VENTURA VEREDICA by Esteban Seimandi

ENTURA ERĂ&#x2030;DICA nuestros pasos futuros

regidos por huellas viejas

Profesor Seimandor Iluminador peatonal

VENTURA VERÉDICA

Los Agua. Cultura policroma y sensiblera que componía cargosas campanadas para sopesar los simbronazos de los temblores telúricos donde florecía. Aguas, aguas, cantaban los niños más alegres de los colegios aguálicos en los actos conmemorativos de la fundación mítica de esta cultura: cuando el Principio Creador, princeps et manure management, separó las tierras de las aguas, dejando bien en claro con quién se meterían en caso de meterse con el tipo, nada menos que un Señor con mayúsculas, capaz de separar lo sólido de lo líquido, como quien se muerde un cubito de yelo en un vaso de güisqui, sin ponerse ni un poquito empedo. En la ciudad quedan algunas de estas marcas por aquí y por allá y cuando el viandante las pisa al descuido, recibe la buenaventura de la templanza para meterse en los mares de Villa Gesell en marzo-abril, sin que se aflojen los cataplines. También protege contra humedades en paredes y techos, no así de cimientos. Amigo de OSN, debe evitar la presencia de Segba.

Los Cadeos. Estos degenerados llenos de granos y olores desagradables fueron la cultura fundante de la parsimonia legal que tan mal nos hizo a nosotros los buenos que, con tal de no iniciar pleitos, somos capaces de tolerar salchichón primavera por mortadela con pistaccio. Más allá de todos estos méritos, la cultura Cadea nos enseñó que un óvalo se banca bastante si tienen una forma más o menos regular, pero cuando se hace un cacho puntiagudo, onda pelota de rugby, ya nos hace acordar a muchos pelandrunes y la cosa se pone fea. Se les debe también a Cade la invención de Morel Rodríguez y la creación de la rueda de prensa. Si el caminante, como quien no quiere la cosa, así, al tuntún, pisa estos pequeños elementos rúnicos cadenses, precipitará sobre sí una plétora de bendiciones variopintas, tales como la cadencia de golfista al caminar, la facilidad para el baile solitario y la tolerancia gástrica a la televisión. No deben mezclarse con los Osn, ni con los Segbas. Amigos de Gas.

Los Enteles. Entes etéreos, bendecidos con el don de la elocuencia al pedo. Esta sociedad existió por acá cerca en una época más liberada que la nuestra, donde los hombres eran hombres y las mujeres eran hombres, pero más refinados. Eso sí, se cagaron extinguiendo. Pero, más allá de ese detalle no menor, fueron una civilización comparable con lo que se te ocurra. Inventaron el teléfono y el teléfono del delivery. Después de muchos experimentos, inventaron también el número de teléfono. Tenían una cosa especial con el teléfono, no sé sabe por qué. Pero no sólo la intercomunicación a distancia era su fuerte. Los tipos serían refinados, pero también tenían una potencia que les permitió conquistar inmensos territorios. Hasta que, como se comentó ut supra, se extinguieron por la total ausencia de óvulos fecundados, como quien dice. Cuando se pisan estos tortugones rúnicos entélicos, se siente como un frescor y muchas ganas de charlar como loca. Amigos de los Osn y se llevan a las patadas con los Osc.

Los Cet, también conocidos como Tec y, según algunos estudiosos con ganas de romper las pelotas, Etc, tuvieron una corta pero fulgurante historia en una amplísima zona que iba desde el Eufrates hasta el delta del Tigre. Fueron grandes guerreros, muy buenos jinetes y unos constructores horribles. Sus artes eran todas marciales, incluso la alfarería, con la que hacían jarrones de guerra. Bastante feos, por cierto. Se peleaban con todo el mundo y tenían una gran ambición territorial. Arrasaban con todo lo que se les ponía en su camino. Otra que Atila. Eso sí, a la hora de reconstruir, un suponer, casas para las fuerzas de ocupación que ellos mismos llevaban, se hacían los giles de una manera que daba asco. Como cultura no fueron gran cosa y al entrar en una etapa de decadencia, se extinguieron agarrándose a trompadas entre ellos. Quienes se crucen con las raras runas de Cet y las caminen, recibirán una fortaleza medio bruta y una ganas de romper cosas un tanto irrefrenable. Amigos de los Gas y los Oser. Incompatibles totales con los Enteles.

Buena gente, los Iras. Segun cuentan los principales historiadores y una tal señora Norma que da clases de historia a particulares, los Iras tuvieron mucho que ver con el desarrollo de la medicina moderna y el pensamiento científico antes del mundial de España. Después de eso, se fueron medio al carajo. Pero antes, como civilización, como cultura, joya. Los Iras iban a un sanatorio público y tenían gasa, tenían anestesia, tenían lo que pidieran. Y de pensamiento científico, ni hablar. Vos le pedías que se pensaran algo, cualquier cosa, y los tipos lo hacían a nivel científico. Fueron los creadores de muchísimas fórmulas y teoremas y si, de última, no se les ocurrían a ellos, los aplicaban re bien. En nuestros días, aún usufructuamos sus descubrimientos: desde la curita color piel, hasta la mayoría de las tablas de multiplicar. Quienes caminan por una runa Iraica reciben un poder buenas ondas: se van los dolores de cintura, y la pesadez estomacal. Se complica conseguir estacionamiento en el centro. Amigos de casi todos, excepto Gas. Compatibles con Entel.

Los Osc eran hoscos, tozudos, obcecados y bastante cuadrados. Se destacaron en la crianza de burros y la construcción de unos ziggurats que no tenían nada que envidiarles a los sumerios. También hacían sahumerios, como máxima expresión de sensibilidad. Pero tenían olores jodidos, tipo chucrut o carpa. Aún hoy se conservan algunos sahumerios oscos, no así los ziggurats, vaya uno a saber porqué. La cosa es que a los Osc, en el punto cúlmine de su cultura, se les metió en la cabeza que debían construir una torre que llegara a los cielos para comunicarse con los dioses. Al buscar los cielos se encontraron con una sorpresa: era uno sólo. Se preguntaron con toda lógica “La pucha, si hay un sólo cielo, qué pasará con los Dioses” Y se hicieron monoteistas y monotributistas. Se quedaron con un sólo Dios y gastaron un fangote en indemnizaciones para los demás dioses, lo que causó el colapso total de su civilización. Cuando pisamos una runa Osc, nos conectamos con la divinidad y resolvemos raices cuadradas con facilidad. Enemigos jurados de los Osn y amigotes de los Aguas.

La cultura Segba era brillante. Chispazos de su fulgor aún iluminan nuestras expresiones artísticas. Podemos señalar, como muestras, nuestra forma de apilar leña o cómo usamos los autitos chocadores. Eso, sin mencionar lo que tal vez sea nuestro máximo pasatiempo: la discusión acalorada sobre fútbol. Sin los Segbas, que inventaron la discusión acalorada, nuestros días transcurrirían sin luz. Los Segbas también cultivaban la alfarería y hacían unos escones riquísimos. En recientes estudios arqueológicos se descubrieron manuscritos del que se cree, habría sido el himno Segba: Sindicato mexicano de electricistas / Haz de fuerza es el emblema de nuestra unión / Siempre prestos con firmeza para luchar hasta vencer. Hay quienes dudan de la veracidad de esto, sobre todo por la estrofa que dice “Sindicato Mexicano de Electricistas”, pero no hay todavía voces definitivas sobre el tema. A quienes caminan por sobre las runas Segbas, se les enciende la imaginación y se les aclaran las opciones difíciles. Cuidado con el hígado. Enemigos de los Iras y compatibles con los Mosn.

Los Ciae eran medio mala gente. Los hubieran visto mientras empapelaban las casas de sus enemigos con colores que no combinan ni hoy, ni en esa época, ni nunca. Pero remendaban y remediaban todo con una participación bastante universal de la populachada en lo que a asuntos públicos se refiere. No te digo que dejaran votar a todo el mundo, pero casi. Tampoco la pavada. Eso sí, eran bravos. Machos bravíos, brave men, como quien dice. Los tipos se le plantaban tanto a, ponele, un invasor de sus terriorios, como a un funcionario o un kiosquero que se quedaba con un vuelto. Florecieron a mediados del mismo siglo que los Saduceos y los Sodomitas, pero se marchitaron antes, dejando un legado de cositas de fierro bastante macanudas. Al caminante que pisare las runas identificadas con los caracteres ciaéicos, le crecerá el vello púbico a un ratio mayor al normal, se le curará el mal aliento y le agarrará como una cosa de generosidad con la humanidad. Incompatibles con los Aguas y amigos de los Enteles.

Los Oser eran más bien ramplones. Alguna que otra talla en madera, un poco de alfarería policromada, mucho telar berreta y un montón de caza y pesca. Casi no cultivaban nada, excepto mandarinas y alpiste. No tenían notación musical, pero gente que sabe dice que lo más sublime de su arte musical no llegaba al nivel de un Eddie Sierra. En cuanto a la literatura, su máxima contribución al cánon es la fórmula para comenzar coplas “Ayer pasé por tu casa y me tiraste con...” que, si bien tiene muchos usos, es bastante facilonga. Se calcula que el punto más alto de su cultura es cuatro. Sobre cien. Pero eso no impide que sus runas impongan su ventura y su desventura sobre nosotros. Y en ese sentido, los Oser se trasmutan en seres powerful. Pisar una runa Oser puede transformar la vida del viandante: cambio total de situación económica, para bien o para mal, descompensaciones cardíacas y/o cerebro vasculares, e inspiración grosa a todo nivel, son algunos de sus efectos. Los Oser son compatibles con los Enteles, pero no con Osc.

Los Mosn eran capos en muchos aspectos. En el top cien de las civilizaciones, rankeaban sextos, detrás de los antiguos egipcios, pero muy arriba, por ejemplo, de los tucumanos. Entre sus contribuciones con la cultura occidental podemos enumerar de manera caprichosa y azarosa: el descapotable, la bombilla de mate, el pantalón largo, la pólvora mojada, las medias, el cassette de cromo, el té de caléndula, la salsa (musical) y la salsa (comestible). Sin los Mosn, los griegos, los romanos y sin los etruscos, no es una exageración decir que la civilización occidental no existiría tal como la conocemos. Florecieron entre los Mosn los cantautores románticos, los poetas de la zurda y los matemáticos. Así como Grecia es la cuna de la democracia, Mosn es la cuna del autoritarismo, que tanto prendió en nuestro continente. Sin embargo, su influencia rúnica es leve y poco notable. Pisar una runa Mosn conlleva un leve ataque de caspa, reincidencia en las uñas encarnadas, o sea, reencarnación de uñas y fresquete. Compatible con los Ciaes y enemigo de los Segbas.

La cultura Gas explotó, por así decirlo, con el advenimiento de la escritura cuneiforme. No era fácil escribir antes de eso. Se complicaba groso. Cuando los científicos y los hombres de letras de Gas inventaron la escritura cuneiforme -y no me vengan con que es una creación sumeria, porque se los puedo discutir a muerte- la presión intestina de la civilización de los Gas dio lugar a un nuevo modelo de sociedad, más libre, más escotado. Como para un casamiento de día, en una quinta. Algo liviano, de hilo, colores claros. Así se sintió la polis, el ciudadano medio de Gas cuando pudieron registrar y expresar todo el bagaje de conocimientos y pensamientos que tenían acumulados durante años llenándoles las bolas. Porque antes guardaban todo en unas bolas de cerámica muy poco prácticas, que se rompían y obligaban al back up, un concepto que llega aún a nuestros días. Quienes caminen sobre una runa de Gas obtienen una insuflación de confianza y trastornos renales. Enemigos de los Lldep y compatibles con los Cet.

Es un error histórico común el de creer que la cultura Lldep estaba relacionada con los Osn, pero se trata de una confusión por el vocablo homófono Osn, que en idioma Lldepeo, no es otra cosa que la primera persona del plural. Salvada esta confusión, podemos decir que los Lldepeos fueron grandes cultores del cuerpo. Litigiaron por siglos en tribunales internacionales con los griegos por los derechos de autor de las Olimpiadas. Los Lldepeos las habían registrado con hache dos meses antes y adujeron que los griegos les robaron la idea. Las presiones de los lobbistas atenienses, con Pericles a la cabeza, hicieron inclinar la balanza a favor de Grecia, en un fallo escandaloso. ¿Creés que los Lldepeos se calentaron? Ni por casualidad: agarraron e inventaron los juegos de invierno y lo que luego se convertiría en el primer Atari de la historia. Los griegos se quedaron con una vena que les dura hasta hoy. Los que pisan una runa Lldepea, reciben vigor sexual, alta creatividad y propensión al esguince. Compatibles con Oser y Cet. Enemigos de Entel.

Pletórico de presagios y sabiduría, el Profesor Seimandor cumple con su carácter de iluminador peatonal de todos aquellos que caminan con rumbos inciertos por las calles de nuestras ciudades luego de haber sufrido los desengaños de falsos profetas, astrólogos y chantapufis de toda laya. La premisa es tan lógica como luminosa. Antes que mirar al cielo y tratar de encontrar falaces influencias en astros distantes, busquemos el rumbo de nuestros pasos en el mismo suelo. Al entrar en contacto con esta suerte de metálicas runas que el Profesor Seimandor detalla y explica con una claridad deslumbrante, nuestros espíritus canalizan y catalizan desde el mismo suelo las energías que marcan la ventura de nuestros andares. Si decidimos abrir nuestros ojos (y, sobre todo, nuestras mentes) a nuestros pies se revelan huellas de civilizaciones antiguas como los Segbas, los Enteles o los Ciaes, tan poderosos que su influencia se siente físicamente en nuestros días. Atrévete lector a dar pasos firmes sobre esta Ventura Verédica del Profesor Seimandor.