Manuel Arranz

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nº 30 septiembre de 2010

Revista oficial de la plaza de toros de Las Ventas

TINÍN: “Tardé veinte años en perdonar a mi padre” MANUEL ARRANZ, Acento Charro MIRADAS: Alberto Roldán

RAPPEL: “El que no vibra con una corrida de toros es que no tiene sangre”

REPORTAJE: A. Gómez Peinado, el veterinario trashumante UNIDOS POR EL DESTINO: Aparicio y Litri

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SUMARIO nº 30 • septiembre de 2010 nº 30 septiembre de 2010

Revista oficial de la plaza de toros de Las Ventas

TINÍN: “Tardé veinte años en perdonar a mi padre” MANUEL ARRANZ, Acento Charro MIRADAS: Alberto Roldán

RAPPEL: “El que no vibra con una corrida de toros es que no tiene sangre”

6 REPORTAJE: A. Gómez Peinado, el veterinario trashumante

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UNIDOS POR EL DESTINO: Aparicio y Litri

Ilustración de Portada: Sol y Sombra.

Obra de Alfonso Giménez, presentada al Concurso de Carteles Taurodelta 2010.

Edita: Taurodelta S.A. - C.I.F. A20620456

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Dirección: José María Baviano, b+c Comunicación. byc@byc1.com Coordinación y edición: b+c Comunicación. byc@byc1.com Redacción: José Ignacio de la Serna, Juan Pelegrín y Javier Bajo. prensa@taurodelta.es.

Tfno: 91.356.22.00. Ext. 241 y 224.

Fax: 91.361.43.43.

Noticias Taurodelta Temporada Taurina Protagonistas: Juan Pablo Sánchez

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Miradas: Alberto Roldán

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Biblioteca Taurina

Entrevista con: Rappel Reportaje: Sani-Lidia Entrevista con: Tinín Clásicos ganaderos en Las Ventas: Arranz

Unidos por el destino: Aparicio y Litri

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Colaboradores en este número: Laura Tenorio, Joaquín López del Ramo, David Plaza, Juan Miguel Sánchez Vigil, Manuel Durán y Paloma Aguilar.

Diseño, Producción e Impresión: Imprimex® c/ Urano, 13.

28936 Móstoles. MADRID. Tel.: 91 685 28 65 www.imprimex.es Maquetación: Javier Jiménez de Molina.

Publicidad: Taurodelta, S.A.

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Plaza de Las Ventas

Visítenos en la web: www.las-ventas.com

Depósito legal: M-10844-2007

Puede acceder a los contenidos de todos los números de la revista en www.las-ventas.com Información sobre actualidad y actividades en la Plaza de Las Ventas: 902 1931 66

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NOTICIAS Departamento de Comunicación de Taurodelta

La Comunidad de Madrid concede la prórroga a Taurodelta

Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid.

El Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid decidió, el pasado 2 de julio, tras reunión del consejo, que la empresa Taurodelta continúe un año más como gestora de la plaza de toros de Las Ventas. De esta forma, la sociedad encabezada por José Antonio Martínez Uranga y su hijo Manuel Martínez Erice seguirá al frente de la plaza más importante del mundo durante la temporada de 2011. Finalizado este periodo, la plaza saldrá de nuevo a concurso.

Como escritor, ha publicado una biografía del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez en 1997 y, en el año 2003, un ensayo sobre la prematura muerte de grandes ídolos o artistas, ‘Murieron tan jóvenes’.

Carlos Abella, nuevo Director Gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid El economista, periodista y escritor catalán Carlos Abella fue nombrado el pasado 29 de julio Director Gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid. Sustituye en el cargo a José Pedro Gómez Ballesteros quien, tras diez años en dicho puesto, pasará a ser consejero de vicepresidencia del gobierno autonómico en materia taurina y cultural.

Carlos Abella ocupó el nuevo cargo en un momento delicado por coincidir su nombramiento con la votación en Cataluña, donde se aprobó la abolición de las corridas de toros en la comunidad. Asimismo, llega con la necesidad de enfrentarse a retos como la elaboración de un nuevo pliego de condiciones para la adjudicación de la plaza de Las Ventas en 2012.

El nuevo Director del Centro de Asuntos Taurinos de la capital nació en Barcelona, tiene 62 años y es licenciado en

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Su relación con la tauromaquia es extensa: es miembro del Consejo Taurino de la Comunidad de Madrid. Además, ha publicado libros como ‘Historia del toreo’ (1992), biografías de los matadores de toros Paco Camino (1994) y Luis Miguel Dominguín (1995), el ensayo ‘La influencia del lenguaje taurino en el coloquial’ (1996), ‘De Manolete a José Tomás’ (2007) y en 2008 ‘José Tomás, un torero de leyenda’.

mitidos por diecinueve periodistas especializados, publicados en medios de comunicación europeos y americanos.

El premio a la mejor fotografía fue para Luis Vega García por una de las imágenes de su trabajo titulado Días de Gloria y Dolor, publicado en taurovega.com. El jurado premia la exclusividad periodística de la imagen y la fuerza simbólica que sugiere. La imagen evoca uno de los momentos que marcaron más intensamente las mencionadas ferias.

Telemadrid y Luis Vega, ganadores de los premios periodísticos Taurodelta 2010 La cadena autonómica Telemadrid y el fotógrafo Luis Vega fueron declarados ganadores de los Premios Periodísticos Taurodelta 2010, según el fallo del jurado producido el pasado 20 de julio en la Plaza de Las Ventas.

En el caso de Telemadrid el jurado reconoció la intensidad informativa producida por la cadena de televisión autonómica, su excepcional dedicación a la información taurina durante las Ferias de San Isidro y Aniversario (tres espacios informativos diarios), así como la calidad del trabajo desarrollado por un amplio equipo de profesionales.

A este premio, dotado con 4.000 euros, se presentaron trabajos informativos re-

A este premio, dotado con 2.500 euros, se presentaron 31 originales de 11 fotógrafos.

El verano de los alumnos de la Escuela Taurina de Madrid La Escuela Taurina de Madrid sigue su curso con la colaboración de la empresa Taurodelta, en la organización de sus festejos de verano.

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Para los meses de agosto y septiembre la Escuela Taurina reseñó unos cuantos festejos sin picadores en Collado Mediano, San Martín de Valdeiglesias, Campo Real y Valdilecha, entre otros muchos, donde destaca la presencia de los novilleros más aventajados como Fabio Castañeda, Luis Gerpe y Álvaro Montalvo, entre otros.

En cuanto a las clases prácticas, durante el mes de septiembre los alumnos actuarán en El Álamo, Becerril de la Sierra, Bouján (Francia), Tielmes, Málaga, Albacete y Murcia, donde tienen cerrada sus comparecencias los alumnos Gonzalo Caballero, David Garzón, Jorge Isiegas y David González, entre otros.

Luis Miguel Sánchez, ganador del concurso de carteles de Colmenar Viejo Luis Miguel Sánchez, con una obra sin título, homenaje a José Cubero Yiyo, fue el triunfador del concurso de carteles convocado por Taurodelta para anunciar la Feria de Colmenar Viejo. José Ramón Lozano y Samuel Sieteiglesias fueron finalistas. El concurso, convocado el pasado 23 de junio, está dotado con 1.500 € a un único ganador.

El jurado, compuesto por representantes de Taurodelta, Ayuntamiento de Colmenar y Peñas Taurinas locales, se reunió el pasado 25 de julio en la Casa de Cultura de la ciudad para fallar este premio al que se presentaron un total de 20 originales de 15 artistas.

La Feria de Colmenar Viejo 2010, compuesta por cuatro corridas de toros, una novillada con picadores y una novillada sin picadores, se celebra entre el sábado 28 de agosto y el jueves 2 de septiembre.

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TEMPORADA 2010

Fotos: Juan Pelegrín

Reseña del 4 de julio

Temporada 2010

La terna se estrella con la corrida de Guardiola ANTÓN CORTÉS: Silencio y silencio.

AMBEL POSADA: Silencio en su lote.

JAVIER CORTÉS: Silencio y silencio.

SE LIDIARON SEIS TOROS DE LOS HEREDEROS DE GUARDIOLA FANTONI. 1º Nº 102, Nativo, negro bragado, 507, 3/05 • Palmas 2º Nº 15, Lucho, negro, 527, 3/06 • Silencio 3º Nº 44, Pinchazo, negro bragado corrido, 515, 2/06 • Silencio 4º Nº 39, Camellero, negro bragado, 549, 11/05 • Silencio 5º Nº 5, Organisto, negro bragado meano, 528, 3/06 • Pitos 6º Nº 88, Pincha-manos, negro, 564, 8/05 • Silencio

Excelente natural de Javier Cortés.

El poco motor de la corrida de Guardiola Fantoni frustra las esperanzas de los tres matadores. Javier Cortés robó algunos lances a su lote mientras que Antón Cortés y Ambel Posada pudieron hacer poco más que demostrar su voluntad. Javier Cortés fue enganchado por su primero sin que sufriera heridas.

Reseña del 9 de julio

Ciclo de Promoción de Novilleros

Vuelta al ruedo para Miguel de Pablo en tarde accidentada; Manuel Larios, herido MANUEL LARIOS: Cogido por su primero.

NICOLÁS LÓPEZ EL NICO: Silencio con un aviso tras el arrastre de cada uno de los cuatro novillos que mató.

MIGUEL DE PABLO: Silencio y vuelta al ruedo tras un aviso.

SE LIDIARON CINCO NOVILLOS DE LOS HEREDEROS DE PILAR MARTÍNEZ (UNO MÁS DEVUELTO) Y UN SOBRERO DE MIRANDA Y MORENO (4º).

1º Nº 19, Misterioso, negro chorreado, 460, 1/07 • Silencio 2º Nº 28, Esparterino, negro listón, 494, 1/07 • Silencio 3º Nº 20, Cesterito, negro listón, 461, 12/06 • Silencio 4º Nº 51, Mermadillo, castaño, 485, 8/06 • Ovación 5º Nº 41, Penitente, negro, 452, 12/06 • Silencio 6º Nº 40, Blanquito, negro bragado meano, 450, 12/06 • Silencio

Reseña del 18 de julio

La novillada empezó con la desafortunada cogida de Manuel Larios que fue herido en la mandíbula de fea manera sin dar un capotazo. Más tarde, durante la lidia del cuarto, Miguel de Pablo fue cogido aparentemente sin consecuencias graves pero minutos más tarde debió ser ingresado en la enfermería. De Pablo se quedó muy cerca de tocar pelo en esa faena pero los repetidos fallos con el descabello se lo impidieron.

Nicolás López El Nico tuvo que encargarse de la lidia y muerte de cuatro novillos acreditando siempre voluntad y oficio. A pesar del parte médico, la novillada de los Herederos de Pilar Martínez destacó por su nobleza aunque algo falta de casta.

Ciclo de Promoción de Novilleros

Saludos de Gómez del Pilar y Miguel Cuartero GÓMEZ DEL PILAR: Saludos y silencio con un aviso.

MIGUEL CUARTERO: Saludos y silencio con un aviso.

ALBERTO ESCOBAR: Silencio tras dos avisos y silencio.

SE LIDIARON SEIS NOVILLOS DE CONDE DE MAYALDE. 1º Nº 79, Hortelano, castaño, 452, 11/06 • Palmas 2º Nº 30, Segurito, castaño salpicado, 510, 11/06 • Palmas 3º Nº 62, Boticario, colorado chorreado, 493, 1/07 • Pitos 4º Nº 39, Guardamonte, castaño bragado, 475, 11/06 • Pitos 5º Nº 81, Buzonero, castaño bragado axiblanco, 460, 1/07 • Silencio 6º Nº 35, Adornado, castaño litón, 526, 8/06 • Silencio Recibo con el capote de Gómez del Pilar.

Gómez del Pilar y Miguel Cuartero saludaron a la muerte del primer y segundo novillo. Gómez del Pilar destacó con el capote y en el inicio de su primera faena, que fue perdiendo algo de tono. Mató mal y perdió la posibilidad de conseguir algún trofeo. Miguel Cuartero ejecutó una eficaz estocada para rematar su labor ante el segundo. Alberto Escobar evidenció su voluntad aunque tuvo problemas para terminar con el tercero. Los dos primeros utreros del Conde de Mayalde tuvieron un comportamiento notable.

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RESEÑAS

Reseña del 25 de julio

Ciclo de Promoción de Novilleros

Oreja para Juan Pablo Sánchez; Espaliú, herido leve JUAN PABLO SÁNCHEZ: Oreja y vuelta al ruedo.

PATRICK OLIVER: Silencio en su lote.

ANTONIO ESPALIÚ: Silencio y silencio.

SE LIDIARON SEIS NOVILLOS DE EL MONTECILLO. 1º Nº 84, Puntero, negro, 445, 10/06 • Palmas 2º Nº 40, Carbonerito, castaño bragado meano axiblanco, 441, 11/06 • Silencio 3º Nº 44, Despiste, negro, 460, 8/06 • Silencio 4º Nº 48, Pocasbromas, castaño, 448, 9/06 • Palmas 5º Nº 80, Chaparro, negro listón, 462, 11/06 • Palmas 6º Nº 66, Odioso, castaño bragado meano corrido, 486, 2/07 • Silencio

Profundidad en el muletazo de Juan Pablo Sánchez.

El mexicano Juan Pablo Sánchez dejó una magnífica imagen en su presentación en Las Ventas. Le cortó una oreja al brusco primero con una faena en la que anduvo muy firme. Pudo cortar también una del cuarto, pero su labor no terminó de coger el vuelo que anunciaban las primeras tandas en las que toreó con hondura. Antonio Espaliú tuvo algunos detalles, sobre todo con el capote y sufrió una violenta cogida al matar al sexto que lo tuvo durante unos segundos a su merced con las astas rondando la cabeza del novillero. El pronóstico de sus heridas fue “leve”. Patrick Olivier tuvo poca suerte con su lote.

Reseña del 1 de agosto

Ciclo de Promoción de Novilleros

Damián Castaño a la final a pesar de la espada LUIS MARTÍN MUÑOZ: Saludos y saludos con un aviso.

JUAN CARLOS REY: Silencio con un aviso y vuelta al ruedo.

DAMIÁN CASTAÑO: Saludos y silencio.

SE LIDIARON SEIS NOVILLOS DE JAVIER MOLINA. 1º Nº 7, Bayunco, negro mulato listón, 467, 12/06 • Silencio 2º Nº 46, Zapatero, negro listón, 451, 2/07 • Silencio 3º Nº 40, Crujía, negro, 450, 12/06 • Palmas 4º Nº 14, Buenavista, castaño, 465, 12/06 • Palmas 5º Nº 13, Gandul, castaño, 483, 2/07 • Silencio Larga cambiada de Damián Castaño.

6º Nº 47, Desmoñada, negro, 487, 2/07 • Silencio La última de las clasificatorias se celebró con un interesante encierro de Javier Molina que tuvo en el tercero y el cuarto a sus mejores ejemplares. Todos los novilleros pudieron cortar algún trofeo pero los fallos con la espada se lo impidieron. Juan Carlos Rey dio una vuelta al ruedo a la muerte del quinto por una faena con detalles de clase en su toreo. Damián Castaño impactó con sus tres largas cambiadas de rodillas de presentación para plantear luego una intensa labor sobre la mano izquierda. Luis Martín Núñez tuvo una buena actuación ante sus dos novillos sin que pudiera terminar de redondearla.

Reseña del 8 de agosto

Final del Ciclo de Promoción de Novilleros

Juan Pablo Sánchez, ganador del Certamen; Damián Castaño, herido grave JUAN PABLO SÁNCHEZ: Saludos, una oreja y palmas.

DAMIÁN CASTAÑO: Saludos. Fue herido de carácter grave por su primero al entrar a matar.

ANTONIO ESPALIÚ: Silencio con un aviso y silencio.

SE LIDIARON SEIS NOVILLOS DE MONTEALTO. 1º Nº 19, Mayoral, negro salpicado listón, 525, 11/06 • Palmas 2º Nº 38, Caramelo, negro salpicado bragado meano, 490, 2/07 • Palmas 3º Nº 54, Lujoso, jabonero, 496, 3/07 • Pitos 4º Nº 7, Caracolo, negro listón, 476, 12/06 • Ovación 5º Nº 46, Colgado, negro bragado listón, 472, 9/06 • Pitos Juan Pablo Sánchez, paseando el trofeo.

6º Nº 5, Calabaza, negro listón, 494, 9/06 • Palmas El novillero mexicano Juan Pablo Sánchez fue considerado por el jurado el ganador del certamen de novilladas de promoción de Las Ventas al cortar una oreja al cuarto de la tarde. Sánchez mostró mucho oficio y valor como armas fundamentales para alzarse con el premio. Su efectividad con la espada también le ayudó a cortar el trofeo. Damián Castaño fue cogido dos veces entrando a matar al segundo y fue herido de gravedad en el muslo derecho después de una faena de mucho mérito a un gran novillo. Antonio Espaliú dejó marcas de clase, sobre todo con el capote, pero no contó con un buen lote.

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TEMPORADA 2010

Fotos: Paloma Aguilar

Reseña del 15 de agosto

Festejo de La Paloma

Vuelta al ruedo con sabor a oreja para Víctor Puerto VÍCTOR PUERTO: Vuelta al ruedo y palmas con un aviso.

JOSÉ LUIS MORENO: Silencio y silencio con dos avisos.

CÉSAR JIMÉNEZ: Silencio y saludos.

SE LIDIARON CINCO TOROS DE TOROS DE CORTÉS Y UNO DE VICTORIANO DEL RÍO (3º) 1º Nº 139, Garañito, negro, 557, 10/05 • Ovación 2º Nº 154, Cigarrero, negro salpicado, 537, 12/05 • Pitos 3º Nº 104, Despensero, negro listón bragado meano, 550, 1/05 • Pitos 4º Nº 170, Listón, negro salpicado, 542, 12/04 • Silencio 5º Nº 159, Malvarroso, negro bragado meano, 593, 9/04 • Palmas 6º Nº 137, Cupletero, negro, 562, 11/05 • Palmas Víctor Puerto cuajó una buena tarde en su vuelta a Las Ventas. Especialmente con el primer toro, se le vio templado y con las ideas claras. Sus mejores pasajes llegaron con el capote y toreando a ese primero por el pitón derecho. La corrida de Toros de Cortés tuvo altibajos aunque varios ejemBello remate de Víctor Puerto. plares sacaron mucha nobleza. César Jiménez logró conectar con el público durante la lidia del sexto en la que logró algunos momentos brillantes. Falló con la espada. José Luis Moreno no terminó nunca de confiarse con sus toros.

Reseña del 22 de agosto

Temporada 2010

Vuelta al ruedo de Encabo; buena impresión del confirmante Javier Solís LUIS MIGUEL ENCABO: Vuelta al ruedo y silencio.

ALEJANDRO AMAYA: Silencio en su lote.

JAVIER SOLÍS: Confirmó. Saludos y silencio con un aviso.

SE LIDIARON SEIS TOROS DEL CONDE DE LA MAZA. 1º Nº 14, Fatuitono, castaño, 530, 11/05 • Silencio 2º Nº 50, Limpio, negro listón, 575, 1/06 • Palmas 3º Nº 30, Garduno, castaño, 526, 11/05 • Silencio 4º Nº 41, Cubito, castaño oscuro, 532, 11/04 • División 5º Nº 46, Milano, negro listón bragado meano. 533, 1/06 • Silencio 6º Nº 44, Algarrobo, negro, 577, 10/04 • Silencio Encabo se reencontró en su plaza.

Luis Miguel Encabo dio la vuelta al ruedo tras una buena faena al mejor toro de un encierro bien presentado y correoso del Conde de la Maza. Encabo protagonizó su mejor tarde en Madrid de los últimos años disfrutando durante la lidia de su primero. Las buenas tandas con la izquierda le hicieron acreedor a una oreja que perdió con la espada. El confirmante Javier Solís hizo un gran esfuerzo con un lote muy complicado con el que nunca perdió la fe. Dejó una buena imagen. Alejandro Amaya, muy frío, no se entendió con sus toros.

Reseña del 29 de agosto

Ocho Naciones

Emilio Huertas da una vuelta al ruedo EL CALIFA DE ARAGUA: Silencio con un aviso y silencio.

ALEJANDRO ENRÍQUEZ: Saludos y silencio.

EMILIO HUERTAS: Silencio con un aviso y vuelta al ruedo tras aviso.

SE LIDIARON SEIS NOVILLOS DE EL RETAMAR. 1º Nº 61, Avechica, negro, 518, 12/06 • Silencio 2º Nº 75, Azor, negro, 498, 1/07 • Silencio 3º Nº 65, General, negro, 486, 12/06 • Pitos 4º Nº 78, Avecejo, castaño, 536, 2/07 • Silencio 5º Nº 80, Escarolo, melocotón, 521, 2/07 • Palmas 6º Nº 76, Burlador, negro bragado meano, 538, 1/07 • Palmas

Emilio Huertas hizo lo más destacado.

Emilio Huertas, que se presentaba, dio una vuelta al ruedo al arrastre del sexto en la primera novillada del Ocho Naciones. Huertas protagonizó el mejor trasteo de una tarde en la que sólo acompañó el último novillo del encierro de El Retamar. El Califa de Aragua lució con los palos mientras que Alejandro Enríquez, también nuevo en Las Ventas, apenas pudo dejar algún detalle. Magnífica tarde del banderillero José Otero con los palos y con el capote.

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PROTAGONISTAS

Ciclo de Novilladas Nocturnas

Juan Pablo Sánchez: “No fue fácil, pero siempre confié en mis posibilidades”

El mexicano Juan Pablo Sánchez fue proclamado triunfador del Certamen de Novilladas Nocturnas celebrado en la plaza de toros de Las Ventas.

La final tuvo lugar el pasado 8 de agosto y en ella Juan Pablo Sánchez, Damián Castaño y Antonio Espaliú lidiaron novillos de Montealto.

Texto: Javier Bajo Flores Foto: Juan Pelegrín

J

uan Pablo Sánchez fue declarado triunfador del ciclo al cortar una oreja en cada una de sus comparecencias. Tras conocer la noticia el novillero declaró sentirse “muy orgulloso” y, aunque sabía que conseguirlo no sería tarea fácil asegura que siempre confió en sus posibilidades.

La primera de sus comparecencias tuvo lugar el 25 de julio, con novillos de El Montecillo. En aquella ocasión ya dejó un gran sabor de boca. Le cortó una oreja a su primero tras una faena muy firme. Este triunfó le sirvió para clasificarse para la final donde estoqueó 3 novillos de Montealto, debido a la cornada que sufrió su compañero Damián Castaño.

Respecto a la final, el novillero valora así el comportamiento de los tres novillos

que estoqueó: “El primero fue engañoso, el primer muletazo lo tomaba bien, el segundo protestaba y, al tercero, no quería”.

Juan Pablo Sánchez asegura que a ese novillo “le faltó transmisión y a la gente la confundió, pensaban que era mejor de lo que fue”.

En cuanto al cuarto, considera que “fue un buen novillo, sobre todo por el pitón derecho”. Sin embargo, “por el izquierdo se acostaba más”. “El sexto fue muy malo nunca humilló, llevaba la cara por las nubes, no tuvo opción”.

Algo en lo que insiste el novillero en sus declaraciones es en la diferencia entre el comportamiento del toro mexicano y el español. ”Desde que llegué lo noté con las vacas, me arreaban mucho”. La embestida del toro español, “más brusca”, asegura, “va de más a menos, por lo que hay que aprovechar esas 20 arrancadas y aprove-

char esa transmisión para pegarle muletazos a gusto, eso es lo más bonito”.

El joven espada afronta los próximos compromisos “con mucha responsabilidad”. Es consciente de que el triunfo conseguido en Las Ventas le servirá para que su carrera reciba un ‘empujón’ importante, pero también provocará que la afición le exija estar a la altura de lo que fue capaz de hacer en Madrid. Sin embargo, asegura no asustarle ese reto, “Saldré a darlo todo cada tarde”.

A pesar de que ganó el Certamen, Juan Pablo no podrá actuar en la próxima Feria de Otoño –ese era el principal premio para el ganador– ya que el próximo 18 de septiembre de septiembre tomará la alternativa en el coliseo romano de Nimes. Enrique Ponce le cederá los trastos, en presencia de Sebastián Castella con toros de Victoriano del Río.

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La Mirada de…

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© Alberto Roldán.

Alberto Roldán Madrid, 1977

Texto: Juan Pelegrín

“El Cid se echó encima de mí y tuve yo mismo que sujetarlo. Eso sí, justo antes me dio tiempo a realizar esta toma. Me llegué a caer al suelo y pude ver a cámara lenta como un individuo me metía la mano en la bolsa para apoderarse de un objetivo. Me fue imposible hacer nada. Perdí una óptica pero al menos obtuve una buena imagen.

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Cosas que pasan”. Así recuerda Alberto Roldán la historia de esta fotografía de la primera Puerta Grande de El Cid en Madrid.

Un poco por resignación y bastante por convencimiento, el fotógrafo termina dando más valor a la imagen tomada que a los cientos de euros perdidos en el objetivo robado por uno de los pobladores habituales de la explanada de Las Ventas en las tardes que, como aquella, terminan en triunfo.

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© Antonio Heredia.

MIRADAS

Nació en Madrid en 1977.

Redactor gráfico del Periódico La Razón.

A los 9 años se interesa por la fotografía y en pocos años comienza a trabajar al entrar en contacto con diferentes fotógrafos profesionales.

A mediados de los años 90 se inicia en el ámbito de la fotografía de moda complementando su actividad profesional como fotógrafo de prensa.

Colabora con diferentes medios y agencias de comunicación hasta que en el año 1999 entra a formar parte de la plantilla del Diario La Razón.

Web: www.albertoroldan.com

cionados que quieren una fotografía del torero…”. De locos. O de apasionados.

Alberto Roldán descubrió a los nueve años la fotografía, una disciplina que, según sus palabras, le permitía “desarrollar mi faceta creativa a la vez que estar en contacto con aspectos de la vida diaria que te forman como persona”. Con esa visión, su profesión de fotoperiodista parece una elección bastante coherente.

Esa creatividad de la que habla se encuentra con el “ambiente de una tarde de toros, que es lo que realmente me fascina”, asegura Roldán. Intenta captar ese ambiente, sin olvidarse “de los momentos

Para Alberto Roldán en los toros hay “tensión, pasión y éxtasis, tres elementos que en pocas actividades se mezclan de una forma tan intensa”. Durante la lidia le gusta especialmente trabajar con focales largas que proporcionan “imágenes tan visuales que transmiten como ninguna otra la fuerza y la tensión que se produce en el arte del toreo”. Asegura que “hasta los no aficionados se sienten atraídos por ese tipo de imágenes de gran belleza porque los toros son tensión y fuerza, pero también color y contrastes”.

Alberto Roldán es un tipo inquieto, un fotógrafo que trata de explorar siempre nuevas vías a pesar de que haya cubierto cientos de veces el mismo espectáculo. Si una tarde de toros ven a un fotógrafo encaramado en algún lugar extraño o con un enorme objetivo disparando desde las alturas, posiblemente se trate de él. Sin desmerecer la lidia, faltaría más, obsérvenlo con atención porque estarán teniendo el privilegio de ver trabajar a un gran profesional que se lleva en su cámara un buen puñado de fotos únicas en cada festejo.

La Mirada de…

Esas puertas grandes, momentos de éxtasis de aficionados y toreros, son muy tensos para los reporteros encargados de llevarlas a las portadas de los medios debido a la gran cantidad de gente que se agolpa alrededor del torero. “No hay más que ver las imágenes históricas para ver la marabunta que se forma”, explica Alberto. Además de la masa y los carteristas hay otros agentes contra los que luchar, los del orden: “Nos tratan como a un aficionado más cuando se deberían dar cuenta de que nosotros somos el gran altavoz de las hazañas de los toreros en la plaza”. ¿Lo quieren más difícil todavía?

“Hoy en día cualquier persona con un teléfono móvil puede sacar fotos. Si ya es difícil vérselas con las fuerzas de seguridad, imagínense peleando con otros 300 afi-

A los toros llegó de la mano de José Tomás, una tarde de 2002. Antes trató de informarse “viendo todo el material gráfico taurino que le fue posible”, cosa que ha seguido haciendo más tarde, familiarizado ya con los toros porque no concibe “afrontar un trabajo taurino sin conocer algo de fotógrafos como Arjona, Canito, Yubero o Botán, así como de otros más recientes o extranjeros que han plasmado el arte del toreo”. Para Alberto Roldán “el conocimiento del trabajo realizado en épocas pasadas es una obligación para entender la evolución de la fotografía en un campo concreto. Es a partir del conocimiento de lo anterior –continúa– cuando uno puede zambullirse en el campo de la creatividad desde la inspiración propia consolidada con ese enriquecimiento visual anterior”.

previos a la fiesta en los que la tensión se palpa en las caras de los toreros ante la responsabilidad de dar todo lo mejor”. Se lamenta, eso sí, “de que a veces ese trabajo no es de gran interés para los diarios” aunque él insiste en esas tomas, la mayoría de las veces por pura satisfacción personal.

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ENTREVISTA

“El que no vibra con una corrida de toros es que no tiene sangre” 12

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Rappel Vive en el piso que Manolete compró para casarse con Lupe Sino y tiene su despacho en General Mola, 3 –hoy, Príncipe de Vergara–; o sea, en el santuario de toreros que fuera casa de los Bienvenida. No hace falta preguntarle, no; porque habla sin tregua, también sin atropellos, entreteniendo y paseándose por un siglo largo de historia familiar. El relato es como un retrato de la época, donde la afición por los toros siempre tuvo un lugar. Sorpréndanse porque el personaje de hoy es Rappel, el popular futurólogo; el de las túnicas, si lo prefieren.

Texto: Laura Tenorio Fotos: Constante

“Y

o vivía a las afueras de Madrid, en un chalet. Una mañana tuve un asalto a mano armada; cómo sería el asunto que creí que me estaban rodando una inocentada, con cámaras ocultas. No podía imaginar que aquello estaba pasando en mi casa.

Así que después del susto busqué piso en Madrid, quería algo desde donde viera muchos árboles, muchos jardines. Y encontré este piso, lo decoré y empecé a vivir en él. Un día, me crucé con una antigua clienta, porque yo había sido modisto durante 22 años, y me dijo: ‘Rappel, me he enterado que vives en la casa del torero. Has comprado el piso que mis padres –los dueños de las minas de Favero, León– compraron a doña Angustias, la madre de Manolete, que lo había heredado al morir su hijo en Linares. Como ella no iba a venirse a vivir a Madrid lo puso en venta. Después de nosotros lo tuvo un letrado y ahora lo tienes tú’. Y así fue porque efectivamente yo se lo compré a ese abogado. Y, fíjate, curiosamente tengo mi consulta en la casa donde vivieron los Bienvenida. Yo la conocí cuando no era el edificio que es hoy, sino la casa de ellos, de los Bienvenida. A Antonio lo traté mucho; su mujer –María Luisa– también era clienta mía. Porque, y te cuento, yo vivía en la calle Ayala, 50, esquina Núñez de Balboa; allí, además, tenía el taller y la casa de moda, donde presentaba mis colecciones. La casualidad quiso que en el piso 3º de ese inmueble viviera otro famoso torero: Luis Gómez “El Estudiante”, a su vez buen amigo de los Bienvenida. La mujer de El Estudiante y sus hijas eran igualmente asiduas clientas. Eso sí, la cliente más fiel que quiso que la vistiera hasta

”E

n este país hemos perdido el formar a los jóvenes, ése es el verdadero problema” que murió, después incluso de haber cerrado yo el taller, fue la madre del Rey, Doña María de las Mercedes, a quien vestí en fechas históricas como el día en el que su marido, el Conde de Barcelona, abdicó a favor de su hijo, el entonces Príncipe Don Juan Carlos”.

Pregunta | ¿Le hizo alguno para acudir a los toros?

Respuesta | Todos. Los trajes de chaqueta y los abrigos de verano que llevaba eran míos. Le gustaban los colores vivos, los estampados con flores y los lunares. Era como muy española en sus gustos y una gran aficionada.

Y usted, ¿desde cuándo es aficionado?

Mi bisabuelo era ingeniero de caminos, en los años 1870-1880, en la época en la que en los ruedos mandan Lagartijo y Frascuelo. Él tuvo cuatro hijos, tres hembras y un varón –mi abuelo–, que era un niño pijo de la sociedad de la época. Al morir su padre, el estatus de la familia cambió radicalmente, por lo que mi bisabuela lo tuvo que emplear como encargado en una de las sombrererías más exquisitas que había en Madrid, al lado del Retiro. Allí conoció a mi abuela, una niña bien, hija única, de una familia bodeguera de Valladolid. Tuvieron tres hijos, dos niñas que murieron de pequeñas y mi padre. Mi abuelo enviudó con 29 años. Al quedarse viudo y con un hijo —mi padre—, junto a su cuñado monta en Barcelona una peletería de lujo. Faltaban todavía algunos años para que comenzara la Guerra Civil. Cuando ésta estalló, los denunciaron, les quitaron todo y los metieron en la cárcel. Él, mi tío, era muy aficionado a los toros, también mi padre, pero sobre todo mi tío, Francisco Caíña; con él fui por primera vez a la Monumental, yo tenía 8 años y vivíamos justo enfrente de la plaza. Recuerdo ver allí a los Bienvenida, a Chamaco, a Aparicio, a Pedrés, Camino, El Viti… Ya más reciente, a Manzanares, Manuel Benítez “El Cordobés”, a Paquirri, de quien fui muy amigo; un par de meses antes de que muriera en Pozoblanco, cené con él y unos amigos en una casa particular. Me contó muchas cosas y me consultó otras. Con Victoriano Valencia siempre he tenido una gran amistad. A su mujer, Paloma, la conozco desde que ella tenía 14 años, porque su madre era clienta mía. Años más tarde fui a su boda con Victoriano, en la Iglesia de la Concepción de Madrid, todo un acontecimiento. Y poco después vi nacer a Palomita –la mujer de Ponce-, quien cuando estaba estudiando en Boston (USA) se vino a echar las cartas a mi casa.

Le dije que se iba a casar con un torero, joven y figura del toreo, que no era con el que entonces estaba saliendo. Y así fue, algo después me llamó para decirme que estaba hasta los huesos por Enrique. Ni qué decir que también estuve en su boda, en Valencia. ¿Qué tienen los toros que no tengan otros espectáculos?

Todo, pero es un espectáculo que hay que ver en la plaza, verlo por televisión ya no es lo

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ENTREVISTA

mismo. Ir a los toros es como un ritual: el protocolo social de conectar con los amigos, saludarles, ver el colorido que hay en la plaza, todo te va predisponiendo para el festejo, su plástica, su arte, su riesgo en distintos tercios, desde que se para al toro, se pica y se banderillea, hasta que el matador realiza su faena.

El espectáculo en sí es muy especial, diferente a todo. ¿Alguna faena que le haya dejado huella?

O prefiere que le cite a toreros que no ha nombrado y que seguro ha visto: Curro Romero, verbigracia.

Sí, le vi muchas veces y jamás en una tarde buena, de esas que decían que ponía a los tendidos de pie. Y que conste que le tengo todo el respeto. Con otros toreros sí que he vivido momentos así, por ejemplo con José Tomás. A lo mejor los entendidos me cuestionan esto, pero yo lo que miro en el toreo es aquello que me llega y Tomás es de los que me emociona, aunque quizá para otros sea un diestro suicida. Me acuerdo también de Luis Miguel Dominguín, que por su facha era una escultura y su toreo me encantaba. ¿De los actuales?

Ponce me gusta, es buen torero, lo hace todo muy bien, pero no me llega a emocionar. Todo lo hace demasiado fácil. Morante lo he visto tardes magníficas y otras en las que no quiso saber nada. Otro que me gustaba era Joselito. ¿Presenció la del 2 de mayo del 96?

Sí, sí. Fue una tarde fantástica, para el recuerdo. Pero el toreo tiene esa incógnita que hace que un día que en el cartel no aparezcan nombres de relumbrón, sin embargo te vayas de la plaza habiendo disfrutado un montón.

O bien, vas una tarde que prometía ser maravillosa y después no resulta tan maravillosa. Aún así, siempre me apetece volver al día siguiente.

Vamos, que la afición no la pierde. ¡Qué va! Voy a los toros allá donde esté. En Puerto Banús, en Sevilla, plaza que me fascina; en Valencia, en Madrid, donde esté.

”L

os toros son la Fiesta Nacional, se quiera o no se quiera, no pueden morir, son historia” ¿Cómo defendería los toros en Cataluña?

Vamos a ver, los toros son nuestra Fiesta Nacional. El problema es que en España no sabemos valorar lo nuestro, ni el arte, ni la cultura, ni la formación y, a veces, ni siquiera a las personas. En Francia eso no pasaría, allí a

sus estrellas se las respeta hasta el final de sus carreras y las tratan como verdaderos mitos; ahí está el caso de Edith Piaff. A ver quién se acuerda aquí de Raquel Meller, que murió en un Hospital de la Caridad en Barcelona y abandonada de la gente. Repito, aquí no se valora lo nuestro. Pero los toros vuelvo a decir que es la Fiesta Nacional, se quiera o no se quiera, no pueden morir nunca, son historia, son cultura, además de una profesión. Dime, el toro de no ser por los festejos taurinos, ¿para qué se criaría?, ¿para ponerle una correa y pasearlo como a un perrito de compañía? Vamos a ver, ¿no come la gente paté? ¿Qué pasa, que a las ocas no se las mata? Pues sí, después de hartarlas hasta que les reviente el hígado. Y todavía no he oído decir a nadie que coma paté que va a dejar de hacerlo. Más bien todo lo contrario, los snobs presumen que ellos degustan tal o cual paté que pagan a precios desorbitados. Y la gente que lleva bolsos, zapatos, abrigos o cinturones de piel ¿qué?, ¿es que no saben que los hacen sacrificando a muchos animales?

Por un segundo, sólo por un segundo, se toma un respiro. Después continúa, siempre en tono rayano a la indignación, sin que le falten razones.

“El que no vibra en una corrida de toros no tiene sangre, está muerto. Al que no le guste, pues que no valla, como hago yo con el fútbol, que me parece un juego de niños: doce tíos en calzoncillos corriendo tras un balón. Encima, se les pagan miles de millones metan o no metan gol. Y quieren criticar a los toros y a los toreos, ¡hombre, por Dios! En este país hemos perdido el formar a los jóvenes, ese es el verdadero problema. Aquí no se les enseña ni amor a los toros, ni amor por el teatro, ni por la zarzuela, ni siquiera por la copla, que es el sentir de todo un país, como debían ser los toros. ¡Es increíble!”.

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REPORTAJE

Antonio Gómez Peinado en plena sesión de trabajo.

El veterinario trashumante La A5 rompe la ciudad para mostrarnos el horizonte de este reportaje. Son las 08:00 h. Madrid lleva unos cuantos minutos sintiendo los azotes diarios de un tráfico insufrible. Todavía el día no asoma del todo, pero el perfume de esta mañana es de la misma marca que la de todas: eau de polución; una fragancia con gran predominio de los aromas que produce el monóxido de carbono. La espera se alivia leyendo un libro. Unos minutos después todo se revertirá, comenzando por el paisaje.

Texto y Fotos: David Plaza

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A

gran velocidad pasa por nuestros ojos el campo, en esta época del año ya fatigado de calor. Nos dirigimos en coche a un destino cuya última parada radica en Talavera de la Reina. La ciudad toledana donde el río Tajo ya se hace mayor y en la que perdió su vida José Gómez Ortega, Gallito –que no el alma, yerma mucho antes–, es uno de los epicentros ganaderos de toda España. Allí se encuentra el Mercado Nacional de Ganados, uno de los más antiguos de España.

Con más de 700 años a su espalda nació por edicto del Rey Sancho IV. En aquellos tiempos Talavera era para muchos un im-

portante cruce de caminos del centro de la península. Según cuentan, los guerreros que luchaban en la zona sureste de la España medieval subían a comprar caballos y Talavera era el punto de encuentro. Después se comerciaría también con ganado porcino, ovino, bovino y caprino.

LA TECNOLOGÍA LLEGA AL TORO BRAVO En pleno siglo XXI, la tecnología que tantas cosas ha mejorado y que otras tantas ha enterrado se ha aliado con este mercado.

No podía ser menos. Y servidos de los avances que ha proporcionado, los productores

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se afanan por mejorar sus explotaciones.

Ser más eficientes, esa es la cuestión. Recordemos que hubo un tiempo ya remoto en el que la ganadería se llevaba por ciencia infusa. Dice la Real Academia de la Lengua Española que este término se refiere a algo “recibido directamente de Dios” o que se trata de un “saber no adquirido mediante el estudio”. No hay mejor definición para resumir la actividad de los ganaderos Sin embargo, el don y la sabiduría hoy escasean. Sumidos en la comodidad, algunos han decidido amputar la reflexión y la discusión de todo asunto para quedarse con lo primero que caiga del magín. No ocurre lo mismo con quienes agarrados al método y a su aplicación han hecho que la veterinaria gane muchos adeptos a partir del último cuarto de siglo pasado. Poco a poco los veterinarios se fueron colando, primero, y estableciéndose, después, en las explotaciones ganaderas de las que ya hoy en día son insustituibles. Y es que los ganaderos de bravo nunca han sido ajenos al progreso, aunque sí muy precavidos. Con un ojo puesto en los sistemas de mejora del vacuno destinado a la carne, los criadores de reses bravas intuyeron por aquella ciencia infusa, a la que antes nos referíamos, que el toro podría mejorar también en sanidad y alimentación. Abrieron sus puertas e incorporaron en el día a día a los veterinarios. Hoy podemos decir que hay pocos ganaderos que no cuenten con el consejo, asesoramiento y trabajo de al menos un veterinario de campo.

ALBERTO Y ROMÁN, PASIÓN POR EL TORO DE LIDIA Con el propósito de rastrear hasta llegar a uno de ellos, viajamos hasta Talavera de la Reina. Allí encontramos a uno de esos hombres que no conocen el día o la noche, que

Realizando una ecografía a una yegua.

Ecógrafo y monitor.

ignoran el calor o el frío y que sus vacaciones tienen como destino velar por la salud y la mejora del rendimiento del ganado. En la ciudad toledana, a muy pocos metros del Mercado Nacional de Ganados, se encuentra uno de los mejores en ganado de lidia. Media hora después de ese amanecer en Madrid, nos aproximamos a nuestro destino marcado. Camino de Talavera, la Autovía de la Plata es el tráfago diario para estos dos jóvenes a los que acompañamos. Alberto y Román García son hermanos (27 y 25 años respectivamente) y licenciados en Veterinaria. El primero de ellos, Alberto, comenzó a estudiar Ingeniería de Montes, pero muy pronto la cabra en este caso le tiraría del monte y sin salir del campo se pasó a la misma licenciatura que cursaba su hermano. La decisión de ser veterinarios es algo que caía por su propio peso. Alberto y Román han convivido desde niños con la ganadería de su

familia, la de Román Sorando Herranz, y ese veneno se halla en los tuétanos de sus cuerpos. Terminados los estudios se propusieron aprender a pie de campo y desde hace unos meses su primera residencia la tienen en la explotación Sani-Lidia, situada en Talavera de la Reina. Trabajan con Antonio Gómez Peinado, personaje central de este reportaje.

ANTONIO GÓMEZ PEINADO, ESPECIALISTA EN TÉCNICAS REPRODUCTIVAS Una puerta metálica separa el asfalto de lo que va a ser a partir de ahora tierra, animales y laboratorio. Nada más entrar, un foso con agua limpia las ruedas de los coches. Es el primer protocolo exigido. En la misma entrada, a un lado, un cartel nos avisa de otras formalidades necesarias para acceder a la explotación. Hemos pasado el primer filtro y avanzamos unos cuantos metros más. Allí nos recibe una fachada de reciente creación de dos plantas de altura.

Esta finca lleva funcionando apenas cuatro años. Hasta entonces Antonio Gómez Peinado se había pasado 21 años trabajando en las ganaderías que reclamaban sus servicios. A bordo de su laboratorio móvil se movía por toda España. “Tenía un laboratorio fijo en Talavera”, dice. “Y la ley te permite trabajar con uno fijo y otro móvil”. Sin embargo, el centro de la ciudad donde estaba situado no le convencía del todo. Había que buscar un lugar adonde se llegara con mayor comodidad “y como una de mis hijas quería ser veterinaria”, cuenta, “decidí invertir el dinero que tenía ahorrado en montar estas instalaciones”. En el momento que se realizó este reportaje, en Sani-Lidia había dos hatos de vacas de encastes: Santa Coloma y Juan Pedro Domecq.

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REPORTAJE

SANI-LIDIA Por esta explotación pasan al cabo del año cientos de cabezas. Tanto trasiego de ganado hace que Antonio haya establecido poco a poco su lugar de acción aquí. Sólo el mes de agosto le da un poco de tregua, el resto de los meses es un ir y venir. Muchos deciden visitarlo, ya que en el centro veterinario se dispone de material necesario para la reproducción asistida así como de distinto material médico para diversos tratamientos. Mientras estábamos allí llegó un camión con un remolque del que bajaron a una yegua. Venían a hacerle una ecografía para saber cuándo comenzaba el celo. Tras realizarle la exploración, Antonio determinó que todavía faltaban unos días.

Pertenecían a ganaderías de primera línea adscritas a la Unión de Criadores y estaban allí para que les extrajeran óvulos con el fin de que esas ganaderías dispongan de ellos cuando quieran. Gracias a programas como estos cualquier raza puede mejorar ya que de los más sobresalientes reproductores se puede extraer simiente. En el caso del ganado de lidia es mucho más específico. Cada ganadería puede potenciar su vacada gracias a estas técnicas reproductivas.

EL URO En Sani-Lidia había también caballos pura raza y bovinos de otras razas: limousine, asturiana y hasta dos ejemplares de uro. Sí, como lo leen, dos descendientes de la raza uro. La historia de estas dos vacas viene de una de las visitas que hizo S. M. El Rey a Polonia. El presidente, en aquel entonces Lech Walesa, le regaló varios ejemplares de esta raza. Después Patrimonio las cedería al zoológico de Madrid y un buen día llamaron a Antonio para preguntarle si quería acoger a dos futuras inquilinas. Y como esto de la veterinaria tiene también mucho de ONG, hacia Talavera que fueron. Además de estas dos preciosas hembras, Antonio Gómez Peinado tiene dosis de semen y óvulos congelados de esta raza única. Y es que del uro (Bos taurus pimigenius) desciende el toro bravo. Habrá muchos que al leer esto se cuestionen la veracidad de que la raza uro siga existiendo. Recordemos que se dio por extinguida a mediados del siglo XVII; sin ser iguales, sin embargo estos ejem-

Pareja de vacas de raza Uro.

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Vaca de encaste Santa Coloma.

plares tienen grandes dosis de aquellos ancestros. Se sabe que en 1920, los hermanos Lutz y Heinz Heck, se propusieron “recrear” el Bos taurus primigenius. Estos dos alemanes, gracias a los cruces de distintas razas de ganado vacuno, intentaron sacar los rasgos más típicos de los uros. El resultado fue la aparición del “uro recreado”. Se trata de un animal hecho a menor escala que sus antepasados y comparando las litografías que se conservan de la época, la morfología de estas dos vacas no engaña.

Hacemos una pausa en el día para preguntarle a Antonio. Atrás quedan los cuatro primeros lustros de su carrera. “La vida del veterinario es muy dura”, confiesa. “En 20 años he gastado 20 coches. Cada año me hacía entre 150.000 y 160.000 Km.”. Su vida era todavía más exigente que la de un transportista. Antonio viajaba, desplegaba su laboratorio móvil y se volvía a casa. Así casi todos los días del año. Ahora Antonio sigue visitando fincas y fatigando los cuentakilómetros de los coches, pero cuenta con la ayuda de Alberto y Román. A veces ya no hace falta su presencia para que ellos visiten algunas fincas. Previamente Antonio les explica el trabajo que tienen que realizar.

A este equipo muy pronto se unirá una de sus hijas. De momento sigue cursando sus estudios, pero en la cara se le refleja ese amor indisoluble por los animales. Tiene ganas y puede presumir que desciende de uno de los mejores maestros que pudiera imaginar. Y es que la docencia es otro de los capítulos que Gómez Peinado abarca. Por Sani-Lidia todos los años pasan promociones enteras de alumnos matriculados en veterinaria por la Universidad Alfonso X El Sabio de la que es profesor. Realizan trabajo de campo, puro y duro. Comienzan a saber cómo actuar en la práctica y las largas jornadas que pasan en la clínica pueden decirse que tienen una actividad frenética. Antonio les enseña con el mismo entusiasmo que pone desde que comenzó en esto. No se guarda nada. Quiere transmitirles lo dura que era esta profesión cuando comenzó. E insistirles que ese espacio ganado por los veterinarios debe defenderse con uñas y dientes. “Empecé trabajando para los hermanos Lozano y entonces las cosas que hoy se hacen” eran inimaginables. A la pregunta de si le trataban por loco cuando proponía cosas parecidas por las que ahora le aplauden, la respuesta es clara: “claro que ocurría”. Todavía recuerda cómo la primera

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vez que fue a la finca de la ganadería “El Torreón”, que por entonces era propiedad de Felipe Lafita, al mayoral Isidoro Alonso no le cayó muy bien su visita. “Hoy es un buen amigo mío”, aclara, “pero que cuando me vio por primera vez allí, le oí que le dijo en voz baja a Felipe Lafita: don Felipe no diga usted que hay ahí un toro malo abajo que este tío es veterinario”. No había duda que los veterinarios en aquel entonces no tenían muy buena fama. “Todavía me acuerdo que comenzamos a vacunar las vacas de los Lozano dos veces al año. La gente decía que estábamos locos y ahora lo normal es que pasen entre cuatro y cinco veces por la manga”.

LOS LOZANO, PROMOTORES DE ANTONIO GÓMEZ PEINADO El primer contacto veterinario con el mundo del toro de lidia fue, como decíamos antes, con la familia Lozano. “José Luis quería inseminar unas vacas con unas dosis que le había regalado Álvaro Domecq y necesitaban un veterinario que supiese hacer esas cosas. A mí me llamaba mucho la atención el toro de lidia. Era una parte de nuestra profesión que estaba sin explorar. Llegaba de la universidad en la que había estado investigando con el tema de embriones y gracias a esos conocimientos empecé a trabajar”. Define a la familia Lozano como sus “promotores”. Hoy sigue trabajando para ellos porque confían en su trabajo a pies juntillas y además “son amigos”. “Me han dejado trabajar y hacer todo lo que he querido”, declara. Una plataforma que le llevó a trabajar después con varias ganaderías: “Joselito, El Ventorrillo, Juan José Rueda (vía Sotillo Gutiérrez) y con Fernando Domecq Solís”, entre otros. Este fue el “punto de partida para meternos en todos los campos”, afirma. “Ahora podemos decir que la mayoría de los ganaderos suelen preguntar cualquier tema veterinario cuando antes el veterinario no existía”, rebelar.

LA CONGELACIÓN DE LA BRAVURA 25 años después, Antonio Gómez Peinado es uno de esos nombres más pronunciados en el mundo de la veterinaria especializada en toros de lidia. Junto a otros compañeros de promoción han protagonizado un fabuloso desafío. Además de ganar todos esos espacios de credibilidad que se han venido relatando a lo largo de este reportaje, este grupo de cincuentones se han encargado de formar a gran parte de los profesionales que hoy vemos en el campo y por las plazas de toros. Pero la jornada en SaniLidia sigue. El día de momento ha dado

Dosis de semen en el tanque de Nitrógeno Líquido.

para ver algunos ejemplos de la actividad que ejerce Antonio Gómez Peinado junto a su equipo. Estamos dentro del edificio.

En la planta de abajo hay una parte del laboratorio y desde aquí se accede a las instalaciones en las que se trabaja con el ganado. Una manga conecta con unos corrales que hay abajo y que están por una parte techados, justo donde tienen el agua y la comida. El otro extremo de la manga termina en un pasillo por el que se reparten otros animales que ocupan varios cercados, también cubiertos por el lado donde se encuentran los comederos. En dos de estas cercas está el ganado de Santa Co-

loma y de Domecq. Pero lo que más nos sorprende es la música. Cuenta Antonio Gómez Peinado que los animales se relajan con el hilo musical. La radio sintonizada es Kiss FM, y a la vista de lo que pudimos comprobar funciona. La paz es total, tanto que en el laboratorio que hay al otro lado de la pared no se oye ni una mosca. Aquí dentro estamos rodeados de microscopios, ordenadores, frigoríficos… Y a unos pasos de esta estancia reposan unos enormes recipientes tapados de la misma manera que cierran las escotillas los submarinos. Antonio nos abre una estas cápsulas.

El nitrógeno líquido expulsa una cortina blanca. Gracias a que está casi a 200 grados bajo cero, el nitrógeno líquido conserva esperma y óvulos en unas condiciones óptimas. Aquí hay cientos de dosis, esperando a iniciar el ciclo de la bravura. Gracias a las expertas manos de Antonio y de otros veterinarios cualificados como él, las ganaderías pueden seguir disfrutando de animales que ya no están vivos. No es muy inhabitual ver cómo en el desolladero se cogen los testículos de un animal que ha dado un juego excepcional para llevarlos a Talavera. Si llegan en buenas condiciones (tienen que llevarse en una nevera a muy baja temperatura) Antonio podrá sacar más 100 dosis. Este es uno de tantos ejemplos del día a día de Antonio Gómez Peinado.

A nosotros nos falta espacio para seguir. Y a Antonio no le queda en ningún momento del año apenas tiempo para descansar. Es lo que tienen las pasiones que al final terminan absorbiendo todo tu tiempo. Lo mismo su familia no piensa lo mismo, pero el ganado duerme a pierna suelta sabiendo que hay tipos como él siempre atentos.

Embrión desarrollado visto a través del microscopio.

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ENTREVISTA

Tinín: “Tardé veinte años

en perdonar a mi padre” La vida no fue fácil para José Manuel Inchausti Tinín después de triunfar a lo grande en Madrid a finales de los años sesenta. Hasta en cuatro ocasiones lo sacaron a hombros de la Monumental de Las Ventas, con aires de galán y su sonrisa de chico malo. Pero luego, sin saber por qué, Tinín se dejó arrastrar por la noche, las mujeres y el alcohol.

Se retiró en dos ocasiones y otras tantas regresó. “Para hacer el gilipollas”, asegura. Hoy, soltero, rebelde e independiente, concibe la existencia como algo “cojonudo”, a pesar del sufrimiento y los desengaños. “Sólo hay que aprender a digerir las cosas”.

Texto: José Ignacio de la Serna Miró Fotos: Botán

Pregunta | La sonrisa de Tinín transmitía seguridad, optimismo, desenfado…

Respuesta | Porque me divertía en la plaza, sencillamente. Era lo que más me gustaba, torear, y todas las tardes salía a disfrutar. Pasaba miedo, por su puesto, pero donde me encontraba a gusto era delante del toro ¡joder! que para eso quería ser torero y figura, y lo fui un ratito. Yo siempre estaba feliz y contento en la plaza.

Pero es fácil perder la sonrisa en el túnel de cuadrillas.

Ya, pero como aprendí bien el oficio de chiquitito y me cuajé toreando novilladas sin picadores tenía una enorme seguridad en mí mismo. Sabía que podía con el toro, que es lo principal, y si a eso le añades afición y unas ganas tremendas de ser alguien en la profesión vas a la plaza con una confianza total. Soy una persona muy positiva y nunca pierdo el sentido del humor, que es algo fundamental para andar por la vida.

Hasta las trancas y feliz al mismo tiempo.

En eso consiste ser torero. ¿Quién le puso lo de Tinín?

Fueron las circunstancias. Como sabes, tengo un hermano mayor que yo, Faustino, que quiso ser torero y se anunciaba con el mismo sobrenombre, pero tuvo la fatalidad de que con apenas dieciséis años una espada rebotada se le clavó en la pierna, y tuvieron que amputársela. Fue en Burgos, en mayo de 1960. Aquel accidente tuvo una gran repercusión mediática y como entonces yo también quería ser torero las empresas y la gente de mi alrededor pensaron que sería una magnífica idea aprovechar el tirón y la popularidad de mi her-

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mano. Pero nunca me gustó, porque relacionaba el apodo con una desgracia familiar.

En los comienzos suele tenerse algún referente, ¿cuáles fueron los suyos?

A mí me ayudaron Andrés Vázquez y Santiago Martín El Viti. Se fijaron en mí porque me quedaba más quieto que un poste. Yo sabía que las vacas y los novillos eran sensibles al movimiento, así que sólo me preocupaba de quedarme quieto y de mover los engaños. Y como además conocía el toreo de salón, lo ejecutaba. Mira, el pilar fundamental del toreo, dejando gustos y conceptos estéticos a un lado, es el valor. Y el valor no se aprende, lo tienes o no lo tienes.

Algunos aseguran que toreando se adquiere valor.

No es verdad. Para adquirir valor toreando antes hay que tener una base de valor natural importante. Y si lo tienes, lo único que puedes aprender con el tiempo es la técnica. Pero en mi opinión, hay algo mucho más importante que la técnica, más que los toques, las alturas o cosas por el estilo, y es tener un profundo conocimiento del toro. Hay que adelantarse a sus reacciones, leer en sus ojos, ver con claridad las querencias, interpretar el movimiento de manos, orejas y hasta del rabo. Si no conoces al animal no puedes ser figura del toreo en la vida. Te lo aseguro. ¿Y cómo se aprende todo eso?

A base de volteretas, horas de reflexión y experiencia. ¿Cuál era el concepto de Tinín?

La interpretación y la ejecución dependen o están condicionados, incluso limitados, por la complexión física del torero. Influye la altura, la flexibilidad de la cintura, la longitud de brazos y piernas, la proporción… En mi caso, por lo explicado anteriormente, mi toreo fluía vertical. No me identificaba ni me sentía cómodo quebrando la cintura, forzando el muletazo. Pero es cierto que nunca fui un torero de clase. Era poderoso y templado. Muchos dicen que los toreros verticales no pueden ser figuras del toreo. Sin embargo, si repasamos la historia, a excepción de Juan Belmonte, los que han cambiado el rumbo del toreo han sido toreros verticales, de gran personalidad, como Manolete y El Cordobés.

Belmonte decía que se torea hasta con la cara.

Para determinadas cosas la cara de un torero es importante, porque el toreo además de emoción es estética. Y si no que se lo pregunten a los que van acompañados de una mujer a la plaza (risas). Que una mujer diga que un torero es guapo es importante, porque son ellas las que en ocasiones arrastran a los hombres a un tendido. Sólo tienes que ver la can-

tidad de señoras guapas que engalanan una plaza cuando torean determinados toreros.

Además, nunca van solas, salvo excepciones.

Van siempre acompañadas, y eso también lo saben las empresas. Ojo, tampoco hace falta ser un actor de cine, pero sí es importante tener cierto atractivo físico. Aunque a los veinte años, feos, lo que se dice feos, tiene que haber muy pocos (risas). La juventud, en todos los sentidos, es guapísima. ¿Y la veteranía?

La veteranía te da experiencia, conocimiento y tranquilidad. Ya no te pones nervioso por cualquier cosa. No te precipitas antes de tomar una decisión y eso hace que te equivoques menos. En definitiva, aprendes a diferenciar lo que es importante y lo que no. Te vuelves más pasota, en el buen sentido. Por desgracia esta profesión, auque cada vez menos, está llena de gente sin cultura y sin preparación, que no de experiencia de la vida, y esta circunstancia es caldo de cultivo para que surjan los trepas. Ya sabes, tipos sin escrúpulos que no dudan en pisarte con tal de sacar la cabeza. Por eso hay que andar muy listo, para llevarte bien con todos y no meter la pata, porque hay gente que sólo vive para joder al otro. Faltan profesionales, aunque los hay y buenos. Es cierto que nadie nace aprendido, pero al toreo hay que llegar con unos valores y una educación.

”S

ólo tuve gasolina para tres años” Tinín arrolló de novillero. En 1965 cortó cuatro orejas en Madrid y tres en Sevilla, el día de su presentación.

En mi época acusabas más el cambio al debutar con picadores que cuando tomabas la alternativa, porque entonces no existía el guarismo y el toro de todas las ferias por norma general tenía tres años. Pero después de torear las primeras novilladas triunfé en todas las plazas. ¿Creyó que era fácil ser torero?

Sí, me parecía fácil, pero porque yo lo hacía fácil. Lo veía muy claro y no me costaba trabajo. ¿Vivía sólo para la profesión?

Exclusivamente. Fíjate si vivía en torero y alejado de cualquier tentación que hice el amor por primera vez cuando ya era matador de toros. ¿Y la fama de mujeriego que le persigue?

Eso fue después, cuando me propuse recuperar el tiempo perdido (risas). Pero en los primeros años entrenaba a diario, iba al gimna-

sio y por la tarde, como mucho, al cine. Y además no me costaba, porque me encantaba lo que hacía. No era ningún sacrificio.

A mí es que estas cosas me interesan mucho… ¿Cómo fue su primera vez?

(Risas). Fue en Lima, con El Pireo, que éramos muy amigos. Pero no puedo contar lo que me dijo aquella chavala porque es algo demasiado personal. Con las mujeres era muy tímido y me ponía ‘colorao’ en cuanto me miraban. ¿Ahora va a pegar un respingo?

Me dijo: “Joder, te corres en la barriga”. ¿Y eso qué significa?

Que antes de tocar pelo ya había terminado.

Mi primera vez fue una experiencia preciosa, todo fue inocencia y misterio, aunque me puse muy nervioso. ¿Ahora ya no se pone nervioso?

Ahora sólo intento que se me ponga dura (carcajadas).

Antes he mencionado las tres orejas que cortó de novillero en Sevilla, a un encierro de Carlos Núñez, pero de esa tarde, además del triunfo cuentan una anécdota que refleja bien su carácter.

Esa fue otra experiencia maravillosa, porque llegar a Sevilla y triunfar a lo grande siendo castellano no está al alcance de todos. Aquella tarde toreé con Paquirri y Riverita, que eran hermanos. Riverita cortó una oreja y Paco dos.

Cuando terminó la novillada la gente saltó del tendido y nos cogieron a hombros. Al principio no le di mucha importancia, pero cuando enfilamos la Puerta del Príncipe me pareció injusto que fuéramos a salir los tres por la misma puerta cuando el único que tenía derecho y lo merecía era yo, que había cortado tres orejas. Como en el ruedo había más de cien personas, pensé que si no reaccionaba a tiempo llegado el momento no habría forma humana de parar a la muchedumbre. Así que ni corto ni perezoso me bajé de un salto y salí andando tranquilamente por la Puerta del Príncipe. Luego me volvieron a coger a hombros. ¿Y qué pasó con Paquirri y Riverita?

Que se quedaron allí, como correspondía. Fue una picardía por mi parte, lo reconozco, o mejor dicho, fui consciente de lo que había conseguido en comparación con lo que habían hecho los demás. Si salimos los tres a hombros mi triunfo no hubiera servido de nada.

Cuentan que fueron los maestrantes los que le negaron la Puerta del Príncipe y que en un acto de rebeldía salió andando.

Eso no es cierto. Fue como te lo he contado. Pero es verdad que antes para salir por la Puerta del Príncipe además de cortar tres orejas había que contar con el beneplácito del presidente y de

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ENTREVISTA

los maestrantes, aunque a partir de ese día todo cambió, afortunadamente para los toreros.

Sin embargo no volvió a Sevilla…

No, nunca más. Pero llegué a estar anunciado en la feria. Mi apoderado don Pablo Chopera me prometió dos corridas de garantías, pero luego me anunciaron con otras. De modo que le dije que si no iba a la feria en las condiciones que por meritos propios me había ganado me quedaba sentado en casa, como así fue.

Don Pablo era un hombre listísimo y un taurino maravilloso, pero no le gustaba que le llevaran la contraria, y yo se la llevaba. En la época en la que fui figura del toreo y tuve fuerza, si no lo veía claro no toreaba. Aunque como matador de toros sólo tuve gasolina para tres años. Luego ya no tragué y no tuve cojones para tirar ‘pa´lante’.

Pues hay que tener personalidad para pegarle un ‘parón’ a don Pablo Chopera siendo un chaval.

Era mi carácter. Rebelde. Lo he sido toda mi vida. ¿Qué es un rebelde?

Un tipo que no se deja someter a la fuerza. Que no permite que nada ni nadie le condicione, que va en contra de todo lo establecido.

Dice que sólo tuvo gasolina para tres años, ¿por qué?

Son cosas que tengo bastante olvidadas, para poder seguir viviendo tranquilo y sin remordimientos. Pero creo que me envicié demasiado.

Empecé a emborracharme y a ir con mujeres, pero como podía con los toros y tenía buen oficio pensaba que al final resurgiría. Y no era cierto. Me retiré a finales del 71. Dos años más tarde reaparecí, pero ya no era el mismo Tinín. ¿Por qué empezó a beber?

Me dejé llevar. Me invitaban a fiestas, se me acercaban las tías, muchos me llamaban para presumir a mi lado, en fin, que me relajé y dejé de hacer vida de torero, y cuando uno deja de vivir para el toro esto se va al carajo. ¿Está casado?

No, no, para nada. Tengo cuatro hijos, con tres mujeres distintas, pero no llegué a casarme.

No lo vi claro. Quizás ninguna me llenó lo suficiente como para compartir mi vida con ella, aunque creo que el problema he sido yo, que soy inaguantable (risas). Ojo, no es que sea maricón, porque esa posibilidad ni se me ha pasado por la cabeza, pero no soy de perder el tiempo con una mujer. Me gustan las tías como tías, pero nada más. No quiero meterme en más líos. Y tampoco echo de menos a una mujer a mi lado. ¿Miedo?

Miedo no, experiencias que uno ha tenido.

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En el toreo hay mucho pájaro solitario…

(Risas). Muchos, pero son tíos cojonudos. Son divertidos. En la vida hay que vivir el momento, sobre todo en el toreo. Un cantante, por ejemplo, saca un disco y si tiene éxito gana dinero durante años, con la misma canción, pero aquí el premio por triunfar jugándote la vida es jugártela al día siguiente para seguir triunfando, y así hasta que te retiras. Pero, tío, jugarte la vida sin darle importancia es algo precioso.

En Las Ventas toreó 28 tardes, cortó 17 orejas y salió cuatro veces a hombros por la Puerta Grande.

Sí señor. Mi primer gran éxito en Madrid fue de novillero, el 20 de junio de 1965, corté cuatro orejas a un encierro de Juan Pedro Domecq.

Luego, ya de matador, salí a hombros en las ferias de San Iisidro del 68, 69 y 70. En Las Ventas corté muchas orejas cinco años seguidos.

Me arrimaba mucho en mi pueblo y además me querían. A veces, incluso, si una faena era de oreja y media me daban las dos.

Después de triunfar, ¿el público se volvió en su contra?

Sí, en la reaparición, en 1974. Me dieron mucha caña y con razón, porque no estaba. ¿Cree que la vida… digamos relajada que llevó durante esos años trascendió al público?

Dilo claramente, no pasa nada, una vida de golfo, porque eso fue lo que hice, llevar una vida de golfo. Pues claro que la gente se enteró. Me decían burradas. ¿Le dolía?

La verdad es que sí, porque en el fondo sabía que era verdad. Cuando me retiré demostré que en aquel momento era un tío sensato. Pero luego, repito, cometí el error de reaparecer, por partida doble, en los años 74 y 85. ¿A qué se dedicó durante la primera retirada?

Tiempo atrás había conocido en Barcelona al cantante Juan Manuel Serrat, en un café, cuando empezaba, y al decirle que me había retirado me propuso que le acompañara. Estuvimos juntos dos años y medio. Durante todo ese tiempo fui su manager. Serrat me aconsejó que no reapareciera, que no estaba para torear, pero no le hice caso y me equivoqué. Ah, también hice cosas con Camilo Sesto.

A finales del 77, tras cortar su última oreja a un toro de Cortijoliva en San Isidro, de nuevo se apartó de los ruedos y se marchó a vivir a México.

En México estuve tres años y medio. Me dediqué a vender calcetines, a vender jamones y a torear por los pueblos. En definitiva, a buscarme la vida para llenar el puchero.

”M

i capilla era una foto de mi abuela pelando patatas” ¿Y el dinero que había ganado con el toro? ¿Se lo gastó?

Se lo quedó mi padre. ¿Su padre?

El mismo. Tenía ahorrados en Caja Madrid nueve millones ochocientas mil pelas, en el año 68, pero Hacienda, en la época de Franco, me pedía una pasta. Para evitarlo mi padre me aseguró que si me declaraba insolvente no podían hacerme nada. “Tu les dices que te lo has gastado en putas y en whisky”. Entonces, le pregunté: “¿Qué hago?”. “Pues lo mejor es que todo el dinero lo pongas a mi nombre”, me contestó. Y fue lo que hice.

Sería por su bien…

A los quince días me echó de casa. Me mandó

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pera, la empresa de Madrid. Yo no tenía idea de volver a España, pero Luis me calentó y me prometió que si quería me ponía en Madrid en abril. Dije que sí y el petardo fue morrocotudo. Pero como al bueno de Luis aquel petardo no le había parecido suficiente le pidió de nuevo el favor a Chopera para que me pusiera una segunda tarde, el 14 de julio, con toros de Domínguez Camacho. ¡Y otro petardo! (carcajadas).

Vamos, que lo liaron…

Con cuarenta años ya no te lía nadie, joder. La culpa fue mía por volver a hacer el gilipollas como lo hice. Desde entonces estoy vinculado al mundo del toro y ahora soy una persona seria y formal. Trabajo para Toño Matilla como veedor de toros en el campo y me siento un privilegiado.

a tomar por culo y se quedó con el parné. Era un tío curtido de la vida y cuando vio a su nombre tanto dinero pensó que aquello era la hostia. ¡Tengo un recuerdo precioso! No te haces una idea de lo que sufrí. Fue terrible. No me lo podía creer, aunque con el paso del tiempo, después de darle mil vueltas, comprendí la incultura de mi padre, lo que es la vida y que desgraciadamente aquí sólo vale lo material. El hombre había hecho lo pertinente. En aquella época, como te habían mantenido tenías la obligación de aportar en casa lo que ganabas.

Tardé veinte años en perdonar a mi padre.

Al menos ¿hizo buen uso del dinero?

Sí, le fue bien; luego lo repartió entre mis hermanos. Algo que era mío, de mi miedo y mis cornaditas, tuve que repartirlo. Pero tampoco pasa nada. Que lo disfruten con salud. Mi madre también sufrió con todo esto. Pero la pobre no pudo hacer nada, bastante hizo con criarnos.

De figura del toreo a vender calcetines en México, imagino que por las noches, después de una dura jornada laboral las borracheras serían escandalosas.

En ese sentido me he tomado la vida con mucha filosofía porque me quité del toreo cuando ya no valía, por voluntad propia. Nadie me echó. Por eso no siento amargura. En México

fui feliz y gané bastante dinero. También fui empresario taurino, con Chucho Solórzano, Manolo Armillita y Curro Leal. Montábamos ferias, toreábamos juntos y además salía rentable la cosa. Y luego tuve la suerte de conocer a una modelo guapísima, que era de Granada, y estuve enrollado con ella tres años.

Ahora contemplo la vida como algo cojonudo.

Sólo hay que aprender a digerir las cosas.

La noche mexicana ¿es tan peligrosa como aseguran? ¡Que va!, es igual de peligrosa que en cualquier otra parte. En México salía todas las noches, me emborraché en todos los barrios y nunca me pasó nada. Si eres un tío normal y no vas enseñando el dinero, no hay problema. Todavía no he visto una pistola. Es una maravilla de país. Si todavía no lo conoces, México te volvería loco.

Después de tanto peregrinar reaparece por última vez en 1985, con cuarenta años cumplidos, y torea dos tardes en Las Ventas, sin mucha fortuna.

Reaparecer por segunda vez y venir a Madrid fue un gran error. Yo ya estaba adaptado a mi vida mexicana, pero mi hermana se casó con un chico llamado Luis Sobreviela, que entonces le compraba las carnes a Manolo Cho-

Serio y formal, pero también bohemio.

(Risas). No sé si soy un bohemio o no. Me considero independiente y no me ato a nada ni a nadie. Sin embargo, sí soy algo pasota, porque si algo no me encaja me quito de en medio pronto. Lo que me ha gustado mucho es viajar por el mundo, aunque no sé ningún idioma. A mi amigo y periodista José Luis Pécker, que era accionista de Viajes Ecuador, le pedía que me programara un viaje de un par de meses fuera de España. Lo único que necesitaba era que al llegar a mi destino hubiera un tío esperándome en el aeropuerto con un cartel que pusiera Inchausti, que supiera hablar castellano y, lo más importante, que el tío fuera muy golfo. Nada más.

Ese trabajo me hubiera gustado…

Me tiraba meses viajando, solo, sin nadie. Me arriesgaba. La emoción de salir del hotel sin saber si iba a volver me fascinaba, y me sigue fascinando. He estado en África, Canadá, Japón, Tailandia, India, que me encantó, con sus colores, sus olores y hasta la mierda de vaca en las calles. De Sudamérica lo conozco todo.

Además, durante los viajes si me gustaba una chavala la invitaba a pasar unos días conmigo y luego la devolvía a su casa.

Veo que conoce todos los encastes…

Hombre, todos no (risas). ¿Es creyente?

Creo en Jesucristo, que estuvo por aquí y fue buen gachó. Pero entiendo que después de la muerte no hay nada. Cuando toreaba la única capilla que llevaba era una foto de mi abuela pelando patatas.

Y en el plano personal, ¿ahora qué?

Duermo poco, como poco y follo poco. ¿Por prescripción medica?

El medico me aconseja que haga todo lo contrario.

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CLÁSICOS GANADEROS EN LAS VENTAS

Magníficas hechuras de un ejemplar del hierro de Arranz, muy bajo, proporcionado y de cuello largo. El toro en su tipo clásico, hoy desterrado a las plazas pequeñas.

Manuel Arranz Manuel Arranz fue uno de los hombres que marcó con acento propio la época dorada del Campo Charro. Íntimo amigo de Antonio Pérez de San Fernando, con quien compró la mitad de la celebérrima vacada colmenareña de Vicente Martínez, añadió sementales del propio don Antonio y de su hermano Graciliano, hasta configurar una ganadería con impronta personal. Sus toros, finos y terciados, se lidiaron mucho en Las Ventas, donde pronto ganaron justa fama por su bravura, que al principio fue recia y temperamental y poco a poco adquirió una nobleza, galope y clase excepcionales. Tras fallecer su creador, la ganadería mantuvo bastantes años un alto nivel, pero la falta de fuerza y la exigencia desorbitada de tamaño y pitones la obligaron a refugiarse en plazas modestas. Los antiguos toros de Arranz salieron finalmente de Salamanca, pero aún perviven y, aunque fuera de las ferias grandes, siguen demostrando con frecuencia su refinada e ilustre bravura.

Texto: Joaquín López del Ramo Fotos: Martín y Joaquín López del Ramo

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E

n el año 1925, don Manuel Arranz adquirió a medias con su gran amigo Antonio Pérez de San Fernando una parte de la ganadería de los herederos de Vicente Martínez, concretamente la de Pedro Fernández Martínez. Era ésta una de las divisas punteras de la época, no sólo por su indiscutible calidad, sino por haber sido la precursora en la evolución del toro bravo contemporáneo a partir de la cruza con el mítico semental Diano, de Ibarra, y sus

continuadores de la misma estirpe llamados Dudoso, Ramito y Vinagrero.

Cerrado el trato, el ganado fue trasladado desde los campos serranos de Colmenar Viejo hasta las llanas dehesas de Salamanca. La operación fue providencial para esta sangre, ya que la otra mitad de la vacada quedó en manos de don Julián Fernández Martínez con el hierro original y fue saqueada durante la Guerra Civil por hallarse en zona de dominio del

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Frente Popular. Ya en tierras charras, el lote correspondiente a Antonio Pérez se puso a nombre de su esposa, María Montalvo, y el otro fue la base de la ganadería que nos ocupa, la cual pastó desde esa época en las fincas “Campocerrado”, “Andrés Bueno”, “Prado de San Pedro” y otras, una buena parte de las cuales era arrendadas, pues su dueño no era persona poseedora de grandes capitales ni patrimonio, lo cual acrecienta aún más el mérito de lo realizado por él.

Arranz adquirió en 1926 al conde de la Corte el semental Abejorro, pero sus productos no respondieron a lo esperado. Poco después acudió a casa de Graciliano Pérez-Tabernero en busca de un reproductor, y éste le cedió un eral llamado Filibustero, que unos años más tarde acabo lidiándose en la corrida-concurso de San Sebastián. El toro en cuestión cubrió muy poco tiempo, pues sólo se le sacaron dos camadas, pero dejó una huella muy marcada en la ganadería por su bravura con picante. Ya en los años 40, buscando dar más temple y entrega a la embestida de sus toros, don Manuel recurrió a dos sementales de AP llamados Encendedor y Desgraciado, que dieron excelentes frutos.

Resultado de esta combinación fueron unos toros bajitos, terciados y proporcionados; astifinos, pero poco aparatosos de cuerna, en los que predominó el pelo negro, y de forma ocasional algún castaño y el clásico berrendo aparejado de Martínez, como testimonio de su sangre original. Siendo ganaderías de idéntico origen, lo berrendo se dio siempre mucho más en lo de Montalvo, pues parece que casi todas las vacas así pintadas se las quedó Antonio Pérez, al no ser un pelo que gustase a Arranz.

DE MADRID AL CIELO Don Manuel Arranz debutó en la vieja plaza de Madrid el 2 de septiembre de 1928 con una novillada originaria de otra vacada que había comprado previamente, y de la que se deshizo con rapidez. Pronto llegaron los primeros éxitos con los productos de las vacas de Martínez, como el del novillo Perdiguero, lidiado en Salamanca el año 1932, pero las circunstancias bélicas produjeron un lapso obligado de varios años. Recién concluida la guerra, el 6 de agosto de 1939, se produjo la presentación en la plaza de Las Ventas con seis novillos bravos y nobles, uno de los cuales obtuvo la vuelta al ruedo, y además el mayoral fue obligado a saludar.

Don Manuel Arranz en una tertulia campera de lujo, sentado entre Antonio Pérez y Manolete.

La divisa salmantina se convirtió en una de las favoritas del público de Madrid, y a lo largo de los años 40 y 50 hubo temporadas en las que compareció tres y hasta cuatro tardes. El 25 de julio de 1940 lidió don Manuel su primera corrida de toros en la Monumental, donde salieron dos ejemplares extraordinarios: Maltalhombro y Princés, éste premiado con una nueva vuelta al anillo.

Idéntico galardón obtuvo otro de los grandes toros de esta década, Escopeto, corrido el 7 de junio de 1942. Completan esta galería de honores las bravas, nobles y codiciosas novilladas del 19 de abril de 1943 y del 31 de marzo de 1946; otro soberbio Escopeto, jugado el 4 de mayo de 1947; los toros Charrango, Riojano y Gaditano, estoqueados por Morenito de Talavera el 4 de abril de 1948, y los formidables Caribello, Estudiante, Bohemio y Perdiguero, lidiados el 26 de septiembre de 1948, amén de otras muchas reses sueltas de semejante comportamiento que se obvian por economía de espacio.

La temporada de 1949 fue excepcional para Manuel Arranz, pues vino a Las Ventas con dos corridas y otras tantas novilladas y en todas ellas triunfó por todo lo alto. El 1 de mayo con los toros Buenastardes, Rompelindes, Tendero y Caribello; el 30 de junio, gracias a una gran corrida que despacharon Parrita, Paquito Muñoz y Manolo González en la que salieron cuatro toros de bandera: Coralo, Palmello, Andulero y Regato. También fueron excelentes por bravas y boyantes las dos novilladas, celebradas el 21 de agosto y el 3 de octubre; en la primera triunfaron Jerónimo Pimentel y Rafael Ortega, que salió en hombros, y en

la segunda se produjo la presentación en Madrid de Antonio Ordóñez.

En cuanto a nivel de juego, los años 50 fueron una continuidad en la trayectoria de la ganadería, cuyos toros hasta entonces no mataban con frecuencia las grandes figuras. Esto fue un nuevo reto para Manuel Arranz, y por ello incorporó los dos reproductores de AP antes mencionados, a los que siguió otro semental de esa misma línea que fue decisivo, de nombre Africano, el cual ligó de forma magnífica e imprimió un nuevo carácter a la vacada, dándole temple y nobleza sin merma de la bravura, sino al contrario.

Es muy discutible que se tratara sólo de una “cesión comercial” o una “renuncia a los principios”, como se dijo por parte de algún manipulador de la crítica que utilizó esta ganadería para alimentar su muy rentable (para él) demagogia “torista”. En realidad, como han hecho todos los grandes ganaderos de la historia, don Manuel no hacía sino profundizar y mejorar su obra con los mimbres que consideró más adecuados, los de la vacada de su admirado Antonio Pérez de San Fernando,¡ y vaya si lo logró!.

Volviendo a Las Ventas, la campaña de 1950 también resultó muy buena; empezó el 12 de marzo con una novillada en la que, paradojas ganaderas, uno de los animales fue condenado a banderillas negras mientras que cuatro de ellos derrocharon bravura y clase: el castaño Fusilero y los negros Charrango, Regato y Delicioso. El 28 de mayo se lidió otro lote de utreros entre los que predominó la embestida con gran calidad; fueron sus nombres Palmello, Ramillete, Buenas-

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CLÁSICOS GANADEROS EN LAS VENTAS

tardes, Blanquito, Rabanero y Palmito.

Antonio Bienvenida, Pepín Martín Vázquez y Diamante Negro despacharon la corrida del 18 de junio de aquél 1950, que salió muy noble pero floja, destacando por su bravura y clase otro castaño llamado Estudiante.

Dio gran juego la novillada del 6 de abril de 1952, siendo ovacionados en el arrastre el primero, Granizo, el tercero, Repollito, y el quinto, Relojero. El 20 de abril del mismo año Rafael Ortega obtuvo un sonado triunfo al cortar las dos orejas del bravo y muy noble toro Palmello, uno de los más completos del palmarés de esta divisa. Don Manuel se anotó dos nuevos éxitos en la temporada 1954; el primero tuvo lugar en la corrida del 2 de mayo, en la que sobresalieron dos excelentes toros: Charrango, al que Cayetano Ordóñez cortó una oreja, y Jazmín, lidiado por Pablo Lozano. Luego vino la novillada del 4 de julio, con otros dos astados que propiciaron el éxito grande, y que atendieron por Palmello y Tendero. Observe el lector la cantidad de veces que se repiten los mismos nombres, síntoma de la existencia de reatas muy cerradas y fiables, muchas de las cuales, dato revelador, se llamaban igual desde tiempos de Vicente Martínez.

Un instante de la gran faena de Rafael Ortega al toro Palmello, el 20 de abril de 1952. ¡Qué brava forma de embestir!...

1955 fue también un año excelente para la ganadería en Madrid, marcado por la novillada lidiada el día de San José, en la que cinco astados fueron ovacionados en el arrastre, y la vuelta al ruedo del toro Ratero, al que Paco Corpas cortó una oreja la tarde del 12 de ju-

Paco Corpas toreando al natural al gran toro Ratero, premiado con la vuelta al ruedo el 12 de junio de 1955.

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nio. Otro de los triunfos más importantes de esta época fue la novillada del 30 de junio de 1957, que dio un juego superior y concitó de nuevo las ovaciones del público.

El equilibrio ideal entre bravura y bondad se regularizó definitivamente en los 60, sobre todo a partir de la gran camada de 1964, con la que El Cordobés triunfó de forma contundente. Cierto es que con anterioridad varios toreros de gran caché, sin ir más lejos Antonio Ordóñez, ya habían conseguido éxitos notables con los arranes, pero fue en este periodo cuando la ganadería entró definitivamente en todas las ferias. Ocurrió como siempre en la ganadería brava: el trabajo de selección y mejora sólo adquiere su dimensión real con el paso del tiempo. Así, el nombre de Manuel Arranz se situó en un lugar de privilegio, en el que se mantuvo durante mucho tiempo.

Barcelona, Pamplona, Bilbao, Sevilla, Jerez....y todas las plazas de primerísima categoría asistieron al triunfo repetido de este hierro y de los toreros que se anunciaban con él.

De esta etapa madrileña merece destacarse la magnífica novillada lidiada el 24 de septiembre de 1961, que despacharon Orteguita, Palmeño y Andrés Vázquez y en la que hubo cuatro animales completísimos, pues lucieron bravura, galope, clase y raza. Parecido juego dio la corrida que torearon mano a

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mano El Tino y Pacorro el 22 de abril de 1962, en la que todos los toros fueron ovacionados, de forma especial el llamado Caribello. El 23 de mayo de 1965 se produjo el debut en la feria de San Isidro con corrida de toros, y aunque finalmente sólo se lidiaron cuatro, tres de ellos sacaron a relucir una embestida incansable, con bravura, recorrido y prontitud; sus nombres fueron Delicioso, Palmello y Rabanero.

En 1967 murió el fundador de la ganadería, haciéndose cargo de ella sus hijos, quienes durante 10 años la mantendrían en un excelente nivel de juego.

Sus toros iban a lidiarse en la corrida de Beneficencia de 1970, pero finalmente se organizó la encerrona de Paco Camino con seis de diferentes divisas y sólo se jugó uno de Arranz, el sexto, llamado Andulero, al que le cortó las dos orejas tras una lección de torero al natural. Camino también actuó el 23 de mayo de 1972, fecha de la primera corrida lidiada en Madrid los hijos de don Manuel. Aquella tarde realizó una faena antológica al toro Español, hasta el punto de que el público solicitó los máximos trofeos, que finalmente quedaron en dos orejas. Otra cortó al quinto, de nombre Ramillete, y al final del festejo salió por la Puerta Grande. Esta corrida tuvo un fondo de clase, pero adoleció de muy escasa fuerza.

Los hijos de Arranz lidiaron otro flojo encierro en la corrida de Beneficencia de 1973, que estoquearon Luis Miguel Dominguín, El Viti y José Antonio Campuzano, si bien estos dos últimos espadas cortaron orejas. La última corrida en Madrid a nombre de Arranz fue la del 25 de mayo de 1974, y en ella hicieron el paseíllo Manzanares, Mariano Ramos y Niño de la Capea. El salmantino fue el torero de su generación más afín a esta ganadería, y dicha ocasión triunfó con el mejor toro de la tarde, Camisero, al que cortó una oreja.

En 1977, la vacada fue vendida íntegramente a Ramón Sánchez Rodríguez, un salmantino afincado en Córdoba que ya era dueño de otro hierro formado con vacas adquiridas al propio Arranz. Junto con las reses, viajó desde Salamanca a Andalucía el mayoral de Arranz, Ignacio Sánchez, quien según todos los testimonios fue un hombre de campo extraordinario, cuyo papel resultó clave en el devenir de la ganadería.

El nuevo propietario fusionó sus ante-

Salida al ruedo del toro Andulero, al que Paco Camino le cortó las dos orejas en la corrida de Beneficencia el 4 de junio de 1970.

riores reses con las de Arranz, pues en realidad la procedencia era idéntica, conformando en realidad una única ganadería con dos hierros. Debutó en Madrid el 17 de mayo de 1978 con tres toros comprados a Arranz, uno de los cuales, de nombre Repollito, dio un juego sensacional y a punto estuvo de lograr el premio al más bravo de aquél San Isidro. Al año siguiente lidió en Madrid nada menos que tres corridas: San Isidro, Beneficencia y Otoño, pero con resultados irregulares.

Los arranes de Ramón Sánchez mantuvieron su gran cartel entre las figuras a lo largo de los años 80. Hasta mediada la década se lidiaron en Madrid con frecuencia, e incluso proporcionaron éxitos a algunos toreros como Julio Robles, Dámaso González y Ortega Cano. Pero su buena clase se veía cada vez más asfixiada por una escasez de fuerza alarmante, que impedía a los astados emplearse con un mínimo de energía. También el hecho de ser una ganadería con caja pequeña y pitones poco aparatosos influyó mucho (aunque más tardíamente que otras, por contar con el favor del aún entonces influyente crítico… antes alu-

dido) en su apartamiento de las grandes ferias, sobre todo cuando el listón torista llegó ya a extremos delirantes allá por los 90.

Después de un periodo de cierto abandono durante los últimos años de vida de Ramón Sánchez, actualmente, el núcleo de la ganadería de Arranz se mantiene en manos de sus herederos, que la partieron en dos lotes, adscritos a cada uno de los hierros familiares, de los cuales el antiguo de Arranz quedó en manos de Ramón Sánchez Recio, que era su titular desde su compra. Tras un proceso de fuerte reducción del número de vacas, lidian poco y casi exclusivamente en corridas de rejones o en plazas andaluzas, pero muchas veces con excelente resultado. Por otro lado, en los últimos años la familia Arranz ha recuperado la tradición ganadera de la mano de un nieto del fundador, Fernando Madrazo Arranz, quien en 1997 compró una punta de vacas de este mismo origen, que cuida con esmero en la clásica finca “Campocerrado”. El empeño está claro, aunque se nos antoja muy complicado: devolver los arranes al lugar de privilegio que tuvieron. Ojalá podamos verlo algún día.

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LIBROS

Por: José María Sotomayor

Desde otro rincón de mi biblioteca Hasta la llegada del verano la aparición de libros taurinos ha sido constante. La pequeña tertulia en la librería de María Victoria Rodríguez ha sido habitual en los primeros meses del año. Y, consecuentemente, al mismo tiempo que se vacían estantes en aquella, en mi biblioteca otros se colman.

En un intento de relacionar los libros por los temas que abordan, empiezo con las biografías. Andrés Amorós y Antonio Fernández Torres incrementaron el número de las publicadas este año con Ignacio Sánchez Mejías, el hombre de la Edad de Plata. Está basada en otra anterior del primero de ellos y enriquecida, seguramente, con el fruto del estudio que tuvo que realizar para la edición de la novela inédita de Ignacio Sánchez Mejías, La amargura del triunfo. Otra biografía, esta vez la dedicada a un escritor y crítico de toros, Alfonso Navalón: escribir y torear, ha salido de la pluma de Paco Cañamero. Y con motivo de los noventa años de la muerte de Joselito el Gallo, el Ayuntamiento de Talavera ha editado un libro delicioso, obra colectiva, a la que acompaña un audiovisual.

Su título, extenso, es: Con un traje oro y grana. Homenaje escrito y musical a un mito de la tauromaquia: Joselito el Gallo en el 90 aniversario de su muerte en Talavera. La Diputación de Valencia editó, coincidiendo con la feria de Fallas y el 20 aniversario de la alternativa de Enrique Ponce, un catálogo de la exposición que, con ese motivo, se estaba

celebrando. Los textos, como en el caso anterior, son de varios autores. En los Cuadernos de Tauromaquia del CEU se ha editado la conferencia que pronunció Javier LópezGaliacho Perona y que tituló: Joaquín Vidal: los toros como escusa para repensar lo español que, no siendo una biografía, ayuda al conocimiento de la de éste. Aunque suelo ceñirme solo a los libros editados en España, por ser Manolete el héroe literario al que más se han acercado los escritores, cito para los coleccionistas, más no merece el libro, Manolete al desnudo, de Ángel Luis Omaña, editado en Venezuela.

Entre los libros que se acercan al origen de la fiesta, uno destaca entre los publicados últimamente. Se trata de Luces sobre una época oscura (El toreo a pie del siglo XVII), del que es autor Gonzalo Santonja. Excelente obra que desvela algunos aspectos desconocidos hasta ahora y en la que se apuntan algunas teorías no planteadas hasta el momento. Historia mucho más reciente es la que nos cuenta Laura del Rey en Club Cocherito, 100 años de historia .

Libro de cuidadísima edición y cuya publicación se ha sumado a los diversos actos del centenario de le entidad. De nuevo hago una excepción con el texto de Orígenes e historial de la ganadería de lidia en el Perú.

Su autor, Bartolomé Puiggrós Planas, es uno de los mejores expertos en este tema y su obra lo reafirma. Es el segundo volumen de un trabajo muy ambicioso. Cuenta con la colaboración de Díkey Fernández Vásquez.

Angel Sonseca Rojas ha editado un segundo tomo de El cartel taurino, la sociedad y los toros, estudiando esta vez el periodo 1920-1940. Es otra publicación de cuidadísima edición. Raúl Felices es el autor de una verdadera enciclopedia: Cataluña taurina.

Una historia de la tauromaquia catalana desde la Edad Media a nuestros días. Un enorme esfuerzo para dar a conocer la realidad que algunos niegan.

Una nueva edición, ampliada, de El siglo de oro de la poesía taurina, antología de poesía española del siglo XX, ha visto la luz en los primeros meses del año. Como la anterior ha corrido a cargo de Salvador Arias

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Nieto. Tres libros de no fácil catalogación, han llegado también hasta mi biblioteca.

Uno, de Ángel Arranz y Jordi Grau, ¡Torturadores! Otro, de Mariano Aliaga, Sensaciones. Alrededor del toro . Y el tercero, Sentimiento del torero, que es otro trabajo colectivo. Una pequeña obra, con prólogo y texto de Elena Vázquez, es un interesante catálogo de una exposición celebrada en el Museo del Traje y nos acerca al conocimiento del vestido de torear desde Goya hasta Picasso. Con ese tema como eje del trabajo se editó también: El vestido de torear o traje de luces, de Gumersindo Andrés López. Entrañable la obra del también entrañable Fernando Claramunt: Ecos del Toricuarto, susurros de ese recinto en el que han hablado de toros, aficionados, toreros, ganaderos, escritores y gentes todas del toro. La sencillez, el fino humor, la cultura del autor lo convierte en una obra selecta que destila torería. La que tiene el rector del «toricuarto».

Y han ido llegando a los estantes los folletos de las conferencias que bajo la docta batuta de Rafael Cabrera Bonet se están celebrando en el CEU. Mencioné una y a ella hay que añadir: De Miguel Hernández a Ignacio Sánchez Mejías, de José María Balcells; Viabilidad genética de la raza de lidia inferida del ADN , trabajo colectivo; José Tomás: la creación de un mito mediático, de Javier Vellón Lahoz; La producción de ganado bravo: costes económicos, de Francisco Javier Jiménez Blanco; y Elementos técnicos del arte de torear , de Rafael Cabrera Bonet. También se ha editado el volumen correspondiente a las conferencias del curso 2006-2007 bajo el título: Tiempos y espacios de la Tauromaquia. Con estas características, o parecidas, ha visto la luz: La fiesta nacional de toros. Recopilación de las obras ganadoras del premio lierario-taurino Doctor Zúmel. Años 2005 a 2009. El recuerdo de Mariano Zúmel, el esfuerzo de David Shohet, los autores premiados y el pincel de César Palacios hacen que este libro sea imprescindible en nuestras bibliotecas1.

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Todos los libros citados forman parte de la Biblioteca Ca-

rriquiri de la Biblioteca y Archivo Taurino Sotomayor Muro.

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…UNIDOS POR EL DESTINO

Aparicio-Litri

La pareja que ilusiona en los años cincuenta

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a pareja Aparicio-Litri volvió a despertar el interés de los aficionados tras la trágica muerte de Manolete en Linares, porque la rivalidad en los ruedos había quedado rota. Tras el espacio de silencio, surgieron dos jóvenes tan distintos en su toreo como en su físico y en su carácter….

Esta fotografía es la esencia de la diferencia entre ambos. Cada uno de ellos ha elegido un fotógrafo al que mirar, y cada uno lleva en el gesto la responsabilidad de esa tarde. Litri aparece serio, concentrado, desafiante; Aparicio receloso, tímido, provocador. Dos formas de ser o de estar en un momento concreto ante los ladrillos del

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Foto: Martín Texto: Juan Miguel Sánchez Vigil y Manuel Durán

túnel de Las Ventas, limpios de chirlos y de huellas, decorado geométrico ante el que ha posado para los ojos indiscretos de los gráficos la flor y nata de la torería.

Miguel Báez Espuny y Julio Aparicio Martínez toman la alternativa al alimón en Valencia, el 12 de octubre de 1950, de manos de Cagancho después de cerrar una espléndida temporada como novilleros. Litri confirma su alternativa en Madrid el 17 de mayo de 1951 y Aparicio dos días después, el 19 de mayo. Sus respectivos padrinos son: Pepe Luis Vázquez y Manolo González. Es la fecha de esta imagen y cómo no, un fotógrafo, testigo. En este caso, el gran Martín: José Martín Bersabé.

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