como resultado esta andanza en el ensueño”. *La revista Empodérate, número 4, Cuarto trimestre de 2014 ha sido ilustrada con obras gráficas de Claudia Contreras Chávez.


¡Espérala en diciembre!



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