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NUEVOS AIRES
Mark puso espejos en la sala para reflejar la luz y ver el parque que está cruzando la calle. La planta es un tipo de helecho.
POR CAMILLE OKHIO FOTOS MAUREEN M. EVANS
LOS MUEBLES DE MARK GRATTAN HAN LLAMADO LA ATENCIÓN DE TODO EL MUNDO, DESDE SOLANGE KNOWLES A ELLEN DEGENERES. EN ESTE DEPARTAMENTO EN UN EDIFICIO DEL ARQUITECTO LUIS BARRAGÁN, EN LA CIUDAD DE MÉXICO, HA CREADO UN NIDO TRANQUILO, PERFECTO PARA UN DISEÑADOR A PUNTO DE EMPRENDER EL VUELO.
sta joya del modernismo mexicano del siglo XX está oculta entre los árboles, en un rincón tranquilo de una colonia del siglo XIX en la ciudad de México. En otra zona, los entusiastas del diseño reservan con meses de anticipación para una probadita de la Casa Luis Barragán, antiguo hogar y estudio del célebre arquitecto. Pero aquí, en este rincón de la colonia San Rafael, el diseñador de mobiliario Mark Grattan solo tiene que levantarse de la cama para estar inmerso en el mundo de Barragán. Consiguió un codiciado departamento, firmado por el icónico arquitecto, en un edificio poco conocido.
Grattan es fundador del estudio de diseño VIDIVIXI y una estrella en ascenso. Hace poco Solange Knowles lo eligió como consultor de desarrollo de producto para su estudio de diseño y agencia creativa, Saint Heron. Y esta primavera, este joven y carismático talento debutó en la televisión en Ellen’s Next Great Designer, la competencia de diseño de HBO Max que conduce Ellen DeGeneres.
La historia de cómo este originario de Hudson, Ohio, terminó en la Ciudad de México es compleja. En 2014 fundó VIDIVIXI –en honor al poema de Victor Hugo “Veni, Vidi, Vixi”, en latín, que quiere decir: “vine, vi y viví”– en Brooklyn y se asoció con el diseñador británico Adam Caplowe, quien terminó siendo director del estudio. En 2016, se mudó a la Ciudad de México por amor. Pero esa relación que lo trajo a este país no prosperó y cuando terminaron, Mark decidió quedarse y encontrar un espacio tranquilo que pudiera hacer suyo.
Para su suerte, este departamento de dos recámaras en el edificio de Barragán se desocupó. Grattan se mudó con su gato himalayo, Amiga, a un espacio que conserva muchos detalles de
Emediados de siglo, como las ventanas con sus paneles y las puertas interiores de madera con ventanitas que dejan filtrar la luz. También tiene un balcón de hierro en donde pasa las mañanas, con un cigarro en una mano y un café en la otra, contemplando el Jardín del Arte que está cruzando la calle, a través de las ramas de los árboles que tocan su departamento. Cuando conoció el departamento lo cautivó la luz. Y durante más de un año rastreó su progreso en el espacio casi vacío, antes de que se sintiera listo para empezar a decorarlo. “A eso de las 5:30 se proyectan arcoíris en las paredes y los atardeceres son increíbles”, cuenta. Para resaltar el efecto instaló una pared de espejos en uno de los extremos de la sala y otro sobre el sillón. La luz natural que entra por las ventanas interactúa con los espejos, que además se reflejan creando ondas y destellos de luminiscencia inesperada. En toda la casa se ve el perfeccionismo de Grattan. Diseñó la mayoría de los muebles, incluida la consola montada en toda la pared de la sala. En el baño, movió la regadera para hacer espacio e instalar una puerta de vidrio y bronce, después colgó un helecho sobre la entrada. “En la noche, los espejos, el agua y el follaje crean sombras muy sexis. Es una experiencia hermosa”. Si Grattan tiene un hitazo en su portafolio es su bestseller, la cama baja Docked En Rio, que tiene influencias art déco y japonesas. Diseñó una variante king-size para su propia habitación. “No necesito nada más”. Un arbusto de guajillo al lado de la cama, en un pedestal de cubo, contribuye al aire de casita en el árbol de la habitación. A fin de cuentas, solo un perfeccionista dormiría en el piso más de un año en lugar de decorar su habitación con piezas de calidad inferior. Ahora que terminó de decorar, Mark está feliz con los resultados. Y en lo que se refiere al viaje personal que lo trajo hasta aquí, observa con un guiño: “Crear un espacio hermoso para ti es la mejor venganza”.
Mark Grattan en la sala de su departamento en la Ciudad de México, un edificio de Luis Barragán. La escultura en latón es una mesita de VIDIVIXI, su estudio de diseño. La foto de Andres Gudiño (atrás) se tomó en Casa Gilardi, una de las residencias que diseñó Barragán.
La consola de la sala está hecha a la medida, la superficie es de mármol y las puertas están forradas en terciopelo. La lámpara de papel arroz es de Adam Otlewski y los candeleros de latón son de un mercado de antigüedades.
Amiga, su gato himalayo, descansa en la cama hecha a la medida, una adaptación de su diseño para VIDIVIXI. La lámpara es de Apparatus, los pedestales de piedra son hechos a la medida, el árbol de guajillo y la maceta son de un mercado de plantas y el florero (derecha) es de Alejandro Mora de OoOo. Los paneles detrás de la cama están enfundados en un revestimiento de Élitis, cortesía de Studio 84.