PAN Y VINO
VOL. 4 NO. 40 SOLEMNIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO. 20 DE NOVIEMBRE DE 2022.
PARROQUIA LA DOLOROSA FRAILES DOMINICOS SAN JOSÉ, COSTA RICA.
VOL. 4 NO. 40 SOLEMNIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO. 20 DE NOVIEMBRE DE 2022.
PARROQUIA LA DOLOROSA FRAILES DOMINICOS SAN JOSÉ, COSTA RICA.
4
TU REINO ES VIDA
Ven, Ven Señor no tardes Charles de Foucauld
5
LITURGIA DE LA PALABRA
"Hoy estarás conmigo en el paraíso".
12
LA ANUNCIACIÓN
Marcel Légau
9
El rey que desde la cruz da la vida y la plenitud.
Fr. Estuardo López Milián, O.P.
11
EL VERDADERO PODER
Cuentos Orientales
13
FRATELLI TUTTI 17-20
Seúl es la capital metropolitana de Corea del Sur.
Jésica Prado
44
SAN JUNÍPERO
San Junípero es el cielo en la Tierra.
Carla Almada
58
REIKIAVIK
TU REINO ES VIDA, TU REINO ES VERDAD, TU REINO ES JUSTICIA, TU REINO ES PAZ, TU REINO ES GRACIA, TU REINO ES AMOR, VENGA A NOSOTROS TU REINO, SEÑOR. (bis)
1. Dios mío, da tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija tu pueblo con justicia a tus humildes con rectitud. (bis).
2. Que los montes traigan la paz, que los collados traigan la justicia; que él defienda a los hijos del pobre; que él defienda a los humildes del pueblo, y quebrante al explotador.
3. Librará al pobre que suplica, al afligido que no tiene protector; se apiadará del humilde e indigente, y salvará la vida de los pobres; salvará de la violencia sus vidas, pues su sangre es preciosa ante sus ojos.
4. Que su nombre sea eterno, que su fama dure tanto como el sol, que sea bendición para los pueblos, que las naciones lo proclamen dichoso: "Bendito eternamente su nombre, que su gloria llene la tierra".
En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David, de la tribu de Judá, y le dijeron: "Somos de tu misma sangre. Ya desde antes, aunque Saúl reinaba sobre nosotros, tú eras el que conducía a Israel, pues ya el Señor te había dicho: 'Tú serás el pastor de Israel, mi pueblo; tú serás su guía' ".
Así pues, los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver a David, rey de Judá. David hizo con ellos un pacto en presencia del Señor y ellos lo ungieron como rey de todas las tribus de Israel.
Palabra de Dios¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: "Vayamos a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz sea contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes
Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
Hermanos: Demos gracias a Dios Padre, el cual nos ha hecho capaces de participar en la herencia de su pueblo santo, en el reino de la luz.
El nos ha liberado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al Reino de su Hijo amado, por cuya sangre recibimos la redención, esto es, el perdón de los pecados.
Cristo es la imagen de Dios invisible, el primogénito de toda la creación, porque en él tienen su fundamento todas las cosas creadas, del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, sin excluir a los tronos y dominaciones, a los principados y potestades. Todo fue creado por medio de él y para él.
El existe antes que todas las cosas, y todas tienen su consistencia en él. El es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia. El es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que sea el primero en todo.
Porque Dios quiso que en Cristo habitara toda plenitud y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz por medio de su sangre, derramada en la cruz.
Cuando Jesús estaba ya crucificado, las autoridades le hacían muecas, diciendo: "A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el elegido".
También los soldados se burlaban de Jesús, y acercándose a él, le ofrecían vinagre y le decían: "Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo". Había, en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía: "Éste es el rey de los judíos".
Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús, diciéndole: "Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros". Pero el otro le reclamaba, indignado: "¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente recibimos el pago de lo que hicimos. Pero éste ningún mal ha hecho". Y le decía a Jesús: "Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí". Jesús le respondió: "Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso
En la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, la Iglesia y la Liturgia nos invitan nuevamente a valorar, agradecer y hacer crecer nuestra fe. En efecto, al celebrar esta fiesta al final del año litúrgico podemos caminar por las paradojas de nuestra fe y de nuestra espiritualidad. Creemos en un Rey crucificado, que en el último momento de un malhechor ajusticiado, le otorga el paraíso. ¿Quién es este rey? ¿Quién es este Dios? ¿Quién es este hombre? Veamos lo que nos dice la palabra .
Los reyes en Israel
De los libros de Samuel se nos narra que el pueblo de Israel pide un rey, ante lo que ni Samuel ni Dios están de acuerdo. Samuel les advierte de parte de Dios:
"Samuel transmitió al pueblo que le había pedido un rey todo lo que le había dicho Yavé. Les dijo: «Miren lo que les va a exigir su rey: les tomará a sus hijos y los destinará a su carro y a sus caballos, o también los hará correr delante de su propio carro; los empleará como jefes de mil y como jefes de cincuenta; los hará labrar y cosechar sus tierras; los hará fabricar sus armas y los aperos de sus caballos; les tomará sus hijas para peluqueras, cocineras y panaderas; a ustedes les tomará sus campos, sus viñas y sus mejores olivares y se los dará a sus oficiales; les tomará la décima parte de sus sembrados y de sus viñas para sus funcionarios y servidores; les tomará sus sirvientes, sus mejores bueyes y burros y los hará trabajar para él, a ustedes les sacará la décima parte de sus rebaños y ustedes mismos serán sus esclavos. Ese día se lamentarán del rey que hayan elegido, pero Yavé ya no les responderá.» El pueblo no quiso escuchar a Samuel y dijo: «¡No! Tendremos un rey y nosotros seremos también como los demás pueblos: nuestro rey nos dirigirá e irá al frente de nosotros en nuestros combates.» Oyó Samuel todas las palabras de su pueblo y las repitió a los oídos de Yavé. Pero Yavé dijo a Samuel: «Hazles caso y dales un rey.»
Es así como empiezan los reyes en Israel con Saúl primero y luego con David, el rey por antonomasia. Pero recordemos alguna, de las obligaciones del rey relacionada con el cumplimiento de la ley: "Porque el SEÑOR su Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas ni acepta soborno. El hace justicia al huérfano y a la viuda, y muestra su amor al extranjero dándole pan y vestido. Mostrad, pues, amor al extranjero, porque vosotros fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto..." Esto no siempre fue considerado en las acciones de los gobernantes de Israel.
La misma Sagrada Escritura nos dice que a lo largo de la historia de Israel no sólo no se cumplió con lo mandado por la ley, sino que las sucesiones por el trono muchas veces fueron violentas y sangrientas. Jesús no representa a esta monarquía ni a este poder.
Un rey en la cruz: "vencido", "callado", que culmina la reconciliación de todo con la entrega de su vida.
Lucas nos trae el momento cumbre en la vida de Jesús en nuestra historia humana: la cruz y la entrega de su vida y del Reino. Y, curiosamente o mejor dicho, providencialmente este rey que celebramos en la cruz no utiliza su poder para defenderse, para librarse de sus "enemigos". Utiliza su poder: su amor y compasión, para dar la vida plena a un hombre que en último momento se "roba el cielo".
Tengamos en cuenta la siguientes consideraciones:
José María Castillo
"Hoy está fuera de duda que Jesús fue juzgado y ejecutado por el procurador de Roma, Poncio Pilatos, que fue quien dictó sentencia de muerte en un juicio de acuerdo con las leyes del Imperio. Solo el procurador romano podía dictar sentencia de muerte en cruz. Además, se sabe que la cruz era un castigo que los romanos utilizaron en Palestina, entre el 63 a.C y el 66 d.C., solo contra los que se rebelaban frente a Roma (H. W., Khun, X. Alegre). Todo esto quiere decir que Jesús fue sentenciado a muerte por una causa política, al menos a juicio de la autoridad oficial de Roma. Otro motivo no podía interesar, ni en ello era competente, el procurador romano. Jesús fue ejecutado por el delito de "seditio", como "subversivo" contra el poder establecido. Cosa que se confirma si tenemos en cuenta que a los dos malhechores, crucificados con Jesús, se les llama "lestai" (Mc 15,27 par), una palabra que Josefo utiliza para designar a los rebeldes políticos (H. W., Khun, X. Alegre)"
José María Castillo nos alerta sobre la profundidad del mensaje y acciones de Jesús. En efecto, fue el poder político - y militar- el que condenó a Jesús, cuando Jesús no habló en contra del Imperio, ni contra de los romanos, ni en contra de la ocupación del pueblo de Israel. Es necesario decir también que el poder religioso judío había condenado previamente a Jesús, por blasfemo.
Jesús no quiso que lo hicieran rey La celebración de hoy contrasta con las acciones de Jesús. En efecto: encontramos en el Evangelio: "Jesús, sabiendo que querían apoderarse de él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña" Jn 6,15. Jesús no quiso ser rey y lo evitó a toda costa.
Las acciones y las palabras de Jesús que apuntan a una nueva forma de ser y de actuar
Si por un lado Jesús no quiso el poder, -no quiso ser rey ni habló en contra de Roma- sí predicó una nueva forma de vivir la vida y una nueva forma de convivir. Sí. Su predicación apuntó a unas relaciones humanas y de convivencia no basadas en el poder ni en el dinero, sino en la fraternidad, la solidaridad, la compasión, el amor y la justicia. Esta forma de vivir, de predicar y de actuar de Jesús apuntan a una crítica a toda forma de poder, cualquiera que éste sea, que anula la libertad y la plenitud humana. De allí que en lo profundo desvelaba la verdadera cara de los poderes político, religioso y militar de su tiempo. Esto hizo que se le considerara subversivo, revoltoso, un estorbo que había que eliminar a toda costa. Como en efecto se hizo.
No obstante la impotencia de Jesús, el ser "derrotado en la cruz", despliega su poder en favor de quien reconoce quien es y reconoce ante quién esta con total humildad y autenticidad. Por eso sus palabras: "Hoy estarás conmigo en el paraíso". Este malhechor "¿buen ladrón?", ha alcanzado, finalmente, lo que no sabía que buscaba insistentemente, la felicidad plena.
Todo depende de ti Relata un cuento zen que en un monasterio había un discípulo que desafiaba siempre a su maestro. Cierta vez, ocultando a sus espaldas a un pájaro que sostenía en las manos, el discípulo se paró desafiante ante el maestro y le preguntó: “Maestro, aquí detrás de mí tengo un pájaro. Dígame usted que lo sabe todo: ¿está vivo o está muerto?”. (De tal modo, si decía que el pájaro estaba vivo lo ahorcaba y si decía que estaba muerto abriría sus manos y lo dejaría volar.) El maestro lo miró a los ojos con respeto y compasión, respiró profundamente y con mucho amor le respondió: “Eso depende de ti. La solución… está en tus manos!”.
C e n t r o d e C u l t u r a y E s p i r i t u a l i d a d
Un hombre de corazón endurecido decidió hacerse discípulo de un sabio con fama de tener mucho conocimiento y poder. En realidad, lo que deseaba era llegar a convertirse en maestro él mismo y reunir miles de discípulos que lo venerasen y satisfacieran todos sus caprichos.
Pero el sabio, leyendo el corazón de aquel hombre, lo rechazó como discípulo. No obstante, no se dio por vencido.
Corría el rumor de que el maestro poseía un talismán mágico que era la fuente de su poder y sabiduría, por lo que el hombre decidió averiguar si era cierto, y llegado el caso, robarlo.
Por fin, una noche, después de mucho esperar y acechar, logró hacerse con el talismán. Pero aquel individuo, por más que manipulaba y estudiaba el talismán, no era capaz de adquirir un ápice de conocimiento ni poder aunque, no obstante, llegó a tener algunas centenas de pobres discípulos a los que enseñaba. Confiaba en que antes o después el talismán le revelaría todos sus secretos. Pero una noche, de repente, apareció en su estancia el maestro y dijo: -Eres un pobre desgraciado que no conoce las consecuencias de sus actos- -le espetó-.
Haces creer a esos pobres desgraciados que eres un maestro, y en realidad estás manipulando sus emociones y anhelos. Nadie te dio la potestad de enseñar.
Esa potestad sólo puede otorgarla un hombre de conocimiento como yo. Y ni yo, ni nadie como yo, te la dará jamás. Ahora devuélveme el talismán que me robaste. Aquel hombre, sintiéndose atrapado, contestó lleno de ira: -Está bien, tal vez yo no logre nunca el conocimiento y el poder, pero tú lo has perdido y por eso vienes a buscar el talismán mágico que otorga esos dones.
Pues has de saber que no te lo devolveré nunca, antes te mataré o tendrás tú que matarme.
-Pobre desgraciado -dijo el maestro-, no te das cuenta de tu estupidez.
¡Yo soy un maestro y puedo hacer otro talismán!
¡Tú con el talismán no puedes ser un maestro!
Le dijo el ángel: "Ave María, llena de gracia; el Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres". María se turbó al oír estas palabras.
Enséñanos, dulce y santa virgen, a penetrar en las razones de la turbación en ti, la totalmente pura, la totalmente generosa.
Aún no se te había pedido nada, ni se te había anunciado nada sobre tu futura misión, y sin embargo te turbaste, tú que más tarde sabrías recibir sin miedo la más alta misión nunca confiada a una hija de los hombres...
Marcel Légaut17. Cuidar el mundo que nos rodea y contiene es cuidarnos a nosotros mismos. Pero necesitamos constituirnos en un “nosotros” que habita la casa común. Ese cuidado no interesa a los poderes económicos que necesitan un rédito rápido. Frecuentemente las voces que se levantan para la defensa del medio ambiente son acalladas o ridiculizadas, disfrazando de racionalidad lo que son sólo intereses particulares. En esta cultura que estamos gestando, vacía, inmediatista y sin un proyecto común, «es previsible que, ante el agotamiento de algunos recursos, se vaya creando un escenario favorable para nuevas guerras, disfrazadas detrás de nobles reivindicaciones»
El descarte mundial
18. Partes de la humanidad parecen sacrificables en beneficio de una selección que favorece a un sector humano digno de vivir sin límites. En el fondo «no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas, si “todavía no son útiles” —como los no nacidos—, o si “ya no sirven” —como los ancianos—. Nos hemos hecho insensibles a cualquier forma de despilfarro, comenzando por el de los alimentos, que es uno de los más vergonzosos».
19. La falta de hijos, que provoca un envejecimiento de las poblaciones, junto con el abandono de los ancianos a una dolorosa soledad, es un modo sutil de expresar que todo termina con nosotros, que sólo cuentan nuestros intereses individuales. Así, «objeto de descarte no es sólo el alimento o los bienes superfluos, sino con frecuencia los mismos seres humanos». Vimos lo que sucedió con las personas mayores en algunos lugares del mundo a causa del coronavirus. No tenían que morir así. Pero en realidad algo semejante ya había ocurrido a causa de olas de calor y en otras circunstancias: cruelmente descartados. No advertimos que aislar a los ancianos y abandonarlos a cargo de otros sin un adecuado y cercano acompañamiento de la familia, mutila y empobrece a la misma familia. Además, termina privando a los jóvenes de ese necesario contacto con sus raíces y con una sabiduría que la juventud por sí sola no puede alcanzar.