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Pinceladas Las olas no ‘volverán’ al Mar

Lejos, muy lejos, en Asia Central, en el norte de la república de Uzbekistán, está el pueblo de Muynak. Antes estaba en una isla llena de árboles, ahora la rodea el desierto. Y a las afueras del pueblo, sobre un promontorio, hay un memorial, un memorial muy modesto. Es un mirador curvo como la popa de un buque que se proyecta sobre los arenales, donde hasta los años setenta rompían suavemente las olas del mar de Aral, “el cuarto lago más grande del mundo”. En el centro del mirador hay un monumento de cemento pintado, en forma de vela, y unos paneles con mapas donde se reproducen algunas cifras y estadísticas de la catástrofe: el número de kilómetros cuadra dos de mar perdidos cada año, las toneladas de peces que durante décadas se pescaban en este mar y abastecían los mercados de todos los países del Pacto de Varsovia, los miles de personas empleadas en la industria pesquera y conservera que se quedaron sin trabajo…

Este reportaje lo publicamos en la revista Euro

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pa Azul, que la fundamos en el País Vasco, España, hace veinticinco años. Desde entonces nada ha cambiado en el Mar de Aral. Los jóvenes reclaman, utópicamente, a Vladimir Putin, el nuevo ‘zar’ de Rusia y exdirector de la KGB de la extinta Unión Soviética, como ‘responsable histórico civil subsidiario’, una nueva figura legal que suena a surrealismo en este 2020. Además, Vla dimir Putin, está centrado, de manera hasta obsesiva compulsiva, en elogiar al presidente republicano Donald Trump y su estrategia de “tipo sencillo” cansado de las élites. El

LAS OLAS NO ‘VOLVERÁN’ AL MAR DE ARAL, CON VLADÍMIR PUTIN, “¿QUÉ HARÍAS TÚ EN UN ATAQUE PREVENTIVO DE LA URSS?”

mandatario ruso califica de “histeria” las acusaciones de Washington contra Moscú de influir en las últimas presiden cialistas, donde fue derrotada la demócrata Hillary Clinton, la favorita en todas las encuestas. Putin se expresó así en la reunión anual con politólogos y expertos internacionales organizada por el club Valdái en la localidad de Sochi (en la costa del mar Negro). Trump “por lo visto ha elegido su manera de llegar a los corazones de los electores. (…) Claro que se comporta de forma extravagante, como todos ve mos, pero creo que todo esto no carece de sentido, porque, en mi opinión, representa los intereses de esa importante

parte de la sociedad en Estados Unidos, que está cansada de las élites que llevan decenas de años en el poder. Simplemente representa los intereses de esas gentes sencillas” a las cuales “no les gusta la transferencia hereditaria del poder”, afirmó el líder que desde el año 2000 dirige los destinos de Rusia. “¿Acaso alguien piensa en serio que Rusia puede influir de alguna manera en la elección del pueblo norteamericano?”, inquirió Putin, retóricamente. ¿Acaso Estados Unidos es un país bananero? Estados Unidos es una gran potencia y si no tengo razón, corríjanme por favor”, concluyó. Vladímir Putin hizo hincapié en que existe un “déficit de estrategia e ideología del futuro”, lo cual crea una “atmósfera de desconfianza que influye directamente en el estado de ánimo de la sociedad.” “El futuro no atrae, sino que asusta”, dijo. Sobre la “tesis del triunfo de los marginales y los populistas sobre las minorías defensoras del sentido común, sobrias y responsables”, el problema no son los populistas sino que “la gente sencilla, el ciudadano de a pie han dejado de confiar en la clase dirigente”, concluyó. Estamos en plena epidemia del Covid-19, apenas a seis meses de unas nuevas elecciones en los Estados Unidos donde se decidirá si sigue el amigo de Putin, Trump, otros cuatro años o no. Es interesante el llegar a conocer o que piensa el jefe del Kremlin del inquilino de la Casa Blanca. China ha sustituido a Rusia como la ‘otra’ potencial mundial como era Moscú desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Regar los cultivos de algodón de Kazajistán y de Uzbekistán

“Hace medio siglo, la superficie del Aral llegaba a los 67,000 kilómetros cuadrados. Comenzó a ver reducido el nivel de sus aguas en la década de los sesenta, cuando la URSS desvió el caudal de los ríos que lo alimentaban, el Amu Daria -que nace en la meseta de Pamir, sirve de frontera natural entre Afganistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, y después de recorrer 2,540 kilómetros desemboca en el Mar de Aral- y el Sir Daria -que fluye durante 2,200 kilómetros desde el noroeste hacia el sureste de Kazajistán, hasta desembocar en el mar de Aral por el extremo norte-, para regar los cultivos de algodón de Kazajistán y de Uzbekistán. Desde entonces, la explotación de los ríos ha convertido los alrededores del lago en un inmenso campo de algodón, pero a cambio se han perdido dos millones de hectáreas de tierra fértil y se ha provoca do una catástrofe ecológica. Durante décadas, el mar no recibió prácticamente nada de agua, por lo que empezó a evaporarse rápidamente y a bajar de nivel. Actualmente, su extensión se ha reducido a la mitad, y el nivel de sus aguas se ha reducido aproximadamente el 75%”. “Sí, la canoa la conservo, porque yo qué sé si el mar regresará mañana”, dijo un viejo lugareño. El cáncer y la mortalidad infantil han aumentado en la población, incluso el clima se ha visto afectado. El memorial fue erigido con motivo de un simposio internacional que se celebró para atraer fondos económicos y generar ideas sobre cómo se podría remediar la que algunos califican como una de las peores catástrofes medioambientales de todos los tiempos. Algunos participantes en el simposio aportaron estadísticas sobre la salinidad de las aguas, que se ha triplicado, pro vocando la destrucción de su flora y fauna. Otros hablaron de la capa de pesticidas químicos y sales naturales que, a medida que baja el nivel del agua, son arrastrados por el viento en forma de nocivas tormentas de polvo que afectan gravemente a la salud de los habitantes de la región. El cáncer y las enfermedades respiratorias de las poblaciones ribereñas han aumentado, así como la tasa de mortalidad infantil. Incluso el clima se ha visto afectado, ya que tanto las temperaturas de invierno como las de verano se han extremado. Los congresistas barajaron hipótesis, debatie ron soluciones, propusieron medidas, se comprometieron a pensar, a difundir, a trabajar.

Desviar ríos y dinamitar glaciares de las montañas

No se volvió a poner sobre el tapete dos soluciones para devolver la vida al desierto, dos proyectos que se postularon durante los años ochenta, en el periodo en que los dos países perjudicados por la desecación del Aral, Kazajistán y Uzbekistán, estaban integrados en la URSS. Impuestos del refrán que propone “a grandes males, grandes remedios”, algunos ingenieros soviéticos barajaban grandes proyectos: el primero, desviar alguno de los grandes ríos de Siberia, por ejemplo el Ob, hacia Asia Central. Al fin y al cabo, en Siberia sobra agua y hay poca gente. Y de esta manera volverían a afluir grandes cantidades de agua al Aral. La segunda solución, no menos imaginativa y grandiosa, proponía destruir con dinamita los glaciares de los sistemas montañosos -el Tian Shan y el Parir- donde nacen el Amu Daria y el Sir Daria. Así se multiplicaría el caudal de los ríos, y aunque buena parte de él se quedase por el camino, en los cultivos del algodón, parte del agua llegaría hasta el mar. Los tiempos han cambiado. La audacia prometeica con la que los ingenieros soviéticos, seguros de la supremacía de la razón técnica sobre la naturaleza, desviaban ríos, allanaban montañas, edificaban ciudades secretas o trazaban canales imposibles sobre la superficie de la URSS como quien da unos tajos a un pastel, o sustraían al Aral el agua para canalizar las inmensas plantaciones con las que obtendrían la “independencia algodonera” de los países capitalistas y vestirían a millones de ciudadanos soviéticos, ha pasado a la historia. Bueno, bien pensado, quizá no completamente…

La Ruta de la Seda de Samarcanda, ‘Las mil y una noches’

Los visitantes de muynak son, por lo general, turistas que siguen la Ruta de la Seda por Samarcanda y las demás ciudades de Tamerlán, con sus madrasas y mezquitas y minaretes cubiertos de azulejos y palacios de los kanes y mausoleos de hombres sabios; se han desviado un poco de esa sarta de ciudades espléndidas para ver también el desierto, la ausencia. Al fin y al cabo, si el mar convertido en arenal no es una de las siete maravillas del mundo antiguo, sí es una de las mayores catástrofes ecológicas de la modernidad. Se recomienda la visita. En el edificio del teatro-cine de Muynak también hay un museo, modestísimo, sobre la edad de oro del pueblo. Consiste en una sala. Allí se exhibe una panoplia con pieles

de los animales que antes de la catástrofe vivían allí, y algunos artes de pesca, y una colección de óleos de paleta fauvista que representa escenas placenteras -barcas y bañistas en la orilla, la playa bajo el palio de la luz crepuscular, casitas de pescadores, un entoldado con orquestina y parejas bailando en el desaparecido paseo marítimo-, y unas fotografías en blanco y negro de la factoría de conservas y de los barcos bailando sobre las olas. Después de visitar ese museo, los forasteros -turistas descolgados por un día de la Ruta de la Seda con sus ciudades de ‘Las mil y una noches’- ya no saben muy bien qué hacer. Ya se han dado una vuelta y otra por el pueblo. Contemplados los edificios enfáticos del antiguo régimen, concebidos a una escala colosal, como si fuesen a alojar a cientos de funcionarios, que se alzan al fondo de plazas suficientemente espaciosas para albergar un desfile del Ejército Rojo; asomada la nariz a un café sospechoso; rendida una visita romántica a las ruinas de la factoría conservera; y son reído a un niño en bicicleta, niño cordial, con la cara llena de mocos. Entonces los forasteros se dan un paseo hasta el mirador y observan la lejanía: arena hasta el horizonte, salpicada de matas de espino. Un paisaje pobre. El sol está turbio de lejanas tempestades de arena. A los turistas se les queda la mente en blanco, falta de estímulos.

Chófer de Jeep sobre el hoy desierto del Aral

Algunos de ellos, con pujos de aventurero o fetichistas de una variante singular, parecida a la que atrae a los visitantes de los grandes campos de batalla y de los campos de concentración en cuya verja de ingreso un cartel reza: “Entrada, seis rublos. Ex prisioneros y descendientes, entrada libre”. Viajarán al día siguiente para ver hasta dónde se ha retirado el mar, en un Jeep que pondrá a prueba el temple de sus riñones brincando durante horas por la pista que discurre, se hunde, pierde las roderas, las vuelve a encontrar, una y otra vez, con monotonía lunar, al principio aliviada por la visión de algún pecio en la arena o por el espejismo plateado, centelleante, de una planta extractora de gas con su estilizada chimenea arrojando al cielo furiosas llamas. Llegados a la orilla remota y desolada, mientras se dan un baño iniciático, con sabor de fin del mundo, el chófer, hombre taciturno, de dientes de oro, que masca incansable una hierba estimulante, de uso legal en Uzbekistán, les armará la tienda de campaña y cocinará una cena bajo las estrellas. Y a la mañana siguiente les devolverá a Muynak. No puede haber muchas profesiones más extrañas que la de chófer de Jeep por el desierto de Aral. En ese mirador de las afueras de Muynak del que hablaba estaban unos chicos intercambiando bromas y bravatas, con las sandalias rotas, pero coquetamente reclinados sobre sus vetustas motocicletas con sidecar de fortuna, piezas del parque móvil que el ejército ruso dejó abandonadas cuando la URSS se desprendió de las repúblicas centroasiáticas y los militares se volvieron a Rusia. Y apartado, apoyado en la baranda, mirando el desierto, pero viendo con la imaginación el mar de su juventud, estaba un hombre enjuto, vestido con camisa y pantalones viejos, calzado con sandalias gastadas, un hombre fuerte, de edad madura, aunque la piel curtida por el sol y la boca completamente desdentada le llenaban el rostro de arrugas y le hacían parecer casi un hombre viejo.

Hilera de barcos oxidados varados en la arena

Era mediada la mañana de un día laborable, y aquel hombre desocupado que observaba la hilera de barcos oxidados varados en la arena al pie del mirador dispone de infinito tiempo libre para entregarse a sus meditaciones solitarias. Esa hilera de los nueve barcos con los cascos oxidados y cubiertos de grafitti de tiza, apuntando con la proa hacia las dunas del desierto y, más allá, a la retraída,

remotísima orilla del mar en retirada, constituyen una ins talación artística sin parangón en el mundo, a la que si se le tuviera que reprochar algo sería el carácter conspicuo, demasiado evidente, de su deprimente alegoría. Barcos en la arena. En vísperas del aludido simposio internacional, fueron a buscar unos cuantos barcos tierra adentro y los colocaron ahí, uno al lado del otro, como una atracción curiosa completando el memorial con sus siluetas de esqueleto. El hombre se llamaba Sailov y tenía 56 años; cuando trabamos conversación, dijo que cada día del año iba a pasar un rato en el mirador, para ver su barco. Y explicó, señalando el de mayor eslora y calado de los nueve, de proa al desierto, que décadas atrás fue práctico en ese mismo barco hasta que tuvo que irse a Georgia a cumplir con el servicio militar. Es decir, que navegó durante los primeros años de su juventud, y al regreso, cuando volvió a enrolarse en el barco, observó, día a día, la retirada del mar.

“Mi barco de pesca se llamaba Gaviota”

Como suele pasar con las personas presas de una nostalgia incurable, ni sentía curiosidad alguna por el interlocutor forastero, ni le extrañaba que le hiciera preguntas, ni le disgustaba responder a ellas, siempre que se refiriesen a su obsesión. “Mi barco de pesca se llamaba Gaviota. Aquellos años fueron una maravilla. Corría por aquí el viento salino, tan fresco, y era una delicia embarcarse al amane cer, y qué maravilla los peces fabulosos que había, y el olor del mar… Esto era una isla. Llegaban al aeropuerto muchos turistas de la URSS. A las pensiones y hoteles de Muynak venían muchos jubilados, muchos viejecitos, a descansar, a tomar el aire. La playa era de arena muy fina; el clima, muy agradable. En verano soplaba una brisa fresca del mar, llovía poquito. Ahí, ¿ve usted?, ahí había un restaurante llamado precisamente Ola, donde cocinaban muy bien. Yo comí allí una vez. Y ahí había muchas casas y balnearios y chiringuitos y chalés para pasar las vacaciones. En los jardines de esos chalés crecían árboles grandes, de copas frondosas. Cuando los dueños de los chalés se fueron, y no sin razón, porque quién va a querer pasar sus vacaciones mirando la arena, las casas fueron desvalijadas, y como hasta hace muy poco no teníamos gas, la gente invadió los jardines y taló los árboles para convertirlos en leña con que calentar las casas…”. El desastre empezó a notarse en 1975. En ese año ya ibas a bañarte a la playa y el agua llegaba hasta de terminada altura; y a la mañana siguiente volvías y comprobabas que había retrocedido un metro. Y antes de que

te dieras cuenta, la orilla era una línea en el horizonte, y al día siguiente había desaparecido… “Sí, sí que conozco los nombres de esos nueve barcos. Ése es el Andulka; ése, el Atrevido; ése, el Puerto de Muynak; el más grande es el mío, el Gaviota; ése, el Brigada Starov; Rosa de los vientos, Ciudad de Jhiva, Caspio y Mijail B. Wolland. Estos nueve sólo tenían una autonomía de unos quince o veinte kilómetros. Más adentro no era prudente ir. En cambio, ¿ve aquellos otros dos, allí, a la derecha, tierra adentro? De ésos no puedo decirle los nombres porque no los trataba tanto, son más grandes y se dedicaban al transporte de mercancías con Kazajistán. Y bueno, según uno se interna en el desierto va encontrando los barcos allí donde fueron quedando varados, cada uno a cierta distancia según su calado. A cincuenta kilómetros tierra adentro encontrará algunos colosales”. “Una vez vine aquí con mi hijo -recordaba Sailov- y empecé a contarle mis recuerdos del mar, anécdotas de la pesca; y mientras hablaba, lo que yo decía a mí mismo me parecía que era un cuento, una especie de fábula maravillosa. Al darme cuenta de eso me entristecí, y bajé la vista; mi hijo estaba detrás de mí, a mi espalda, y sin que él se diera cuenta yo veía su sombra en el suelo, y vi que se llevaba el índice a la oreja como significando qué rollo tiene o está loco”. Me perturba un poco saber que el buen Sailov habrá subido miles de veces al mirador, sumido en los fantasmas que le traía el casco oxidado del Gaviota… Hoy quizás esté ya muerto y desde la eternidad siga soñando con su Gaviota y las buenas faenas de pesca, que algún día vuelvan…

Dan ganas de echarle la culpa a Guillermo II de Alemania

Dan ganas de achacar la culpa del disgusto de esa vida desecada, resecada, al emperador Guillermo II de Alemania y al alto mando de su cuartel general. Si durante la

Primera Guerra Mundial el emperador no hubiera en viado a Lenin, como perro rabioso en un tren cerrado a cal y canto, a San Petersburgo para que sembrase la guerra civil entre los rusos -y el plan, de momento, le salió redondo, pero a largo plazo de nada le sirvió-, la Revolución de Octubre no se habría producido; y sin la revolución no se habría emprendido la conquista bolchevique del Asia Central, la ejecución de sus kanes decadentes -salvo uno que salvó el pellejo saltando a su calesa y fustigando sin cesar a su caballo hasta que éste le llevó a Afganistán- y la apropiación de la región, donde se cultivaba el algodón en rama con más éxito que en el resto de la URSS, como un recurso natural del que echar mano a voluntad. No hubiera existido nunca el ‘Sred Az Hidro Proyect’, el organismo soviético encargado de las obras hidráulicas en Asia Central, ni el ‘Sred Az Hidro Vod Jlopok’, organismo de cultivo del algodón, para cumplir uno de los lemas del primer plan quinquenal, “¡Hacia la independencia algodonera!”, y la consigna del PCUS, “¡El plan del al godón a cualquier precio!”, aunque ese precio, como ya entonces se preveía y calculaba como mal menor, fuese la desecación del mar. “Qué lástima”, dice Rustam, un licenciado de Tashkent, la capital uzbeka… “Qué lástima, los uzbecos teníamos un tesoro, y mira, lo perdimos”. Atardecía. Soplaba el viento saturado de arena. Del desierto de Aral volvían tres vacas, flacas y cansinas, que habrían estado pastando en los matorrales. Una de ellas se volvió y llamó al ternero, bramando al cielo. Volaban unas golondrinas a ras de suelo. Por las calles anchas no se veía alma viviente. Paseábamos por la orilla, por el barrio de los pescadores, en primera ‘línea de mar’, entre casas de ladrillos de adobe y paja, con cubierta de uralita, las paredes pintadas de blanco, y las puertas y las ventanas, azules. A todas las protege de las tormentas de polvo y arena un vallado de tablones de madera remendada aquí y allá con una plancha de acero, procedente del casco de algún barco. Amparados por esas vallas se cimbreaban los álamos, árboles que crecen con relativa velocidad y se usan para hacer vigas.

“Toda la noche oíamos a los peces saltar y jugar”

Un señor nos invitó a tomar el té en su casa. Tenía 78 años; durante toda su vida profesional había trabajado como racionalizador de la producción en la planta conservera, y era un sujeto optimista. Se acordaba de los veranos de su infancia, cuando dormía con su hermano en el jardín de aquella misma casa, cubriéndose con una sábana para protegerse de los mosquitos. “Y toda la noche oíamos a los peces jugar”. Entras en la casa y te descalzas. Te conducen a un salón con el suelo y las paredes forradas de alfombras, te sientas en el suelo, sobre cojines, con las piernas cruzadas, y el ama de casa, con la cabeza cubierta y una túnica jaspeada, va colocando sobre la mesa baja las teteras, las tazas y vasitos, la vodka y los refrescos, los cacahuetes salados, los pedazos de queso y de salami, los pastelitos y dulces, y se habla y se pronuncian brindis cuanto más ceremoniosos y sentimentales mejor.

“Toda la noche oíamos a los peces saltar y jugar. Los peces de aquí, comparados con los de otros mares, eran muy grandes y sabrosos, porque comían la hierba del lecho del mar. Y esa hierba les daba un sabor muy bueno. Todos mis vecinos eran pescadores y cada dos por tres me pasaban un cubo lleno de pescado. Tuve que empezar a decir que no me regalasen más. En casa comíamos pescado tres veces al día, incluso durante la guerra: por eso todavía hoy soy muy fuerte, y aunque ahora tengo 78 años,

en un duelo a puñetazos le ganaría a cualquier joven. Los vecinos cazaban aves en los cañizales. Había unos roedores de piel muy fina, que salían del mar y se te metían en la casa. Sus pieles servían para hacer gorros. Había también patos, gansos, caza. Todo ha desaparecido, pero yo no me quejo, tengo una buena vida. Mi mujer y yo tenemos una pensión digna, y además, como ella fue diputada, no pagamos electricidad”.

Corrientes subterráneas comunican el Aral con el Caspio

El mar poco a poco empezó a irse en 1970… “Lo notábamos, pero ¿qué se podía hacer? Decían que los canales se llevaban el agua a otras partes, a Turkmenistán. La gente empezó a marcharse, pero yo nací aquí y aquí me quedaré. Al cruzar el patio para salir de la casa había oscurecido. Era una noche sin estrellas, pero a la luz mortecina de una bombilla colgada de un saliente pudimos ver, en un rincón del patio, junto a un montón de botellas vacías de vodka, una canoa cubierta de polvo. “Sí, la canoa la con servo, porque yo qué sé si el mar regresará mañana. Dicen los científicos que se han encontrado en el Aral vestigios de asentamientos humanos que demuestran que a lo largo de los siglos se ha secado y se ha vuelto a llenar por lo menos tres veces. Eso depende de los bancos de arena que se forman y se deshacen en la llanura, desviando el curso del río. Y algunos dicen que unas corrientes subterráneas comunican el Aral con el Caspio, y que allí, al Caspio, se ha ido el agua del Aral, y la prueba es que estos años el Caspio está muy alto, más de lo normal. Pero hay unos desplazamientos en el eje del planeta que pueden hacer que, como ya pasó antes tres veces, el agua regrese. A lo mejor alcanzo a verlo. Por eso no tiro la canoa. Cuando llegue el agua, yo podría hacer vida en la parra, podría plantar vid. ¡Sí, creo que el mar volverá!”. La vida es más fácil si la acompañamos de utopías. Desde Cancún, Quintana Roo y México compartimos estas palabras del anciano de Muynak, Uzbekistán, testigo de la una de las mayores distopías causadas por el hombre, al no respetar al medio ambiente atentando contra la sabia naturaleza. Las olas no ‘volverán’ al Mar de Aral, al menos, mientras gobierne Vladímir Putin, en los territorios de la antigua Unión Soviética, quien ha hecho oídos sordos a las peticiones de decenas de organismos internacionales, entre ellos la ONU, para que el Aral vuelva a ser un mar, aquel cuarto lago más grande del mundo. Las miserias humanas imperan en las relaciones internacionales con personajes como Vladímir Putin y Donald Trump. El museo municipal del antiguo puerto pesquero de Aral, hoy abandonado, muestra una obra de arte sorprendente: un mural que hace honor a los pescadores locales que en 1921 ayudaron a salvar a Rusia de la hambruna y enviaron 14 vagones llenos de pescado a Moscú. Junto al mural hay una fotocopia de la carta de agradecimiento escrita a máquina de Vladimir Ilich Lenin a los pescadores de Muynak.

‘Polansky y el Ardor’ fue un grupo musical formado en Madrid en 1981, en el contexto de la denomina

da ‘Movida madrileña, liderada, entre otros, por el director de cine Pedro Almodóvar. El nombre de uno de los mayores exponentes del movimiento punk de la época hace referencia al director de cine Roman Polanski. Esta formación contó con la colaboración de otros músicos como Ramón Guzmán, Enrique Siera, Poch, Solrac, Jose Manuel Kentucky, Justo Bagüeste, Txeles Albizu, Carlos Torero y Juan C. González ‘Rocky’. Su música podría situarse dentro del rock /post-punk psicodélico y siniestro. Y con el toque diferente que daba la presencia de un saxofón. Sus letras eran a veces irónicas, a veces absurdas. ‘Polanski y el Ardor’ consiguieron llamar la atención del sello Spansuls Records, con quienes mantuvieron contactos y para quienes grabaron unas maquetas que acabaron siendo publicadas a finales de 1982 en un maxi-sencillo titulado ‘Ataque preventivo de la URSS’, que a la postre sería el mayor éxito del grupo, y que también incluía ‘Y no usa laca’ y ‘Chantaje emocional’… “No, no, no, no, no es posible. Se ha averiado mi res puesta flexible. Y el airbus, se ha vuelto loco. Y no me quiere llevar al Orinoco. ¿Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS? ¿Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS? ¿Qué harías tú? No sé. No, no, no, no, no tengo novia. Y no me mola el pacto de Varsovia. Ese señor me tiene gato. Y no me mola el tratado de la NATO. ¿Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS? ¿Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS? ¿Qué harías tú? No sé. No, no, no, no, no es posible… Lo del Mar Aral sí fue posible y sus vecinos no hicieron nada ante un ataque preventivo de la URSS. ¿Qué harías tú?

@SantiGurtubay @BestiarioCancun www.elbestiariocancun.mx

El B stiario Santiago J. Santamaría Gurtubay

DONALD TRUMP, EL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS DE LOS 100,000 MUERTOS, ‘PREOCUPADO’ POR LA INSEGURIDAD DEL

CARIBE MEXICANO CON EL COVID-19 E n el área de Cancún y Playa del Carmen se encuentran importantes centros turísticos internacionales y diferentes grupos del crimen organizado se están disputando las plazas, generando una violencia sin precedentes. La pandemia del coronavirus y sus efectos se presentan como un nuevo factor a considerar en la ecuación de la inseguridad local. El investigador Carlos Barrachina Lisón, de la Universidad Anáhuac-México, ha presentado estos días en Madrid, España, en el Real Instituto Elcano, un ‘think-tank’ de estudios internacionales y estratégicos, un interesante trabajo titulado “Efectos del Covid-19 frente al incremento de los delitos en el Caribe Mexicano”. “La seguridad en el Estado mexicano de Quintana Roo se ha ido deteriorando en los últimos años. Las autoridades del Estado caribeño han tratado de maquillar la información relacionada con el número de homicidios, para que ello no afecte la imagen de los diversos destinos turísticos y repercuta tanto en las inversiones como en el flujo del turismo internacional. Diferentes grupos del crimen organizado se disputan el control de las plazas turísticas y la ruta de tránsito de las drogas y mercancías que atraviesan Quintana Roo hacia el resto de México. El Gobierno estatal no ha invertido de forma adecuada en una Policía profesional, como tampoco ha tenido una estrategia consistente; por ello no ha podido responder al reto que le plantean los diferentes grupos del crimen organizado. La pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 generará desempleo, aumentará la inseguridad y no detendrá al crimen organizado, que va a seguir operando en un campo abonado ante la situación de crisis generada por la pandemia…”.

En el Estado de Quintana Roo, que es el único Estado mexicano que colinda con el mar Caribe, y en el que se encuentran los destinos turísticos de Cancún, Isla Mujeres, Playa del Carmen, Tulum, Cozumel, Holbox, Mahahual y Bacalar, se ha experimentado en los últimos años un fuerte incremento en el número de homicidios, así como de otro tipo de actividades delictivas relacionadas en buena medida con el crimen organizado. En el año 2016 murieron 278 personas de forma violenta; en 2017, 497; en 2018, 872; y en 2019, 1,504. ¿Va a tener la pandemia del Covid-19 algún efecto en esta dinámica? Hasta el momento, las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que miden desde el 1 de enero al 31 de marzo de 2020, indican una continuidad ligeramente al alza respecto al año 2019. El año pasado en estos tres primeros meses se contabilizaron 381 homicidios y en 2020, 397. Esta dinámica es consecuente con la nacional. En 2019 entre los meses de enero y marzo se contabilizaron en México 11,064 homicidios, y en 2020 10,962. Con base en el recuento diario del Gobierno federal, el día más violento del año hasta el momento ha sido el domingo 19 de abril, a pesar de que México se encuentra en pleno proceso de combate a la pandemia. Según analistas como Alejandro Hope y Pablo Hiriart, el crimen organizado va a intensificar sus operaciones durante el período que dure la epidemia y la evolución de los homicidios probablemente continúe al alza.

“La manipulación y el maquillaje de información -afirma Carlos Barrachina-es algo muy frecuente en diversos giros de la administración pública mexicana. En el caso de los homicidios se puede observar una deficiencia clara en la información presentada por nueve entidades federativas: en un grado más severo, Quintana Roo, Veracruz, Tamaulipas, Hidalgo, Chiapas, Oaxaca y Guanajuato; y, en uno más discreto, Michoacán y Guerrero. Esta circunstancia, derivada bien de la manipulación política, bien de la falta de capacitación de las fiscalías, hace que para establecer una comparación acertada del número real de homicidios en el país se tenga que recurrir a una cifra aproximada al número total de homicidios por cada entidad y no a la que habitualmente se toma en cuenta, que es la de homicidios dolosos. El Caribe Mexicano se ha convertido en uno de los territorios más violentos de México. Si se consideran los homicidios en general como un elemento de comparación entre las entidades federativas mexicanas, midiendo en tasas por 100,000 habitantes, en 2019 Colima fue el Estado más violento del país, seguido muy de cerca por Quintana Roo y después por Baja California, Guanajuato, Chihuahua, Morelos y Guerrero.

En el caso de las ciudades mejor conocidas de

México, las tasas más elevadas de homicidios se sitúan en este orden: Tulum y Playa del Carmen (Quintana Roo), Salamanca y Silao (Guanajuato), Ciudad Obregón (Sonora), Tijuana (Baja California), Cancún (Quintana Roo), Irapuato (Guanajuato), Ciudad Juárez (Chihuahua), Acapulco (Guerrero), Celaya (Guanajuato), Culiacán (Sinaloa), Reynosa y Ciudad Victoria (Tamaulipas), y León (Guanajuato). México ha iniciado una nueva espiral de violencia que tiene que ver con la guerra de los diferentes grupos del crimen organizado por las plazas y por las rutas de tránsito de las drogas. Quintana Roo es una zona importante de consumo, especialmente por los polos turísticos, pero también forma parte de la ruta tradicional del tránsito de las drogas hacia Estados Unidos. Con la irrupción en el Estado de nuevos grupos del crimen organizado a partir de 2016 se abrió una lucha entre ellos, con el consiguiente aumento en el número de homicidios.

Para los destinos turísticos, la imagen y la seguridad son elementos básicos tanto para atraer inversión como para asegurar la llegada de visitantes extranjeros y nacionales. La reacción ante el incremento de la violencia de la administración del gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González (2016-2022), ha sido la de restar importancia mediática al fenómeno e implantar diferentes estrategias de gestión de la seguridad. Se ha intentado de todo, y nada ha dado resultado: que la dirección de la policía estatal estuviera encargada a policías de carrera, a militares o a un político con experiencia en seguridad pública, como es el actual secretario Jesús Alberto Capella Ibarra; se pidió auxilio a la policía militar primero y a la guardia nacional, después; se implantó la estrategia de unificar las policías municipales bajo un mando único; y se aumentó la capacidad tecnológica a través de una costosa inversión en cámaras de videovigilancia. Tanto la Policía del Estado como las corporaciones municipales presentan serias deficiencias de profesionalidad e infraestructura, a pesar de haberse invertido una gran cantidad de recursos en las mismas. Ello, sumado a la inexistencia de una estrategia clara, que se refleja en la implantación en muy poco tiempo de las diferentes líneas de gestión señaladas, ha llevado a una

falta de respuesta eficiente. El mando único policial impul sado en 2019 ha fracasado por diferentes razones, estando entre las más importantes: el grado de penetración del crimen organizado; el lamentable estado de profesionalidad y de condiciones para trabajar de las policías; y el estilo de liderazgo del secretario de seguridad pública”.

El líder del Senado, Ricardo Monreal, y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, alertan de los gobernadores no ‘morenistas’

Quintana Roo tiene 11 municipios. En lo que se considera el norte del Estado se encuentra el principal corredor turístico, integrado por Benito Juárez (Cancún), Isla Mujeres, Puerto Morelos, Solidaridad (Playa del Carmen), Cozumel y Tulum. En el centro se localiza el área rural de origen maya que se conforma por los municipios de Lázaro Cárdenas -en donde está la isla de Holbox-, Carrillo Puerto y José María Morelos. En el sur se ubican Bacalar y Othón P. Blanco (OPB), con su cabecera municipal, que es también la capital política del Estado, la ciudad de Chetumal. En OPB está el puerto de cruceros y la playa de Mahahual. El sur tiene frontera con Belice y Guatemala y es una importante ruta de acceso del crimen organizado hacia México tanto por vía terrestre como aérea y marítima. El 86.5% de los homicidios en 2019 y el 87.6% en 2018 tuvieron lugar en municipios del norte del Estado, especialmente en Benito Juárez, Solidaridad y Tulum, que es en dónde se concentra, por otra parte, el mayor número de población, tanto permanente como flotante. Lo mismo sucede con otro tipo de delitos que también se cometen, especialmente en el norte del estado, y que al igual que los homicidios se han incrementado en los últimos años. Destacan el número de carpetas de investigación abiertas por la Fiscalía Estatal de Justicia para investigar lesiones dolosas, denuncias por delitos de violencia familiar o sexual y delitos que atentan en contra del patrimonio, que en muchas ocasiones también se relacionan con el crimen organizado. “La estadística de lesionados dolosos, de violencia familiar o sexual y de robos no es tan determinante en la afectación de la imagen de un destino turístico. Sin embargo -recalca Carlos Barrachina-, en un país en el que se denuncia poco, porque no se confía en las autoridades,

su aumento muestra una fotografía complementaria de la evolución del delito. No se aprecia en este caso ni la intención de maquillar la información, ni la falta de pericia de los agentes de la fiscalía, en identificar el tipo de delitos que se están integrando tras la denuncia ciudadana, lo que ayuda a corroborar que las cifras de homicidios dolosos y culposos que presentan las autoridades se encuentran alteradas a propósito. Quintana Roo es una de las entidades federativas que en la etapa inicial de la pandemia tiene una de las afectaciones per cápita más grande de México, tanto en contagiados como en fallecidos. Con una economía eminentemente turística, la casi totalidad de los hoteles y de los negocios relacionados con el sector de restauración han tenido que cerrar y sus trabajadores han sido despedidos. Esto ha generado desempleo y un proceso de retorno a las comunidades de origen de muchos de ellos, así como miedo en el interior de los lugares de origen por el desconocimiento sobre si estos trabajadores retornados están o no infectados por el virus. Es también uno de los Estados en los que se han to mado medidas más severas y autoritarias en relación con la población. Se han establecido filtros de entrada y salida en las ciudades para permitir o impedir que sólo accedan los que demuestren su residencia en las localidades. Se ha decretado toque de queda y prohibido que circulen automóviles matriculados en otros estados. En algunos casos se ha limitado la venta de alcohol, se han cerrado calles y negocios para impedir la actividad comercial y no se ha informado de forma adecuada sobre las condiciones de un

sistema hospitalario muy débil. El líder del Senado, Ricar do Monreal, y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, han alertado y desaconsejado sobre la tentación de muchos gobernadores y presidentes municipales, de aplicar medidas que restrinjan arbitrariamente las libertades individuales de una forma caprichosa, autoritaria e innecesaria. Sin embargo, así están actuando muchos gobernadores que no pertenecen al partido del presidente del gobierno federal, como es el caso de Quintana Roo. La falta de trabajo y de ingresos para la alimentación básica en México dificulta el que la gente se quede en su casa y el aislamiento social. En condiciones de mucho calor y humedad esto se torna aún más complicado. Sin embargo, la presión que está impulsando el Gobierno, el miedo y el colapso del sistema hospitalario van a lograr que un gran porcentaje de la población se quede en su casa durante un tiempo indeterminado. La tensión social en este contexto es probable que agudice los problemas que ya existen de violencia familiar y sexual, así como los robos y la violencia en las diferentes comunidades de Quintana Roo”.

La Casa Blanca justifica los esfuerzos militares en el Caribe, y amenazas al presidente de Venezuela por sus relaciones con grupos de narcotráfico

Pablo Hiriart, columnista de El Financiero, señaló el 22 de abril que, ante una situación de desempleo, quie bra de la economía y falta de estrategia gubernamental, sería muy atractivo a muchas personas enrolarse en las filas del crimen organizado. Además, en muchas zonas del país los líderes de las organizaciones criminales han tenido más reflejos que el Estado y han repartido despensas y desarrollado activismo social. Coincide Alejandro Hope, columnista de El Universal, en el mismo día, al afirmar que los homicidios y el crimen organizado no se van a detener en México por la pandemia. Por una parte, señala, las medidas de confinamiento son poco estrictas y múltiples sectores no esenciales siguen funcionando; por otra, en México el homicidio se ensaña en personas jóvenes, pobres y con bajo nivel de instrucción formal y éstos no pueden ‘teletrabajar’ y tienen que salir a la calle a ganarse el sustento. En su opinión esta situación, unida a la impunidad, provocará que la inseguridad se incremente en un contexto de una terrible crisis económica. El presidente estadounidense con más de 100,000 muertos por el coronavirus y camino de los dos millones de contagiados, Donald Trump, afirmó a finales de marzo que tenía informes de inteligencia que señalaban que la actividad del crimen organizado no sólo no se iba a detener, sino que se iba a incrementar en los próximos meses. Por esa razón justifica que redobló los esfuerzos militares en el Caribe, y amenazó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, con la detención por tener relaciones con grupos de narcotráfico. Los diferentes grupos del crimen organizado no van a cesar en sus actividades. Se van a encontrar con un Estado desbordado y débil, tratando de sobrellevar la situación con medidas autoritarias, y a muchos ciudadanos desempleados, con necesidad de proveer recursos y alimentos para llevar a sus hogares. La corrupción y mal gobierno que se han cebado en los últimos años, especialmente en los sectores de seguridad y salud en México en general, y en Quintana Roo en particular, van a allanar el terreno a la informalidad y la inseguridad, generando el caldo de cultivo ideal para el fortalecimiento del crimen organizado.

Quintana Roo, una ruta muy importante de tránsito de drogas y otras mercancías hacia EE UU, atrae al crimen organizado

“La pandemia del covid-19 va a debilitar al Estado -concluye Carlos Barrachina en su investigación- y va a

facilitar que el crimen organizado opere con mayor libertad de acción. El Caribe Mexicano es un polo turístico muy importante y por ello es un gran mercado de distribución para los grupos del narcotráfico que se disputan las diferentes plazas. En ese sentido, la profunda crisis en la que va a entrar el sector turístico en los próximos meses va a afectar también el negocio de los narcotraficantes. Sin embargo, Quintana Roo también es una ruta muy importante de tránsito de drogas y otras mercancías hacia EE UU. Esta actividad va a seguir haciendo atractivo para el crimen organizado el control de sus territorios. La debilidad del Estado dejará un vacío de poder y presencia que será asumida por estos actores criminales. La falta de trabajo y de recursos económicos va a generar inestabilidad en los próximos meses. El vandalismo que se presentó en Cancún, tras el huracán Wilma en 2005, cuando se asaltaron un buen número de centros comerciales, no invita a ser optimista sobre cuál será la reacción de la población más vulnerable en esta crisis”. Afortunadamente, la vida no le está dando la razón a Carlos Barrachina, y no se han dado situaciones de vandalismo, como el describe. Hubo una campaña en el inicio de la pandemia, a través de las redes sociales, animando a la gente a asaltar comercios. Desde el Gobierno presidido por Carlos Joaquín, se detectó y neu tralizó estos planes delictivos, deteniéndose a varios de sus autores mediáticos. Se dictaron medidas de confinamiento, repartiéndose miles de cajas con comida en las regiones de la ciudad, entre las familias más pobres. Muchos trabajadores autónomos siguieron realizando labores que les permitieron seguir ingresando unos ‘salarios’. La alerta se fue intensificando y la respuesta de la población fue muy positiva hacia las medidas dictadas desde el Gobierno de Carlos Joaquín. Todos recuerdan los problemas derivados de la pandemia de gripe A (H1N1), que se inició en 2009, entró en México el 17 de marzo del mismo año. Este fue el primer país en reportar casos de gripe A en el mundo entero. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer enfermo registrado en el mundo fue un niño de 10 años de edad, quien enfermó el 30 de marzo de 2009 en San Diego, CA, Estados Unidos, que no había tenido ningún contacto con cerdos, y además no había tenido ningún antecedente de haber viajado a México. Los primeros casos de influenza en México se detectaron el 11 de abril de 2009 en el Estado de Veracruz. Se especula que el inicio de la pandemia haya tenido como origen la condición de las Granjas Carroll en el municipio de Perote de ese estado. Al mes la pandemia se extendió por varios estados de México, Estados Unidos y Canadá, para exportarse a partir de entonces, con aparición de numerosos casos en otros países de pacientes que habían viajado a México y Estados Unidos. Se han constatado unos pocos casos de contagios indirectos (de personas que no han estado en dicha región) en España, Alemania, Corea del Sur y Reino Unido. El 29 de abril de 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó el brote de gripe A (H1N1) como de nivel de alerta cinco; es decir, pandemia inminente. Ese nivel de alerta no define la gravedad de la enfermedad producida por el virus, sino sólo su extensión geográfica. Después se elevó el nivel de alerta a seis… Desde el 23 de abril de 2009, todas las escuelas del país permanecieron cerradas hasta el 11 de mayo. El brote inicial en México se detectó por primera vez en el Distrito Federal, donde la vigilancia comenzó a partir del 18 de marzo. El aumento fue asumido por las autoridades como parte de los “finales de temporada de gripe”, que generalmente coincide con un aumento por el Virus de la gripe B10… Una década atrás la recuperación del sector turístico fue bastante rápido, dada la profesionalización de todos

sus cuadros y trabajadores, que han logrado que Cancún sea primera referencial mundial del producto Caribe. Con el ‘COVID-19’ miles de ciudadanos quintanarroense están preparándose para volver a recibir a los visitantes de todo el mundo y recuperar el liderazgo.

La hoy cuestionada OMS se formó en el entorno político de la posguerra y la Guerra Fría, bajo una gran influencia de EE UU

La OMS es, por su naturaleza, esencial. Si no existiera habría que crearla. El caso del COVID-19 corrobora que, aunque la salud no lo es todo, sin salud todo lo demás pue de llegar a ser nada. Y la OMS tiene un papel fundamental en la prevención y control de los problemas de salud que afectan a todo el mundo. Pero… ¿es ésta la OMS que se necesita o hay que reinventarla? José María Martín-Moreno, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia y ex director de Programas para Europa de la OMS, revisa el papel que desempeña la OMS en los países en desarrollo y en los desarrollados, su estructura, cómo se financia y de qué forma ese mecanismo de financiación afecta a su independencia… Compuesta en el momento actual por 194 Estados miembros, la Organización Mundial de la Salud se constituyó tras la Segunda Guerra Mundial como el organismo internacional especializado en la prevención de enfermedades y de promoción de la salud, definida en el preámbulo de su propia Constitución, de modo ambicioso, como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades”. La OMS se formó en el entorno político de la posguerra y la Guerra Fría, bajo una gran influencia de EE UU, y poco a poco ha ido modificando su naturaleza y su espacio en el terreno internacional en la relación no siempre fácil con organismos internacionales y fundaciones a veces competidores, como la UNICEF, el Banco Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates. Las funciones básicas de la OMS están bien definidas e incluyen, entre otras, ejercer el liderazgo internacional en temas cruciales para la salud, promover alianzas internacionales cuando se requieran actuaciones conjuntas, establecer normas y seguir de cerca su aplicación en la práctica, formular opciones de política sanitaria, prestar apoyo técnico, elaborar información, definir líneas de investigación y estimular la producción, difusión y aplicación de conocimientos valiosos. Normalmente estas funciones básicas se definen periódicamente en lo que se denomina “Programa General de Trabajo” (PGT), que señala las

prioridades, el presupuesto, los recursos y los resultados para toda la organización. Actualmente está en vigor el 13º PGT (2019-2023) que se inspira y alinea en su texto con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El 13º PGT (2019-2023) recoge en detalle gran parte de lo ya reflejado en PGT anteriores, y lo estructura en torno a tres grandes prioridades: lograr cobertura sanitaria universal; mejorar la protección frente a emergencias sanitarias; y mejorar la salud y el bienestar. A su vez, indica que su atención se centrará en las poblaciones más vulnerables, lo que implica la de los países en desarrollo. Algunas de estas “esferas prioritarias”, como la de conseguir vidas saludables y bienestar, en realidad son inabordables desde la OMS por sí sola, y necesitan de la colaboración fundamental con otras agencias de Naciones Unidas, para desarrollar el potencial de los Estados miembros y de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Otras, como abordar las emergencias sanitarias, forman parte de su responsabilidad principal sin que la OMS pueda desviar ese compromiso a otras agencias o actores en el terreno internacional.

Más de 7,000 personas trabajan para la Organización en las 150 oficinas locales, las seis oficinas regionales y la sede central en Ginebra

En cuanto a su estructura, la Asamblea Mundial de la Salud es el órgano decisorio supremo de la OMS. Se reúne habitualmente en Ginebra una vez al año y asisten a ella delegaciones de los 194 Estados miembros. Su principal función es discutir y aprobar las políticas de la Organización. Además, nombra al director general, supervisa las políticas financieras y aprueba el proyecto de presupuesto por programas. Junto a la Asamblea Mundial, destaca en la gobernanza el Consejo Ejecutivo, que está integrado por 34 miembros “técnicamente cualificados en el campo de la salud”. Sus miembros se eligen por cada una de las seis regiones en que se organiza la OMS y para un mandato de tres años. Las principales funciones del Consejo Ejecutivo son poner en marcha las decisiones y políticas aprobadas por la Asamblea de la Salud, asesorarla y, de manera general, facilitar el trabajo de la Asamblea. Además de su sede central en Ginebra, el trabajo de la OMS se articula a través de seis oficinas regionales: África, las Américas, Asia Sudoriental, Pacífico Occidental, Mediterráneo Oriental y Europa. Junto a esto, la OMS cuenta con 148 oficinas en países, territorios y zonas, para dar apoyo a sus 194 Estados miembros. Cada una de las regiones (por ejemplo, la europea) cuenta con su propio equivalente a la Asamblea Mundial (la de Europa se denomina Comité Regional) y al Consejo Ejecutivo (en el caso europeo, el Comité Perma

nente del Comité Regional). Complementariamente a todo lo anterior, se encuentran los Centros Colaboradores de la OMS. Son centros de investigación, universitarios o de otro tipo, que reciben el nombramiento de Centro Colaborador de la OMS para realizar actividades de apoyo a sus programas. En la actualidad existen más de 700 de estos centros, localizados en más de 80 Estados miembros, que investigan sobre enfermedades infecciosas, enfermedades crónicas, salud mental, salud ocupacional, enfermería, nutrición y tecnología sanitaria. Representan un activo importante para la Organización porque su aportación es gratuita ya que al centro es recompensado únicamente con el reconocimiento de su labor como Centro Colaborador, un elemento de prestigio útil para solicitar ayudas o para mejorar la difusión de su trabajo.

En los países donde existe una oficina de la OMS, la colaboración suele plasmarse en una estrategia de cooperación firmada por el Estado miembro y la Organización (en la Región europea se denomina Acuerdo de Cooperación Bianual), que generalmente se armoniza con la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los países en desarrollo son los principales beneficiados por estos acuerdos, puesto que la ayuda que reciben suele ser mucho mayor que la aportación que hacen a la Organización. Por su parte, los países desarrollados apenas reciben cooperación técnica o de ayuda en situación de crisis, y son donantes de la mayoría de las cuotas o contribuciones aportadas por los Estados. La cooperación con la OMS en estos países desarrollados se concentra en acciones o estrategias específicas que los gobiernos promueven y para las que recaban la legitimidad que la OMS puede aportar. Esta estructura sintéticamente descrita arriba, podría ser apropiada para responder a la misión de la OMS. Sin embargo, a veces se producen solapamientos o, en el otro extremo, vacíos, especialmente en la articulación entre la sede central y las oficinas regionales, que no siempre trabajan con la complementariedad y sinergia que sería deseable, entre otras cosas porque con frecuencia la delimitación de las funciones de cada nivel es borrosa.

La Fundación Bill y Melinda Gates dona anualmente unos 530 millones de dólares, el 10% de todo el presupuesto de la institución

¿Cómo se financia y de qué forma condiciona ese mecanismo de financiación la independencia de la OMS? La Organización dispuso para el bienio 2018-2019 de un presupuesto de 5.600 millones de dólares (2,800 millones de dólares por año), obtenidos fundamentalmente a partir de dos fuentes. En primer lugar, las contribuciones obligatorias (denominadas cuotas o contribuciones “señaladas”) que hacen sus 194 Estados miembros. Se trata de cuotas que son fijadas por la ONU de acuerdo con una fórmula que se basa en la riqueza y la población de cada país. En 2018- 2019 esas aportaciones representaron en torno a unos 950 millones de dólares. Estos fondos sirven básicamente para cubrir la mayor parte (pero no el total) de los salarios y los gastos administrativos. En segundo lugar, las contribuciones voluntarias que hacen donantes estatales, fundaciones y entidades privadas. Estas contribuciones pueden ser “no restringidas” (es decir, utilizables para lo que la OMS necesite) pero, más frecuentemente, son fondos asignados a fines específicos (lo que en inglés se conoce como ‘earmarked’). Esto quiere decir que los recursos aportados por el donante voluntario generalmente se asignan a campañas sobre temas concretos como, por ejemplo, la vacunación contra la polio, el cuidado de la salud de las mujeres, la erradicación del tabaquismo… Todos, en principio, son coherentes con los objetivos y la razón de ser de la OMS, pero a menudo se alejan de las prioridades establecidas en el

Programa General de Trabajo de la organización y por tanto detraen recursos humanos y organizativos respecto a esos fines prioritarios. El problema es que esas contribuciones voluntarias constituyen la mayor parte del presupuesto de la OMS. Baste decir que en el período 2018-2019, estos fondos fueron de unos 4,300 millones de dólares (más de tres cuartas partes del presupuesto para el bienio). El peligro de esto es que sean los donantes quienes establezcan en la práctica la agenda de la OMS, en lugar de que ésta obedezca a su criterio profesional o al compromiso aprobado por la Asamblea Mundial de la Salud y articulado en el Programa General de Trabajo. Si revisamos la información financiera más actualizada, EE UU es el principal contribuyente al haber comprometido unos 893 millones de dólares para el bienio 2018-2019 (incluyendo tanto las contribuciones señaladas como las voluntarias), lo que equivale al 15% de todos los recursos recibidos por la Organización. Merece la pena mencionar, como comparación, que China había com prometido sólo unos 86 millones de dólares para el mismo período, aunque recientemente ha anunciado que va a incrementar de manera muy significativa su contribución. Después de EE UU, el segundo mayor contribuyente a la OMS no es un Estado, sino un ente privado: la Fundación Bill y Melinda Gates, que comprometió unos 530 millones de dólares, prácticamente el 10% de todo el presupuesto de la institución. El tercer mayor contribuyente es GAVI, un “partenariado” o asociación en el que participan organizaciones de los sectores público y privado, cuyo objetivo es mejorar el acceso a las vacunas de los 73 países más pobres del mundo y que aporta 316 millones de dólares. Y, en ese ranking, el Reino Unido es el cuarto mayor donante y el segundo Estado que hace más aportaciones (casi un 8%) con desembolsos equivalentes a unos 294 millones de dólares. España tiene una cuota de contribución señalada u obligatoria equivalente al 2.44%, o lo que es lo mismo, cerca de 23 millones de dólares. Respecto a esos fondos obligatorios, EE UU ha venido aportando un 22%, China un 8%, Alemania un 6.4% y Francia un 4.8% por citar algunos países, aunque la diferencia principal es que las contribuciones voluntarias (y por lo tanto la influencia) de esos países, más allá de las cuotas obligatorias, son mucho mayores que las de España. En total, España aporta al presupuesto unos 30 millones de dólares, apenas un 0,5% del conjunto.

Entre sus éxitos más claros, la erradicación de la viruela, una de las principales enfermedades infecciosas, en 1979

Entre los puntos fuertes de la OMS destaca su carácter neutral y el hecho de que prácticamente todos los países del mundo formen parte de ella, lo que genera una imagen de imparcialidad y le dota de notable capacidad de convocatoria. Además de su buen currículum en lo que se refiere a su papel en la lucha contra las enfermedades, es destacable el papel normativo de la OMS al producir estándares, normas y criterios en materia de medicamentos, equipos de diagnóstico, límites máximos permitidos de factores medioambientales, como el ruido, y un buen número de guías que son aceptadas e integradas por los países en sus políticas. Entre sus éxitos más claros está el que tuvo lugar en 1979, cuando se produjo la erradicación de la viruela (por primera y única vez en la historia se consiguió́ erradicar una de las principales enfermedades infecciosas). Quizá éste sea el hito más importante de la Organización. En 2003 se adoptó el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (el primer acuerdo mundial de salud pública). Y en 2005 se revisó y aprobó el nuevo Reglamento Sanitario Internacional, un instrumento normativo decisivo en la

lucha contra la transmisión mundial de las enfermedades infecciosas, que establece las normas que deben aplicar los países para identificar los brotes epidémicos y detener su propagación. Pero junto a esas luces, ha habido clamorosas som bras, como la actuación de la OMS durante la gripe A (subtipo H1N1) que crispó al mundo en 2009. La entonces directora general de la OMS, Margaret Chan, fue muy criticada por haber declarado el estado de pandemia, y porque los Gobiernos que siguieron sus recomendaciones acumulando fármacos antigripales de manera preventiva fueron acusados de derrochar el dinero público en beneficio de las empresas farmacéuticas. Con posterioridad se supo que esa pandemia causó entre 150,000 y 575,000 muertes en el mundo, lo que parece justificar la alarma que provocó, pero el daño a la imagen de la OMS ya estaba hecho. Otro ejemplo de error es la actuación de la OMS en 2014, durante la crisis del Ébola. A pesar de repetidas advertencias de la organización Médicos Sin Fronteras denunciando la pasividad ante la gravedad de la propagación del Ébola, los

funcionarios de la Oficina Regional de la OMS para África minusvaloraron el problema y sólo cuando la epidemia estaba ya fuera de control en África Occidental, la directora general de la OMS declaró una emergencia global.

El 14 de enero se alertó a las redes hospitalarias que prepararan medidas de contingencia frente a la amenaza del coronavuirus

En los años 90 se produjo uno de los peores desastres de la Organización, el relativo a la lucha contra el VIH/ SIDA. Su ineficacia en ese terreno provocó que la gestión de esa epidemia pasase a ser responsabilidad de una nueva agencia dependiente de Naciones Unidas: ONUSIDA. Y con ella aparecieron otras dos instituciones separadas de la OMS: el Fondo Global para el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, y la UNITAID. Se ha afirmado en ocasiones que el Fondo Global, la UNITAID y ONUSIDA son modelos institucionales más adecuados que la OMS para la movilización de recursos. En este momento, además de esas instituciones, existen otras muy influyentes, públicas y privadas, que ocupan parte del terreno al que se dirige la OMS: Médicos sin Fronteras, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, las iniciativas del Banco Mundial en materia de salud o la gran actividad en ese mismo terreno de la Fundación Gates. Esta es otra de las razones que ha hecho que la Organización lleve años planteándose una reforma profunda. ¿A qué se debe la crítica actual a la OMS por su gestión en la pandemia? La OMS ha sido acusada de minimizar

la amenaza que suponía el coronavirus en las primeras semanas de su expansión, de ocultar datos y de comunicar el riesgo tarde, una acusación difícil de sustanciar porque la organización alertó ya el 14 de enero a las redes hospitalarias del mundo para que prepararan medidas de contingencia. La existencia del nuevo coronavirus había sido comunicada por China a la OMS 15 días antes. Se ha criticado también su posición sobre el uso de mascarillas por la población general (en este caso en abierta diferencia con la posición de China y los países asiáticos), su falta de definición sobre el uso de diferentes test, su retraso en aconsejar de manera rotunda el confinamiento, la falta de agilidad para facilitar criterios para los planes de desescalada del confinamiento y la tibieza o falta de valentía al no discutir con más claridad estrategias que, como las del primer ministro británico, estaban inicialmente mal planteadas y resultaban peligrosas para su población.

El ‘Dr. Tedros’, cuando aspiraba a dirigir la OMS, fue acusado encubrir, cuando era ministro de Salud de Etiopía, tres epidemias de cólera

Pero, al margen del acierto o error de algunas de esas decisiones tomadas por la OMS en esta pandemia, ha sido la personalidad del actual director general de la Organización la que ha generado especial recelo y puede explicar en parte ciertas reacciones de rechazo hacia la OMS en este período. Para empezar, su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, (el Dr. Tedros como habitualmente se le co noce) cuando aspiraba a dirigir la OMS, hace tres años, fue acusado de malas prácticas por encubrir, cuando era ministro de Salud de Etiopía, tres epidemias de cólera en su país. También fue acusado de mal uso del Fondo Global para el Sida en Etiopía. Al margen de la veracidad o falsedad de esas acusaciones, su decisión de nombrar a Robert Mugabe como embajador de buena voluntad de la OMS fue obviamente un grave error. Mugabe era ya en ese momento (2017) un político extraordinariamente criticado, no sólo por evidencias de corrupción y autoritarismo, sino porque había destruido los servicios sanitarios de su país, Zimbabue. Muchos critican una aparente dependencia del director de la OMS respecto a China, cuyo voto necesitó para ser elegido. De hecho, poco antes de las elecciones visitó ese país y pidió mayor cooperación de la OMS con China, aunque este tipo de declaraciones son habituales en las campañas electorales de la OMS. Durante la pandemia, el presidente Trump ha tenido varios enfrentamientos con la OMS, primero cuando ésta

criticó la decisión de EE UU de cerrar sus fronteras a China y después cuando criticó la peculiar estrategia de la pre sidencia norteamericana para combatir la epidemia. Tras ello, la presidencia norteamericana decidió suspender la aportación presupuestaria de EEUU a la OMS con el pretexto de “su mala gestión, sino-centrismo y ocultación de la propagación del coronavirus”. Esta decisión de Trump perjudicará sobre todo a los países en desarrollo, los que más se benefician de los servicios de la OMS. De hecho, la Organización tendrá que tomar decisiones difíciles sobre qué programas pueden continuar y cuáles no. En su ayuda ha acudido la Fundación Bill y Melinda Gates, que ha comprometido una ayuda extra de 230 millones de euros.

La OMS como China son censurables por manejar con opacidad la información, también el reducir el presupuesto por EE UU

La OMS ha hecho y sigue haciendo una contribución indudable a la salud global con éxitos difícilmente cuestio nables. Su papel en los países en desarrollo es crucial. Sin embargo, las reformas de la OMS son imprescindibles e inaplazables, al menos en estos ámbitos… La financiación debe ser menos dependiente de la voluntad de los Estados miembros, y de las preferencias de gasto de los donantes. Éstos no deberían decidir lo que hace la Organización, sino limitarse a apoyar con sus fondos el programa aprobado en su Asamblea. Es necesaria una definición más clara de prioridades: la OMS no puede hacer de todo, en todos los países, y al mismo tiempo. La gobernanza y la estructura han de ajustarse para dotar a la organización de una mayor coherencia, con una clarificación del papel de la oficina central, las oficinas regionales y las oficinas en los países. En la actualidad la distribución de funciones no es clara. La OMS ha puesto en marcha un amplio programa de reformas a fin de afrontar mejor los cada vez más complejos retos sanitarios del siglo XXI. Como la propia Organización propone, ha de mejorarse la armonización, flexibilidad, previsibilidad, transparencia y rendición de cuentas de la financiación de la Organización para reducir su vulnerabilidad. Finalmente, tanto la OMS como China son censurables por haber manejado con opacidad la información, pero reducir el presupuesto de la OMS, como ha hecho el gobierno de Washington, dañando gravemente a la organización, sólo puede tener consecuencias negativas sobre su capacidad de coordinar los esfuerzos globales frente a la emergencia sanitaria. El coronavirus y el ‘coronamóvil’. Angustia, solidaridad, aburrimiento, cariño, trabajo… Toda razón es buena para la necesidad furiosa de mensajearse sin pausa. Mensajes de profunda amistad emitidos por gente tradicionalmente poco dada a la alharaca sentimental, tuits, angustias, quejas, lamentos, memes, vídeos de mejor o peor gusto, desahogos, recomendaciones de lectura de tal o cuál valoración de expertos médicos, recomendaciones de lectura de tal o cual novelón y de tal o cual peli o serie, mensajes de trabajo, timos de la estampita, todólogos de ocasión, grupos de padres y de madres y de primas y de tías abuelas dando rienda suelta a la comprensible retahíla de ayes, de oyes, de uyes, de dolores, de consejos y de onanismos varios, llamadas a fiestas virtuales, llamadas a homenajes al personal sanitario, botellas al mar lanzadas por solitarios con mensajes dentro, recuerdos de la vida de antes, fotos, textos, besos, abrazos, deseos, confesiones, promesas de quedada, promesas de querernos más…, todo comprimido en una enorme bola que sigue rodando en forma de whatsapps, sms, mensajes de Facebook, Instagram, quién sabe si Tinder pese a la cuarentena (son tiempos duros), llamadas…, sí, llamadas. Es una especie en vías de

extinción, pero hay gente que aún, en vez de mensajear, llama por teléfono. Qué cosas. La crisis del coronavirus ha tenido -tiene- un espejo sociológico en la explosión del coronamóvil. Está claro: en situaciones así, el ser humano e incluso algunas criaturas razonables necesitan comunicarse sin parar, en un frenético y melancólico non stop de tacto, visión y sonido. Así lo explica la psicóloga clínica Inma Puig, autora del libro ‘La revolución emocional’, nos recuerda Borja Hermoso: “Los mensajes que nos llegan y que enviamos desde que empezó todo esto son absolutamente disjuntos, y eso tiene que ver con el estado de angustia en el que estamos. Por un lado, chistes. A mí nunca me habían llegado tantos a través del WhatsApp. Y por el otro lado, consejos. ‘No hagas esto… Haz esto… Vigila…’. Los chistes y los consejos son dos manifestaciones claras de una crisis. Pasa lo mismo -es un poco bestia decirlo así, pero es así- en los funerales y en los entierros. Son las situaciones donde más consejos se dan, más bromas se hacen y más tonterías se dicen. Y todo tiene que ver con la angustia. El humor contrarresta la angustia. Con el coronavirus pasa exactamente igual”.

Desde el País Vasco, mi familia, me pasa el parte dia rio desde hace dos meses atrás de un primo intubado en la Residencia Nuestra Señora de Aránzazu de San Sebastián, tras resultar contagiado en un viaje de turismo a Machu Pichu, en el Perú. Hoy sigue hospitalizado, en tareas de rehabilitación en su lenguaje y movilidad. José Manuel Lahidalga Santamaría es primo carnal y padrino de mi bautizo católico. Enfermo infectó a su hermano y esposa, Eugenio y Loli. Estos están ya recuperándose su domicilio de Eibar, Gipuzkoa. Mi hermana Lourdes me llama a veces muy angustiada, y uno de los mayores motivos, aparte de la evolución de José Manuel, es que no sabe qué mensajes sobre el coronavirus creerse y cuáles no… Andoni Santamaría, mi sobrino, no tiene tiempo para mucho. Su empresa cooperativa, Eroski, un supermercado del Movimiento Cooperativo de Mondragón, sigue requiriendo de su presencia personal en la sede de Elorrrio. La meta es no dejar que se imponga el desabastecimiento en las mil y una tiendas. Su esposa, Irantzu Bujanda, y sus niños Amaia y Telmo, han estado ‘confinados’ en la casa de Tabira, en Durango. Sus ‘aitxitxas’ (abuelos en euskera), Begoña y Félix y Lourdes, se comunican telemáticamente con sus nietos. Mi sobrina, Leyre, trabaja como química en el CEIT - Centro de Estudios e Investigaciones Técnicas de Gipuzkoa, dependiente del Gobierno Vasco, con sede en la turística ciudad de San Sebastián, su nombre es Donostia, en vasco. Su compañero, Joseba, trabaja desde el ordenador de su domicilio. No faltan horas de dedicación a la cocina, cuyas fotografías me las hacen llegar hasta mi WhatsApp... Pero volvamos al móvil. Acaba de sonar otro cling. El diseñador Manuel Cruz, me informa que ya ha subido los textos de la revista online EL BESTIARIO. Me recuerda que tengo que preparar la columna para el Semanario del fin de semana del

periódico EL DESPERTADOR, que dirigen Rangel Rosado Ruiz y Francisco Cervera, en Cancún para todo el Estado de Quintana Roo. Recibo otro insólito mensaje… “La verdad es que no se está tan aburrido en casa. Pero me parece increí ble que en un paquete de arroz del Valle Verde haya 8,976 granitos y en otro 8,982”. Y el inevitable emoticono. Más, otro cling, otro mensajito. Un vídeo sobre un cura siciliano de nombre don Leonardo Ricotta que para luchar contra el demonio de la plaga pasea al Santísimo por las calles de Palermo, en la Italia profunda. Ahora suena una llamada. Es un amigo que vive en Londres y empieza a dar síntomas, si no de coronavirus, sí de canguelo. “Estoy acojonao, me están enviando mensajes diciendo que con estos gilipollas de brexiters al mando, cuando entre el virus a saco, vamos a caer como moscas”. Isabel Coixet envía una foto preciosa en blanco y negro de Nick Cave y PJ Harvey, los dos músicos sentados en un sofá de cuero y bien alejados el uno del otro, con el lema “Recuerda practicar la distancia social”. Y hablando de distancia y espacios periodísticos, aquí lo de jamos. Ha sonado otro cling. Es mi otra familia radicada en Miami, Estados Unidos, Alain, Claudia y sus niños Martxelo, Mauro… En Cancún está el hermano mayor, Lucas, con su mamá Romina. También están en el Caribe Mexicano los abuelos, Sarita y Jacinto… En Cabaiguán, un municipio y ciudad del centro de la Isla de Cuba, perteneciente a la provincia de Sancti Spíritus, reside la abuela paterna Miriam. Y en La Habana, en La Lisa, el abuelo Armando. No creo que me olvido… Tengo que atender a mis mascotas, las Lola’s, una Golden Retriever y otra que me evoca a una raza chiquita pastora de ovejas de las campas de Urbía en Oñate, en Euskadi, muy cerca de la mi ciudad natal de Eibar. Ambas son rubias. Sus almas, no sus cuerpos, son gemelas. Hemos compartido y nos hemos soportado cariñosamente durante este confinamiento distópico. Suena otro cling…

@SantiGurtubay @BestiarioCancun www.elbestiariocancun.mx

AUMENTA LA ACTIVIDAD DEL ‘NARCO’ EN LA FRONTERA INTERNACIONAL DE QUINTANA ROO

Las ejecuciones del ‘narco’ se han multiplicado en los últimos tiempos en las inmediaciones fronterizas de Chetumal y la Ribera del Río Hondo, y en las colindancias urbanas y rurales del Municipio de la capital quintanarroense y los de Bacalar y Felipe Carrillo Puerto, en la ruta hacia los de Tulum, Solidaridad y Cancún, donde las disputas sangrientas entre las bandas criminales son parte del paisaje diario. Y si bien en el norte del Caribe mexicano la violencia está asociada a las guerras por el mercado de consumo doméstico y turístico de drogas, en el sur crece al ritmo en que lo hace el tráfico en gran escala que se opera a través del Río Hondo o del espacio aéreo. Debido a su cercanía con Centroamérica, Quintana Roo ha sido paso frecuente de los narcotraficantes desde hace más de 30 años. Como numerosas investigaciones han reportado, los cárteles de la droga de Colombia y sus socios mexicanos son los que principalmente se encargan de trasladar a los Estados del norte del país cientos de toneladas de estupefacientes al año por todas las vías posibles para ser consumidos en los Estados Unidos. En el caso de Quintana Roo, sus costas son constantemente ‘bombardeadas’ por paquetes de droga que recalan en las playas de Cozumel, Isla Mujeres, Mahahual, Xcalak y otras. Y si bien el transporte vía marítima con lanchas rápidas es el más común, también es el más fácil de detectar y por lo tanto decenas de toneladas terminan siendo aseguradas por la Secretaría de Marina. Por ello los narcotraficantes también emplean aeronaves para trasladar su cargamento, siendo la del vecindario de Quintana Roo y Belice la ruta más usada. De acuerdo con autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional, cada mes son detectadas hasta 30 posibles narcoavionetas, con vuelos que se originan en Colombia y otros países suramericanos con ruta hacia los Estados Unidos. Solo el año pasado, 14 de estos aparatos fueron aseguradas en Quintana Roo. En lo que va de este 2020, las autoridades han podido localizar cuatro, aunque uno de los casos cobró la vida de un elemento del Ejército mexicano.

El tráfico de droga vía aérea se realizaba de manera frecuente por los cielos de Quintana Roo y el vecino país, hasta que en 2005 una avioneta Turbo Commander se estrelló entre las comunidades de El Gallito y Otilio Montaño, en la zona sur de la entidad, provocando la muerte de un mexicano y dos colombianos, quienes transportaban 1,219 paquetes de cocaína, con un peso de 1,377 kilogramos. Tras ese accidente el paso de narcoavionetas disminuyó notablemente en Quintana Roo, al centrarse principalmente en Belice.

CJavier Ramírez on una lancha tipo Eduardoño, equipada

con dos motores Yamaha de 250 caballos de fuerza, los cárteles pueden transportar en cada viaje cerca de tres toneladas de cocaína. Sin embargo, llegar hasta sus destinos les toma casi dos días y una vez descargada la droga esta puede ser ase gurada por las autoridades o incluso caer en manos de pescadores. Si bien una avioneta no puede transportar tanta droga como una lancha, es un método mucho más rápido y seguro para los narcotraficantes, gracias al uso de pistas clandestinas que abren en medio de la selva de Quintana Roo y Belice. Sin embargo, los accidentes ocurren y muchas veces los aparatos y sus tripulaciones

terminan estrellados o detectados por las autoridades de ambos países, quienes de inmediato ponen en mar cha protocolos para su aseguramiento.

Frecuentes, desde 2018

De acuerdo con un reportaje del semanario Proceso, el tráfico de droga vía aérea se realizaba de manera frecuente por los cielos de Quintana Roo y del vecino país de Belice, hasta que en 2005 una avioneta Turbo Commander se estrelló entre las comunidades de El Gallito y Otilio Montaño, en la zona sur de la entidad, provocando la muerte de un mexicano y dos colombianos, quienes transportaban 1,219 paquetes de cocaína, con un peso de 1,377 kilogramos.

Tras ese accidente el paso de narcoavionetas disminuyó notablemente en Quintana Roo, al centrarse principalmente en Belice.

Sin embargo, desde 2018 la Fuerza Aérea Mexica na ha registrado un incremento en el avistamiento de aeronaves en la frontera de ambos países. Decenas de narcoavionetas fueron detectadas aterrizando en caminos ‘saca-cosechas’ y otras pistas clandestinas. Pero el 4 de diciembre de ese año se registró un hecho inédito cuando una nave tipo Hawker, con matrícula NN886N, aterrizó cerca de las 3 de la mañana en el aeropuerto de Chetumal.

Cuando las autoridades llegaron hasta el jet los tripulantes habían logrado escapar, dejando en el inte rior 1,398 paquetes de cocaína, que dieron un peso de 1,396 kilogramos. De acuerdo con las autoridades, la droga iba a ser descargada en Belice, pero debido a que habían sido detectados por soldados de ese país y ya no les quedaba combustible tuvieron que descender en Chetumal.

Violento aseguramiento

El año pasado las autoridades detectaron el aterrizaje de 14 avionetas supuestamente cargadas con droga. En ese sentido, el comandante de la 34 Zona Militar, Miguel Ángel Huerta, informó que hasta 30 presuntas narcoavionetas son avistadas cada mes por las autoridades mexicanas sobrevolando la frontera sur. Este año, empero, los avistamientos y aseguramientos se habrían disparado. El primer caso se registró el pasado 27 de enero, cuando un jet bimotor tipo Hawker realizó un aterrizaje forzoso en la vía corta a Mérida, en el entronque de la comunidad de Nuevo Israel, en el Municipio de Bacalar. Cuando las autoridades del Ejército llegaron al lugar fueron recibidos a balazos por un comando, lo que desató una balacera que dejó saldo de un general muerto y tres militares más heridos. Tras la refriega dos sujetos fueron capturados y se aseguró la avioneta que estaba cargada con 201 paquetes de cocaína, así como dos armas largas y varios bidones de gasolina y vehículos. La aeronave permaneció varias semanas en el lugar hasta que fue trasladada al aeródromo de Mahahual, por instrucción de la Fiscalía General de la República.

Se incrementan los aterrizajes forzosos

Un día después del aseguramiento en Nuevo Israel, un jet bimotor tipo Gusfstream Aerospace, procedente de Argentina, aterrizó

El 4 de diciembre de ese año se registró un hecho inédito cuando una nave tipo Hawker, con matrícula NN886N, aterrizó cerca de las 3 de la mañana en el aeropuerto de Chetumal. Cuando las autoridades llegaron hasta el jet los tripulantes habían logrado escapar, dejando en el interior 1,398 paquetes de cocaína, que dieron un peso de 1,396 kilogramos. De acuerdo con las autoridades, la droga iba a ser descargada en Belice, pero debido a que habían sido detectados por soldados de ese país y ya no les quedaba combustible tuvieron que descender en Chetumal.

El primer caso de este año se registró el pasado 27 de enero, cuando un jet bimotor tipo Hawker realizó un aterrizaje forzoso en la vía corta a Mérida, en el entronque de la comunidad de Nuevo Israel, en el Municipio de Bacalar. Cuando las autoridades del Ejército llegaron al lugar fueron recibidos a balazos por un comando, lo que desató una balacera que dejó saldo de un general muerto y tres más militares más heridos. Tras la refriega dos sujetos fueron capturados y se aseguró la avioneta que estaba cargada con 201 paquetes de cocaína, así como dos armas largas y varios bidones de gasolina y vehículos. La aeronave permaneció varias semanas en el lugar hasta que fue trasladada al aeródromo de Mahahual, por instrucción de la Fiscalía General de la República.

de manera forzada en el aeródromo de Mahahual, Municipio de Othón P. Blanco. Esa vez dos sujetos, originarios de Bolivia y Venezuela, fueron detenidos por transportar más de una tonelada de cocaína en 32 paquetes, con un costo superior a los 200 millones de pesos. El 24 de abril, elementos de la Base de Infantería de Marina 25 y de la Guardia Nacional aseguraron una avioneta tipo King Air en las inmediaciones de la comunidad de Salamanca, Municipio de Bacalar. La aeronave estaba vacía, pero de acuerdo con fuentes oficiales fueron aseguradas dos personas, dos motocicletas y un arma larga en el sitio. Unos días después, elementos del Ejército aseguraron en Escárcega, Campeche, y en Juan Sarabia, de Othón P. Blanco, cientos de paquetes con cocaína, mismos que fueron identificados como parte del cargamento descargado por los delincuentes en Salamanca. Finalmente, el 28 de mayo, personal del Séptimo Regimiento de Caballería Motorizada y de la Guardia Nacional ubicó en una zona selvática de la comunidad de Morocoy, Municipio de Othón P. Blanco, un jet bimotor destruido y parcialmente calcinado. Aparentemente el piloto tuvo problemas durante el aterrizaje y la nave sufrió daños que provocaron el fuego. Aunque estaba vacía, se presume que transportaba poco más de una tonelada de cocaína. Ese mismo día, autoridades beliceñas dieron a conocer el aseguramiento de una aeronave Hawker Siddeley HS 125 en las inmediaciones de los poblados de Chunox y Sarteneja.

CANCÚN, PRIMER DESTINO DEL CONTINENTE AMERICANO QUE RECIBIRÁ SELLO DE SEGURIDAD PARA VIAJES

CHETUMAL.- Cancún y el Caribe Mexicano se convierten en los primeros destinos del Continente Americano en recibir el Sello de Seguridad Global que entrega el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) con el aval de la Organización Mundial de Turismo.

“Me da mucho gusto que Cancún y el Caribe Mexicano sean considerados destinos seguros para viajes”, expresó el gobernador Carlos Joaquín González.

El mandatario expresó que los protocolos de actuación internacional permitirán la reapertura de nuestros destinos turísticos en Quintana Roo, para recuperar y generar nuevos empleos para la gente.

Este sello de viajes seguros que cuenta con el respaldo de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y de más de 200 CEOs de los principales grupos empresariales del sector alrededor del mundo.

El gobernador trabaja para que en México el turismo sea considerado como actividad esencial e inicie el retorno gradual a las actividades a partir de este 1 de junio, en la fase 3 por la emergencia sanitaria ocasionada por el Covid-19.

Algunos hoteles reiniciarán de forma interna actividades para poner sus instalaciones en condiciones higiénicas y adoptar protocolos de seguridad sanitaria, de modo que a partir del 8 del mismo mes estén en condiciones de recibir turistas bajo medidas y protocolos sanitarios.

Expresó que ese sello reforzará la confianza en los viajeros sobre los estándares de higiene y sanitización en establecimientos y empresas, como hoteles, restaurantes, aerolíneas, aeropuertos y cruceros, entre las actividades vinculadas al turismo.

Gloria Guevara Manzo, presidenta y CEO del WTTC, expresó su entusiasmo por Cancún y el Caribe Mexicano, los primeros destinos en recibir el sello.

“Cancún es un centro turístico de clase mundial, junto con Arabia Saudita que preside el grupo de turismo del G20, Barcelona, Portugal y Sevilla; todos son destinos de primer nivel que han respaldado el sello al implementar los protocolos de viaje seguro”, expresó Guevara Manzo.

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