En el proceso de enseñanza y aprendizaje se plantean objetivos, contenidos curriculares o competencias, que se espera que los estudiantes alcancen, la evaluación se constituye en un medio para enjuiciar esos logros, en un momento dado. De esta manera se procura apoyar y mejorar una parte o la totalidad del proceso educativo, ya sea que se deban modificar o afinar en la práctica los planes, las actividades y los objetivos específicos, los contenidos curriculares o las competencias programadas, en las diversas áreas: académica, socio-afectiva y psicomotora.