Modulo3 lumbalgias ocupacionales by Marta SS

M贸dulo 3: Lumbalgias ocupacionales

Lumbalgias ocupacionales: prevenci贸n y control ergon贸mico

Lumbalgias ocupacionales: prevención y control ergonómico

ÍNDICE

Lumbalgias ocupacionales. ................................................................................................ 4 1.1.

Trastornos musculoesqueléticos de las extremidades superiores. .............................. 4

1.2. Factores asociados a los trastornos musculoesqueléticos de las extremidades superiores. .......................................................................................................................... 10 1.3. 2.

Estatismo postural. .................................................................................................. 12

Análisis de la situación en la empresa. ............................................................................. 13 2.1. 2.1.1.

Los riesgos derivados de la carga física..................................................................... 14 Definición de Carga Física..................................................................................... 14

2.2.

Tipos de contracciones musculares. ......................................................................... 15

2.3.

Evaluación del trabajo estático. ............................................................................... 17

Bibliografía. ......................................................................................................................... 18

Lumbalgias ocupacionales: prevención y control ergonómico

1. Lumbalgias ocupacionales. Las lumbalgias ocupacionales hacen referencia a unas condiciones patológicas que constituyen desórdenes muscoloesqueléticos y que cursan con dolor en la parte baja de la espalda. Se relacionan con las tareas desempeñadas en el trabajo. El dolor restringe la movilidad de la espalda, irradiándolo hacia los muslos y las nalgas pudiendo presentar también espasmos musculares.

1.1. Trastornos musculoesqueléticos de las extremidades superiores. Algunos

problemas

musculoesqueléticos

pueden

ser

considerados

como

enfermedades ergonómicas y pueden ser el resultado de enfermedades laborales, situaciones de sobreesfuerzo o el sobreuso acumulativo. La agencia de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (Occupational Safety and Health Agency [OSHA], siglas en inglés) define los desórdenes musculoesqueléticos como una enfermedad o lesión de los músculos, ligamentos, articulaciones, tendones, cartílagos, huesos y discos intervertebrales en cualquiera de las extremidades o espalda. Como ya se ha dicho, se asocian con factores de riesgo del lugar de trabajo y no con situaciones instantáneos o agudos (por ejemplo, caídas o resbalones), sino que son el resultado de efectos acumulativos. Se denominan desórdenes traumáticos acumulativos. El hecho de trabajar con posturas incorrectas, movimientos repetitivos, mobiliario no adaptado, etc., o también manipular de forma indebida cargas pesadas durante un tiempo prologando, puede ocasionar una disminución de la capacidad física. Como consecuencia de ello, se producen lesiones osteoarticulares, lumbalgias, dorsalgias, epicondilitis, síndrome del túnel carpiano, tendinitis de D’Quervanine, entre otras dolencias pudiendo ser de carácter leve o grave, dependiendo de las circunstancias. Vamos a definir las dolencias anteriores por ser las más habituales y conocidas.

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 Lesiones osteoarticulares: también conocidas como reumatológicas, con las que agrupan las patologías que implican el deterioro y la disfunción del sistema óseo y articular del cuerpo humano, afectando a las estructuras internas y contiguas como los cartílagos o los tejidos blandos periarticulares. Constituyen una de las enfermedades más frecuentes en la actualidad. Los síntomas típicos suelen ser el dolor y la limitación para mover las partes del cuerpo afectadas por la enfermedad, ocasionando problemas para la realización de actividades cotidianas como caminar, subir y bajar escaleras, cargar mercancías, etc.

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 Lumbalgias:

contracturas dolorosas y persistentes de los músculos que se

encuentran en la parte baja de la espalda, específicamente en la zona lumbar. Los músculos contraídos comprimen los pequeños vasos que contribuyen a aportar sangre a los músculos, por lo que se dificulta la irrigación sanguínea y favorece aún más la contractura. Es muy común que se dé entre la población adulta y puede estar producida por múltiples causas. Si el dolor producido por las lumbalgias superara los tres meses de duración, se puede considerar que es crónico y causar serias incapacidades a quien las padece.

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 Dorsalgias: es el dolor agudo que se presenta en la espalda, en concreto, en la columna vertebral, entre la zona cervical y la zona lumbar (en la sección media). El dolor producido reduce la movibilidad de la columna vertebral en esta zona del cuerpo limitando la realización de acciones comunes en nuestras vidas.

 Epicondilitis: coloquialmente se conoce como síndrome del codo de tenista. Consiste en la inflamación del epicóndilo (relieve en la zona externa del codo), en la que se inflaman las secciones tendinosas. Son los músculos del antebrazo los que provocan esta lesión por su implicación, es decir, se produce por un uso constante de la musculatura del brazo. Debido a este sobreesfuerzo, el tejido sufre daños y roturas por lo que se inflama. A pesar de que se produce con mucha frecuencia entre los tenistas, no son los únicos que la sufren. Cualquier movimiento en el que la muñeca esté adoptando una postura forzada como desatornillando, escurriendo la fregona o las malas posturas adoptadas frente al ordenador, pueden derivar en un codo de tenista.

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 Síndrome del túnel carpiano: es una dolencia producida por la inflamación y la presión en el interior del túnel formado por el carpo y el ligamento carpiano transverso en la muñeca, donde se encuentran diversos tendones y el nervio mediano. Consiste en un atrapamiento de este nervio a nivel de la muñeca. Pueden aparecer diversos síntomas, entre ellos, insensibilidad, hormigueo y dolor e el brazo, la mano y los dedos. Se puede corregir con cirugía creando un mayor espacio para el nervio y disminuir así la presión sobre el mismo.

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 Tendinitis de D’Quervanine:

también llamada tenosinovitis de Quervain. Es

una situación de irritación o inflamación de los tendones de la muñeca en la base del pulgar. Esta inflamación causa que el compartimento o túnel que rodea el tendón se agrande aumentando considerablemente su tamaño, haciendo por tanto que los movimientos del pulgar y la muñeca resulten dolorosos. Realizar acciones como agarrar un objeto o apretar el puño pueden ser muy dolorosas cuando se padece tendinitis de Quervain. Para obtener una mejora de esta dolencia es recomendable la utilización de una férula para descansar el pulgar y la muñeca. También puede ser necesario tomar medicamentos anti-inflamatorios. Cuando los síntomas son graves, debe recurrirse a la cirugía.

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Riesgos asociados al desarrollo de desórdenes musculoesquéticos (realizados por más de dos horas en un turno de trabajo) 1. Realizar el mismo movimiento. Si no se realiza un descanso a las dos horas, la recuperación es cada vez más difícil. 2. Partes del cuerpo en posturas fijas o peligrosas. 3. Utilización de herramientas que produzcan vibraciones. 4. Grandes esfuerzos físicos. 5. Levantamiento manual frecuente o con sobreesfuerzo.

1.2. Factores asociados a los trastornos musculoesqueléticos de las extremidades superiores. La mayoría de los estudios confirman que la acción combinada de varios factores es lo que aumenta la predisposición a sufrir trastornos musculoesqueléticos (TME). Algunos son fáciles de determinar como puede ser, la asociación entre el peso de la carga y el riesgo de lesión dorso-lumbar, y otros más complicados como los TME de las extremidades superiores.

 Factores asociados a los TME: o Postura: mantener posturas incorrectas favores el desarrollo de TME. La postura nunca debe favorecer la sobrecarga del músculo o los tendones, la sobrecarga de las articulaciones por su asimetría (mantener inclinada la cabeza o la espalda) y no debe ser estática por un periodo largo de tiempo. o Fuerza ejercida: la fuerza empleada para realizar una contracción muscular importante, vendrá acompañada de una disminución de la circulación sanguínea de la zona originando por tanto fatiga muscular. o Repetitividad de los movimientos: de igual forma que con la fuerza ejercida, cuanto más repetido sea un movimiento mayor esfuerzo se le exigirá al músculo, aumentando originado también fatiga muscular.

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o Tiempo de recuperación: si no se dispone de un tiempo para recuperarse tras un trabajo estático prolongado y excesivo, se pueden debilitar las articulaciones, ligamentos y tendones. En los trabajos dinámicos los músculos son más resistentes a la fatiga así como a las posibles lesiones.

 FACTORES QUE INCREMENTAN EL RIESGO (en asociación a los anteriores). o Temperaturas frías: el trabajo del músculo se ve ralentizado por las bajas temperaturas haciendo que se emplee más fuerza para agarrar los objetos. o Uso de herramientas que producen vibración: el uso de herramientas que vibran origina también que se ejerza una fuerza excesiva en su agarre incrementando los TME. o Utilización de guantes: los guantes, en ocasiones, dificultan el agarre de los objetos por lo que se aprieta con más fuerza la mano para poder cerrarla con la consecuente fatiga muscular.

 FACTORES QUE PODRÍAN FAVORECER LOS TME (sin determinar de forma precisa) o Duración de la exposición. o Trabajo muscular estático. o Uso de las manos para trabajar.

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1.3. Estatismo postural. En muchas ocasiones, la relación del trabajo supone el mantenimiento prolongado de una misma postura por largo tiempo. Esta situación conlleva problemas circulatorios que con el tiempo podrían derivar en trastornos musculoesqueléticos. Se considerará que una postura es estática dependiendo de la intensidad de la contracción muscular. Cuanto mayor sea el ángulo que tengan que mantener las articulaciones, es decir, cuanto más forzada sea la postura mantenida, menor será el tiempo que podremos mantenerla.

Posición incorrecta frente a una pantalla de visualización de datos.

Cuando se trabaja con posturas estáticas, debe hacerse pequeñas pausas que permitan el cambio de postura y, por tanto, recuperarse de la fatiga muscular. Es preferible realizar pausas cortas (de unos minutos o segundos) y frecuentes que pausas largas pero realizadas tras varias horas de trabajo.

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2. Análisis de la situación en la empresa. Trabajar en posturas incorrectas, realizar movimientos repetitivos, utilizar mobiliario no adaptado, etc., así como manipular de forma indebida cargas pesadas durante largos periodos de tiempo, pueden dar lugar a la disminución de la capacidad física. Debemos analizar la situación en la que desarrollamos nuestro trabajo en la empresa para conocer si riesgos que podremos sufrir y las medidas preventivas a llevar a cabo. ¿Adopta posturas incorrectas o posturas estáticas durante más de dos horas cuando está sentado? ¿Son las mesas adecuadas para la realización de su trabajo de forma satisfactoria? ¿Tiene la pantalla de visualización de datos, el teclado, el ratón y el atril de documentos situados de forma que no se sobre carguen los músculos de la espalda, brazos y cuello? ¿La silla de trabajo tiene un diseño eficiente (regulable, con 5 puntos de apoyo, etc.)? ¿Dispone de reposapiés antideslizante? ¿Realiza tareas en las que tiene que manipular cargas pesadas o en las que tenga que adoptar posturas forzadas en alguna parte de su cuerpo? Si ha respondido afirmativamente a alguna de estas cuestiones, es necesario que conozca las situaciones de riesgo que está padeciendo y sus medidas de prevención.

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2.1.

Los riesgos derivados de la carga física.

Es uno de los temas típicos en el estudio de la ergonomía. Existen procedimientos y criterios para realizar su evaluación, pero no todos los tipos de trabajo físico resultan sencillos de evaluar, como puede ser el trabajo estático o el que es realizado utilizando una pequeña masa muscular, por ejemplo, la de las manos.

2.1.1. Definición de Carga Física. El cuerpo humano está constantemente realizando trabajos físicos, tanto en el entorno laboral como en el personal, como puede ser: mantener la postura del cuerpo, desplazarnos, transportar objetos, etc. Para satisfacer estas demandas, se activan en nuestro cuerpo complejos mecanismos (cerebro, sistema nervioso, pulmones, corazón, vasos sanguíneos y músculos) que finalizan en la contracción muscular. La respuesta obtenida es lo que denominamos CARGA FÍSICA DE TRABAJO y depende de la capacidad física de cada persona.

Podemos definir la Carga Física de Trabajo como el conjunto de requerimientos psico-físicos a los que el trabajador se ve sometido a lo largo de la jornada laboral.

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2.2.

Tipos de contracciones musculares.

Como habíamos visto en el apartado anterior, el cuerpo humano se encuentra en constante movimiento, por lo que, para satisfacer estas demandas físicas, los músculos están obligados a estirarse y contraerse rítmicamente. Este tipo de contracción muscular, en la que el músculo cambia longitud constantemente, se denomina isotónica (iso, igual; tónica, tensión).

El ejercicio o trabajo realizado con este tipo de contracción se conoce como dinámico ya que implica movimiento.

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Cuando la contracción muscular implica mantener la postura durante un periodo de tiempo, como puede ser con una postura determinada o ejerciendo una fuerza (sosteniendo un peso por ejemplo), se la denomina isométrica (iso, igual; métrica, longitud) y el trabajo o ejercicio derivado se conoce como estático ya que implica la falta de movimiento.

La realización de un trabajo estático, como puede ser el realizado por un camarero durante el tiempo que sostiene la bandeja, implica que la contracción prolongada de los músculos involucrados en esta acción compriman los vasos sanguíneos, lo que provoca un menor aporte de sangre a los músculos contraídos (también se ven afectados los huesos y articulaciones de la zona), de modo que llegará muy poca cantidad de nutrientes y oxígeno, necesarios para realizar el trabajo muscular. A partir de aquí es cuando aparece la fatiga muscular, limitando el mantenimiento de la contracción.

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2.3.

Evaluación del trabajo estático.

Realizar un análisis de las actividades o trabajos estáticos es más complicado que en el caso de las actividades dinámicas, ya que no se ha encontrado en las primeras un parámetro que las describa con precisión. Como ya se ha visto anteriormente, las actividades estáticas afectan a poca masa muscular, como puede ser la de las extremidades superiores. Existen métodos objetivos para la estimación de la carga de un trabajo estático como pueden ser las técnicas biomecánicas, electromiografías (para medir la actividad del músculo) y mediciones de los ángulos articulares entre otros. Como métodos subjetivos se emplea el registro del grado de fatiga o dolor muscular sentido por el trabajador. La fatiga muscular tiene síntomas que se pueden identificar (debilidad, pérdida de fuerza, etc.) por lo que la valoración de la misma por parte del trabajador, es muy importante. Se determinan a partir de un cuestionario en el que se va preguntando que síntomas se han presentado y qué grado de dolor alcanzan.

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Bibliografía.

PRADO LEÓN, L. (2006). Ergonomía y Lumbalgias Ocupacionales. Universidad de Guadalajara (México).

RUIZ NARANJO, M. (2010). Introducción a la Ergonomía Laboral. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.