Alejandría 2, Misión Santa Sofía Corregidora, Querétaro, Méx. Publicación Mensual octubre de 2010
Es como estar en el cielo Alguna vez alguien me dijo que estar frente al Santísimo era como hallarse en el cielo, ¡qué razón tenía!
Así me siento yo cada vez que estoy delante de Él, en el Sagrario, como en el cielo. Como Pedro aquel día de la Transfiguración en el que Jesús se dejó ver tal cual es, en su Persona Divina. Es muy cierto que yo no lo puedo ver así, pero eso no me impide experimentar aquello que Pedro vivió, porque la presencia es la misma. Es Cristo resucitado quien está ahí conmigo, sólo que tras las puertas del Sagrario y escondido en un pedacito de pan.
Lo increíble de estar frente a Jesús Eucaristía es poder experimentar esa presencia, que antecede pero que también anticipa ese feliz encuentro con Él en la eternidad. Es ahí , donde me siento inmensamente amada y plenamente feliz, con esa emoción, de saberlo y tenerlo sólo para mí, la misma que me lleva a exclamar igual que Pedro, "Maestro, qué bien estamos aquí". Cuántas veces le he dicho esto mimo a Jesús y en cuántas ocasiones he deseado que el tiempo no pase, prolongar ese momento, instalarme y permanecer ahí por horas, hablándole de todo, poniéndole mi vida y mi alma en sus manos, escuchándole decir cuánto me ama, y descubriendo ahí su voluntad. Sueño con ese gran día, en que pueda llegar con Jesús y
mirarlo cara a cara como Pedro lo hizo, pero mientras esto suceda, por qué no entonces acortar el plazo y la distancia y vivir unida a Cristo en la Eucaristía compartiendo con Él todo el tiempo posible; y
Viernes 1 Santa Teresa del Niño Jesús No es fácil sintetizar su doctrina o espiritualidad. Lo hacemos en estos cuatro puntos: Vocación del amor. El amor ocupó en su vida un lugar
enteramente central. Decía que quería amar a Jesús "Como jamás había sido amado" La infancia espiritual. El "caminito de infancia
así, cuando llegue ese encuentro tan anhelado, sea el mejor y más bello de tantos momentos vividos juntos aquí en la Tierra. Ame Carrasco
Su espiritualidad
espiritual" es el secreto de una santidad cada vez más perfecta . Caminito de infancia, de pobreza espiritual, de confianza sin limites y de entrega al amor misericordioso. Escribió: "Quisiera tener un ascensor para subir hasta Jesús, porque soy muy pequeña para subir sola. - -El ascensor que ha de elevarme hasta el cielo son tus brazos, Jesús mío". El Santo abandono. El alm a se entrega a Dios sin reserva y para siempre, porque tiene fe en su omnipotencia, en su sabiduría y en su bondad. Escribió la Santa: "Desde hace tiempo no me pertenezco, me entregué del todo a Jesús... Es muy dueño de hacer de mi lo que le plazca". Misionera de retaguardia. "Quisiera, oh amado, bien mío, recorrer la tierra, predicar vuestro
nombre y clavar en tierras
infieles vuestra cruz gloriosa”.
Ideal de San Francisco de Asís Las diversas fases de la conversión de San Francisco nos hicieron ya asistir a la génesis de su ideal. Primeramente, una fe viva y sencilla iluminó su alma; bajo los rayos de esta luz, el temor de Dios y el arrepentimiento se apoderaron de él. Más tarde, la visión de Jesús Crucificado enciende en su corazón un amor ardiente, que le comunica la valentía necesaria para someterse a las purificadoras pruebas del propio renunciamiento, ineludible preliminar de toda vida perfectamente cristiana. Y, por último, este encendido amor le lleva a la imitación de Cristo. El amor fue quien reveló a Francisco -que no había cursado las escuelas teológicas- las excelencias y grandezas del dogma de la Encarnación. Que de él estaba plenamente penetrado, nos lo dicen sus cartas, sus reglas, sus admoniciones casi en cada una de sus páginas. El Verbo hecho carne es el centro de su vida: Jesús, el Hijo de Dios, es para él en verdad el mediador entre Dios y los hombres, el autor de nuestra salvación, el fundamento de nuestra esperanza, Aquel por quien y en quien es necesario orar, el camino, la verdad y la vida, la luz del mundo... nuestro modelo. Dios Busca Verdaderos Adoradores… Esta no es una frase de rutina, no es la enseñanza del momento, es una cuestión muy seria y definitiva para la vida de todo hijo de Dios y siervo de Jesucristo. Todo hijo de Dios, que disfruta por la fe el amor de Dios, la gracia del Señor Jesucristo y la comunión del Espíritu Santo debe ser un verdadero adorador. La adoración a Dios es demasiado importante para Él,
por ello, lo primero que busca Dios entre sus hijos son verdaderos adoradores que lo adoren en espíritu y verdad. Adorar a Dios es postrarse ante él, rendirle todo a él,
reconocer su gloriosa Majestad, Santidad, Poder, Autoridad, Dignidad, tal como lo define el término griego Proskuneo, que traduce: postrarse, rendirse, hacer reverencia. También la adoración puede ser como lo define otro término griego Latreía, (Adoración a Dios) distinguiéndole de la Hiperdulía (Veneración a Santa María, considerada la persona más grande en gracia y amor, después de Jesús) y la Dulía (Veneración a los Apóstoles, a los santos y a los beatos y a los Ángeles y Arcángeles.)
Él hace. Pero, la verdad es que siempre se debe adorar a Dios por ambas razones. La combinación de Proskuneo y Latreía, implica un tiempo en el que nos rendimos y adoramos a Dios.
Se adora a Dios por lo que Él es y se le alaba por lo que ¿Qué necesito para poder adorar a Dios?... Un párroco que desee la adoración perpetua. Una ca pilla u oratorio consagrado únicamente para la adoración perpetua, con acceso exterior y servicio para la noche. Un equipo de parroquianos muy motivados para organizar y supervisar la adoración perpetua. Elementos todos con los que ya contamos, ahora solo faltas Tú, te pedimos solo una visita al Santísimo para que te seduzca y te dejes enamorar por Él y después de esto estoy seguro que desearás continuar tus visitas (como nos ha ocurrido a muchos) por lo menos una hora a la semana, para ello regístrate anotando tu nombre y Tel. en el cuadernillo que esta en la capilla, escogiendo la hora y el día que quieres acompañar a Jesús. ¡Vamos a poner contento a nuestro Dios! Jorge Casillas