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shantall lacayo

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como artista. La búsqueda de Lacayo fue para encontrar su propia estética.

Hace 11 años, esta diseñadora nicaragüense también llegó a la final de Project Runway Latinoamérica. Quedó de segunda finalista contra el colombiano Jorge Duque. Pero revirtió esa historia.

En 2022 Shantall ganó Project Runway con una colección que se inspiró en Quetzalcoatl, la serpiente emplumada, dios referente en la cultura mesoamericana, así como en la arquitectura Art Deco de Miami, presente en sus edificios más icónicos. Quetzalcóalt está presente en esta colección: pantalones, chaquetas, faldas. Incluyó también elementos de su primera colección de joyería que se realiza en Taxco, México, y será lanzada en este primer semestre.

Cómo le Cambió la vida

Después de convertirse en la primera latinoamericana en ganar la competencia “Estamos llenos de trabajo, con productos totalmente vendidos, todas las órdenes son en preventa”, compartió Shantall.

En paralelo, la marca Shantall Lacayo comenzó una reestructuración de su inventario y la diseñadora se prepara para crecer. Tomó un curso intensivo de cómo manejar un negocio a escala global, se prepara en finanzas. Suma a su día a día múltiples reuniones, entrevistas con la prensa, y reuniones de seguimiento con CFDA (el Consejo de Diseñadores de Moda de EEUU, por sus siglas en inglés).

Los próximos pasos serán: definir una hoja de ruta para hacer crecer la marca y recibir a los clientes nuevos de todos lados del mundo. La diseñadora está lista para todos los retos que vienen.

“Me siento muy orgullosa como latinoamericana por haberme enfrentado en esta competencia en EE. UU. que es muy reñida, con personalidades y participantes de todos lados del mundo. Eso te hace valorarte más”. compartió la nicaragüense.

“Cuando uno viene de América Latina pensás: voy a participar en este reality show estadounidense con gente que estudió en las mejores universidades de Europa o de Estados Unidos. Uno de repente duda si viniendo de Latinoamérica va a tener el conocimiento y las herramientas, las fortalezas para poder avanzar”, compartió.

Los meses de pausa de su vida cotidiana, concentrada en Project Runway ,lejos del ruido de la familia, del hogar, la ayudaron a inspirarse. “No teníamos acceso a nuestras familias. Sufrí por eso, pero traté de tomarlo como algo a favor. Sabía que esta expe-

los diseños de shantall lacayo son hechos a mano por un grupo de mujeres talentosas desde un taller en nicaragua

Corazón centroamericano ¿Seguirá produciendo en Nicaragua?

“El corazón de la marca es La respuesta Nicaragua. La artesanía, la es Sí y No mano de obra latinoamericana, la colaboración con artesanos”, reconoció Lacayo. “Tener un equipo de trabajo donde haya conciencia social, garantizando que las personas detrás de tu marca tengan condiciones de trabajo adecuadas”. Pero Shantall quiere apuntar a tiendas departamentales en Estados Unidos, a masificar su mercado en línea. Ello representaría tener al mismo tiempo una producción tercerizada. “Estamos considerando si va a ser en China o Colombia”,compartió. Ahora trabaja en una colaboración de una marca de pañuelos de seda basada en Nueva York, pero que producen en China, dirigida a ambos mercados. Así que, en el corto plazo, habría dos tipos de prendas: un producto comercial y otro de alta costura.

riencia no se iba a repetir, la viviría una sola vez”.

Su más reciente historia con Project Runway comenzó en marzo de 2020 cuando fue contactada por productores de Estados Unidos para competir en la temporada 19. En la recta final de la temporada, Lacayo luchó contra otras participantes como la estadounidense Chasity Sereal, la mexicana Coral Castillo y la rusa Kristina Kharlashkina.

Previo a este concurso, Shantall estaba basada en Miami. Desde sus redes sociales ha visto cambiar las estadísticas de sus seguidores. Hoy hay un 50% que viene de Latinoamérica, y un 50% de EE UU.

Cada pieza Shantall Lacayo se hace a mano, por manos nicaragüenses. A lo largo de su participación en el concurso, sus clientes han tenido que esperar mucho por sus piezas. “He tratado de tener contacto directo con cada cliente, que sepan que la pieza que van a recibir tiene horas de trabajo, que van a recibir calidad. El resultado ha sido positivo. Las clientas siguen comprando. Es lindo escuchar mensajes inspiradores de Chile, Costa Rica, Guatemala, hay gente de Argentina, Panamá, Colombia. También nos han comprado mucho de Canadá, desde EE UU: Wisconsin, Alabama, Philadelphia”

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