Pan y Vino Vol 3 No 32 Parroquia La Dolorosa fr. Estuardo López Milián, O.P. 16-mayo-2021, San José Costa Rica.
Contigo sube el mundo cuando subes, y al son de tu alegría matutina nos alzamos los muertos de las tumbas; salvados respiramos vida pura, bebiendo de tus labios el Espíritu.
Liturgia de la Palabra Del libro de los Hechos de los Apóstoles 1,1-11 En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios. Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: “No se alejen de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. Los ahí reunidos le preguntaban: “Señor, ¿ahora sí vas a restablecer la soberanía de Israel?” Jesús les contestó: “A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre
ha determinado con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra”. Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: “Galileos, ¿qué hacen allí parados, mirando al cielo? Ése mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse”.
Palabra de Dios.
Cuando la lengua a proferir no alcanza tu cuerpo nos lo dice, ¡oh Traspasado! Tu carne santa es luz de las estrellas, victoria de los hombres, fuego y brisa, y fuente bautismal, ¡oh Jesucristo! Cuando el amor humano sueña y quiere, en tu pecho, en tu médula, en tus llagas vivo está, ¡oh Jesús glorificado! En ti, Dios fuerte, Hijo primogénito, callando, el corazón los gusta y siente. Lo que fue, lo que existe, lo que viene, lo que en el Padre es vida incorruptible, tu cuerpo lo ha heredado y nos lo entrega. Tú nos haces presente la esperanza, tú que eres nuestro hermano para siempre. Cautivos de tu vuelo y exaltados contigo hasta la diestra poderosa, al Padre y al Espíritu alabamos; como espigas que doblan la cabeza los hijos de la Iglesia te adoramos. Amén.
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Salmo Responsorial: Salmo 46 Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo.
De la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 4, 1-13 Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el Espíritu con el vínculo de la paz. Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como es también sólo una la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina
sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos. Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida en que Cristo la ha dado. Por eso dice la Escritura: Subiendo a las alturas, llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres. Él fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y el conocimiento del Hijo de Dios, y lleguemos a ser hombres perfectos, que alcancemos en todas sus dimensiones la plenitud de Cristo. Palabra de Dios
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“Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura.
Del Evangelio de Marcos 16,15-20 En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Éstos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les dará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos”. El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían. Palabra del Señor
“En la mesa con Santo Domingo”
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Un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos y vive en todos.
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Mirando al cielo y besando el suelo… Nuestro caminar en la vida no puede perder de vista que hemos de aprender que nuestra existencia para que sea plena y llena de contenido ha de partir de la realidad misma, de la que somos parte y de un horizonte de sentido que está más allá de lo inmediato y lo inmanente. “Lo esencial es invisible a los ojos”.
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Sean humildes y amables, comprensivos, sopórtense mutuamente con amor… En la segunda lectura, San Pablo nos propone un ámbito de relación humana para vivir lo que somos en cualquier lugar en que nos desarrollemos como personas. Desde esta perspectiva, estos valores y estos modos tienen que ver con una profundidad humana y espiritual. Es decir, la calidad humana y de las relaciones con los otros depende de nuestra interioridad y los aprendizajes que hemos tenido en la vida. Valoremos esto.
Este fin de semana nos encontramos con una celebración de esperanza y de ánimo para todos los seguidores de Jesús. La Ascensión de Jesús. Por supuesto que la celebración de la Ascensión no puede ni debe desentenderse del Misterio Kénosis. Del Misterio del abajamiento de Dios a nuestra condición humana. En efecto, la Ascensión es posible porque ha habido una kénosis. Así mismo, la etapa y la realidad entre la Ascensión y la Kénosis es la humanización de Dios en Jesús. Y de esta humanización de Jesús un modo, una propuesta para aprender a ser seres humanos. Para aprender a humanizarnos. Y para nosotros los cristianos católicos es un imperativo ético y espiritual, valga la expresión. Aprender a Ser Humanos Las tres lecturas nos proporcionan pistas para pensarnos como personas, como seres humanos en este bello planeta en que nos ha tocado vivir. Les propongo las siguientes consideraciones al respecto.
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“Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura”. Desde la fe podemos decir que toda persona en este mundo tenemos un cometido en la vida. Y desde las más profundas convicciones humanas podemos decir que podemos construir un horizonte de sentido que apunta a lo bello y a lo bueno, hacia lo cual caminamos y entramos en comunión. Jesús fue un hombre profundamente bueno y nos mostró la belleza de la existencia y la sabiduría de la vida presente en todo. Eso es los que encomienda a sus discípulos. Y lo hace con nosotros en este siglo XXI. Aprender a ser seres humanos implica encontrarse con lo bello y lo bueno y celebrarlo y compartirlo.
Un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos. En la segunda lectura hay una invitación a descubrirnos como compañeros y hermanos en el camino de la vida, unidos y en comunión porque en nosotros está y hay un solo Espíritu y un solo Padre. Y en consonancia con ello estamos invitados a ser conscientes de la dimensión de comunión, fraternidad y la totalidad de la que somos parte. Esta experiencia fundamental de encuentro, comunión y fraternidad nos permite caminar con libertad y paz en la vida junto a los otros. Si de forma consciente y agradecida somos con los otros. Con Todo.
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“Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como es también sólo una la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido”. Nosotros hemos recibido un don y una tarea al recibir la existencia. Y ese don es el de la esperanza que nos invita a caminar con ánimo viendo hacia adelante, haciendo los pasos hoy. Valorando, por supuesto el camino andado, pero viendodesplazándonos hacia nuevas formas de ser, pensar, actuar y sentir. En un mismo Espíritu en y con los otros. Nunca sin los otros. “Él fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros”. Lo maravilloso del caminar junto a nuestros hermanos y hermanas es que en las funciones y en las vocaciones nos completamos y nos enriquecemos, ya que todos somos la confianza y el amor recibidos del gran Misterio de la Vida.
Construir o plantar Un texto anónimo de la tradición dice que cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: construir o plantar. Los constructores pueden demorar años en sus tareas, pero un día terminan aquello que estaban haciendo. Entonces se paran, y quedan limitados por sus propias paredes. La vida pierde el sentido cuando la construcción acaba. Pero existen los que plantan. Estos a veces sufren con las tempestades, las estaciones y raramente descansan. Pero al contrario que un edificio, el jardín jamás para de crecer. Y, al mismo tiempo que exige la atención del jardinero, también permite que, para él, la vida sea una gran aventura.
Mientras trabajaba, el viejo maestro lo miraba con interés desde el otro lado del muro que separaba los templos. Cuando terminó, el sacerdote se alejó para admirar su trabajo. - "¿No es hermoso?", le dijo al viejo maestro. - "Sí..." replicó el anciano, "... pero le falta algo. Ayúdame a pasar sobre este muro y lo arreglaré por ti". Luego de dudarlo, el sacerdote levantó al viejo y lo ayudó a bajar. Lentamente, el maestro caminó hacia el árbol cerca del centro del jardín, lo tomó por el tronco, y lo sacudió. Las hojas llovieron sobre todo el jardín. - "Ahí está... ahora puedes llevarme de vuelta".
Un sacerdote estaba a cargo del jardín dentro de un famoso templo zen. Se le había dado el trabajo porque amaba las flores, arbustos, y árboles. Junto al templo había otro templo más pequeño donde vivía un viejo maestro.
Belleza de la naturaleza Un día, cuando el sacerdote esperaba a unos invitados importantes, tuvo especial cuidado en atender el jardín. Sacó las malezas, recortó los arbustos, rastrilló el musgo, y pasó un largo tiempo juntando meticulosamente y acomodando con cuidado todas las hojas secas.
Pan y Vino Vol 3 No 32 Parroquia La Dolorosa fr. Estuardo López Milián, O.P. 16-mayo-2021, San José Costa Rica.
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Oración por el IV Capítulo Provincial
Padre de Misericordia, te pedimos por la celebración de nuestro Capítulo Provincial para que envíes tu Santo Espíritu sobre nuestros hermanos capitulares. Para que siguiendo las huellas de Domingo y movidos por el celo apostólico seamos auténticos Predicadores de la Verdad.
Que la celebración de este Capítulo nos ayude a seguir renovando nuestro caminar desde las distintas realidades en las que servimos y acompañamos, que podamos ser portadores y transmisores de esperanza. Que nuestra vida, al igual que la de Domingo también pueda ser una mesa donde nos unimos para compartir el Pan de la Palabra. Una mesa, donde se vive por la justicia y la paz. Amén.
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